karlacris
30/11/2006, 19:35
Pensé que mi vida era como un círculo, siempre llegando al mismo lugar de donde había comenzado, pero al meditar me he dado cuenta que no.
Es más bien como un espiral ya que a pesar de que las situaciones parecieran las mismas no lo son, hay aprendizajes nuevos y experiencias nunca antes vividas lo que hace que mi vida sea cualitativamente distinta.
Y hay ocasiones en las que quisiera borrar ciertas memorias de mi vida, fotografías de vivencias que hacen daño, más sin embargo sé que todas esas experiencias han contribuido a ser lo que soy en este momento sin más y sin menos.
Y en otras ocasiones quisiera que ciertos momentos de mi vida durasen por siempre, como congeladas, suspendidas en el tiempo, pero también sé que eso no es posible, que la vida es un continuo movimiento, un andar sin fin, no un estancamiento emocional.
Pero si quiero ser totalmente sincera en este punto de mi vida tengo que confesar que me he quedado sin fuerzas y sin motivaciones... que siento que estoy sentada viendo pasar mi vida como si de una proyección se tratara. Me siento como una autómata a la que se le exige hacer ciertas cosas pero sin que ponga la más mínima motivación en ellas. Mis sentidos estaban anestesiados, buscaba las lágrimas y no las encontraba pero ya encontraron ellas su propio camino hacia mis ojos y ahora pareciera que no las puedo contener. Y mi risa es hueca y un vil remedo de lo que fue ayer... pero sigo riendo para no olvidarme del sonido de mi risa, sigo haciendo cosas para no olvidarme que el sentido de mi vida es poner parte de mi en lo que hago y dejo que las lágrimas rueden con el único objetivo de no enterrar mis emociones.
No me daré el chance de olvidar que no dependo de nadie para ser feliz, que no importa si hay promesas que no se cumplen o sueños que no pasan de ser eso: sueños, que todavía seré capaz de formar nuevas ilusiones que algún día no se harán añicos...
Y no me daré el chance de olvidar quien soy yo. Con mis fortalezas y mis debilidades, con mi locura y mi sensatez, con mi amor y mis ilusiones, con mis desengaños y mis decepciones, con mis risas y con mis lágrimas... Que todo eso forma lo que soy: única, individual, sin copias, sin caretas, ni dobleces...
Es más bien como un espiral ya que a pesar de que las situaciones parecieran las mismas no lo son, hay aprendizajes nuevos y experiencias nunca antes vividas lo que hace que mi vida sea cualitativamente distinta.
Y hay ocasiones en las que quisiera borrar ciertas memorias de mi vida, fotografías de vivencias que hacen daño, más sin embargo sé que todas esas experiencias han contribuido a ser lo que soy en este momento sin más y sin menos.
Y en otras ocasiones quisiera que ciertos momentos de mi vida durasen por siempre, como congeladas, suspendidas en el tiempo, pero también sé que eso no es posible, que la vida es un continuo movimiento, un andar sin fin, no un estancamiento emocional.
Pero si quiero ser totalmente sincera en este punto de mi vida tengo que confesar que me he quedado sin fuerzas y sin motivaciones... que siento que estoy sentada viendo pasar mi vida como si de una proyección se tratara. Me siento como una autómata a la que se le exige hacer ciertas cosas pero sin que ponga la más mínima motivación en ellas. Mis sentidos estaban anestesiados, buscaba las lágrimas y no las encontraba pero ya encontraron ellas su propio camino hacia mis ojos y ahora pareciera que no las puedo contener. Y mi risa es hueca y un vil remedo de lo que fue ayer... pero sigo riendo para no olvidarme del sonido de mi risa, sigo haciendo cosas para no olvidarme que el sentido de mi vida es poner parte de mi en lo que hago y dejo que las lágrimas rueden con el único objetivo de no enterrar mis emociones.
No me daré el chance de olvidar que no dependo de nadie para ser feliz, que no importa si hay promesas que no se cumplen o sueños que no pasan de ser eso: sueños, que todavía seré capaz de formar nuevas ilusiones que algún día no se harán añicos...
Y no me daré el chance de olvidar quien soy yo. Con mis fortalezas y mis debilidades, con mi locura y mi sensatez, con mi amor y mis ilusiones, con mis desengaños y mis decepciones, con mis risas y con mis lágrimas... Que todo eso forma lo que soy: única, individual, sin copias, sin caretas, ni dobleces...