josell
20/12/2007, 17:28
Notense que es ficción, okey?
Mi nombre es Manuel. Nunca conocía a mi padre, soy solo un bastardo, pues mi madre es una ramera, al igual que mis 3 hermanas. Yo soy el único varón, y fui el segundo en nacer. Mi madre dirigía el prostíbulo del pueblo, y pues, yo descubrí que podría ganar mucho dinero prostituyendome también. Y así lo hice desde los 13 años, aunque mis hermanas lo hacían desde los 10. Me consideraba apuesto, y yo mismo era mi propio dios, escondiendo mis defectos y olvidándome de que mi vida era mi problema. Pero una vez, conocí a una clienta muy exigente, la cual me presentó a su hija: su hija era, física y espiritualmente muy hermosa, yo la amé a primera vista, pero no quería ensuciarla con mi cuerpo contaminado, ella me miraba con desprecio a causa de mi oficio, y nunca se acostó conmigo, aunque su madre me recomendaba. Ella nunca siguió el ejemplo de su madre, aunque la acompañaba al prostíbulo para ver como disfrutaba conmigo. Finalmente reconocí lo que sabía hace mucho: Mi vida es un fracaso. Yo escogí el peor camino de mi vida. Caí en depresión crónica luego de reconocerlo; siempre sentí que esa era mi responsabilidad. Y esta fue mi horrible vida, si se puede llamar vida. Conocí el amor, y por es***** el camino fácil, me equivoqué. O quizá, me equivoque en el hecho de reconocer mis defectos, justo en el mismo momento cuando yo me consideraba mi propio dios. Pero por lo menos, conocí el amor. Todo esto sucedió antes de que me suicidara.
Mi nombre es Manuel. Nunca conocía a mi padre, soy solo un bastardo, pues mi madre es una ramera, al igual que mis 3 hermanas. Yo soy el único varón, y fui el segundo en nacer. Mi madre dirigía el prostíbulo del pueblo, y pues, yo descubrí que podría ganar mucho dinero prostituyendome también. Y así lo hice desde los 13 años, aunque mis hermanas lo hacían desde los 10. Me consideraba apuesto, y yo mismo era mi propio dios, escondiendo mis defectos y olvidándome de que mi vida era mi problema. Pero una vez, conocí a una clienta muy exigente, la cual me presentó a su hija: su hija era, física y espiritualmente muy hermosa, yo la amé a primera vista, pero no quería ensuciarla con mi cuerpo contaminado, ella me miraba con desprecio a causa de mi oficio, y nunca se acostó conmigo, aunque su madre me recomendaba. Ella nunca siguió el ejemplo de su madre, aunque la acompañaba al prostíbulo para ver como disfrutaba conmigo. Finalmente reconocí lo que sabía hace mucho: Mi vida es un fracaso. Yo escogí el peor camino de mi vida. Caí en depresión crónica luego de reconocerlo; siempre sentí que esa era mi responsabilidad. Y esta fue mi horrible vida, si se puede llamar vida. Conocí el amor, y por es***** el camino fácil, me equivoqué. O quizá, me equivoque en el hecho de reconocer mis defectos, justo en el mismo momento cuando yo me consideraba mi propio dios. Pero por lo menos, conocí el amor. Todo esto sucedió antes de que me suicidara.