karlacris
02/10/2007, 12:02
Es la primera vez que no encuentro las palabras precisas para expresarme, la primera vez que he empezado tantas páginas que termino desechando porque no reflejan lo que siento...
Es como si tuviera una neblina que es tan espesa que no la puedo atravesar... ¿Sé el nombre de esa neblina? Sí y para conjurarla debo llamarla por su nombre: Confusión.
Es una enorme confusión que atrapa mis sentidos y mi ser, que hace que al final de día no sé que es lo que estoy pintando en mi vida.
Los colores que ahora están en mi paleta son los que nunca había usado, los que nunca había querido utilizar, los que estaban guardados bajo llave por mi propia decisión.
Y los saqué e hice de tu piel mi lienzo, dibujé todas mis fantasías en tu cuerpo, cual celaje de octubre en mi tierra, utilicé el rojo de la pasión y el azul de la ternura, en conjunto con el amarillo de la timidez, combinados todos con el blanco de mi inocencia (sí, aunque no lo creas) y de vez en cuando dejé caer una gota de ennegrecidos celos .
Y hoy aquí, sentada en el vestíbulo de mi alma, he visto la realidad de mis manos: manchadas de esos colores que no tuve que haber utilizado jamás.
No puedo despegar la mirada de mis manos: esos dedos largos y delgados están ahora cubiertos de mis secretos jamás contados. Y poco a poco mi corazón se da cuenta que él también está pintado pero con los colores de la desazón que son fríos e inermes, totamente diferentes a las manchas de mi ilusión.
Y la neblina no se disipa, sólo hace que tus palabras reboten contra mi rostro, una tras otra sin ton ni son. Pero al momento de tocar mi piel se desvanecen, se esfuman y se pierden en el vacío creando más neblina a mi alrededor.
Quisiera poder encerrar nuevamente bajo llave mis colores, aunque estén medio gastados y aunque se descompongan en el prisma de mis lágrimas, pero han tomado vida propia en mis manos... y mis manos quieren seguir coloreando mis fantasías en tu lienzo...
Es como si tuviera una neblina que es tan espesa que no la puedo atravesar... ¿Sé el nombre de esa neblina? Sí y para conjurarla debo llamarla por su nombre: Confusión.
Es una enorme confusión que atrapa mis sentidos y mi ser, que hace que al final de día no sé que es lo que estoy pintando en mi vida.
Los colores que ahora están en mi paleta son los que nunca había usado, los que nunca había querido utilizar, los que estaban guardados bajo llave por mi propia decisión.
Y los saqué e hice de tu piel mi lienzo, dibujé todas mis fantasías en tu cuerpo, cual celaje de octubre en mi tierra, utilicé el rojo de la pasión y el azul de la ternura, en conjunto con el amarillo de la timidez, combinados todos con el blanco de mi inocencia (sí, aunque no lo creas) y de vez en cuando dejé caer una gota de ennegrecidos celos .
Y hoy aquí, sentada en el vestíbulo de mi alma, he visto la realidad de mis manos: manchadas de esos colores que no tuve que haber utilizado jamás.
No puedo despegar la mirada de mis manos: esos dedos largos y delgados están ahora cubiertos de mis secretos jamás contados. Y poco a poco mi corazón se da cuenta que él también está pintado pero con los colores de la desazón que son fríos e inermes, totamente diferentes a las manchas de mi ilusión.
Y la neblina no se disipa, sólo hace que tus palabras reboten contra mi rostro, una tras otra sin ton ni son. Pero al momento de tocar mi piel se desvanecen, se esfuman y se pierden en el vacío creando más neblina a mi alrededor.
Quisiera poder encerrar nuevamente bajo llave mis colores, aunque estén medio gastados y aunque se descompongan en el prisma de mis lágrimas, pero han tomado vida propia en mis manos... y mis manos quieren seguir coloreando mis fantasías en tu lienzo...