mr. peralta
20/03/2007, 02:59
Delante de ti siempre fui niño,
Fui inocente e ingenuo, un joven de mi casa,
Así me llamaría, pero no te culpo, te agradezco,
Y es que de ti aprendí desde el arte hasta el deporte.
Por eso en mi pasado estas como una de mis influencias,
Muchas veces me olvido de Neruda o de Benedetti,
Y con pensar en ti me llegan a la mente historias sin fin,
No fuimos una larga historia, pero tuvimos largos días y horas.
Se que muchos se entristecen al verte partir,
Pero conmigo no fue así, no llore, reí,
Y aun te recuerdo y no te recuerdo con nostalgia,
Te recuerdo con sonrisas y carcajadas.
Fueron momentos llenos de arte,
Supe dibujar en tu vientre el techo de la capilla aquella romana,
Me ensañaste a danzar de rodillas y de espaldas a mi colchón,
Me enseñaste a correr desde tu frente a tus tobillos.
Me ensañaste a cantar en gemidos la más dulce sinfonía.
Al final me di cuenta que todo fue como fue por sus razones,
Conmigo fue tu primera vez y aun así, a mi lado, ambos inexpertos,
Con el libido en éxtasis, nos convertimos en amantes,
Y no solo de sabanas y de almohadas, quizás mas,
Y tú y solo tú, te convertiste en mi amante maestra y perfecta.
Fui inocente e ingenuo, un joven de mi casa,
Así me llamaría, pero no te culpo, te agradezco,
Y es que de ti aprendí desde el arte hasta el deporte.
Por eso en mi pasado estas como una de mis influencias,
Muchas veces me olvido de Neruda o de Benedetti,
Y con pensar en ti me llegan a la mente historias sin fin,
No fuimos una larga historia, pero tuvimos largos días y horas.
Se que muchos se entristecen al verte partir,
Pero conmigo no fue así, no llore, reí,
Y aun te recuerdo y no te recuerdo con nostalgia,
Te recuerdo con sonrisas y carcajadas.
Fueron momentos llenos de arte,
Supe dibujar en tu vientre el techo de la capilla aquella romana,
Me ensañaste a danzar de rodillas y de espaldas a mi colchón,
Me enseñaste a correr desde tu frente a tus tobillos.
Me ensañaste a cantar en gemidos la más dulce sinfonía.
Al final me di cuenta que todo fue como fue por sus razones,
Conmigo fue tu primera vez y aun así, a mi lado, ambos inexpertos,
Con el libido en éxtasis, nos convertimos en amantes,
Y no solo de sabanas y de almohadas, quizás mas,
Y tú y solo tú, te convertiste en mi amante maestra y perfecta.