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Ver la versión completa : Evolución y ética



Pompilio Zigrino
08/02/2008, 14:31
Además de la ética propuesta desde la religión, o desde la filosofía, existe la tendencia a buscar normas de conducta que sean derivadas de las leyes naturales que gobiernan al mundo. De esa manera, se busca una forma de gobierno superior, exterior al hombre, que evitará los conflictos asociados a la imposición de normas que surgen de algún sector de la sociedad. Es mejor aceptado el gobierno de las leyes naturales que el gobierno de hombres sobre hombres.

En nuestra época, debido al significativo avance de las ciencias naturales, es esencial seguir de cerca los planteamientos hechos por los biólogos, para quienes la ética tiene una significación biológica. Al menos una ética de validez universal deberá surgir del conocimiento de nuestra propia naturaleza humana. Si la sociología pretende constituirse en una ciencia experimental, deberá fundamentarse en otras ramas de la ciencia, tal como la biología. En cuanto a los principios de la ética, provienen de tres fuentes principales:

a) Introspección

b) Autoridad

c) Convencionalismos

El biólogo George G. Simpson escribió:

“La introspección puede llevar a resultados tan profundamente emotivos dentro de un marco afectivo, que se consideren sancionados y apoyados por alguna fuente inmaterial exterior, es decir, se les atribuyen origen e inspiración divinas: se convierten entonces en revelación”.

“Estas revelaciones introspectivas de algunos individuos favorecidos pueden, con el tiempo, ser aceptadas como válidas por muchos otros, como también pueden serlo las introspecciones de los filósofos, que no pretenden haber recibido revelaciones”.

“Los principios éticos están apoyados entonces por una autoridad, la autoridad del filósofo o la del presunto Inspirador. La aceptación a través de intermediarios de la revelación o de la introspección filosófica es, por lo general, tan intuitiva como lo fueron las introspecciones originales. La aceptación de un sistema ético dependía generalmente de la medida en que satisfacía los deseos de un individuo que cree firmemente en lo que quiere creer y de una convalidación pragmática por parte de la sociedad” (De “El sentido de la evolución” – EUDEBA).

La búsqueda de una ética compatible con la teoría de la evolución por selección natural, fue una tarea emprendida por los científicos y filósofos del siglo XIX. Al interpretarse el proceso de la selección natural como una “lucha por la supervivencia”, con el triunfo de los “aptos sobre los débiles”, aparece el darwinismo social como una justificación de los abusos propios de esa época. Surge así la “teoría gladiatoria de la existencia”, según la expresión del biólogo Thomas H. Huxley. Hacía referencia a los gladiadores romanos, así denominados porque utilizaban el gladius, o pequeña espada para combates cuerpo a cuerpo. George G. Simpson escribió:

“Llegaron a la conclusión de que el principio ético de la evolución debía basarse, ante todo, en el concepto de cada uno para sí mismo, extendido a cada tribu, cada nación, cada clase, y así sucesivamente cada uno para sí mismo en la «lucha por la vida». Esta ética propia de «la ley de la selva» se adaptaba al principio del laissez faire a capitalistas de la época victoriana, y también, con modificaciones bastante superficiales, a la ideología opuesta del socialismo marxista”.

De esta interpretación del proceso de la selección natural, aceptada como válida, surgen las éticas favorables, como la de Nietzsche, y en oposición a ella, la ética de Marx. Son estos autores, precisamente, los ideólogos de peor influencia durante el siglo XX. Nietzsche escribió: “La misericordia estorba el cumplimiento de una ley de la evolución, como es la de la selección. Ampara lo que está maduro para desaparecer, interviene a favor de los desheredados y de los sentenciados de la vida” (De “El Anticristo”). Mientras que Marx escribe: “La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases” (De “El Manifiesto comunista”, con F. Engels). Al existir, supuestamente, esta lucha de clases, Marx trata de “transformar la naturaleza” diseñando una sociedad sin clases, tal el socialismo.

En esto observamos dos errores. En primer lugar, el proceso de la evolución no implica necesariamente una lucha, y menos aún entre individuos de una misma especie. Supongamos la existencia de dos variedades de cierta especie animal; en donde una de ellas presenta ventajas adaptativas respecto al medio ambiente. Luego, con el tiempo, la variedad mejor adaptada, a través de la herencia y la descendencia, tiende a reemplazar a la menos apta, sin que haya lucha de por medio.

En segundo lugar, la evolución, por medio de la selección natural, es el proceso por el cual van surgiendo las distintas variedades, pero es una ley de la biología y no una ley para ser aplicada en forma directa al hombre, como una ética natural. Toda ética propuesta ha de ser compatible, o ha de contemplar la existencia de las leyes de la biología, pero éstas no han de utilizarse directamente como leyes éticas. Ya se han visto las graves consecuencias que esto produjo. Podemos hacer un resumen de las ideas dominantes en el siglo XIX:

1) Evolución biológica por selección natural (mal interpretada)

2) Éticas favorables a esa interpretación (darwinismo social, Nietzsche, etc.)

3) Éticas desfavorables (cristianismo, Marx, etc.)


A partir de los errores mencionados, podemos intentar establecer la secuencia básica que debería respetar toda propuesta para una ética natural:

1) Existe un proceso de adaptación cultural del hombre al orden natural

2) Existen leyes psicológicas que rigen los comportamientos individuales

3) A partir de cómo el hombre “es”, se ha de optimizar ese comportamiento para llegar a lo que el hombre “debe ser”.

En cuanto a la solución propuesta, tenemos:

1) Ley psicológica básica: actitud característica

2) Actitudes posibles: amor, odio, egoísmo, negligencia

3) Optimización: elección de una de ellas (el amor, como sugerencia)

En cuanto a las “falacias” en que incurren algunas propuestas éticas, mencionaremos primeramente la propuesta por David Hume, quien escribió:

“En todo sistema moral con el que me he encontrado hasta ahora, he observado siempre que, al principio, el autor sigue la línea de razonamiento ordinario y establece la existencia de un Dios, o realiza observaciones concernientes a los asuntos humanos; de repente y por sorpresa, en vez de las conjunciones usuales de proposiciones, es y no es, encuentro que toda proposición está conectada con un debe o un no debe. Este cambio es imperceptible, pero, sin embargo, conlleva profundas consecuencias. Pues dado que este debe, o no debe, expresa alguna nueva relación o afirmación, requeriría ser señalado y explicado; y, a la vez, que se diera una razón, dado que parece totalmente inconcebible deducir esta nueva relación desde las anteriores, que son de una naturaleza completamente diferente” (Del “Tratado de la Naturaleza Humana”- Ed. Orbis SA).

En la solución propuesta partimos de la existencia (“es”) de las cuatro actitudes básicas del hombre. En lugar del “debe ser”, optamos simplemente por “elegir” una de ellas, optimizando nuestro comportamiento. En lugar de un “mandamiento” tenemos ahora una sugerencia ética.

Otra es la “falacia naturalista”, respecto de la cual George E. Moore escribe: “Puede ser que todas las cosas que son buenas también posean algún otro atributo, al igual que es verdad que todas las cosas que son amarillas producen una cierta clase de vibración en la luz. Y es un hecho que la ética persigue el descubrimiento de todas esas propiedades pertenecientes a las cosas que son buenas. Pero demasiados filósofos han pensado que cuando nombraban esas otras propiedades estaban realmente definiendo lo bueno; que esas propiedades, de hecho, no eran simplemente «otras», sino absoluta y enteramente las mismas que la bondad” (Citado en “Tomándose a Darwin en serio” de Michael Ruse – Ed. Salvat SA)

Cuando se dice que la ética describe lo bueno y lo malo, y las causas que los producen, en realidad se está definiendo atributos (bueno, malo) en lugar de definir aquello que posee tales atributos. De ahí que convendría dejar de lado, inicialmente, tales cualidades, para evitar confusiones. Vemos que, con el uso de la actitud característica, podemos establecer una ética natural sin utilizar los conceptos «bueno» y «malo». Sólo en última instancia los podemos utilizar para clasificar los efectos del amor (lo bueno, lo deseable), y del egoísmo, el odio y la negligencia (lo malo, lo indeseable).

De esta forma podemos interpretar adecuadamente al conflicto bíblico simbolizado como “la lucha entre el Bien y el Mal”, la lucha entre Cristo y los ideólogos rivales, que aparece en el Apocalipsis. Es evidente que tal lucha es, en realidad, una lucha ideológica. Depende de todos, y de cada uno de nosotros, que el final feliz que nos propone la profecía bíblica llegue a convertirse en una tangible realidad.

Emeric
30/08/2011, 07:56
De esta forma podemos interpretar adecuadamente al conflicto bíblico simbolizado como “la lucha entre el Bien y el Mal”, la lucha entre Cristo y los ideólogos rivales, que aparece en el Apocalipsis. Es evidente que tal lucha es, en realidad, una lucha ideológica. Depende de todos, y de cada uno de nosotros, que el final feliz que nos propone la profecía bíblica llegue a convertirse en una tangible realidad.¿ "Profecía bíblica" ? No hay ninguna profecía/predicción en la Biblia, Pompi :

http://foros.monografias.com/showthread.php/51525-Cero-profecía-en-la-Biblia?highlight=cero

rebelderenegado
30/08/2011, 13:59
Tampoco hay finales felices, la biblia relata el conflicto entre poderes extraños que, en todo caso, tratan a los hombres como sus peleles, su mensaje general es degradante para el ser humano.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
31/08/2011, 06:07
La falacia reside justamente en la línea que el autor del tema defiende, esta es, que el deber es el fundamento de la ética. Denominé esa ética “infantil” porque se niega a madurar.

1. La cultura en sentido biológico no es a priori si no tiene una nueva teoría que sea capaz de interpretar un primer sentido biológico que se corresponda con una experiencia incierta y no a priori. Vg. en la vista no está dada de antemano la diversidad que se ve ni que los individuos cambien de preferencias por fuerzas enteramente externas a los individuos. La ética infantil, en este sentido, no es una adaptación sino un supuesto, generalmente, contradicho, esto es, un supuesto falso.

2. Las supuestas leyes psicológicas no son leyes propias e independientes; muy al contrario, su carácter incondicional es consecuente con la diversidad objeto de la psicología.

3. El debe ser es una condición normativa que contradice el interés de la psique a normalizar. Es un idealismo, generalmente, falso. El a priori moral (la primeridad moral) y lo que sea propiamente moral no es exactamente un idealismo sino, por cierto, su antecedente biológico.

Una ética que delibere y elija es un problema que la ética por sí sola no puede resolver; necesita una meta-ética que amplíe una ética misma. Así pues, el fundamento de la ética no estará tanto en el deber como en su cuestionamiento e interpretación, estos son, sus límites y anomalías.