jorgesalaz
27/08/2007, 17:20
Nadie guarda mejor un secreto que el que lo ignora.
La preocupación es imaginación mal empleada.
Jamás toméis tan en serio un negocio, que el temor del éxito llegue a inquietaros: dejad el resultado en manos de Dios.
El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales.
Más vale solo, que mal acompañado.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Por un clavo se perdió una herradura, por ésta el caballo y por éste al jinete.
"Dicen..." es ya media mentira.
Si nos preocuparamos por conocernos mejor, no tendríamos tanto tiempo para juzgar a los demás.
No castigues nunca la fiera que no puedas aniquilar.
Al que enseñan los dientes todos le respetan, y al que se hace miel se lo comen las moscas.
Si pretendes y te esfuerzas por agradar a todos, acabarás por no agradar a nadie.
Quién me insulta siempre, no me ofende jamás.
Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.
Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
Engullimos de un sorbo las mentiras que nos adulan, y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
Tenemos dos orejas y una sóla lengua para que oigamos más y hablemos menos.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues viene a demostrar algo.
El que tiene mil amigos no hallará uno para guardarse, y el que tiene uno lo hallará por todas partes.
La tragedia está en los ojos del que la contempla, no en el corazón del que la sufre.
No ha aprendido la lección de la vida el que no vence un temor cada día.
Si no quieres ver tus deseos frustrados no desees sino aquello que sólo de ti depende.
Oye solo a medias el que oye sólo a una parte.
Lo que es negado sin pruebas puede ser negado sin pruebas.
El hombre superior es impasible; le alaban, le censuran: sigue impertérrito su camino.
Perdonando demasiado al que yerra, se comete injusticia con el que no yerra.
La recompensa del mentiroso es no ser creido aún cuando diga la verdad.
Una golondrina no anuncia la primavera.
La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna.
Cualquier cosa que hayas decidido hacer hazla con todas tus fuerzas.
Si quieres que tus sueños se hagan realidad ¡Despierta!
Si se tratara al que miente como al que dice la verdad, no habría embusteros.
Si me engañas una vez la culpa es tuya, si me engañas dos, la culpa es mía.
Bendito sea el mal que con dormir se quita.
Bastante me ayuda quien no me estorba.
El respeto al derecho ajeno es la paz.
Cuando dejamos de ser niños, ya estamos muertos.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Valor y querer facilitan el vencer.
A grandes males, grandes remedios.
Cuando el dinero habla, la verdad calla.
Lo que empieza en cólera, termina en vergüenza.
El cruel sólo se ensaña cuando no corre ningún peligro.
Casi siempre la burla arguye pobreza de espíritu.
De las palabras no el sonido sino el sentido.
Los mejores bienes, en ti mismo los tienes.
Los prejuicios son la razón de los tontos.
Agua pasada no mueve molinos.
Criticar es más fácil que imitar.
A lo que has de negarte, niégate cuanto antes.
Cada uno juzga por su corazón el ajeno.
La preocupación es imaginación mal empleada.
Jamás toméis tan en serio un negocio, que el temor del éxito llegue a inquietaros: dejad el resultado en manos de Dios.
El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales.
Más vale solo, que mal acompañado.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Por un clavo se perdió una herradura, por ésta el caballo y por éste al jinete.
"Dicen..." es ya media mentira.
Si nos preocuparamos por conocernos mejor, no tendríamos tanto tiempo para juzgar a los demás.
No castigues nunca la fiera que no puedas aniquilar.
Al que enseñan los dientes todos le respetan, y al que se hace miel se lo comen las moscas.
Si pretendes y te esfuerzas por agradar a todos, acabarás por no agradar a nadie.
Quién me insulta siempre, no me ofende jamás.
Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.
Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
Engullimos de un sorbo las mentiras que nos adulan, y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
Tenemos dos orejas y una sóla lengua para que oigamos más y hablemos menos.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues viene a demostrar algo.
El que tiene mil amigos no hallará uno para guardarse, y el que tiene uno lo hallará por todas partes.
La tragedia está en los ojos del que la contempla, no en el corazón del que la sufre.
No ha aprendido la lección de la vida el que no vence un temor cada día.
Si no quieres ver tus deseos frustrados no desees sino aquello que sólo de ti depende.
Oye solo a medias el que oye sólo a una parte.
Lo que es negado sin pruebas puede ser negado sin pruebas.
El hombre superior es impasible; le alaban, le censuran: sigue impertérrito su camino.
Perdonando demasiado al que yerra, se comete injusticia con el que no yerra.
La recompensa del mentiroso es no ser creido aún cuando diga la verdad.
Una golondrina no anuncia la primavera.
La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna.
Cualquier cosa que hayas decidido hacer hazla con todas tus fuerzas.
Si quieres que tus sueños se hagan realidad ¡Despierta!
Si se tratara al que miente como al que dice la verdad, no habría embusteros.
Si me engañas una vez la culpa es tuya, si me engañas dos, la culpa es mía.
Bendito sea el mal que con dormir se quita.
Bastante me ayuda quien no me estorba.
El respeto al derecho ajeno es la paz.
Cuando dejamos de ser niños, ya estamos muertos.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Valor y querer facilitan el vencer.
A grandes males, grandes remedios.
Cuando el dinero habla, la verdad calla.
Lo que empieza en cólera, termina en vergüenza.
El cruel sólo se ensaña cuando no corre ningún peligro.
Casi siempre la burla arguye pobreza de espíritu.
De las palabras no el sonido sino el sentido.
Los mejores bienes, en ti mismo los tienes.
Los prejuicios son la razón de los tontos.
Agua pasada no mueve molinos.
Criticar es más fácil que imitar.
A lo que has de negarte, niégate cuanto antes.
Cada uno juzga por su corazón el ajeno.