Marea
07/11/2006, 09:36
El nerviosismo hace que el tiempo vuele y las cosas que hasta minutos antes eran sencillas se vuelvan verdaderas pruebas de sobrevivencia. El cuarto donde me vesto con el caer de la noche aumentaba en temperatura, si tan sólo pudiera robar 15 minutos de los ya pasados y que no sirvieron para descansar ni adelantar nada , sólo se perdieron...cómo se recobra el tiempo perdido...seguramente podria hacer un ensayo sobre el tiempo y sus vicisitudes y resultaria más coherente que hacer combinar el vestido con uno de los tres pares de zapatos que estan sobre la cama, que ya han criado ojos y bocas cuchucheantes entre ellos y me miran con desconfianza adivininando una mala elección...
Un toquecito corto y bajo en la puerta, es la señal antes acordada que me avisaría tu llegada...por qué a la hora exacta???, si en tanto tiempo nunca hubo un reclamo o un acento especial en los horarios, hoy sí es importante. Siento las manos mojadas, la cintura mojada, los brazos frios... ¿será que hace más calor que otros días?.
Me coloco el vestido rojo, el que elegimos juntos y recibí con sonrisa complaciente el dia en que decidimos que hoy lo usaria. Me miro en el espejo y veo un vestido rojo sobre un maniquí cansado y tiritón, pero me doy ánimos pensando en que los diseñadores son artístas que hacen que estos bellos modelos caminen solos, ya no tengo tiempo de dialogar con mis zapatos, opto por los más cómodos aquellos que me permitan no caer cuando mis rodillas no sean capaces de mantener mi nerviosismo...Ya está, afuera!...
Al abrir la puerta, me refresca una pequeñas brisa mucho más fría que el infierno de mi cuarto, me acaricia y me calma, de cierto modo inunda de oxigeno todos mis poros. Bajo lentamente las escaleras y puedo verte sentado, con las manos entrelazadas apoyando los antebrazos en tus muslos. No veo tu rostro , pero lo imagino expectante, quizas preguntandose si habrias adelantado demasiado tu llegada o si algún problema de última hora retrasa mi bajada....es extraño a pesar de querer estar rápidamente contigo, me gustaria quedarme un rato acá escondida mirando tus movimientos, lo que gesticulas cuando no te veo, si el nerviosismo hace que lleves las manos a la boca para comerte las uñas o sólo morderte los dedos, cosas que sé no harias si estuviera en frente tuyo, es impresionante como ya avanzado tanto tiempo descubro mis rasgos voyerístas.
Doy el paso al último escalón y giro a la sala, me ves y te levantas lentamente, todo lo que llevas puesto combina perfectamente y cae con la naturalidad de la elegancia innata, tal y como tantas veces imaginé en mis vuelos de mariposa. Tu rostro dibuja una sonrisa cálida y franca, te gusta lo que ves, como un artista que busca el mejor marco para su cuadro y al encontrarlo entre varios dice "ese es..."
Eres un principe frente a mi, te ves tan digno, firme, seguro y al estirar tu brazo me dices con voz suave y amorosa..."lista, nos vamos", respondo tratando de no atropellar las palabras..."si, cuando quieras", me acerco a ti liviana como pluma, con pasos quietos de avestruz, disimulando la chiquilla que dentro del vestido salta y rie feliz sobre una cama de agua...:razz:
Un toquecito corto y bajo en la puerta, es la señal antes acordada que me avisaría tu llegada...por qué a la hora exacta???, si en tanto tiempo nunca hubo un reclamo o un acento especial en los horarios, hoy sí es importante. Siento las manos mojadas, la cintura mojada, los brazos frios... ¿será que hace más calor que otros días?.
Me coloco el vestido rojo, el que elegimos juntos y recibí con sonrisa complaciente el dia en que decidimos que hoy lo usaria. Me miro en el espejo y veo un vestido rojo sobre un maniquí cansado y tiritón, pero me doy ánimos pensando en que los diseñadores son artístas que hacen que estos bellos modelos caminen solos, ya no tengo tiempo de dialogar con mis zapatos, opto por los más cómodos aquellos que me permitan no caer cuando mis rodillas no sean capaces de mantener mi nerviosismo...Ya está, afuera!...
Al abrir la puerta, me refresca una pequeñas brisa mucho más fría que el infierno de mi cuarto, me acaricia y me calma, de cierto modo inunda de oxigeno todos mis poros. Bajo lentamente las escaleras y puedo verte sentado, con las manos entrelazadas apoyando los antebrazos en tus muslos. No veo tu rostro , pero lo imagino expectante, quizas preguntandose si habrias adelantado demasiado tu llegada o si algún problema de última hora retrasa mi bajada....es extraño a pesar de querer estar rápidamente contigo, me gustaria quedarme un rato acá escondida mirando tus movimientos, lo que gesticulas cuando no te veo, si el nerviosismo hace que lleves las manos a la boca para comerte las uñas o sólo morderte los dedos, cosas que sé no harias si estuviera en frente tuyo, es impresionante como ya avanzado tanto tiempo descubro mis rasgos voyerístas.
Doy el paso al último escalón y giro a la sala, me ves y te levantas lentamente, todo lo que llevas puesto combina perfectamente y cae con la naturalidad de la elegancia innata, tal y como tantas veces imaginé en mis vuelos de mariposa. Tu rostro dibuja una sonrisa cálida y franca, te gusta lo que ves, como un artista que busca el mejor marco para su cuadro y al encontrarlo entre varios dice "ese es..."
Eres un principe frente a mi, te ves tan digno, firme, seguro y al estirar tu brazo me dices con voz suave y amorosa..."lista, nos vamos", respondo tratando de no atropellar las palabras..."si, cuando quieras", me acerco a ti liviana como pluma, con pasos quietos de avestruz, disimulando la chiquilla que dentro del vestido salta y rie feliz sobre una cama de agua...:razz: