ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
08/02/2007, 09:09
La espontaneidad como estado conforme a nada, surgimiento imprevisto e indeterminado, es una idea difícil de pensar. Las relaciones que guarda con el libre albedrío, y como supuesto de la condición humana en cuanto a sus acciones, lleva el tren a un descarrilamiento conocido como ignorancia. Estar bajo el influjo de algo y no saberlo no es lo mismo que no estar bajo el influjo de nada. La identidad como principio de continuidad es además de sintética, justificadora. La espontaneidad como causa sui puede ser que exista realmente y, al no saber bien qué es –esencialidad-, debemos intentar investigar en todos los casos que se den lo que la invalida. A este propósito decía Schopenhauer, en un bello pasaje de su gran obra fundamental, que nada es más sencillo en el hombre que engañarse a sí mismo. Algunas de las consecuencias de este engaño las plasmarían dramáticamente Cervantes y Dostoievski
El fenómeno de la espontaneidad requiere un cauce través del cual fluya el río, que es lo que quiso decir Kant con que imponemos al mundo las condiciones para que se de. Esta teoría no niega el orden del mundo, nos mete en él, idea muy parecida a las de Gibson y Mach, este último atendiendo a un sentido de Schopenhauer y Goethe. Comentaba el otro día esto mismo a Santiago Bolso acerca de los planos superpuestos, en mi ¿Puede ser el conocimiento una regla para la autodeterminación?, en este foro; éstos se darían simultáneamente desde otra gran teoría de Kant, los juicios sintéticos a priori, sobre la que uno de éstos días expondré algunas diferencias, y que se encuentra en la más profunda de todas las obras por mí leídas, la Crítica de la razón pura.
El fenómeno de la espontaneidad requiere un cauce través del cual fluya el río, que es lo que quiso decir Kant con que imponemos al mundo las condiciones para que se de. Esta teoría no niega el orden del mundo, nos mete en él, idea muy parecida a las de Gibson y Mach, este último atendiendo a un sentido de Schopenhauer y Goethe. Comentaba el otro día esto mismo a Santiago Bolso acerca de los planos superpuestos, en mi ¿Puede ser el conocimiento una regla para la autodeterminación?, en este foro; éstos se darían simultáneamente desde otra gran teoría de Kant, los juicios sintéticos a priori, sobre la que uno de éstos días expondré algunas diferencias, y que se encuentra en la más profunda de todas las obras por mí leídas, la Crítica de la razón pura.