karlacris
09/08/2007, 19:38
No me parezco a ella: soy morena y ella es blanca; mis ojos son negros como azabache, los de ella verdes cual selva tropical.
No me parezco a ella, es cierto, pero su sangre corre en mis venas, llevo su ser en mí.
Ahora hemos cambiado de roles, ahora soy yo quien vigila su sueño, como lo hacía ella cuando yo era pequeña.
Y me detengo a pensar en todo lo que ella ha vivido por mi, por mi hermana, por mi.
Y soy capaz de ver la vida que eligió vivir, su sacrificio, su cansancio, su renuncia, su entrega… por mi, por mi hermana, por mi.
¿Qué te hizo, mujer, enfrentarte a la vida con tanto valor?
¿Qué te hizo, mujer, no pensar en ti?
Se despierta agitada, me levanto veloz: “¿Qué sucede mami? ¿Tienes dolor?”
¡Dolor! No conoce esa palabra o por lo menos finge no saber su significado, “porque a la vida se mira de frente, con valor”.
Ignoraste el dolor por mi, por mi hermana, por mi.
Y dibujaste sonrisas en tu rostro para mi, para mi hermana, para mi, mientras tu corazón lloraba el abandono del que te amó. Pero miraste a la vida de frente y con valor.
Vuelves a dormir, tu pecho vuelve a subir y bajar rítmicamente, y mientras miro tus sienes nevadas pido entendimiento para valorar tu vida, tu sabiduría, tu dulzura y, aunque no lo reconozcas, tu dolor.
Hoy intercambiamos los roles, ya crecí y puedo cuidarte como tu me cuidaste a mi… me enseñaste la lección de la vida y hoy soy yo la que mira la vida de fente y con valor.
No me parezco a ella, es cierto, pero su sangre corre en mis venas, llevo su ser en mí.
Ahora hemos cambiado de roles, ahora soy yo quien vigila su sueño, como lo hacía ella cuando yo era pequeña.
Y me detengo a pensar en todo lo que ella ha vivido por mi, por mi hermana, por mi.
Y soy capaz de ver la vida que eligió vivir, su sacrificio, su cansancio, su renuncia, su entrega… por mi, por mi hermana, por mi.
¿Qué te hizo, mujer, enfrentarte a la vida con tanto valor?
¿Qué te hizo, mujer, no pensar en ti?
Se despierta agitada, me levanto veloz: “¿Qué sucede mami? ¿Tienes dolor?”
¡Dolor! No conoce esa palabra o por lo menos finge no saber su significado, “porque a la vida se mira de frente, con valor”.
Ignoraste el dolor por mi, por mi hermana, por mi.
Y dibujaste sonrisas en tu rostro para mi, para mi hermana, para mi, mientras tu corazón lloraba el abandono del que te amó. Pero miraste a la vida de frente y con valor.
Vuelves a dormir, tu pecho vuelve a subir y bajar rítmicamente, y mientras miro tus sienes nevadas pido entendimiento para valorar tu vida, tu sabiduría, tu dulzura y, aunque no lo reconozcas, tu dolor.
Hoy intercambiamos los roles, ya crecí y puedo cuidarte como tu me cuidaste a mi… me enseñaste la lección de la vida y hoy soy yo la que mira la vida de fente y con valor.