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Ver la versión completa : Ludovic, Solismo, Y La Emergencia Del Conocimiento



ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
14/04/2007, 06:53
En el mes de Noviembre del año pasado hice un comentario sobre la filosofía de Popper, en mi Karl Buhler, La Teoria De La Expresion Y Mi Critica De Popper, que parece pasó inadvertido. Lo reproduzco de nuevo para que se amplíe la discusión que mantengo con Alfeón en torno a las diferencias que vemos, si bien sus pegas no son tales, pues las cosas que dice o no tienen sentido o son insistencias:

"La reformulación propia del criticismo racional tiene mucho de evidencia y mucho de original. Toda teoría es recompuesta por la razón, dando una nueva visión de la teoría, una nueva teoría, o simplemente una nueva representación. Para Popper somos racionales, esa es una de nuestras propensiones; y también somos creativos, otra propensión. Esta visión parece casi humanista; y en un hombre que era tan racional es de tener en cuenta. Estoy de acuerdo en que podemos ser racionales, en que podemos tener teorías racionales y en que las podemos criticar racionalmente; pero más allá de la forma categorial, podemos ser o “no racionales”, no ser “racionales”, modificar las categorías o estar equivocados. No es un problema de definición si el uso de teorías “no racionales”, o falsas, entra dentro de la forma racional; son dos momentos distintos el de justificar una proposición usada y el de usarlo. Popper analiza la lógica del desarrollo científico en lo que él situaba como “mundo 3”. Los otros dos mundos le interesaban en tanto que se podían conocer a través él, a la vez que lo nutrían. Esta postura se podría llamar racionalismo radical, y Popper se sentía orgulloso de ser un racionalista. Ël, que tanto odiaba a Hegel, y aun considerando su filosofía la más acertada prolongación de la filosofía de Kant, creo que, como el otro filósofo, limitó su visión por un atracón: uno de realidad y el otro de idealidad. Popper buscaba con su actitud la solución a los problemas desde una postura racional, y no quería saber nada de espíritu de contradicción. No sé por qué tenían que ser incompatibles -contradictorios- los niveles racional e irracional, desde un pensamiento como el suyo que explicaba cómo se desarrollaba el conocimiento. Usamos teorías, que serán buenas o malas, pero el problema aquí, el “qué pensar”, es cuáles usamos y cómo las usamos, no si son buenas o no. Mi teoría de la contradicción busca localizar la raíz de la contradicción, bien para superarla (en el sentido de corregirla), bien para ver sus limitaciones en el proceso de aplicación. La base de mi teoría tiene un enorme influjo popperiano, porque el autor de las teorías, su contenido o el futuro de las mismas, son cosas distintas. Ëso se da en el mundo 3."

A partir de la semana próxima intentaré explorar más posibilidades que encuentro en relación a la filosofía de Popper y mi visión de la de Kant y la de Schopenhauer. Mostraré diferencias graves entre el tercer mundo de Popper y las ideas de Platón; mi influencia de Spinoza; la base de mi visión del conocimiento, tan influída por Schopenhauer; lo flaco de Hegel: la enorme importancia de Durkheim para profundizar en el conocimiento y demás cosas que vayan apareciendo. Como parece que son varias tal vez se debiera abrir más de un tema.

P.D. Voy a proponer a Alfeón, por mensaje privado, que expongamos claramente las diferencias que haya entre nuestras visiones de sus hemisferios cerebrales y cuerpo calloso y mi visión del conocimiento, su visión de la ciencia y la de mi epistemología.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
15/04/2007, 06:34
Para no copiar lo que he escrito en Sociología de la ciencia de Pompilio, me remito a él por estar dirigido mi sentido a lo que me gustaría proponer en este tema.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
15/04/2007, 06:45
Para terminar por hoy mis comentarios sobre el tema propongo no centrar la reflexión en torno a qué es filosofía de la ciencia, qué sociología de la ciencia, qué sociología del conocimiento, qué teoría de la ciencia o qué teoría del conocimiento. Repito aquí, una vez más, una brillante idea de Lakatos que viene a decir que la filosofía sin ciencia es vacía, y la ciencia sin filosofía ciega. Nuestro conocimiento de la realidad es el conjunto de nuestras teorías de la realidad o "lo que confiere realidad son nuestras teorías sobre la realidad", como señalé a Alfeón en su Las teorías de Popper son de Perogrullo…

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
16/04/2007, 05:19
En el último comentario que hice sobre este tema y la brillante frase de Lakatos, lo veo muy relacionado con la idea de Descartes y el avance de la ciencia y con mi Replanteamiento de la idea de progreso. Descartes proponía la razón guiando los pasos del avance del conocimiento, no guiado por la casualidad o el tropiezo con la verdad. Comparto ese enfoque de lógica del conocimiento, aunque opino que no podemos entregarnos sólo a ese proyecto de coherencia con la razón. Recuerdo que Francis Bacon, en su Novum Organum, daba enorme importancia a la base de casualidad de muchos de nuestros conocimientos, y Fayerabend ridicularizó el método de la ciencia por un camino parecido. Este aspecto de irracionalidad de la direccción de nuestro conocimiento nos lleva a la revisibilidad como imperativo.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
16/04/2007, 06:38
En cuanto a la irracionalidad, creo que fue Schopenhauer quien le dió un aspecto filosóficamente relevante. Yo acudí a la Lógica de Hegel buscando alguna receta mágica, pero además de la importancia del conocimiento histórico, poco más saqué.
La exposición de Schopenhauer de los motivos y los estímulos en su obra Los dos problemas centrales de la ética, siempre me pareció fue crucial en el estudio y acercamiento de Max Weber a la irracionalidad. No conozco ningún estudio que remarque la influencia de Schopenhauer en Weber, pero en la época de Weber se concedía bastante importancia al filósofo. Weber no acudió a ninguna voluntad u otra especie de noción metafísica para lograr el conocimiento de la acción social, ni hizo uso de ninguna idea de Hegel sobre la Historia, a pesar de la absoluta importancia que da Weber a la historia para contextualizar y situar las acciones humanas conforme a una lógica que las explique o las formalice.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
16/04/2007, 07:12
Schopenhauer dio una singular visión a las acciones humanas, con una interpretación gélida del hombre y el mundo que podría ayudar a disciplinas humanistas.
La compasión en Schopenhauer se estudia básicamente por el ataque que sufrió de manos de Nietzsche. El problema radica en que el discípulo, o sea Nietzsche, entendió que era una conclusión cuando el maestro, o sea Schopenhauer, atendía a una condición. El significado moral del mundo, idea extrañamente importante en Schopenhauer, va a condicionar lo que es el cuerpo social en la sociología. Si nos fijamos en cómo se desenvuelve el significado moral podremos comprender por qué era una necesidad, pero no a priori.
El concepto de solidaridad de Durkheim, como señalé hace meses, atiende a esta línea de la compasión en Schopenhauer. Doy por supuesto que el gran sociólogo no tenía relación con el filósofo. La relidad de la compasión es inmediata en el mundo, no es una forma de determinar la conciencia, como creía Nietzsche, tan preocupado con el conocimiento de la moral. Podríamos ver la mencionada inmediatez como algo esencial, que con la solididaridad de Durkheim viene determinada en el hecho social.
Termino este apunte llamando la atención sobre un punto decisivo en el pensamiento de Durkheim: lo moral es social y lo social moral. Paralelamente, otro gran pensador, Simmel, llegaba a la misma idea en otros términos. El pensamiento de la escuela de Chicago (Peirce, Dewey o Mead) llegó también a esta conclusión vía Darwin, pero creo que está poco avanzado el tema para empezar repentinamente con la gnoseología evolutiva, aunque si veo que merece la pena desarrollarlo, se podrán ver las importantes diferencias que tiene el solismo y los ecos irresponsables del pragmatismo.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
16/04/2007, 07:44
Ya que sale el tema de Peirce, gran kantiano, encuentra a Hegel tan flaco como yo, por hacer un uso de la filosofía de Kant inadmisible.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2007, 06:04
En Las teorías de Popper son de Perogrullo…, de Alfeón, apareció alguna idea que parece tener cierto interés:

: “ahora le toca el turno al cerebro superior del hombre: el cuerpo calloso cerebral, abriendo la era de las síntesis hegelianas capaces de romper cualquier tautología científica y esotérica”

“Sperry y Eccles, tocaron el cielo (cuerpo calloso cerebral) y no supieron que hacer con él... Es como si un salvaje se encuentra una cocacola en la selva y no sabe que hay que destaparla para beber...su INCREIBLE CONTENIDO...”

“Es el interfaz más complejo que uno pueda imaginar; puesto que debe adaptar, traducir, sintetizar, etc, dos naturalezas no sólo diferentes sino antagónicas. Date cuenta que sólo por eso somos seres conscientes”

Admito que un mérito de Hegel es considerar asible lo que Kant sentenció que estaba fuera de nuestra capacidad, aunque las consecuencias de la desobediencia sean palpables. En Kant se logra coherencia, idea que considera fundamental antropológicamente, pero Hegel propone enfrentarnos a lo desconocido haciendo derroche de especulación. Cuando me embarqué con el carácter contradictorio de la lógica de Hegel se repetía en mi cabeza la melodía de la asimetría, o la suposición de simetría que existe entre el mundo y nuestra visión de él. Creo que Pompilio y yo, en mi El orden de Spinoza, nos enfrentamos en posturas incompatibles. Admiro a Spinoza por lo que me ayudó su Ética, pero tenemos muchas diferencias: la fundamental es lo rígido de la razón. Las ideas no se nos dan como sus contenidos, por su naturaleza básicamente esencial, indeterminada, se nos dan a partir de nuestra relación con ellas. Que estén en sí, que puedan contener a prioris, no nos debe llevar más que a lo que de ello podamos conocer. Apruebo que especulemos con el contenido de lo que desconocemos, pero la determinación de esta especulación debe ser lo que permita descubrir el contenido a través de un camino que aporte una iluminación coherente, a base de criterios justificados en los procesos de aplicación para los que fueron propuestos. Esta idea es la idea de racionalidad e intencionalidad en Popper. Incluso conviene dar mayor amplificación a nuestras ideas, que sobrepasen los límites científicos y se hagan públicas, en el sentido de sociales, buscando el arreglo o síntesis más allá de la especialidad. Esta idea es la de sociología de la ciencia, que debe armonizar la socialización de la ciencia, no dictarla, en el sentido de la solidaridad.
Esta noción de contenido, como lo que de la cosa en sí podemos saber, es escrupulosamente higiénica, es el imperativo para que nuestros pasos avancen rectamente: método. Este método es asimilado formalmente, y por eso es debe ser modificable, porque nuestras teorías son las más fuertes o las más verdaderas, no son la verdad ni la autoconciencia. Cada porción de pensamiento, cada teoría, en el mundo 3, está a la espera de ser descubierta, desenvuelta, arrancada del aislamiento y puesta en circulación. Todo esto no corresponde a los hemisferios cerebrales más que como formalización esencial y repleta de contenidos que requieren ser traducidos a un lenguaje real, o sea con significados que se adapten a la complejidad de nuestros esquemas.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2007, 06:58
La traducción al lenguaje real puede ser el que se hable o en el que se piense, volviendo así a las formas y las categorías, que vistas como funciones del conocimiento dan lugar a la emergencia y a la irreversibilidad. Toda esta emergencia se caracteriza por su improbabilidad, semejante a las esencalidades de la indeterminación. Comenté en mi apunte anterior el método, y no sólo el científico, sino el contenido intencional dirigido a la consecución de un objeto, sea cual sea, a través de unas directrices. He hablado en otros temas sobre el conocimiento histórico y el científico, y es así como deben sintetizarse, dando lugar a su emergencia. Estos métodos conocidos históricamente, pero reducidos lógicamente, pueden ser lo que yo enterndí como la posibilidad de la etnometodología de Garfinkel. Y eso según se da, se modifica, y la regla está por conocer, no es una necesidad.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2007, 07:25
Esta noción de patrón de conocimientos que expliquen nuestras acciones es un acercamiento a su contenido como lo hacía la comprensión de Weber, en mi La Lógica de Weber, o la lógica situacional de Popper, sobre la que todavía no he dicho nada más que el nombre, por ser una idea de Weber, no suya, y porque Popper la concibió estrechamente para la situación histórica, y Weber la enmarcó dentro de un método sinceramente involucrado. Popper nunca se caracterizó por su humanismo y tal vez eso le atrofió una sensibilidad que no fue en mi opinión admirable. En cualquier caso, de esto se podría hablar mucho pero no son más que preferencias. Creo que Popper era un buen hombre, pero que el fin de sus teorías pretendía al hombre me pareció siempre un poco falso y que requerir coherencia a nuestras acciones es reducir su improbabilidad. Pero siempre nos queda la revisibilidad. Si proponemos formas que expliquen el contenido y se demuestran falsas o incompletas sabremos más que no proponiendo nada o hablando de nada.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2007, 09:12
El modelo de superación de las teorías por una lógica de la contradicción mantiene, es cierto, apariencia de estructura lógica, si bien las determinaciones que van a caracterizar a la síntesis superadora podrían no entrar en la justificación, o sea tratarse de un acto de creación no lineal, en cierto modo no sintética respecto del caracter histórico del momento anterior, sino sólo sintético respecto de la actualización que el momento supone con respecto de sí mismo, como identidad principal, quizá única, o sea emergencia.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
17/04/2007, 09:19
Entrar en estos círculos de negación conduce a querer decir lo que no se dice por no saber cómo decir qué decir. Esta palabrería hizo una flaco favor a la fenomenología. Jamás Kant hubiese propuesto los absurdos de Hegel.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
18/04/2007, 07:08
La noción de inmanencia de la contradicción es una teoría teleológica en la que a través de la superación de los contrarios por un desarrollo dialéctico, termina en una autoconciencia, en el absoluto o en el fin de historia. Este cuento está bien para una clase romántica sobre el fin de la filosofía, la importancia de la historia para el replanteamiento del paradigma del hombre y su esencia o la naturaleza del ser en su dasein. Tremendos ladrillos quieren vender como filosofía!.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
18/04/2007, 07:35
Los supuestos son las peticiones de principio de nuestras teorías y deben ser lo más evidentes y claros que puedan, pero las evidencias no son teorías de verdad en sí mismas y deben ser replanteadas a la luz de nuestras nuevas teorías. Este proceso es básicamente la fortaleza y el interés de la falsación. La falsación, así vista, es un conocimiento negativo. El falsacionismo ingenuo pretendía eliminar a secas las teorías falsadas, pero se dio la oportunidad de reparar las teorías allí donde fallaban. Esta lógica no es inmanente, se ve condicionada por las teorías que se proponen, y su verdadero sentido está en lo que las actualiza, haciendo así posible su emergencia.
La teoría de los fines es demasiado pesada para cargar con ella.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
19/04/2007, 04:10
En Spinoza y Schopenhauer encontramos el conocimiento como el camino a través del cual el hombre logra imponer un nuevo orden de realidad, invirtiendo las determinaciones. Cuando las determinaciones son dirigidas por las pasiones o la voluntad somos víctimas de ellas, y en la medida que somos conscientes de su efecto podemos dirigir nuestras acciones conforme a las posibilidades que dio esa conciencia, más allá de los simples efectos que en nuestra naturaleza causó. En este punto está claro el carácter emergente de esta síntesis producida por el sujeto, pero en las pasiones y la voluntad es natural que se dé la constancia, por su propia naturaleza, pues son ellas la cosa en sí y nosotros su representación.
La visión de las pasiones de Kant las consideraba momentáneas, con una persistencia relativa; pero se refería a los efectos, no a su naturaleza. Esta diferencia es importante, aunque básicamente irrelevante. Kant, aún así, consideró que los inconstantes éramos nosotros, y tras la coherencia no hay más orden que el que se impone a partir de la razón. Este carácter normativo de Kant fue extraído de la razón pura por un lado y de la razón práctica por otro. La razón pura es la naturaleza del pensamiento en cuanto a su naturaleza y la práctica en cuanto a su uso. Esta falta de matización que hago se verá justificada sólo por la unidad del tema al que quiero ir.
Nietzsche dio un paso rejuvenecedor sometiendo todo esto a una crítica que era en gran parte injusta, al igual que el influyente Marx: critican la imposición de una realidad imponiendo otra.
La sociología, con hombres tan brillantes como Durkheim y Weber, propuso no confundir el diagnóstico con el método de curación.
Todas esas nuevas síntesis tienen que explorarse allí donde se hacen y, si son realmente síntesis, serán nuevas, aunque posean una naturaleza en sí o una voluntad. Nuestras realidades tienen una historia y un porvenir que, según éste se vaya desplegando, se hará más real, y será ese despliegue concreto, y no otro, el que determinará el paso siguiente. Esta es una concepción altamente ética de la responsabilidad que ya fue propuesta en el pasado, pero que, en aquellos términos, no comparto.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
19/04/2007, 05:23
La solidarización es al final, por este camino, el criterio de determinación del despliegue. Por su propia lógica, no es a priori, contiene una esencia indeterminada. Si el todo está previsto de antemano y no hay realmente emergencia, sino que es una variable que incluye la función, es algo que no modifica la coherencia, al darse como un sistema emergente en sí. O sea, que cierro estos dos últimos apuntes como los empecé, con Spinoza y la engañosa naturaleza de la conciencia.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
20/04/2007, 05:28
El mundo de las ideas de Platón está compuesto por objetos trascendentales que dan forma a al contenido de nuestro pensamiento. Estas ideas son independientes de nosotros, su existencia o su verdad es incondicionada al ser un mundo de formas puras. Nuestro mundo aparente es determinado por esas formas trascendentales que les sirven de modelo. Opino que esta teoría se aplica muy bien a gran parte de nuestro mundo, pero sigo pensando que, sin ser falso, su camino puede llevar a paradojas o a formular teorías absolutamente incondicionadas. Un ejemplo de esto último se encuentra en la perfección de los números, que aunque en el fondo pudiesen ser objetos puros o formales, también pueden conducir a la confusión de dar a la última forma, la que determina el último objeto, el definitivo, la pereza de inundar toda posibilidad formal, como si no hubiese más forma tras ella, y cuando pudiese ser que el error esté en el mismo planteamiento que, al tenerse por final, no ve ni mira más allá. Esto evolutivamente podría ser planteado o replanteado como una opción, pero que por el momento no se presta más que a una oscura metafísica especulativa. En cualquer caso, esta teoría es contraria a la emergencia del conocimiento.
El mundo 3 se asemeja al mundo de las ideas en el aspecto de trascendencia de las teorías, pero se distingue en su humanización, pues son objetos humanos. En el mundo 3 puede estar todo el mundo de las ideas, y todo el mundo falsedades, teorías tímidas sin desarrollar, nuestro pasado y, en definitiva, todo el depósito de frutos del hombre. Lo único que se requiere para el Mundo 3 es que sean públicos, ya escritos, orales u otro modo. Es interesante cómo esa dirección que marcó Popper es parecida al impulso de la acción social en Weber en mi Max Weber Y La Acción Social, idea similar a la visión del hombre social de Simmel, pero esa orientación de Popper es mucho suponer.