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mr. peralta
17/03/2007, 22:58
Esto fue algo escrito por Penelope Colado y un servidor, en realidad me encanta... y mi amiga escribe excelente, creo que me opaca en este poema.. jejejeje.

Fernando Peralta.

Se ha derramado la gota que lo define todo,
y has plasmado en tu cara la sonrisa que me da fuerzas,
ánimos para seguir adelante y que este momento sea mas que inolvidable,
que sea más que sexo, más que perversión, más que sonidos graves,
mas que movimientos no coordinados pero que funcionan para el placer de
nuestro cuerpos.

Bañado de ti, de tu cuerpo, de tu pasión, del momento,
y me dejo llevar de las notas musicales que escribes sobre mí,
sobre mi mente, sabes dar el toque perfecto para quedar estupefacto,
y se siente tan mágico y el amor no ha pasado por estos lados.

Observo como tu pelo pierde su esplendor y tu cuerpo es lo más brillante,
en el universo, en el cielo, en el techo blanco que es opacado por tus ojos,
tan profundos, expresivos, pero no mas que tus manos, que gritaron,
sin amor me amaron, sin boca me besaron, sin razón, me desearon.

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Y llega el momento que odias, el que sabe amargar todo en un instante,
en milésimas de segundo, en el que debo llorar, pero solo me hace sonreír,
en el que veo tu cuerpo vestido otra vez,
en el que arreglas el maquillaje que se corrió, que nuestro sudor arruinó,
en el que abandonas mi habitación sin decir adiós, sin mirar atrás.

Penélope Collado.

Dos cuerpos laxos, el tuyo, el mío,
perdidos en el mar infinito de las sabanas,
envueltos en el aire, olor a sexo,
restos de una pasión consumada,
de un momento de delirio,
un carnaval de gritos y pausas.
Y ahora solo hay humo donde hubo fuego,
humo en mi vientre,
humo en tus labios,
humo maldito en el tiempo que corre una vez mas,
que nos recuerda lo efímero de todo esto, de nosotros mismos,
que ya solo queda la huella
de lo que tus manos me regalaron,
una carrera hacia el tope,
un trozo de cielo en mis piernas.
Un momento.


Y te miro,
solo veo hollín en tus manos,
nuestras alas se hicieron polvo,
a lo mejor por querer jugar a ser Ángeles,
pero si ellos, en su Áurea divinidad,
no pecan no desean no tiemblan no gimen,
no sienten.
Y son mías las lágrimas que se arremolinan detrás de mis parpados,
cerrados por el deseo, por la vergüenza, por el tedio,
por nuestro adiós inminente...
ya tu sonrisa perdió su magia,
y lo único que conservo de tu boca es el sabor.
Dame un último beso, antes que yo también pierda en tus ojos,
la luz que viste en mí.

Te regalo una sonrisa,
que otra cosa puedo darte ahora?

11:59
Bien sabes como odio esto,
pero nada mas podemos hacer,
no mereces verme llorar por algo que no comprenderías,
me voy antes que la noche se haga más negra,
antes que el reloj, en su tic tac infernal
marque las 12, la hora fatal,
la hora que podría traer la magia devuelta a ti.
Me pongo la mascara,
me convierto en un manojo de imposibles...
los segundos parecen cortar las paredes,
y el calor, el calor....
perdón, te digo sin palabras,
me volteo y siento tus ojos en mi espalda,
la sonrisa que dibujas para esconderte.
Ha llegado el momento,
me voy sin decir adiós.