mr. peralta
10/07/2007, 01:29
Pues mira como le damos brillo a este pequeño rincón o al menos eso parece porque todos miran, todos observan como voy deshaciendo cada parte que constituye tu cuerpo sediento de sexo, sediento de acciones que marquen un intervalo entre tus gemidos y los ruidos extraños que suelo emitir al estar contigo, pero nos ven, nos pueden escuchar y de erotismo puede pasar a vulgar si nos escuchan.
Somos dos sombras morbosas rodeadas de personas de moral, pero que mas da, si el placer eterno lo tenemos ahora y ellos sueñan con tenerlo después de muertos, dizque en los cielos, si el paraíso se encuentra entre tus piernas y en tu pecho, entre lo mojado y lo seco.
Me dirás que estar en esta pequeña parte del cuarto y danzar es para locos, que la música no esta presente y que solo suenan los pasos de los que nos pasan por el lado, y que no existe el silencio, ¿Acaso nunca has danzado siguiendo el ritmo del viento?, pues yo si, me he dejado llevar y traer por el, he dado largos pasos, me encantas, es tan imperfecto que lo hago perfecto a mi manera, ¿Por qué no me acompañas?
No pintes tu cara con el rojo de la vergüenza, pues entiéndelo, somos sombras en un rincón, que brillemos entre la multitud no nos hace visibles del todo, ya que ellos viven su mundo en la luz de la miseria, sin la mínima ansiedad de lujuria, pues es nuestro mundo, lujuriosamente perdido, lujuriosamente aceptado y sigue danzando que esta historia llega casi a su final.
Somos dos sombras morbosas rodeadas de personas de moral, pero que mas da, si el placer eterno lo tenemos ahora y ellos sueñan con tenerlo después de muertos, dizque en los cielos, si el paraíso se encuentra entre tus piernas y en tu pecho, entre lo mojado y lo seco.
Me dirás que estar en esta pequeña parte del cuarto y danzar es para locos, que la música no esta presente y que solo suenan los pasos de los que nos pasan por el lado, y que no existe el silencio, ¿Acaso nunca has danzado siguiendo el ritmo del viento?, pues yo si, me he dejado llevar y traer por el, he dado largos pasos, me encantas, es tan imperfecto que lo hago perfecto a mi manera, ¿Por qué no me acompañas?
No pintes tu cara con el rojo de la vergüenza, pues entiéndelo, somos sombras en un rincón, que brillemos entre la multitud no nos hace visibles del todo, ya que ellos viven su mundo en la luz de la miseria, sin la mínima ansiedad de lujuria, pues es nuestro mundo, lujuriosamente perdido, lujuriosamente aceptado y sigue danzando que esta historia llega casi a su final.