super_alen
07/12/2007, 14:01
Hola! , Le dije a la mañana, y le pregunté:
Qué cosa bonita me has de regalar hoy?
Y la mañana amorosa me responde:
- Primero debes sonreír para que te de tu regalo, pero tu sonrisa debe ser sincera, no porque yo te la pida. Ésta debe fluir de tu alma con una explosión de mil colores… y si tu corazón palpita arrítmicamente, te daré un regalo extra -.
Entonces al notar que se me hacía tarde, salí corriendo pero pensando acerca del regalo que me daría la mañana. Encontré el tráfico un poco complicado, pero conduje más relajado que de costumbre.
Llegué a mi destino con los temas de trabajo ya ocupando mis pensamientos y se me olvidó transitoriamente la entrevista con la mañana.
De repente, tras iniciar una reunión convenida, noté que algo cambiaba en mi estado de ánimo. Empecé a experimentar que mi cuerpo, mi mente y mi corazón se dejaban trasladar hacia un sentimiento no antes percibido, mi mano derecha se dedicó a escribir un relato acerca de mi encuentro con la mañana y lo concerniente al regalo prometido.
Terminado de escribir el texto, levanté la mirada, arranqué de mi libreta la hoja en la que estaba escribiendo e identifiqué plenamente a quien debería entregársela. Cuando hubo la oportunidad, en secreto le entregué la hoja doblada en 4 partes.
Comprendí en ese instante que mi regalo había sido recibido, y que la nota escrita se convertiría en el regalo extra prometido por la mañana, pues no solamente sonreí de la forma como ella lo había solicitado, sino que la persona motivo de mi sonrisa, conocería esta historia y que desde mañana en adelante, seguramente empezaría a saludar y a dialogar con sus mañanas las cuales siempre están dispuestas a regalarnos ilusiones y esperanzas.
Deseo que cada mañana puedas sonreír como yo lo hice.
Alejo
Qué cosa bonita me has de regalar hoy?
Y la mañana amorosa me responde:
- Primero debes sonreír para que te de tu regalo, pero tu sonrisa debe ser sincera, no porque yo te la pida. Ésta debe fluir de tu alma con una explosión de mil colores… y si tu corazón palpita arrítmicamente, te daré un regalo extra -.
Entonces al notar que se me hacía tarde, salí corriendo pero pensando acerca del regalo que me daría la mañana. Encontré el tráfico un poco complicado, pero conduje más relajado que de costumbre.
Llegué a mi destino con los temas de trabajo ya ocupando mis pensamientos y se me olvidó transitoriamente la entrevista con la mañana.
De repente, tras iniciar una reunión convenida, noté que algo cambiaba en mi estado de ánimo. Empecé a experimentar que mi cuerpo, mi mente y mi corazón se dejaban trasladar hacia un sentimiento no antes percibido, mi mano derecha se dedicó a escribir un relato acerca de mi encuentro con la mañana y lo concerniente al regalo prometido.
Terminado de escribir el texto, levanté la mirada, arranqué de mi libreta la hoja en la que estaba escribiendo e identifiqué plenamente a quien debería entregársela. Cuando hubo la oportunidad, en secreto le entregué la hoja doblada en 4 partes.
Comprendí en ese instante que mi regalo había sido recibido, y que la nota escrita se convertiría en el regalo extra prometido por la mañana, pues no solamente sonreí de la forma como ella lo había solicitado, sino que la persona motivo de mi sonrisa, conocería esta historia y que desde mañana en adelante, seguramente empezaría a saludar y a dialogar con sus mañanas las cuales siempre están dispuestas a regalarnos ilusiones y esperanzas.
Deseo que cada mañana puedas sonreír como yo lo hice.
Alejo