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Pompilio Zigrino
25/11/2007, 09:28
La lógica es la rama de la ciencia que describe los razonamientos realizados por el hombre. De

la misma manera en que la ética debe encontrar tanto las causas que conducen al Bien como las que llevan al Mal, la lógica debe encontrar tanto la forma de los razonamientos válidos como la de aquellos que no lo son.

Debido a que es posible describir la mayor parte de la realidad mediante vínculos causales, ha de ser posible, en principio, asociar la lógica con la causalidad aparente que predomina en los procesos mentales.

Los vínculos causales aparecen en tres formas básicas: respuesta característica, secuencia causa-efecto y secuencia realimentada. Mediante este último proceso es posible acceder a la lógica científica, o analógica, que consiste esencialmente en el proceso conocido como “prueba y error”. Podemos hacer un esquema de esta secuencia:


R (Realidad) →→ ○ →→ Hombre →→→ M(t) (Modelo de R)

↑ ↓

↑ ↓

←← Experimento ←←


El objetivo del sistema será la descripción de la realidad a través del logro, como resultado parcial, de un modelo de la realidad. Mediante la experimentación comparamos la realidad con el modelo y, si la diferencia es grande, desechamos el intento y comenzamos con otro.

Este proceso no sólo es empleado por la ciencia experimental, sino que constituye la esencia de la lógica elemental utilizada en forma cotidiana, incluso en todo proceso de aprendizaje. Lo esencial, en este caso, es la operación “comparar”, que establece la diferencia entre la Realidad y el Modelo de la Realidad (R − M(t)). Cuando la diferencia es pequeña, aceptamos el modelo propuesto.

Luego, para establecer el conocimiento organizado, debemos agrupar adecuadamente, en nuestra mente, la información adquirida. Para ello utilizamos la operación “agrupar”, de la cual luego diremos algo más. Y así tenemos las dos operaciones básicas del pensamiento adaptativo. Albert Einstein escribió: “El desarrollo de la ciencia occidental se basa en dos grandes consecuciones: la invención de un sistema de lógica formal (con la geometría euclideana) por parte de los filósofos griegos y el descubrimiento de la posibilidad de encontrar relaciones causales mediante la experimentación sistemática (el Renacimiento)”. (Citado en “La nariz de Cleopatra” de D.J. Boorstin – Ed. Crítica).

Es oportuno decir que el diagrama causal anterior relaciona causas y efectos con valor informativo, y no hace referencia a algún ente material específico. Así, si deseamos describir el simple encendido de una lámpara eléctrica, mediante un interruptor, la causa física o material del encendido ha de ser la fuente de energía que alimenta a la lámpara, pero, desde el punto de vista de la información asociada al proceso, decimos que es el estado del interruptor (abierto o cerrado) el que produce (causa) el encendido de la lámpara (efecto).

En cuanto a la operación “agrupar”, parece ser que el hombre establece modelos elementales de la realidad (especies de “cuadros o escenas”) en los cuales esquematiza una situación bajo conceptos básicos tales como:

a) ENTIDAD (¿quién?)

b) ATRIBUTO (¿cómo es?)

c) ACTIVIDAD (¿qué cambios produce?)

De inmediato surge la posibilidad de asociar palabras a estos conceptos básicos constituyéndose un lenguaje elemental:

a) SUSTANTIVO (Entidad)

b) ADJETIVO (Atributo)

c) VERBO (Actividad)

Así como la lógica simbólica establece criterios para verificar la validez, o no, de un razonamiento, en la lógica analógica la validez está asociada a la compatibilidad del razonamiento respecto de las leyes naturales involucradas en la descripción. Además de ser “compatible con la realidad”, ha de existir una correspondencia con esa realidad, de donde surge el concepto de “verdadero” o “falso”. Lev Vygotsky escribió: “Una palabra no se refiere a un solo objeto, sino a un grupo o a una clase de objetos, y cada una de ellas es, por lo tanto, también una generalización” (De “Pensamiento y lenguaje”- Fausto Ediciones).

La lógica simbólica, que describe razonamientos en los cuales intervienen proposiciones a las cuales se les puede asociar el carácter de Verdadero o Falso, tiene una imagen concreta en el conexionado de interruptores eléctricos en serie y en paralelo. Existe una estructura matemática, el álgebra de Boole, que describe tanto la lógica bivalente como el comportamiento de los circuitos eléctricos con interruptores, que es la base de la electrónica digital y de la computadora.

Los interruptores en serie dan lugar a la operación “y” (AND). Decimos: la lámpara encenderá si está cerrado el interruptor A “y” el interruptor B (causas en serie), mientras que los interruptores en paralelo dan lugar a la operación “o” (OR). Entonces decimos: la lámpara encenderá si está cerrado el interruptor A “o” el B, “o” ambos (causas en paralelo). Junto con las operaciones mencionadas, aparece la negación (NOT), como una tercera operación. Con estas operaciones simples se ha podido establecer la revolución informática.

Como ejemplo de ley lógica podemos citar una de las formas del teorema de De Morgan, el cual se expresa así:

No (A y B) = (No A) o (No B)

Por ejemplo: Si A es la proposición: “Juan es médico” y B es la proposición “Luis es ingeniero”, tendremos las dos formas equivalentes siguientes:

No es verdad que (“Juan es médico” y “Luis es ingeniero”) Equivale a

(No es verdad que “Juan es médico”) o (No es verdad que “Luis es ingeniero”)

Estos razonamientos válidos los hacemos aún cuando no conozcamos nada de lógica, y esto se debe a que la lógica describe los razonamientos luego de que los usamos cotidianamente.

La lógica simbólica, establecida mediante operaciones surgidas de las causas en serie, en paralelo y la negación, presenta una asombrosa verificación en la realidad de la computadora digital. No toda lógica propuesta ha de ser parte de la realidad, ya que no todo sistema presenta una adecuada coherencia interna, o matemática, ni tampoco una concordancia con los pensamientos reales.

Y ya estamos en condiciones de intentar establecer la secuencia básica que se da en el proceso del conocimiento y de la comunicación humana:

1) Lógica analógica (Comparar, Agrupar)

2) Modelo elemental (Entidades, Atributos, Actividades)

3) Lenguaje elemental (Sustantivo, Adjetivo, Verbo)

4) Concepto de verdadero-falso

5) Lógica simbólica (Y, O, NO)

6) Sistemas axiomáticos

7) Otras lógicas

Luego de la aparición del lenguaje elemental, el hombre trató, aparentemente, de establecer expresiones verbales a las cuales les podría asociar un carácter de verdadero o falso, como una cuestión de requerimiento de seguridad o confiabilidad. Ello le permitió hacer “experimentos mentales” a través de razonamientos basados en esta lógica bivalente, pero para ello necesitó el lenguaje. En cambio, para la lógica analógica no fue necesaria su disponibilidad, ya que esencialmente se relacionan imágenes extraídas del mundo real. Albert Einstein escribió: “Las palabras o el lenguaje, ya sea escrito o hablado, no parecen desempeñar ningún papel en mi mecanismo de pensamiento. Las entidades físicas que parecen servir como elementos del pensamiento son ciertos signos e imágenes más o menos claros que pueden reproducirse y combinarse ‘voluntariamente’…Los elementos antes mencionados son, en mi caso, de tipo visual y muscular. Las palabras u otros signos convencionales tienen que buscarse laboriosamente sólo en una segunda etapa, cuando el citado juego asociativo está suficientemente establecido y puede ser reproducido a voluntad” (Citado en “La nueva mente del emperador” de Roger Penrose – Fondo de Cultura Económica).

Así como podemos agrupar entidades materiales y atribuirles ciertos atributos, es posible agrupar entidades caracterizadas puramente por su contenido de información y también atribuirle propiedades informáticas. Esto da lugar a los sistemas axiomáticos que requieren un tratamiento algo similar al agrupamiento de entidades materiales visto antes.

En la medida en que el lenguaje se perfecciona, con artículos, adverbios y demás, también la lógica se amplía para poder describir tales ampliaciones. Con ello tenemos una secuencia completa que nos da idea de cómo se establece el conocimiento por parte del hombre.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
30/11/2007, 07:28
"No había hecho más que empezar a cultivar el campo que De Morgan había despejado. Sin embargo, ya entonces vi algo que se le había escapado a este insigne maestro: que además de caracteres no relativos y de relaciones entre pares de objetos, hay otra tercera categoría de caracteres y ninguna más. Esta tercera clase no es otra que la de las relaciones poliádicas, todas las cuales pueden considerarse compuestas de relaciones triádicas, es decir, de relaciones entre triadas de objetos. Una amplia e interesante clase de caracteres la constituyen las representaciones. Una representación es aquella cualidad de una cosa, por virtud de la cual, a efectos de la producción de cierto efecto mental, puede estar en lugar de otra cosa. A la cosa que posee esta cualidad la llamo representamen, al efecto mental o pensamiento, su interpretante, y a la cosa por la que está, su objeto." (Charles Peirce de Escritos lógicos, Una nueva lista de categorías)

En este párrafo Peirce explica fácilmente el salto que significa lo que pone la mente, a su vez, creando. Para él, está claro, no es lo mismo producir un efecto que lo que el efecto supone. En mi opinión, entendió maravillosamente la problemática de las síntesis a modo de proceso continuo.

Me llama la atención lo parecido con la versión no ingenua del mundo 3 de Popper, que incluye la propensión racional como la justificación de su defensa. En estos dos impagables hombres, el proceso se da en el desensimismamiento.

Fíjese Pompilio en el sabor claramente hegeliano de las tríadas, que vienen de su Lógica, libro absurdo, pero con innegables posibilidades. He criticado duramente a Hegel y los excesos de su influencia, pero mire lo que pasa si se recompone desde Kant. Como sabía Peirce, la verdad ha de sacarse de sí misma.

Pompilio Zigrino
01/12/2007, 12:14
Hay algo de creatividad en el lenguaje y en la lógica. No son sólo formas válidad del razonamiento, sino que son medios que permiten crear nuevos conocimientos.

Para Einstein, quizás, no fue así, según dijo, porque el razonamiento en física no requiere tanto de la lógica de las palabras como de la lógica de las imágenes.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
03/12/2007, 07:45
Ese elemento creativo era el que englobaba la lógica de relaciones. En mi opinión, cualquier herramienta es falible, sea la lógica, la ciencia, el sentido común, los mismos sentidos, etc. Mi estilo de escepticismo, sin embargo, aceptará de buen grado lo que usted propuso como “permite una mejora”; es una hoja de doble filo llamado aumento de conocimiento.

No sé si su mención al elemento creativo es lo que yo relaciono con las síntesis, la terceridad de Peirce o el conocimiento objetivo de Popper. No conozco en profundidad las ideas de Einstein, pero sí lo suficiente como para saber que, además de las ideas en cuanto tales, sabía que su lápiz era más listo que él. Ese momento es la puesta en relación de la creatividad con sus objetos. Referencialmente, puede ser una cadena interminable, o ser un orden a lo Spinoza. La revolución que supone la conciencia, el pensamiento y el conocimiento hacen del proyecto algo, de por sí, problemático e improbable. Son el efecto de las síntesis y la base del conocimiento.

Supongo que un problema que tuvo Teilhard, como le dije en su día a Alfeón, fue olvidar el conocimiento para el hombre, no sólo en cuanto tal. No niego, en absoluto, que este nuevo fenómeno pueda tener su propia lógica o estar determinado por un orden natural, sino que defiendo que su orden no tiene por qué estar dado de antemano. Podemos muy bien ser una especie de sueño de Dios que se vaya conociendo a sí mismo, o puede ser un fenómeno creativo y continuo. Esas cuestiones teleológicas pueden tener su cabida en cosmologías; yo, particularmente, las veo como una insuficiencia a priori del conocimiento.

Sé que se puede saber más que lo que impone la lógica, pero en ese momento se cae en una indeterminación, no sólo del propio conocimiento, sino de las relaciones que supone-impone; son, por ellas mismas, incompletas. Mire que es la raíz que no puede justificar Penrose. Como dijo en su día Alfeón, hay una visión analítica-reduccionista y otra global-relacional.

Su mención al lenguaje parece que intuye la problemática. Su parte creativa es inaprensible y es la razón por la que los modelos matemáticos han fracasado; aun así, fíjese que la semiótica trata de reparar su infinitud bajo cierta categorización. La lógica del XX superó su estado abstracto y miró al lenguaje como utensilio cotidiano. Hombres como Wittgenstein y Chomsky hicieron grandes aportaciones, pero no son comparables a las reflexiones de Kant y Peirce, que eran casos únicos de genio filosófico. No pretendo minimizar a Wittgenstein como genio filosófico, para mí lo era claramente.

Me da la impresión que no entiendo bien el último párrafo y lo que dice de Einstein y la lógica de las imágenes. Algunas ideas de Einstein me parecen admirablemente filosóficas, aunque tengan una base física. Corríjame de lo contrario, entiendo el párrafo como una modificación del tercer mundo de Penrose, similar al platónico. Es una variación sobre el mundo 3 de Popper, pero Penrose lo limita a la puridad de los objetos matemáticos. Por otro lado, el mundo 3 de Popper estaba bastante influido por Einstein y aquel lápiz más listo que él; era el del conocimiento objetivo en sentido evolutivo por la propensión racional.