Espartacus
22/02/2008, 13:20
¡Nació!.
Parecía el brote más verde,
que pudo ofrecer la flora más bella.
Las manos del ángel, como lanzando al aire
destellos de dulces arco iris,
lo mostró hacia la vida,
y lo escondió de nuevo.
Deseosas por tenerlo, acariciarlo, verlo,
dos almas marchitas lucharon,
y a su misma batalla, mil hadas valientes
se unieron.
En cuna bordada de soles,
con mantas teñidas, tejidas de frágil aliento,
sobre un colchón de viejo cariño,
el pequeño y su trunca sonrisa,
de a poco y con poco...se iban
despìdiendo.
¡Vive!.
Gritaba la rosa y gemía el misterio.
Mientras querubines bajaban,
bajaban, ¡Ay!, pero con tanto miedo,
con gestos casi vacíos, consumidos,
vinieron y vinieron.
¿Dónde he dejado mi delicado consuelo?,
sollozaba la madre,
y humedecía el pañuelo.
El padre algún Dios, buscaba en el suelo,
con uñas gastadas,
y sangrante puño olvidando sosiegos.
¡Adiós, se nos va!,
pero qué infame descuido...
¿Por qué mi vida no le doy,
asi soy yo quién de pronto muero?.
Pero se ausentaron respuestas, y la pregunta
llega:
¿Quién ha matado a mi niño,
mi pobre niño tan pequeño...?
Parecía el brote más verde,
que pudo ofrecer la flora más bella.
Las manos del ángel, como lanzando al aire
destellos de dulces arco iris,
lo mostró hacia la vida,
y lo escondió de nuevo.
Deseosas por tenerlo, acariciarlo, verlo,
dos almas marchitas lucharon,
y a su misma batalla, mil hadas valientes
se unieron.
En cuna bordada de soles,
con mantas teñidas, tejidas de frágil aliento,
sobre un colchón de viejo cariño,
el pequeño y su trunca sonrisa,
de a poco y con poco...se iban
despìdiendo.
¡Vive!.
Gritaba la rosa y gemía el misterio.
Mientras querubines bajaban,
bajaban, ¡Ay!, pero con tanto miedo,
con gestos casi vacíos, consumidos,
vinieron y vinieron.
¿Dónde he dejado mi delicado consuelo?,
sollozaba la madre,
y humedecía el pañuelo.
El padre algún Dios, buscaba en el suelo,
con uñas gastadas,
y sangrante puño olvidando sosiegos.
¡Adiós, se nos va!,
pero qué infame descuido...
¿Por qué mi vida no le doy,
asi soy yo quién de pronto muero?.
Pero se ausentaron respuestas, y la pregunta
llega:
¿Quién ha matado a mi niño,
mi pobre niño tan pequeño...?