jesus monsivais
26/03/2007, 20:58
Me encantan los carros, tuve un le barón de 8 cilindros, me pasee con él por muchas carreteras, a cada rato me paraba la federal, porqué viajaba solo, y como tenia vidrios ahumados se veía muy sospechoso, era rojo de dos puertas
de tanto dale y dale, con eso de que me gustaban las carreras, me iba de Monterrey a Reynosa a 160 por hora por la libre, tratando de alcanzar a los dizque tranquilos autobuses, qué dicen 95 máximo por hora, me acabe el motor
Como tenia varios carros me puse a estudiar mecánica, me volví muy competente, y esa vez me puse a reparar el motor de ese carro, todo nuevo, le puse como 5mil pesos hace 15 años, después de una reparación cualquier motor se sobrecalienta los primeros kilómetros, pasando una semana se estabilisa, lo lleve y lo traje varias veces a caderyta para asentarlo, y según yo estaba listo.
Tenia yo mi grupo de músicos para tocar en iglesias, había una señora rusa recién llegada a la ciudad, ella se caso con un cubano, él era violinista, ella en un intercambio la mandaron de traductora de ingles a cuba y conoció a su esposo y juntos desertaron del comunismo, huyeron a méxico, ella toca muy bien el piano e inmediatamente le di trabajo, teníamos meses trabajando juntos, su esposo es un hombre de 2 metros tipo silvestre estalone.
También trabajaba con una flautista, su esposo fue teniente en él ejercito y se retiro para trabajar en la orquesta, ella muy emprendedora tiene una boutique en galerias, pero le gusta mucho tocar mas por gusto que por dinero.
Me dice el esposo de la pianista te la encargo mucho, pues si le pasa algo ya sabes como te va, paso por la flautista y me dice su esposo, nadamas porque te tengo mucha confianza te la dejo para que vaya contigo.
la pianista llevaba un vestido negro de noche hasta la rodilla, parecía modelo, rubia ojos azules, tacón delgadito y con una presencia que intimida a cualquiera,
La flautista era una muchacha de 170,con medidas perfectas, se trajo un vestidito que le sacaría suspiros a cualquiera, blanca de pelo largo castaño, ojos cafés, sin maquillaje, pues no lo necesitaba.
Íbamos bien tranquilos en el carro con el clima prendido y como siempre a las carreras, confiado en que traía mi carro con maquina nueva, teníamos que tocar en monclova, solo ellas y yo., como a la tercera parte del camino que se empieza a calentar el carro, nadamas apague el clima y no les dije nada, a los pocos kilómetros ya era imposible continuar.
muchachas lo siento nos tenemos que detener, en medio de la nada, solo matorrales y desierto, paré el carro abrí el radiador y salió una nube de vapor, no quedo nada de agua,
Que hacemos nos regresamos, no como crees vamos a pedir aventon, dijeron, estaban ellas tan presentables que apenas se pusieron en la orilla de la carretera se paro una camioneta.
Súbanse dijeron dos muchachos, ellas en medio y yo en la caja de atrás, apenas íbamos a arrancar y dice una de ellas, pero como vas a dejar tu carro en la carretera abandonado, mañana no tendrás ni llantas, bueno pues que sugieren, mejor quédate tu con él y buscas ayuda.
Están seguras muchachas, pregunte, si no te preocupes estamos grandecitas y nos cuidamos solas, los muchachos de la camioneta se emocionaron, y bueno si ustedes dicen aquí me quedo.
Me fui caminando, encontré una laguna de lluvia, me regrese, logre prender el carro y lo acerque, le puse agua con una botella de refresco, después de varios intentos por fin se enfrió, avance hacia un rancho y encontré un poso de agua, como nadie contesto encontré un bote grande, me lo lleve con agua, de rancho en rancho y llegue como a 15 kilómetros de Monclova.
Por fin se detuvo un autobús y llegue a la central, me dirigí a la cafetería, ahí estaban las muchachas, lograron llegar a la misa, pero como no sabían dónde se podía tocar interrumpieron la misa varias veces, hicieron un oso de aquellos.
Les pague doble por su arriesgada decisión de irse solas, se fueron contentas, y yo me quede al siguiente DIA para recuperar el carro.
de tanto dale y dale, con eso de que me gustaban las carreras, me iba de Monterrey a Reynosa a 160 por hora por la libre, tratando de alcanzar a los dizque tranquilos autobuses, qué dicen 95 máximo por hora, me acabe el motor
Como tenia varios carros me puse a estudiar mecánica, me volví muy competente, y esa vez me puse a reparar el motor de ese carro, todo nuevo, le puse como 5mil pesos hace 15 años, después de una reparación cualquier motor se sobrecalienta los primeros kilómetros, pasando una semana se estabilisa, lo lleve y lo traje varias veces a caderyta para asentarlo, y según yo estaba listo.
Tenia yo mi grupo de músicos para tocar en iglesias, había una señora rusa recién llegada a la ciudad, ella se caso con un cubano, él era violinista, ella en un intercambio la mandaron de traductora de ingles a cuba y conoció a su esposo y juntos desertaron del comunismo, huyeron a méxico, ella toca muy bien el piano e inmediatamente le di trabajo, teníamos meses trabajando juntos, su esposo es un hombre de 2 metros tipo silvestre estalone.
También trabajaba con una flautista, su esposo fue teniente en él ejercito y se retiro para trabajar en la orquesta, ella muy emprendedora tiene una boutique en galerias, pero le gusta mucho tocar mas por gusto que por dinero.
Me dice el esposo de la pianista te la encargo mucho, pues si le pasa algo ya sabes como te va, paso por la flautista y me dice su esposo, nadamas porque te tengo mucha confianza te la dejo para que vaya contigo.
la pianista llevaba un vestido negro de noche hasta la rodilla, parecía modelo, rubia ojos azules, tacón delgadito y con una presencia que intimida a cualquiera,
La flautista era una muchacha de 170,con medidas perfectas, se trajo un vestidito que le sacaría suspiros a cualquiera, blanca de pelo largo castaño, ojos cafés, sin maquillaje, pues no lo necesitaba.
Íbamos bien tranquilos en el carro con el clima prendido y como siempre a las carreras, confiado en que traía mi carro con maquina nueva, teníamos que tocar en monclova, solo ellas y yo., como a la tercera parte del camino que se empieza a calentar el carro, nadamas apague el clima y no les dije nada, a los pocos kilómetros ya era imposible continuar.
muchachas lo siento nos tenemos que detener, en medio de la nada, solo matorrales y desierto, paré el carro abrí el radiador y salió una nube de vapor, no quedo nada de agua,
Que hacemos nos regresamos, no como crees vamos a pedir aventon, dijeron, estaban ellas tan presentables que apenas se pusieron en la orilla de la carretera se paro una camioneta.
Súbanse dijeron dos muchachos, ellas en medio y yo en la caja de atrás, apenas íbamos a arrancar y dice una de ellas, pero como vas a dejar tu carro en la carretera abandonado, mañana no tendrás ni llantas, bueno pues que sugieren, mejor quédate tu con él y buscas ayuda.
Están seguras muchachas, pregunte, si no te preocupes estamos grandecitas y nos cuidamos solas, los muchachos de la camioneta se emocionaron, y bueno si ustedes dicen aquí me quedo.
Me fui caminando, encontré una laguna de lluvia, me regrese, logre prender el carro y lo acerque, le puse agua con una botella de refresco, después de varios intentos por fin se enfrió, avance hacia un rancho y encontré un poso de agua, como nadie contesto encontré un bote grande, me lo lleve con agua, de rancho en rancho y llegue como a 15 kilómetros de Monclova.
Por fin se detuvo un autobús y llegue a la central, me dirigí a la cafetería, ahí estaban las muchachas, lograron llegar a la misa, pero como no sabían dónde se podía tocar interrumpieron la misa varias veces, hicieron un oso de aquellos.
Les pague doble por su arriesgada decisión de irse solas, se fueron contentas, y yo me quede al siguiente DIA para recuperar el carro.