mr. peralta
26/02/2008, 06:07
Si es por mi nos olvidamos de los chocolates,
De las rosas y de esos ositos de peluche,
No creo en esas lunas de miel en Paris,
Ni en esas tazas de te alrededor de la torre de Pisa,
Olvida eso de andar tomando café por Colombia,
Porque eso de los clichés no es para mi.
No leerás en mi la palabra te amo un millón de veces,
Eso de pedirte perdón con rosas lo considero un poco sobrevalorado,
Háblame de robarme tu sonrisa en el funeral de tu perro,
De creer en ti en el mas mínimo momento,
Decirte te amo no nos hace mas grande, creo que nos desvanece.
Esas canciones que se tocan en emisoras que solo se escuchan en oficinas
Quedaran en el pasado de las historias de monjas que ya no son vírgenes,
No seré tu caballero, ni llevare espada y escudo para protegerte,
Te cuidaré, pero como Sacerdote que guarda sus sueños de pedófilo,
De hombre que desea carne de mujer, como el que cuida lo que es obvio a los ojos de
Todos.
No te imagines la típica boda con tu madre y la mía opinando garabatos,
Mientras que tu padre y el mío se divierten viendo las damas modelar sus trajes,
Tampoco de esas en que la abuela camina con su bastón y retraza toda la ceremonia,
Olvidémonos de ese estrés, que lo tengan ellos al enterarse de nuestra historia,
Sobrecargada de intensidad, de noches en la playa y de canciones barriales,
De pueblos pequeños, de aventuras, de un juez borracho, de testigos desconocidos,
De esos que no tienen su nombre escrito en las telas que los arropa.
De las rosas y de esos ositos de peluche,
No creo en esas lunas de miel en Paris,
Ni en esas tazas de te alrededor de la torre de Pisa,
Olvida eso de andar tomando café por Colombia,
Porque eso de los clichés no es para mi.
No leerás en mi la palabra te amo un millón de veces,
Eso de pedirte perdón con rosas lo considero un poco sobrevalorado,
Háblame de robarme tu sonrisa en el funeral de tu perro,
De creer en ti en el mas mínimo momento,
Decirte te amo no nos hace mas grande, creo que nos desvanece.
Esas canciones que se tocan en emisoras que solo se escuchan en oficinas
Quedaran en el pasado de las historias de monjas que ya no son vírgenes,
No seré tu caballero, ni llevare espada y escudo para protegerte,
Te cuidaré, pero como Sacerdote que guarda sus sueños de pedófilo,
De hombre que desea carne de mujer, como el que cuida lo que es obvio a los ojos de
Todos.
No te imagines la típica boda con tu madre y la mía opinando garabatos,
Mientras que tu padre y el mío se divierten viendo las damas modelar sus trajes,
Tampoco de esas en que la abuela camina con su bastón y retraza toda la ceremonia,
Olvidémonos de ese estrés, que lo tengan ellos al enterarse de nuestra historia,
Sobrecargada de intensidad, de noches en la playa y de canciones barriales,
De pueblos pequeños, de aventuras, de un juez borracho, de testigos desconocidos,
De esos que no tienen su nombre escrito en las telas que los arropa.