Mircko
04/02/2007, 19:27
Cada uno de los juegos del amor está regulado por las leyes de la física, desde la termodinámica hasta la hidrodinámica, física de fluidos o cuerpos sumergidos.
Durante siglos, el proceso de erección constituyó un gran misterio para los médicos y estudiosos de la Antigüedad, hace más de 2300 años el célebre filósofo Aristóteles sostuvo que el ‘elemento’ responsable del tal cambio era el aire acumulado dentro del pene.
Al hablar de pene se suelen alabar su longitud y dureza (tenacidad), utilizando para ello dos propiedades físicas propias de los cuerpos rígidos como el hierro o la madera.
También aplicamos otras propiedades como resistencia, alargamiento, dilatación o potencia.
Un estudio realizado en la Universidad holandesa de Groningen demostró que durante el coito el pene no penetra en la vagina en posición recta, sino que se curva y toma una forma similar a la de un bumerán.
A lo largo de todo el cuerpo del pene, la uretra está rodeada por tejido esponjoso llamado cuerpo esponjoso.
Éste se llena con sangre, que proviene de una red de arterias pequeñas, durante la excitación sexual, y es este aumento en el suministro de sangre consigue que el tubo se mantenga vertical gracias a la presión hidrostática del fluido.
Todo ello se ha producido por la contracción muscular de las venas que drenan la sangre del pene, que causan y mantienen la erección, al soportar la sangre situada en la parte inferior el peso de la que se encuentra en la parte superior.
Para entenderlo podemos imaginar una manguera conectada a una llave.
Si está cerrada, la manguera estará flácida; pero al abrirla, la presión hidrostática del agua la tensará.
¿Y qué tiene esto que ver con el sexo?
Pues que así funciona una erección.
Si el aporte de riego sanguíneo no es el suficiente, la presión hidrostática tampoco es la necesaria para conseguir la erección con lo que se produce la flacidez.
Cuando hay una obstrucción en la base del pene, la velocidad de la sangre disminuye debida a una mayor resistencia del fluido por lo que según el efecto Venturi la presión disminuye, con lo que de nuevo se da la flacidez.
Durante siglos, el proceso de erección constituyó un gran misterio para los médicos y estudiosos de la Antigüedad, hace más de 2300 años el célebre filósofo Aristóteles sostuvo que el ‘elemento’ responsable del tal cambio era el aire acumulado dentro del pene.
Al hablar de pene se suelen alabar su longitud y dureza (tenacidad), utilizando para ello dos propiedades físicas propias de los cuerpos rígidos como el hierro o la madera.
También aplicamos otras propiedades como resistencia, alargamiento, dilatación o potencia.
Un estudio realizado en la Universidad holandesa de Groningen demostró que durante el coito el pene no penetra en la vagina en posición recta, sino que se curva y toma una forma similar a la de un bumerán.
A lo largo de todo el cuerpo del pene, la uretra está rodeada por tejido esponjoso llamado cuerpo esponjoso.
Éste se llena con sangre, que proviene de una red de arterias pequeñas, durante la excitación sexual, y es este aumento en el suministro de sangre consigue que el tubo se mantenga vertical gracias a la presión hidrostática del fluido.
Todo ello se ha producido por la contracción muscular de las venas que drenan la sangre del pene, que causan y mantienen la erección, al soportar la sangre situada en la parte inferior el peso de la que se encuentra en la parte superior.
Para entenderlo podemos imaginar una manguera conectada a una llave.
Si está cerrada, la manguera estará flácida; pero al abrirla, la presión hidrostática del agua la tensará.
¿Y qué tiene esto que ver con el sexo?
Pues que así funciona una erección.
Si el aporte de riego sanguíneo no es el suficiente, la presión hidrostática tampoco es la necesaria para conseguir la erección con lo que se produce la flacidez.
Cuando hay una obstrucción en la base del pene, la velocidad de la sangre disminuye debida a una mayor resistencia del fluido por lo que según el efecto Venturi la presión disminuye, con lo que de nuevo se da la flacidez.