Umbras Monstrator
25/12/2007, 19:26
Alma mía calla tu lamento,
no hay nadie que lo escuche,
¿Para qué lo naces?
Que no vea la luz,
¡por piedad!
Que no vea la luz.
La noche ya no tiene el mismo consuelo
que antes tenía
para mis lágrimas,
la luna ya no se asoma a mi ventana
ni me pregunta
"¿Hoy cómo estás?".
La noche y la luna se me han ido
y ahora sólo quedan
los días y el maligno
que me abrasan la piel
sádicamente.
¡Alma mía no ruegues en vano!
Guarda tus energías
para mantenerme respirando,
pues mi mente me dice que desista,
que no vale la pena
seguir penando.
Tu mano, amado,
tiéndeme tu mano a través de la neblina
que no puedo encontrar el camino
entre su espesura,
bríndame una guía,
¡por piedad!
Bríndame una guía.
¡Alma mía cierra tus lágrimas!
que no entre en ellas
la eternidad tardía
de estos estíos cruentos y gigantes
que me asfixian
y me cortan las venas.
¡Vida mía no bajes los brazos!
-hay tantas otras junto a la mía-
No dejes que la muerte nos cierre los ojos
que no nos venza,
¡por piedad!
Que no nos venza.
no hay nadie que lo escuche,
¿Para qué lo naces?
Que no vea la luz,
¡por piedad!
Que no vea la luz.
La noche ya no tiene el mismo consuelo
que antes tenía
para mis lágrimas,
la luna ya no se asoma a mi ventana
ni me pregunta
"¿Hoy cómo estás?".
La noche y la luna se me han ido
y ahora sólo quedan
los días y el maligno
que me abrasan la piel
sádicamente.
¡Alma mía no ruegues en vano!
Guarda tus energías
para mantenerme respirando,
pues mi mente me dice que desista,
que no vale la pena
seguir penando.
Tu mano, amado,
tiéndeme tu mano a través de la neblina
que no puedo encontrar el camino
entre su espesura,
bríndame una guía,
¡por piedad!
Bríndame una guía.
¡Alma mía cierra tus lágrimas!
que no entre en ellas
la eternidad tardía
de estos estíos cruentos y gigantes
que me asfixian
y me cortan las venas.
¡Vida mía no bajes los brazos!
-hay tantas otras junto a la mía-
No dejes que la muerte nos cierre los ojos
que no nos venza,
¡por piedad!
Que no nos venza.