Emeric
05/06/2007, 20:18
Manfred se nos fue el pasado 20 de febrero. Cáncer del páncreas.
Tuve el placer de ser iniciado por él al estudio de la Filosofía, allá para los años 1974-75 en la Universidad de Puerto Rico. Era la época de mi vida durante la cual empecé a escaparme del pesado yugo del cristopaulinismo. Su ateísmo preponderantemente filosófico influyó en el mío, de carácter más bíbliacéntrico.
Manfred, profesor alemán perfectamente bilingüe, me transmitió el gusto por los filosófos presocráticos, de los cuales mi favorito siempre fue Tales de Mileto, con su curiosa "explicación" de la Luna, agujero, según él, en la bóveda celeste y a través del cual percibimos un fuego al que llamamos luz lunar ...
Más adelante, me inició también al platonismo. Los Diálogos socráticos me ayudaron a ver los nexos que existen entre el platonismo, y el neoplatonismo que tanto influyó en el pensamiento cristopaulino neotestamentario (el concepto de la inmortalidad del alma, por ejemplo).
Manfred era alto, rubio, de ojos azules, con su bigotito, y casi siempre llevaba pantalón y zapatos blancos. Su acentillo alemán cuando enseñaba en español nos hacía mucha gracia, especialmente cuando decía "Plachón" en vez de Platón ...
Era extremadamente metódico, casi maniático. Siempre, siempre, siempre llegaba al aula diez minutos antes para, como alemán al fin, ponerse a escribir en la pizarra el bosquejo de la clase que estaba a punto de darnos, con su título, sus subtítulos, a, b, c, d, e, f, etc. Un verdadero metrónomo. Ninguna espontaneidad. Un reloj parlante. Muchos conocimientos, pero con una pedagogía que dejaba mucho que desear ... Su esposa, Damari, sí que sabía enseñar ... francés, o literatura francesa; no filosofía.
Una fórmula acuñada por Manfred y que me gustó en aquellos años era "la alegría del previaje", cada vez que alguien se entusiasmaba por algún viaje que iba a realizar al extranjero ...
Manfred KERKHOFF dejó una obra ingente, especialmente en el campo de los estudios nietzcheanos, y también en lo que él llamó la kairología, o estudio del tiempo justo, del tiempo oportuno, y de la kairotanasia, o suicidio estético.
No soy filósofo. Por eso no pretendo exponer aquí, a fondo, los temas predilectos de mi querido profesor fenecido a principios de año. Sólo he querido compartir con ustedes, los que son expertos en temas filosóficos, mis vivencias personales con un estudioso que alcanzó renombre internacional gracias a sus numerosos aportes.
Manfred : Siempre te recordaré. Gracias por todo lo que me enseñaste.
Emeric :hug:
Tuve el placer de ser iniciado por él al estudio de la Filosofía, allá para los años 1974-75 en la Universidad de Puerto Rico. Era la época de mi vida durante la cual empecé a escaparme del pesado yugo del cristopaulinismo. Su ateísmo preponderantemente filosófico influyó en el mío, de carácter más bíbliacéntrico.
Manfred, profesor alemán perfectamente bilingüe, me transmitió el gusto por los filosófos presocráticos, de los cuales mi favorito siempre fue Tales de Mileto, con su curiosa "explicación" de la Luna, agujero, según él, en la bóveda celeste y a través del cual percibimos un fuego al que llamamos luz lunar ...
Más adelante, me inició también al platonismo. Los Diálogos socráticos me ayudaron a ver los nexos que existen entre el platonismo, y el neoplatonismo que tanto influyó en el pensamiento cristopaulino neotestamentario (el concepto de la inmortalidad del alma, por ejemplo).
Manfred era alto, rubio, de ojos azules, con su bigotito, y casi siempre llevaba pantalón y zapatos blancos. Su acentillo alemán cuando enseñaba en español nos hacía mucha gracia, especialmente cuando decía "Plachón" en vez de Platón ...
Era extremadamente metódico, casi maniático. Siempre, siempre, siempre llegaba al aula diez minutos antes para, como alemán al fin, ponerse a escribir en la pizarra el bosquejo de la clase que estaba a punto de darnos, con su título, sus subtítulos, a, b, c, d, e, f, etc. Un verdadero metrónomo. Ninguna espontaneidad. Un reloj parlante. Muchos conocimientos, pero con una pedagogía que dejaba mucho que desear ... Su esposa, Damari, sí que sabía enseñar ... francés, o literatura francesa; no filosofía.
Una fórmula acuñada por Manfred y que me gustó en aquellos años era "la alegría del previaje", cada vez que alguien se entusiasmaba por algún viaje que iba a realizar al extranjero ...
Manfred KERKHOFF dejó una obra ingente, especialmente en el campo de los estudios nietzcheanos, y también en lo que él llamó la kairología, o estudio del tiempo justo, del tiempo oportuno, y de la kairotanasia, o suicidio estético.
No soy filósofo. Por eso no pretendo exponer aquí, a fondo, los temas predilectos de mi querido profesor fenecido a principios de año. Sólo he querido compartir con ustedes, los que son expertos en temas filosóficos, mis vivencias personales con un estudioso que alcanzó renombre internacional gracias a sus numerosos aportes.
Manfred : Siempre te recordaré. Gracias por todo lo que me enseñaste.
Emeric :hug: