juanerick
04/11/2006, 21:06
En cuerpo ajeno
La sexta versión del llamado 'Ciclo Rosa', abre el espacio para abordar el transexualismo.
"NO SOY UN HOMBRE que se quiere vestir de mujer o actuar como tal. No quiero parecer una mujer como las travestis, que se ponen senos y actúan como mujeres, pero conservando el pene. No quiero tener pene, ni pelo en el pecho. Quiero actuar como lo que soy, como una mujer", dice Marcela*, de 45 años, quien hace tres años se sometió a un proceso de reasignación de sexo y quien dice ser la primera transexual que ha logrado tener la patria potestad de su hija.
Un valioso testimonio que, como el de la cineasta Carolina Valencia, que vive desde hace 35 años en Canadá y quien desde el año pasado dejó de ser Carlos Valdivieso, tienen cabida en la sexta versión del llamado Ciclo Rosa, organizado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo -participan la Cinemateca Distrital, el Centro Colombo Americano de Medellín, la Secretaría de Gobierno de Bogotá y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana-, un evento que se ha consolidado como uno de los espacios más importantes para identificar, discutir y hacer visible el tema de la diversidad sexual.
El programa, que este año incluye 40 películas de 15 países, comprende además un ciclo académico en el que participan investigadores, directores de cine, artistas y expertos nacionales e internacionales que hacen una aproximación a los transgeneristas - transexuales, travestis, transformistas...- tanto desde sus oficios y prácticas artísticas, como desde sus conocimientos en Medicina, Ética, Psicología y Derecho. El objetivo: abrir un espacio de inclusión y comprensión para las personas 'trans' que, como Marcela y Carolina se vieron obligadas por cuenta de los prejuicios sociales a llevar una vida que sólo en apariencia era normal.
"Traté de acoplarme a un rol", dice Marcela mientras hurga en sus más lejanas memorias y busca la vieja foto que la identifica como un ejecutivo. En 1986 empezó su primer proceso de reasignación de sexo que suspendió porque aún no se sentía capaz de enfrentarse a señalamientos y preguntas. Cuatro años después, a finales del 90, decidió una vez más someterse al cambio de género y una vez más se echó para atrás, pues empezó a salir con Sonia, una cristiana madre de un pequeño de dos años, que conocía su proceso y que tal vez creyó que podía "salvarlo". "Me convencí de que estaba cometiendo un pecado al creer que era una mujer y busqué un milagro que me salvara -cuenta-. Nos volvimos líderes y dictábamos cursos de parejas responsables".
El noviazgo duró hasta noviembre de 1992, cuando se casaron por lo civil. En 1993, nació María y durante siete años todo pareció funcionar. Había armonía en el trato pero no tenían relaciones sexuales. "Éramos sólo espíritu, no necesitábamos de carne", dice. El final no fue bueno: Sonia se fue con los niños al ver que su marido se estaba convirtiendo en una mujer, y él perdió el trabajo y aunque no fue despedido -porque es ilegal- lo cambiaron de sede y luego, con el pretexto de que no daba los resultados esperados, lo obligaron a renunciar.
Maneras de ser
"Vivir en cuerpo ajeno es doloroso", dice Marina Talero, psicóloga directora de Trans-Ser, una red de apoyo psicológico, social, médico y jurídico para la comunidad LGBT -lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas - y en particular para esta última comunidad y sus familiares, organización que además impulsa cambios en las políticas públicas y en los imaginarios de la gente para que la sociedad se vuelva más incluyente y acepte y respete la diversidad sexual.
Según Talero, hablar de personas transgeneristas es hablar de "personas que construyen nuevas subjetividades o que transitan por el género", y eso incluye a los travestis, transformistas, drag queens, intersexuales, andróginos y transexuales, términos que identifican diferentes maneras de ser (ver recuadro).
En el caso específico del transexualismo, aunque en Colombia no existen estadísticas, en algunos estudios el número de hombres que quieren convertirse en mujer duplica al de las mujeres que quieren reasignarse como hombres. Según la psicóloga, nacer con unas características fisonómicas -pene o vagina- no garantiza masculinidad o feminidad, y explica que "con el sólo hecho de soñar con tener otro sexo y tener claro que el paso siguiente es cambiarlo, la persona ya se la considera como tal". En resumen, la transexualidad se relaciona con un fuerte anhelo de transformación que incluye los genitales.
Reasignación de sexo
Cambiar de sexo es factible mediante una cirugía que es denominada reasignación sexual, y se trata de una intervención que desde hace más de 40 años se practica en Colombia. Sin embargo, para llegar a esta etapa se requiere un proceso que debe hacerse según un riguroso protocolo médico y psicológico y de una "prueba de vida". Quien quiere reemplazar el sexo debe vivir en lo cotidiano, por cerca de dos años , el género al que quiere pertenecer.
Por otra parte, y en el caso que se trate originalmente de una mujer, se requiere una etapa de tratamiento hormonal personalizado -bloqueo de la producción natural de estrógenos y administración de testosterona-, que puede ser seguida por una mastectomía, extirpación de mamas y luego por una histerectomía o extirpación de ovarios y útero; si la persona quiere, puede optar por un alargamiento del clítoris, pues la faloplastia aun no ha dado óptimos resultados.
No es una decisión fácil, sobre todos en sociedades donde persisten tantos prejuicios, pero hay quienes están dispuestos a enfrentarse a los señalamientos pues consideran que es peor vivir atrapados en el cuerpo equivocado. "Es como tener que vivir dentro de la burka de tu cuerpo", asegura un transexual que nació con cuerpo de mujer y que toda la vida se ha sentido hombre.
*Nombre cambiado
QUIÉN ES QUIÉN
TRAVESTI. Persona que llega a la hormonoterapia, esculpe su cuerpo, se maquilla, cambia de nombre y se asume como mujer, pero no quiere cambiar sus genitales. Un ejemplo de actualidad es el de Laisa protagonista de la telenovela Los Reyes.
TRAVESTIS DE CLÓSET. Hombres que viven en familia con hijos y representan una masculinidad en sus lugares de socialización, pero acostumbran a reunirse con amigos para jugar a ser mujeres.
'DRAG QUEEN' O TRANSFORMISTA. Hombres que disfrutan la transformación en mujeres mediante el vestir y un repertorio de conductas femeninas por un periodo determinado en un escenario, pero en su vida cotidiana viven como hombres.
TRANSEXUAL. Persona que tiene una identificación genérica hacia el sexo opuesto y que psíquicamente responde a ella. Rechaza sus órganos sexuales y su fin es lograr un trueque físico de sus órganos sexuales por medio de una intervención quirúrgica, y con ello también obtener un cambio de la identidad jurídica y social.
INTERSEXUALES. Más conocidos como hermafroditas, son personas que presentan genitales de los dos sexos.
ANDRÓGINOS: Su expresión física como psicológica es ambigua.
Fuente: Revista Cambio.com.co
La sexta versión del llamado 'Ciclo Rosa', abre el espacio para abordar el transexualismo.
"NO SOY UN HOMBRE que se quiere vestir de mujer o actuar como tal. No quiero parecer una mujer como las travestis, que se ponen senos y actúan como mujeres, pero conservando el pene. No quiero tener pene, ni pelo en el pecho. Quiero actuar como lo que soy, como una mujer", dice Marcela*, de 45 años, quien hace tres años se sometió a un proceso de reasignación de sexo y quien dice ser la primera transexual que ha logrado tener la patria potestad de su hija.
Un valioso testimonio que, como el de la cineasta Carolina Valencia, que vive desde hace 35 años en Canadá y quien desde el año pasado dejó de ser Carlos Valdivieso, tienen cabida en la sexta versión del llamado Ciclo Rosa, organizado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo -participan la Cinemateca Distrital, el Centro Colombo Americano de Medellín, la Secretaría de Gobierno de Bogotá y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana-, un evento que se ha consolidado como uno de los espacios más importantes para identificar, discutir y hacer visible el tema de la diversidad sexual.
El programa, que este año incluye 40 películas de 15 países, comprende además un ciclo académico en el que participan investigadores, directores de cine, artistas y expertos nacionales e internacionales que hacen una aproximación a los transgeneristas - transexuales, travestis, transformistas...- tanto desde sus oficios y prácticas artísticas, como desde sus conocimientos en Medicina, Ética, Psicología y Derecho. El objetivo: abrir un espacio de inclusión y comprensión para las personas 'trans' que, como Marcela y Carolina se vieron obligadas por cuenta de los prejuicios sociales a llevar una vida que sólo en apariencia era normal.
"Traté de acoplarme a un rol", dice Marcela mientras hurga en sus más lejanas memorias y busca la vieja foto que la identifica como un ejecutivo. En 1986 empezó su primer proceso de reasignación de sexo que suspendió porque aún no se sentía capaz de enfrentarse a señalamientos y preguntas. Cuatro años después, a finales del 90, decidió una vez más someterse al cambio de género y una vez más se echó para atrás, pues empezó a salir con Sonia, una cristiana madre de un pequeño de dos años, que conocía su proceso y que tal vez creyó que podía "salvarlo". "Me convencí de que estaba cometiendo un pecado al creer que era una mujer y busqué un milagro que me salvara -cuenta-. Nos volvimos líderes y dictábamos cursos de parejas responsables".
El noviazgo duró hasta noviembre de 1992, cuando se casaron por lo civil. En 1993, nació María y durante siete años todo pareció funcionar. Había armonía en el trato pero no tenían relaciones sexuales. "Éramos sólo espíritu, no necesitábamos de carne", dice. El final no fue bueno: Sonia se fue con los niños al ver que su marido se estaba convirtiendo en una mujer, y él perdió el trabajo y aunque no fue despedido -porque es ilegal- lo cambiaron de sede y luego, con el pretexto de que no daba los resultados esperados, lo obligaron a renunciar.
Maneras de ser
"Vivir en cuerpo ajeno es doloroso", dice Marina Talero, psicóloga directora de Trans-Ser, una red de apoyo psicológico, social, médico y jurídico para la comunidad LGBT -lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas - y en particular para esta última comunidad y sus familiares, organización que además impulsa cambios en las políticas públicas y en los imaginarios de la gente para que la sociedad se vuelva más incluyente y acepte y respete la diversidad sexual.
Según Talero, hablar de personas transgeneristas es hablar de "personas que construyen nuevas subjetividades o que transitan por el género", y eso incluye a los travestis, transformistas, drag queens, intersexuales, andróginos y transexuales, términos que identifican diferentes maneras de ser (ver recuadro).
En el caso específico del transexualismo, aunque en Colombia no existen estadísticas, en algunos estudios el número de hombres que quieren convertirse en mujer duplica al de las mujeres que quieren reasignarse como hombres. Según la psicóloga, nacer con unas características fisonómicas -pene o vagina- no garantiza masculinidad o feminidad, y explica que "con el sólo hecho de soñar con tener otro sexo y tener claro que el paso siguiente es cambiarlo, la persona ya se la considera como tal". En resumen, la transexualidad se relaciona con un fuerte anhelo de transformación que incluye los genitales.
Reasignación de sexo
Cambiar de sexo es factible mediante una cirugía que es denominada reasignación sexual, y se trata de una intervención que desde hace más de 40 años se practica en Colombia. Sin embargo, para llegar a esta etapa se requiere un proceso que debe hacerse según un riguroso protocolo médico y psicológico y de una "prueba de vida". Quien quiere reemplazar el sexo debe vivir en lo cotidiano, por cerca de dos años , el género al que quiere pertenecer.
Por otra parte, y en el caso que se trate originalmente de una mujer, se requiere una etapa de tratamiento hormonal personalizado -bloqueo de la producción natural de estrógenos y administración de testosterona-, que puede ser seguida por una mastectomía, extirpación de mamas y luego por una histerectomía o extirpación de ovarios y útero; si la persona quiere, puede optar por un alargamiento del clítoris, pues la faloplastia aun no ha dado óptimos resultados.
No es una decisión fácil, sobre todos en sociedades donde persisten tantos prejuicios, pero hay quienes están dispuestos a enfrentarse a los señalamientos pues consideran que es peor vivir atrapados en el cuerpo equivocado. "Es como tener que vivir dentro de la burka de tu cuerpo", asegura un transexual que nació con cuerpo de mujer y que toda la vida se ha sentido hombre.
*Nombre cambiado
QUIÉN ES QUIÉN
TRAVESTI. Persona que llega a la hormonoterapia, esculpe su cuerpo, se maquilla, cambia de nombre y se asume como mujer, pero no quiere cambiar sus genitales. Un ejemplo de actualidad es el de Laisa protagonista de la telenovela Los Reyes.
TRAVESTIS DE CLÓSET. Hombres que viven en familia con hijos y representan una masculinidad en sus lugares de socialización, pero acostumbran a reunirse con amigos para jugar a ser mujeres.
'DRAG QUEEN' O TRANSFORMISTA. Hombres que disfrutan la transformación en mujeres mediante el vestir y un repertorio de conductas femeninas por un periodo determinado en un escenario, pero en su vida cotidiana viven como hombres.
TRANSEXUAL. Persona que tiene una identificación genérica hacia el sexo opuesto y que psíquicamente responde a ella. Rechaza sus órganos sexuales y su fin es lograr un trueque físico de sus órganos sexuales por medio de una intervención quirúrgica, y con ello también obtener un cambio de la identidad jurídica y social.
INTERSEXUALES. Más conocidos como hermafroditas, son personas que presentan genitales de los dos sexos.
ANDRÓGINOS: Su expresión física como psicológica es ambigua.
Fuente: Revista Cambio.com.co