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Ver la versión completa : El camino largo hacia la filosofía



Pompilio Zigrino
07/02/2008, 14:16
Se ha dicho que: “Si has de enseñar matemáticas a Juan, debes conocer tanto de matemáticas como de Juan”. En forma similar podemos decir que, si uno se ha de dedicar a la Filosofía de la Ciencia, debe saber tanto de filosofía como de ciencia.

Mario Bunge es un filósofo de la ciencia que tuvo una formación básica en física, siendo un autodidacta en filosofía, aunque el autodidacta, en realidad, tiene en los libros al intermediario que lo pone en contacto con los grandes maestros. Cuando se le consulta acerca del camino que alguien debe transitar si desea dedicarse a la filosofía de la ciencia, da algunas sugerencias como las que mencionamos a continuación:

“Estudie a fondo una ciencia o tecnología: Escoja una ciencia o tecnología que haya alcanzado madurez teórica o esté en vías de alcanzarla. Esto la pondrá en contacto con problemas filosóficos interesantes y difíciles, y la obligará a estudiar matemáticas, el lenguaje de toda ciencia madura. Pero, a menos que crea sentir una vocación irresistible por la física o la química, no escoja ninguna de éstas, porque hoy día necesita una decena de años de arduos estudios universitarios para llegar a la frontera de la física o la química. Escoja más bien una ciencia en desarrollo, de frontera más cercana, tal como la biología molecular, la biología matemática, la bioingeniería, la psicobiología, la sociología matemática, la investigación operativa, o la administración científica de empresas. Si lo hace podrá Vd. llegar con relativa rapidez a la frontera y podrá abordar problemas científicos y epistemológicos tan apasionantes como descuidados”.

“Estudie filosofía por su cuenta al mismo tiempo que estudia ciencia o tecnología, y ello aun a riesgo de que sus estudios científicos marchen con alguna lentitud. Para esto tendrá que programar cuidadosamente su estudio independiente de la filosofía. (Si se dedica por entero a la ciencia, dejando la filosofía para más adelante, podrá perder su interés actual por la segunda. Y si se dedica desde el comienzo exclusivamente a la filosofía, acaso llegue demasiado tarde a la ciencia. Al que logra lo más difícil poco le cuesta lo menos)”.

“Busque y ejerza la crítica pero no se deje aplastar por ella ni la ejerza por mero placer. Ejérzala con moderación y con ánimo de contribuir al avance de los conocimientos más que para sobresalir o para vengarse. Recuerde que la crítica destruye el error pero también puede matar la verdad. Recuerde que la mayoría de las personas ven con desconfianza las ideas nuevas. Y recuerde que, sea o no justificada, la crítica no sustituye la creación”.

“Si Vd., posible futura colega, logra recorrer el largo camino que le recomiendo, se convertirá gradualmente en una auténtica epistemóloga. Pero si no busca la autenticidad, sino tan sólo hacerse pasar por epistemóloga para ganarse la vida, ya sabe lo que no tiene que hacer”. “Escoja el camino largo, no sólo porque es el único que lleva a donde Vd. quiere llegar, y no sólo porque es el único honesto, sino también porque es el único interesante” (De “Epistemología” – Ed. Ariel SA).

Existe un camino más largo aún que el propuesto por Bunge, y es el de intentar establecer una postura propia en el terreno de la filosofía. En realidad, uno trata siempre de encontrar un libro en donde pueda encontrar una visión de la realidad que responda a sus requerimientos, o a sus necesidades intelectuales. De tanto buscar y buscar, sin encontrar lo que busca, termina escribiendo ese libro.

Las ideas básicas surgen trabajosamente cuando son originales, y siempre persiste la duda acerca de su veracidad. Así, el concepto de “actitud característica” surge en momentos en que su autor estudiaba Teoría de Circuitos Electrónicos. Uno de los problemas que ahí se presentaba era que un circuito, realizado con elementos lineales, mostraba una distinta respuesta característica según fuera el tipo de señal (o tensión eléctrica) aplicada. Luego, utilizando análisis de Fourier y variable compleja, se logra establecer una Función Característica única para cada circuito, válida para cualquier tipo de excitación eléctrica.

Una idea tan interesante hace que a uno le venga a la mente la posibilidad de que los propios seres humanos tengamos una “respuesta característica” similar, es decir, única en cada persona. La hipótesis se plantea y uno se acostumbra a pensar en ella y a verificarla introspectivamente, y luego con las personas que conoce. Una vez que acepta la validez de la idea, comienza a verificar otras que surgieron en forma similar.

Mientras se conoce la ciencia a través de su historia, uno se va habituando al método de prueba y error, que aparece en muchos relatos. Cuando, además, se familiariza con los sistemas realimentados, utilizados en la Teoría del Control Automático, no descarta la posibilidad de describir al propio método de la ciencia experimental como un sistema de ese tipo. Nuevamente pone a prueba la hipótesis hasta que logra otro fundamento más de la visión general que se está estableciendo. Pronto, por analogía, sospecha que el proceso de la lógica analógica, en base a imágenes, puede responder al mismo esquema, hasta que comprueba esa posibilidad y propone las operaciones mentales asociadas a ese proceso.

Una descripción básica del comportamiento humano, que utiliza conceptos cibernéticos (siendo la cibernética la ciencia del control y la comunicación en organismos, animales y máquinas) sólo es accesible a los egresados de unas pocas ingenierías, al menos desde el punto de vista de la familiarización necesaria con conceptos a utilizar en nuevas aplicaciones.

De a poco se va construyendo una nueva visión del hombre, de la sociedad, de la ciencia, etc. Es importante la búsqueda de coincidencias con otros autores de manera de sentirse respaldado, logrando mayor confianza en lo que hace. Así, luego de cierto tiempo de haber definido al amor y al odio en función de la actitud característica antes mencionada, uno se entera que Baruch de Spinoza dio unos siglos antes una definición esencialmente similar. Es de gran ayuda saber que lo que uno vio, también fue visto por personas lejanas en el tiempo y en el espacio. Es posible que se vaya por el camino correcto.

Una vez que se ha desarrollado un sistema descriptivo más o menos completo, se dispone de una referencia concreta para seguir incorporando nuevas situaciones que se presentan, incluso tiene la posibilidad de poder evaluar otras posturas por simple comparación. El camino es lento, pero seguro. En lugar de subirse a la visión de posturas filosóficas establecidas, uno prefiere seguir paso a paso elaborando ideas propias que, como ladrillos de un edificio, se van acomodando día a día. Si los principios adoptados son accesibles a la verificación, se podrá decir que la descripción hecha será una teoría sociológica, de la cual se podrá decir luego que es válida, o no.

El camino relatado, que va desde los estudios de ingeniería hasta el establecimiento de una descripción propia, es el “camino muy largo” hacia la filosofía, o hacia la sociología. En realidad, el camino de la innovación, para quien lo realiza, resulta más sencillo que aprender varios sistemas alternativos para discernir entre las partes verdaderas y falsas de cada uno de ellos.

La innovación a veces va seguida de la descalificación por parte de quienes suponen que conocer los temas de la filosofía implica que deben aprenderse solamente de los filósofos destacados. Se rechaza la posibilidad de conocerlos a través de una propia y original visión de la realidad. Aún cuando uno esté lejos de recibir cierto reconocimiento por haber intentado una empresa intelectual que requiere de mucho trabajo, le queda la enorme satisfacción de haber podido encontrar una nueva visión del “paisaje” que es la realidad. Es una sensación similar al del primer escalador que sube a una montaña desconocida.

La descalificación que a veces uno debe soportar, sin que se le diga concretamente cuál de los aspectos básicos propuestos es falso, puede a uno desanimarlo, por cuanto nadie tiene la certeza absoluta de haber logrado el propósito buscado. También la descalificación hace que de uno surja con mayor ímpetu la reacción necesaria para apuntalar aquello que se ha intentado destruir. Lo que no mata, fortalece.

Ante la severa crisis actual, asociada principalmente a la aceptación del relativismo moral, y debida también al tácito apoyo de muchos, e indiferencia de otros, respecto de las ideologías filosóficas que lo promueven, al menos a uno le queda la satisfacción de haber hecho un esfuerzo por poner al descubierto a tales ideologías.

Nunca termina uno de sorprenderse cómo son aceptadas las filosofías que favorecen al odio y la maldad, con los efectos históricamente comprobados y conocidos, junto a la descalificación que debe padecer quien trata de fundamentar la ética cristiana, que promueve la cooperación entre los seres humanos.

Cierta vez sucedió que la gente se burlaba de un predicador, en la corrompida Babilonia, por cuando nadie le hacía caso. Ante esta situación, se limitó a decirles: “Sólo trato de repetir mis prédicas en voz alta para no caer yo mismo en el pecado”.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
08/02/2008, 08:48
Espero que mis críticas no lo hayan debilitado sino lo hayan hecho más fuerte. Es verdad que le hecho muchas críticas porque no estamos de acuerdo y porque tomo la crítica como una forma de superación. La debilidad es un vicio al que uno se acostumbra y, con facilidad, se toma la costumbre por virtud. La costumbre es el camino que despierta la alegría de los sentidos y el reconocimiento del espíritu, pero, a su vez, anima la pereza de la razón, y la razón es perezosa por naturaleza, esa es su costumbre: la raíz de su irracionalidad. El momento de apercepción es, en su actitud característica, un solipsismo si no se entiende en otras síntesis, si no se desensimisma.

Desconozco cuáles son los conocimientos de las neurociencias en los que usted se apoya. Yo tengo un trato muy directo con ellas que me lleva a problematizar su actitud característica. En efecto, aprendí de mis maestros la incondicionalidad de algunas formas características, pero descubrí que muchas de ellas no eran sino formas transitorias, una costumbre arraigada y establecida por un impulso insistente que permitía que se estableciese. La formalización se toma sí misma como lo que no es, se toma por la misma forma que la configura y el contenido es sustraído. Es decir, la cosa en sí se ha de tomar por la forma de conocerlo, el lenguaje es la abstracción de la que se sirve terminando en la confusión que ha suscitado la forma. Creemos emerger por encima de las formas pero no comoprendemos la dependencia de ellas. En el orden del mundo se confunde lo que mira con lo mirado y tomamos con facilidad lo uno por lo otro sin haber pensado en hacer ciencia del desligue. La remisión continua a la lógica del discurso es un requisito fundamental del mismo, por su propia lógica. De ahí que acostumbrarnos a la debilidad es incorporarla al lenguaje, darle forma y lugar, sentido. Es confundir el momento de justificación con el de aplicación. Este complejo tema se ha abordado en la neurofisiología negando evidencias como el libre arbitrio, o, al menos, problematizándolo.

Si no entiende la gravedad epistemológica de estos problemas no puede decir que un filósofo es trivial –Wittgentein-, poco original –Dewey- y absurdo -Heidegger-. Quien le ha aconsejado de esa manera es un imprudente, si no otra cosa. Como sé que esas afirmaciones las ha hecho usted por boca de otros me permito decirles que son unos manipuladores de conciencias en suspensión. Al explicar que están manipulando, ahora, se supone que hacemos historia de la filosofía. No es historia, como le digo, es la lógica del discurso, la forma que posibilita su continuidad.

Como a usted le da igual que se le diga que esas ideas son discutibles, porque usted sólo cree en la verdad, sólo le sugiero que la crítica a uno es indispensable para la determinación de su saber. Su continuidad se da absolutamente, incesante en su característica, pero en su ruptura emerge de nuevo, no necesariamente igual ni el mismo. En ella está su característica, y llegar a conocerla es el problema, no su prejuicio.

Pompilio Zigrino
09/02/2008, 10:10
Respecto a:

Si no entiende la gravedad epistemológica de estos problemas no puede decir que un filósofo es trivial –Wittgentein-, poco original –Dewey- y absurdo -Heidegger-. Quien le ha aconsejado de esa manera es un imprudente, si no otra cosa. Como sé que esas afirmaciones las ha hecho usted por boca de otros me permito decirles que son unos manipuladores de conciencias en suspensión


Veo que no desaprovecha ninguna ocasión para degradarme en público. Por lo general, no acostumbro a tragarme cualquier opinión emitida por otra persona. Justamente, al haber desarrollado una postura filosófica propia y original, tengo una referencia concreta para comparar cualquier opinión que se presente.

Generalmente me intereso más por los temas de la filosofía que por los filósofos. Sin embargo, cuando leo sobre uno de ellos, en relativamente poco tiempo puedo tener una opinión propia aceptable, justamente por disponer de una referencia concreta.

Por el contrario, quienes tienen fe en la autoridad de los filósofos más nombrados, aceptan gran cantidad de información errónea, y a veces nefasta por su influencia social. De ahí que, si alguno no la conoce en profundidad, es perdonable que acepte tales “filosofías”. Pero si las conoce bastante, ya el asunto es más serio.

De igual manera en que aceptan por “autoridad”, descalifican por “no autoridad”. Poincaré dijo: “Dudar de todo o creerlo todo, son dos soluciones igualmente cómodas, pues tanto una como la otra nos eximen de reflexionar”

Pompilio Zigrino
09/02/2008, 10:14
La actitud característica surge de un modelo del tipo "caja negra". A ese nivel funciona bien. En neurociencia todavía no hay modelos que describan todo el comportamiento del cerebro, pero lo de la actitud característica es algo observable en forma directa.

Si no hubiese tal actitud, no podríamos predecir el comportamiento de las personas. No podríamos vislumbrar lo que ha de pasar en el futuro.

Tengo, justamente, una sobrina que investiga, en EEUU, sobre neurociencia.

Pompilio Zigrino
09/02/2008, 10:19
Yo he citado escritos de Bunge en los que se critica a Wiggenstein, Dewey y Heidegger, pero sólo he criticado a este último, basado, eso sí, en Bunge. De todas maneras, sólo he puesto algunas evidencias.

Respecto de Wiggenstein, o Dewey, no me parecen criticables porque, que yo sepa, nunca han escrito cosas reñidas con la ética elemental, ni han participado de movimientos como el nazismo.

elrector
09/02/2008, 11:56
El largo camino hacia la filosofía empieza por dejar atrás las paranoias personales, centrarse en la esencia misma de las cosas naturales y no de nuestra decadente naturaleza.

Santiago bolso
10/02/2008, 17:16
¿Lo que no me mata, me fortalece lo dijo Nietzsche?, me suena a que lo dijo él, si es así reconocerá Pompilio algo de inspiración en este pensador "maldito". Esto era por molestar un poquito, es que me llamó la atención que citara justo una frase de él.

Bunge, según lo que ponés aca porque aparte de tus escritos yo no lo leí en otro lado, parece pretender universalizar su propia experiencia. Quizá haya muchísimos caminos hacia la filosofía y que sean mas o menos largos no tendría por que indicarnos cual es mas eficaz.

Lo de la "respuesta característica", las neurociencias y su relación con el relativismo moral no lo entiendo. Si podés aclarame un poco más de este asunto o si lo pusiste en otro tema indicámelo.

Nos vemos.

Pompilio Zigrino
14/02/2008, 18:22
Sí, es una frase de Nietzsche. De todas formas, de tanto que escribió, no creo que esté todo mal. Pero, su influencia y sus fundamentos no son nada buenos. Por escribir bien y disfrazar su actitud es que tuvo la influencia por todos conocida.

Ya voy a hacer una estadística de los historiadores de la filosofía que coinciden con que fue el ideólogo (involuntario, pero ideólogo al fin) del nazismo. No es invento mío.

Los modelos caja negra ignoran lo que hay dentro de la caja. Uno puede "saber" usar perfectamente la computadora o un televisor sin saber qué cosa exactamente hay adentro.

Si existe tal actitud característica, hay una ética objetiva, es decir, al menos lo de las actitudes tiene validez para todo lugar y toda época, porque es algo biológico. Luego, no existe el relativismo moral "absoluto", como se propone, es decir, para todos los aspectos del comportamiento humano.

Santiago bolso
15/02/2008, 13:34
Sí, en parte me está gustando lo que decís, es que a mi me gustaría que todos actuáramos mejor con el prójimo. El respeto indiscriminado hacia cualquier persona, el actuar de la mejor manera posible aún cuando nadie te ve, etc., es algo que está al alcance de cualquier persona y solo hay que poner buena voluntad. El gran tema sigue siendo cuál es la manera correcta de actuar y cuál la incorrecta. Yo creo que dentro de una sociedad se tiene por lo general bastante claro que es lo que esta bien y que es lo que esta mal, el punto de discución justamente es que hay muchos tipos de sociedad posibles.

Sobre lo del comportamiento natural habría que profundizar mucho, pero pienso, primera opción, si el comportamiento natural del hombre es que actúe dentro de sus posibilidades, entonces todos los comportamientos son naturales, incluso los contradictorios entre sí y con diversos sistemas morales.

Segunda opción, si fuéramos a lo básico y apoyamos un sistema ético en las necesidades primarias del hombre, asumiendo que estas son las naturales y no las culturales y suponiendo que las culturales no son naturales, entonces tendríamos un sistema ético elaborado para asegurar a todas las personas la satisfacción de sus necesidades biológicas, digamos de sus instintos.

No veo cuánto más alla se puede ir basándonos en lo natural, o todo comportamiento esta permitido por ser posible y por lo tanto natural, es decir posibilitado por la naturaleza, o la vuelta a lo básico, el contacto mas inmediato y directo con la naturaleza, los instintos.

En realidad creo que todo esto se debe tomar muy en cuenta, pero también estudiar la evolución cultural, la historia, la evolución material del ser humano y ver la gran complejidad y tratar de llegar a una ética humana más que a una ética natural, pues la naturaleza es impersonal, no tiene intereses como se puede suponer de cuidarnos, es más, suceden eventos que van contra nuestros intereses, si hace erupción un volcán y mata un montón de personas no nos favorece para nada.

El hombre es el hombre en todas las épocas, seguro, hay cosas que no cambian, pero eso que une al hombre como especie no me parece que alcance para hacer un sistema ético. Y ahí está el gran tema.

La complejidad aparece cuando aparece la sociedad. Un hombre solo, tiene hambre, sabe que comer es bueno y no comer malo. Mata un animal y lo come, malo para el animal, bueno para el hombre. Pero no nos importa el animal porque nuestro tema es el hombre, entonces suponemos que lo bueno no tiene contradicciones, que lo bueno es bueno para todos. Aparece otro hombre, hay que compartir la comida, ya no es tan bueno, tengo que comer menos, a veces no saciarme del todo. ¿Compartir o matar al otro?, ¿vivir uno o malvivir dos?, hay que empezar a hacer renuncias, y si, incluso renunciar a ciertos instintos, ya al vivir en las sociedades más básicas tenemos que apartarnos de "La Naturaleza", reprimir nuestros apetitos, pensar más allá de lo real, es decir pensar en el futuro, todo se complica, pretender que luego de un larguísimo camino en el cual todo se complicó mil veces más que lo que se pueda vislumbrar con este ejemplo, podemos basar en la simple naturaleza un sistema ético es, por lo menos, optimista.

Nos vemos.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
18/02/2008, 10:20
Pompilio, critique a los autores que usted quiera. Si quiere ir de la mano de Bunge me parece bien, pero no se extrañe de que dude del criterio de ustedes dos. Bunge no sabe demasiado de filosofía y no tiene ninguna originalidad, aunque, eso sí, ustedes hablan de ella y que la dan por supuesta en su ideas. Son un poco hipócritas hablando confusamente sobre la historia de la filosofía. Se dirigen a quienes no van a criticarles.

Por otro lado, no espere usted méritos por decir que coincide con Popper o Spinoza. ¿Qué tienen que ver con usted? Están mucho más relacionados con mi filosofía que con la suya.

No se moleste, pero usted no hace filosofía ni filosofía de la ciencia. Su actitud característica es un problema que se ha planteado de cientos de maneras. Le pone otro nombre y parece que dice algo nuevo, propio u original. No, mi buen señor. La filosofía no se hace con palabras sino con ideas y problemas. Eso sí es Spinoza y Popper.

Pompilio Zigrino
29/03/2008, 12:04
Hacía tiempo que no participaba. Siempre encuentro su desprecio....pero ahora en compañía de Bunge. Es todo un honor para mí.

Resulta que Bunge está escribiendo, para Editorial Ariel, una Historia de la Filosofía, o un Diccionario de Filosofía. Se ve que no sólo Bunge sabe poco, sino los de la Editorial Ariel.

Bunge ha escrito muchas cosas y cualquiera puede aprender mucho leyéndolo. Sabe mucho de ciencia y por eso es una opinión válida respecto de lo que dicen los filósofos.

Parece que sólo sabría de Filosofía el que se traga las barbaridades de Marx, Nietsche, Heidegger, etc, etc. El que tiene opinión propia, elige entre unos y otros filósofos. Y dice en qué están mal y porqué.

Alguna vez escriba algo suyo, propio. Trate de construir alguna vez. Diga algo claro y entendible, que se pueda criticar. Supere la etapa de la descalificación de lo que no entiende.

Quienes leen lo que escribo, saben que he podido sintetizar mis ideas en algo concreto. Y todo lo que escribo son deducciones lógicas con esos fundamentos. Y parece que funciona (aunque a alguno no le guste....)

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
30/03/2008, 07:41
Me alegro de contar nuevamente con su presencia.

Hay cosas con las que estoy de acuerdo de Bunge y otras no. No espere que esté de acuerdo con él porque tenga prestigio, más en física que en filosofía.

Sigue con lo de las ideas propias. Me parece que sus criterios en filosofía no son maduros y está atrapado en su estrechez cientificista. Lo de la originalidad es sólo las enormes diferencias de cómo vemos la filosofía.

No quise participar en su tema sobre reduccionismo, pero es lo que me pide. Usted quiere un proyecto de investigación científica, cosa que apruebo, pero no es mi verdadero interés. No toda la filosofía se reduce a ciencia, entiéndalo de una vez.

Insiste en su crítica a Nietzsche, Marx y Heidegger. Allá usted, ya le indiqué lo que pienso de su opinión.

Eso de que funciona no sé a qué se refiere, ¿a su ética?. No vemos el problema igual.

Un saludo, Pompilio.

Pompilio Zigrino
30/03/2008, 12:10
La filosofía alejada de la ciencia, no tiene razón de ser.

¿ Puede opinarse sobre el espacio, el tiempo o la materia sin conocer la teoría de la relatividad ?

¿ Puede opinarse sobre filosofía de la historia sin conocer sobre evolución y biología ?

¿ Puede opinarse de ética sin conocer psicología y neurociencia ?

¿ Puede opinarse de temas filosóficos, en general, si se ignora el concepto de ley natural ?

Afortunadamente apareció la ciencia cognitiva, que acepta la filosofía, pero no cualquier filosofía, sino la compatible con los conocimientos ciertos aportados por las otras ramas de esta ciencia (neurociencia, psicología, lingüìstica, antropología, inteligencia artificial). EN ESTO RADICA LA MADUREZ, en ubicarse en lugares en que se pueda confrontar la filosofía con la REALIDAD.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
30/03/2008, 15:05
Sí, Pompilio, estamos de acuerdo. No estoy en contra del conocimiento científico

El espacio y el tiempo no sólo son cuestión de la teoría de la relatividad. ¿Habla de materia atacando a Marx?. Pruebe con otra estrategia.

La historia de la filosofía no tiene nada que ver con la evolución y biología. ¿Y usted no tiene nada que ver con Hegel?. Hágase con una matrícula de alguna facultad de filosofía seria y le explico en qué consiste todo esto de la filosofía.

Las relaciones entre ética y neurociencias que defiende usted están dirigidas a dictar la conducta, no a estudiarla. En esto radica nuestra diferencia ENORME en el problema filosófico del libre albedrío. ¿Usted lee lo que escribo?.

La ley natural no tiene ningún problema, mientras no viole la del hombre, quien no es un súbdito de ella. La filosofía no es la ciencia. Amigo mío, no son lo mismo.

Estaré encantado de participar en los temas que nos abra nuevos sobre neurociencia, psicología, lingüística , antropología y inteligencia artificial . ¿Usted ha leído en serio mis aportes?. Ya he comentado este tipo de temas.

No sólo hay que tener en cuenta la realidad, hay que hacerse cargo de ella. Una filosofía seria es una ética, pero si quiere quitarse de un plumazo el problema es usted, no yo, quien tiene claro cómo dictarla.

Un saludo

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
31/03/2008, 06:28
Hago dos correcciones:

La historia de la filosofía sí tiene similitudes con cierto modo de evolución, hay una continuidad en algunos problemas e ideas que permiten hacer un trazado. El movimiento de zigzagueo histórico se puede recomponer sin acudir a enfoques teleológicos. La visión de la historia de la filosofía de Hegel, enormemente influyente, tiene claros puntos de interés. Sucede igual con su filosofía de la historia. Como he dicho, su flaqueza radica en asumir su teleología. Es, sin duda, una de las deficiencias más graves de Hegel, Marx y muchos otros. De hecho, fue el primer gran fallo que vi a Hegel. En aquella época propuse en contra de su visión de la historia un tipo de darwinismo histórico. El problema comentado en otro tema sobre la polémica Popper-Kuhn nos situaría en posiciones más cercanas y, también, más alejadas. Kuhn se entrega a un desenvolvimiento social en contra del radicalmente objetivo-epistemológico de Popper. Se trata realmente del problema de la sociología de la ciencia y del conocimiento. Son temas de mucho interés en los que discrepo con sociólogos y científicos. Usted abrió un tema hace tiempo sobre ello, y ya expuse que no estaba de acuerdo con usted, al menos en parte. En muchas ocasiones mi actitud lleva a que nos enfrentemos más de lo que las diferencias debían sugerir. Busco más el desacuerdo que el acuerdo, pero, tal vez, mi error sea que no muestro en lo que estamos de acuerdo. Para ponerle un ejemplo, le comentaría mi relación con Marx y Hegel desde mi estudio de “La miseria del historicismo” y “La sociedad abierta y sus enemigos” de Popper. Yo sé por qué Popper pensaba como pensaba, al igual que creo saberlo de usted. ¿Por qué cree que no entiendo de qué habla en sus temas?. Creo saber lo cercano de Popper a muchas ideas que usted defiende. Desde las mismas ideas de Popper no tiene sentido no ser capaz desligar Marx del marxismo y del comunismo. Son cosas distintas desde el momento en que establezcamos ciencia del desligue. Ese procedimiento con Marx y Popper, o quien usted quiera, es una actividad crítica que usted me censura como historia de la filosofía y falta de ideas propias. Lamento que sea criticable que sepa, para mí es fundamental para hacer filosofía. Le he dicho muchas veces que no es quién sino qué, no el autor sino el problema a resolver. No sé cómo no se ha dado cuenta de que el enfoque objetivo que usted defiende siempre ha estado en mi discurso, en teoría estamos de acuerdo, aunque también en gran desacuerdo. TaL vez haya confundido con tanto mencionar a autores y corrientes que han hecho problemática la filosofía desde cierto enfrentamiento con el mundo de la ciencia. Creo que es un malentendido. Abrí hace alguna semana un tema que relacionaba las ideas de Putnam sobre Popper y Kuhn. Putnam es un buen filósofo de la ciencia y defiende una teoría yo que le expuse hace meses sobre la falta de contradicción entre niveles de problemáticas científicas. No conocía entonces esa obra de Putnam, pero llega al mismo sitio que yo a través de otro camino. ¿Y es criticable que yo me apoyase en Frege, Kant y Weber? Le repito que no es quién sino qué. Estudie la obra de Weber o Kant y dígame si me trago cualquier cosa y si no aporto nada. ¿Lo que digo yo de Kant es lo que dicen en sus enciclopedias? Algunas cosas sí, pero otras muchas no. ¿En sus libros de sociología relacionan a Kant con Schopenhauer y Weber?. En algún libro que yo conozco de teoría sociológica hacen algo parecido, pero mal porque no conocen bien ni a Kant ni a Schopenhauer. Sé de mucha gente importante que comete atrocidades intelectuales por ignorancia presentada con citas y credenciales (Bunge es un buen ejemplo aunque esté escribiendo una historia de la filosofía). Yo discuto ideas de todos mis maestros si creo que estoy en lo cierto. He estudiado algunas cosas más que ellos, y cuento con teorías que nos separan aunque yo, a su vez, utilice teorías suyas. Mire que la crítica a las teorías desde dentro era una idea de Hegel que utilizó, sin saberlo o sin mencionarlo, un gran enemigo suyo, Popper. Estudie su obra, y verá que hay interpretaciones muy interesantes de la dialéctica, a la que Popper presenta como básicamente el método de la ciencia en su versión no hegeliana. ¿Pero qué importa Hegel cuando es qué?. Después del bochornoso ejercicio de leer su Lógica, me di cuenta que de aquello podía sacar algo si le replanteaba. ¿Conoce usted a Peirce?. Le pasó igual, supo arreglar parte del desastre hegeliano desde el replanteamiento. Su idea de crítica es un tipo de lógica como la de Popper y la mía. ¿Que hablo de ideas de otros? ¿Y qué? ¿Su filosofía de la historia es metafísica o real?. Las ideas propias no son sino las falsas ideas propias, una epistemología subjetivista que cree no serlo por no hacer ciencia del desligue.

Le acepto la ley natural siempre que la acompañe de una teoría. La ley natural así, sin más, es metafísica ideológica.

Pompilio, no querría enredarme de nuevo en nuestras discusiones. No quiero atacarle ni difamarle, pero en ocasiones no hemos sido capaces de entendernos. Prosiga con su actitud característica, su ética y su sociología. La crítica no trata de usted, sino de las ideas.

Reciba un saludo

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
01/04/2008, 07:10
Pompilio, creo he dado con un caso que tal vez aclare algunas diferencias de entendimiento. Usted convendrá conmigo en que defiende el enfoque objetivo en el que las cosas son las cosas y no lo que nos parecen. Yo apruebo ese enfoque, pero me atrevo a afrontar el problema de la distorsión del sujeto.

Me enteré de un hallazgo de Kolers sobre la incapacidad de personas con cierta formación, físicos e ingenieros, de confundir el movimiento real de unas luces del ilusorio/aparente. Usted me habló en su día de que dada su formación en ciencias le resultaba difícil y vago lo que no fuese “¿claro y distinto?. Mis menciones al qué pensar radican en sugerir una interpretación reconstructiva-racional de un problema con miras a su solución. Las síntesis perceptivas (percepción/cognición) no se deben tomar como evidencias sino como problemas, por eso me opongo a su enfoque cientificista (de que la ciencia es la solución a nuestros problemas), ideológico (en donde hay teorías independientes de sus aplicaciones y vivencias - teorías en sí) y totalizador (pues no somos capaces, sino en abstracto, de suspender el torrente de la vida, lo que nos lleva a confundir las reproducciones y representaciones con las cosas en sí, principio de toda la falsedad del conocimiento). Que no veamos algo no es que no esté, es que no lo vemos. Póngase en el caso del físico que no es engañado por el error al que le quiere llevar la percepción. El físico sabe que no es así, ahora bien, que no sea así no significa que los no físicos, los que no lo saben, no menten su realidad, como si la otra no existiese. Es la teoría que relacione la que hace ciencia del desligue y crea, a partir de ahí, su nivel de referencia. Esto, por supuesto, es un grave problema en todo discurso conceptual (todos lo son). La filosofía y la ciencia deben dirigirse a su aclaración. En ocasiones tratan el mismo problema, pero suelen tener momentos distintos. La solución al problema de la ciencia menta su problema y no todo el problema; ese reduccionismo es el que asume su teleología, y vive su transitoriedad como conocimiento verdadero (eso no existe, sería volver al platonismo y a las fotografías planas-nouménicas). Pensar que es todo el problema es asumir una teleología indiscriminada que se funde en ideología al no comprenderse, de ahí la urgencia de que la ciencia no olvide la filosofía (“La filosofía sin ciencia es vacía, la ciencia sin filosofía ciega” Lakatos).

La controversia Popper-Kuhn, o sociología-ciencia, requiere que se piense sobre ella. “La idea de que los hechos o sucesos podrían contradecirse mutuamente me parece constituir el mismo paradigma de la falta de reflexión” (D. Hilbertt)”, cita que viene a ampliar una que usted usa de Poincaré acerca de la reflexión.

De un caso parecido le hablé en el tema sobre el orden de Spinoza. Los juegos perceptivos a los que sometí a mi hija fueron enormemente instructivos; no es que no viese lo que no estaba, es que no lo sabía (de eso trataba mi especulativa y fértil Teoría de los comprendidos).

El orden objetivo al que se refiere usted, el orden de las cosas, no ha de ser simétrico con el de las ideas, es esa la petición de principio que exhibe su falsedad; puede tomar como verdadera su hipótesis si se dirige a ponerla a prueba, lo contrario son metafísicas leyes. Podemos hacer ciencia de uno y otro, o de los dos a la vez. No siempre se trata de un orden falso, pero apunta al problema del falso orden del conocimiento, lo que Wilde llamaba el enfriamiento del intelecto.

Los problemas de la filosofía no son sólo los de la ciencia. Muchos pensadores así lo creen, como el caso de varios maestros míos; otros tantos no piensan igual, más bien, al contrario; y otros son malinterpretados por quienes no atienden a su problema.

Un saludo

P.D. Añado este artículo (http://www.tendencias21.net/Las-suposiciones-condicionan-nuestra-percepcion-visual_a2160.html?PHPSESSID=3efc246370f8549aeb745f f4f5ce3854), que viene a confirmar mis teorías de las síntesis y Las torías sobre la realidad. ¿Lo recuerda Pompilo?.

Debo aclarar que mi mención a Kolers no tiene relación, que yo sepa, con el link que he añadido. El link es un artúclo reciente y el estudio de Kolers debe tener unos veinte años. No obstante, aun sin conocer estos estudios, yo lo sabía con anterioridad por Popper, Eccles, Libet, Pribram y Sperry.

Emeric
23/08/2010, 11:59
Cierta vez sucedió que la gente se burlaba de un predicador, en la corrompida Babilonia, por cuando nadie le hacía caso. Ante esta situación, se limitó a decirles: “Sólo trato de repetir mis prédicas en voz alta para no caer yo mismo en el pecado”.Je, je ... Bonita anécdota que ilustra el poder de la autosugestión. :biggrin: