Eudesc
28/08/2007, 19:31
Es bien conocido que Jesús eligió doce discípulos llamados apóstoles para que predicaran su evangelio. Expresamente de entre ellos eligió un traidor, ya que seguramente no encontró otra forma mejor de ser entregado a los judíos para que lo juzgaran. Por su valiosa información de quién era Jesús (no había fariseos que pudieran indentificarlo), Judas recibió treinta monedas de plata.
Mateo 27. 1 Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte. 2 Y después de atarle, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato. 3 Entonces Judas, el que le entregó, viendo que había sido condenado, fue acosado por el remordimiento, y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.» Ellos dijeron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» 5 El tiró las monedas en el Santuario; después se retiró y fue y se ahorcó. 6 Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.» 7 Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros. 8 Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre», hasta hoy. 9 Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: = «Y tomaron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, 10 y las dieron por el Campo del Alfarero, según lo que me ordenó el Señor.»
"Se cumplió el oráculo de Jeremías", dice Mateo. Como no es muy probable que Jeremías hablase de Judas, podríamos mirar a ver a quién se refería. Buscamos... buscamos ... pero no encontramos que Jeremías diga nada acerca de ninguna compra de un campo a ningún alfarero.
Parece ser que en este pasaje o bien Mateo no estaba muy inspirado o la inspiración del Espíritu Santo seguía derroteros misteriosos.
Pero bueno, lo importante queda: que Judas devolvió las treinta monedas a los sacerdotes y que estos compraron un campo para enterrar forasteros.
¿O no?
Así habla Pedro en Hechos 1: 16 «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús. 17 Porque él era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio. 18 Este, pues, compró un campo con el precio de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas. - 19 Y esto fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén de forma que el campo se llamó en su lengua Haqueldamá, es decir: “Campo de Sangre”
Como se ve, según Pedro, que debería haber estado mucho más al tanto de lo que ocurrió con Judas, este se compró un campo con las treinta monedas, cosa que no se hace de un día para otro, y que un día se cayó desde un altura respetable, suponemos, porque se reventó y se esparcieron sus entrañas. Y esta fue la razón por la que se lo llamó Campo de Sangre.
¿Y qué dicen algo Marcos y Juan?
Marcos escribe que Jesús dijo: el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!
Y es todo lo que dice del asunto. Nos deja con el suspense: nada de muertes violentas, nada de campos de sangre.
A propósito de esta frase, Jesús me parece más contradictorio de lo habitual. Si le valdría más no haber nacido, ¿por qué lo creó, él, que fuera Dios o "un dios", lo creó todo? Si le valdría más no haber nacido por haberlo entregado, ¿por qué lo eligió como apóstol?
¿Y Juan? Pues Juan tampoco dice nada. De hecho, según Juan Judas ni siquiera le dio el beso, sino que fue Jesús directamente el que se dio a conocer.
Leídas con ojos profanos (no ateos necesariamente), primero la referencia a un Jeremías inexistente y luego las dos versiones del campo y de la muerte de Judas, crean perplejidad. Dios, para quien es importantísimo que sus creyentes crean en él a ciegas (sin fe no hay salvación, excepto para algunos privilegiados a los que les hace milagros para que crean), parece que se complace aquí en confundir a sus más fieles incondicionales.
Una persona humilde diría: " Esto está escrito así, y así es". Y lo creería, lo mismo que cree lo de la virginidad de María o que Jesús fue engendrado pero existe desde toda la eternidad. Pero yo soy incapaz y por eso no puedo ser cristiano, por más que me lo propongo. (No hago muchos esfuerzos; me lo propongo sólo últimamente, por llevarle la contraria a Exótica).
Quizás alguno de los que me leen sientan curiosidd por saber cómo dejé de creer. No, no fue por el campo del alfarero y Jeremías o Judas ahorcado y despachurrado. Cosas más inversímiles me he creído (y algunas las sigo creyendo). Dejé creer cuando leí las siguientes palabras de Jesús, según Marcos: 17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
Durante muchos años he creído con fe ferviente (bueno, fe normal), pero nunca he expulsado demonios:cuando me he encontrado alguno ha sido más bien lo contrario, él me ha expulsado a mí; nunca he conseguido hablar lenguas nuevas, ni siquiera inglés (qué menos que eso debería haber hecho mi fe); y no ya el veneno, sino hasta una coca-cola me destroza el estómago.
Pero eso sí, me admira que los que creen, crean que creen a pesar de no hacer nada de eso. O sea, que no se me acuse de ser anticristiano, al contrario: admiro la perseverancia en su fe.
Como toda la Bilbia está llena de perlas, de las que no deben darse a los cerdos, acabemos con esta:
Dice Jesús según Juan, 16: 32 Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Dice Jesús según Mateo 27: 46 Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: = «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»
Salud.
(Dedicado con especial cariño a los ateos a quienes le molestan los ateos o ciertos ateos).
Mateo 27. 1 Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte. 2 Y después de atarle, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato. 3 Entonces Judas, el que le entregó, viendo que había sido condenado, fue acosado por el remordimiento, y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.» Ellos dijeron: «A nosotros, ¿qué? Tú verás.» 5 El tiró las monedas en el Santuario; después se retiró y fue y se ahorcó. 6 Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque son precio de sangre.» 7 Y después de deliberar, compraron con ellas el Campo del Alfarero como lugar de sepultura para los forasteros. 8 Por esta razón ese campo se llamó «Campo de Sangre», hasta hoy. 9 Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: = «Y tomaron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, 10 y las dieron por el Campo del Alfarero, según lo que me ordenó el Señor.»
"Se cumplió el oráculo de Jeremías", dice Mateo. Como no es muy probable que Jeremías hablase de Judas, podríamos mirar a ver a quién se refería. Buscamos... buscamos ... pero no encontramos que Jeremías diga nada acerca de ninguna compra de un campo a ningún alfarero.
Parece ser que en este pasaje o bien Mateo no estaba muy inspirado o la inspiración del Espíritu Santo seguía derroteros misteriosos.
Pero bueno, lo importante queda: que Judas devolvió las treinta monedas a los sacerdotes y que estos compraron un campo para enterrar forasteros.
¿O no?
Así habla Pedro en Hechos 1: 16 «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús. 17 Porque él era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio. 18 Este, pues, compró un campo con el precio de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas. - 19 Y esto fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén de forma que el campo se llamó en su lengua Haqueldamá, es decir: “Campo de Sangre”
Como se ve, según Pedro, que debería haber estado mucho más al tanto de lo que ocurrió con Judas, este se compró un campo con las treinta monedas, cosa que no se hace de un día para otro, y que un día se cayó desde un altura respetable, suponemos, porque se reventó y se esparcieron sus entrañas. Y esta fue la razón por la que se lo llamó Campo de Sangre.
¿Y qué dicen algo Marcos y Juan?
Marcos escribe que Jesús dijo: el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!
Y es todo lo que dice del asunto. Nos deja con el suspense: nada de muertes violentas, nada de campos de sangre.
A propósito de esta frase, Jesús me parece más contradictorio de lo habitual. Si le valdría más no haber nacido, ¿por qué lo creó, él, que fuera Dios o "un dios", lo creó todo? Si le valdría más no haber nacido por haberlo entregado, ¿por qué lo eligió como apóstol?
¿Y Juan? Pues Juan tampoco dice nada. De hecho, según Juan Judas ni siquiera le dio el beso, sino que fue Jesús directamente el que se dio a conocer.
Leídas con ojos profanos (no ateos necesariamente), primero la referencia a un Jeremías inexistente y luego las dos versiones del campo y de la muerte de Judas, crean perplejidad. Dios, para quien es importantísimo que sus creyentes crean en él a ciegas (sin fe no hay salvación, excepto para algunos privilegiados a los que les hace milagros para que crean), parece que se complace aquí en confundir a sus más fieles incondicionales.
Una persona humilde diría: " Esto está escrito así, y así es". Y lo creería, lo mismo que cree lo de la virginidad de María o que Jesús fue engendrado pero existe desde toda la eternidad. Pero yo soy incapaz y por eso no puedo ser cristiano, por más que me lo propongo. (No hago muchos esfuerzos; me lo propongo sólo últimamente, por llevarle la contraria a Exótica).
Quizás alguno de los que me leen sientan curiosidd por saber cómo dejé de creer. No, no fue por el campo del alfarero y Jeremías o Judas ahorcado y despachurrado. Cosas más inversímiles me he creído (y algunas las sigo creyendo). Dejé creer cuando leí las siguientes palabras de Jesús, según Marcos: 17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
Durante muchos años he creído con fe ferviente (bueno, fe normal), pero nunca he expulsado demonios:cuando me he encontrado alguno ha sido más bien lo contrario, él me ha expulsado a mí; nunca he conseguido hablar lenguas nuevas, ni siquiera inglés (qué menos que eso debería haber hecho mi fe); y no ya el veneno, sino hasta una coca-cola me destroza el estómago.
Pero eso sí, me admira que los que creen, crean que creen a pesar de no hacer nada de eso. O sea, que no se me acuse de ser anticristiano, al contrario: admiro la perseverancia en su fe.
Como toda la Bilbia está llena de perlas, de las que no deben darse a los cerdos, acabemos con esta:
Dice Jesús según Juan, 16: 32 Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Dice Jesús según Mateo 27: 46 Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: = «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»
Salud.
(Dedicado con especial cariño a los ateos a quienes le molestan los ateos o ciertos ateos).