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zouitinamed
01/12/2007, 18:02
La Angustia de los Materialistas
Las cuestiones discutidas en este capítulo, es decir, la verdad subyacente a la materia, la inexistencia del tiempo y del espacio, resultan extraordinariamente claras. Como expresamos antes, no se trata, definidamente, de ningún tipo de filosofía o forma de pensar, sino de resultados científicos imposibles de negar. Además de ser una realidad técnica, la evidencia tampoco admite ninguna otra alternativa lógica o racional en este tema: el universo es una entidad ilusoria con toda la materia que lo compone y con todas las criaturas que viven en él. Se trata de un conjunto de percepciones.
A los materialistas les es difícil comprender esto. Verbigracia, retomemos el ejemplo del bus de Politzer: aunque éste sabía que técnicamente no podía salirse de sus percepciones, las admitía solamente en ciertos casos. Es decir, para él los sucesos tienen lugar en el cerebro hasta que el bus choca, momento en que las cosas salen del cerebro y ganan realidad física. El defecto lógico de este razonamiento resulta clarísimo. Politzer ha cometido el mismo error que el materialista Johnson, quien dijo: "Golpeo la piedra, el pie se lastima, por lo tanto existe". Politzer no podía comprender que la conmoción que sintió después del impacto del bus era también, simplemente, una percepción.

La razón subliminal por la que los materialistas no pueden comprender este asunto, es el temor que enfrentarán cuando lo entiendan. Lincoln Barnett nos dice que algunos científicos "percibieron" esto: "Junto con la reducción por parte de los filósofos de todas las realidades científicas a un mundo de percepciones de imágenes reflejas, los científicos se han vuelto conscientes de las alarmantes limitaciones de los sentidos del ser humano" 24

Cualquier referencia hecha a la realidad de que la materia y el tiempo son percepciones, provoca gran temor en el materialista, porque son las únicas ideas en las que se apoya y considera existencias absolutas. En un sentido, las toma como ídolos a adorar porque piensa que la materia y el tiempo (a través de la evolución) lo creó como persona.

Cuando siente que el universo en el que piensa que vive, que el mundo, que su propio cuerpo, que otras personas, que otros filósofos materialistas que lo influencian, en resumen, que todo lo que experimenta es percepción, se ve afectado por un horror agobiante en todos los campos. Todo en lo que cree, de todo lo que depende y a todo lo que apela, desaparece repentinamente. Prueba el sabor de la desesperación que experimentará realmente el día del juicio, como se describe en un versículo:

Y, entonces, ofrecerán a Dios someterse. Pero sus invenciones se esfumarán. (C. 16:87)

Desde ahí en adelante este materialista intenta autoconvencerse de la realidad de la materia e inventa "evidencias" al efecto. Golpea la pared con el puño, patea piedras, vocifera, pero no puede escaparse de la realidad.

Así como quiere sacarse esta realidad de la mente, también quiere que otras personas hagan lo mismo. Es consciente de que si otros conocen en términos generales la verdadera naturaleza de la materia, la índole primitiva de su propia filosofía y la ignorancia que encierra su visión del mundo, sus especulaciones quedarán al desnudo para todos y ya no tendrá argumentos para sostenerlas. Son los hechos relatados aquí los que motivan los temores causantes del desasosiego que le invade.

Dios dice que los temores de los incrédulos se intensificarán en el más allá. El día del juicio serán arengados así:

El día que les congreguemos a todos, diremos a los que hayan asociado: "¿Dónde están vuestros pretendidos asociados?". (C. 6:22)

Después de eso, los incrédulos serán testigos de que sus posesiones, hijos y seres más cercanos, a quienes habían asumido como reales e imputado como socios, los abandonan y desaparecen. Dios nos informa de esto:

¡Mira cómo mienten contra sí mismos y cómo se han esfumado sus invenciones! (C. 6:24)