Jim
16/02/2007, 13:35
Quise ser aceptado alguna vez en la vida,
pero desperté un día dándome cuenta
que no cuenta lo que has hecho por ganarte a los demás,
que pasas los días en la tierra vagando,
ensuciando el tiempo con una vida llena de horas y horarios,
trabajo y dinero, sexo y drogas, emociones vacías, sin sentimientos.
Despierto, y sólo veo rostros con sonrisas falsas y sin ganas;
sólo allí viviendo por inercia.
Despierto y lo que encuentro son caras, imágenes, cascarones…
sólo representantes y representados. Y de repente me siento solo…
Y las metáforas que desbordaban mi papel se vuelven aire,
mi poesía se hace tosca
y, sólo ese día me di cuenta que se acercaba el final de esta etapa,
que estaba a punto de comenzar otra vez una vida nueva.
Y me alegré de estar triste,
porque recordé que esa tristeza siempre antecede los momentos de alegría.
Pero luego recordé que siempre en estos momentos contaba con ella,
y aferrado a su recuerdo obtenía ganas de seguir.
Y a partir de ese momento cai en el letargo en que ahora me encuentro, alimentando su olvido con mi felicidad;
zombi y sin emociones, sensaciones; ni siquiera desamor.
No siento odio y no siento dolor… no siento penas ni remordimientos…
no se que siento...
pero mañana, si me despierto dandome cuenta que por fin ya la he olvidado
talvez morire conforme porque ha valido la pena, sólo talvez...
pero desperté un día dándome cuenta
que no cuenta lo que has hecho por ganarte a los demás,
que pasas los días en la tierra vagando,
ensuciando el tiempo con una vida llena de horas y horarios,
trabajo y dinero, sexo y drogas, emociones vacías, sin sentimientos.
Despierto, y sólo veo rostros con sonrisas falsas y sin ganas;
sólo allí viviendo por inercia.
Despierto y lo que encuentro son caras, imágenes, cascarones…
sólo representantes y representados. Y de repente me siento solo…
Y las metáforas que desbordaban mi papel se vuelven aire,
mi poesía se hace tosca
y, sólo ese día me di cuenta que se acercaba el final de esta etapa,
que estaba a punto de comenzar otra vez una vida nueva.
Y me alegré de estar triste,
porque recordé que esa tristeza siempre antecede los momentos de alegría.
Pero luego recordé que siempre en estos momentos contaba con ella,
y aferrado a su recuerdo obtenía ganas de seguir.
Y a partir de ese momento cai en el letargo en que ahora me encuentro, alimentando su olvido con mi felicidad;
zombi y sin emociones, sensaciones; ni siquiera desamor.
No siento odio y no siento dolor… no siento penas ni remordimientos…
no se que siento...
pero mañana, si me despierto dandome cuenta que por fin ya la he olvidado
talvez morire conforme porque ha valido la pena, sólo talvez...