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Ver la versión completa : Acerca de la Ley de Educación en Argentina



Flavio Vespaciano
20/10/2006, 19:19
Algo escrito por un sacerdote católico:

Queridos amigos:

Ustedes saben que se ha abierto un debate en orden a la promulgación de una futura Ley de Educación Nacional. Sin embargo el Ministerio de Educación de la Nación viene distribuyendo, desde hace un tiempo, los núcleos de aprendizaje prioritarios (NAP). Son unos cuadernillos en los que se van exponiendo los contenidos de las principales disciplinas que tendrán que ser transmitidos obligatoriamente en todo el país.


Al parecer el Ministerio da una gran importancia a estos núcleos porque dice que "son un piso común para todos", "un nivel básico de homogeneidad nacional", que constituyen los "ejes de una educación universal obligatoria". Esto significa que se quiere homogeneizar el conocimiento sobre las principales materias.


Tanta importancia les otorga a estos NAP que para garantizarlos el Estado se atribuye el poder de intervenir mediante evaluaciones bianuales y aun, si es preciso, declarando situaciones de emergencia educativa como para actuar rápidamente y poner remedio, por ejemplo, al incumplimiento de estos contenidos.


Tengo aquí en mis manos un cuadernillo que contiene los NAP de Ciencias Sociales de nivel primario (o sea el primer ciclo de EGB) para chicos de 7 años en adelante. Aquí se habla de las distintas organizaciones sociales en las culturas de la humanidad y la primera propuesta de enseñanza acerca de la familia es el caso de la tribu Massai, una tribu que habita en África, en el sur de Kenya, y que tiene una concepción muy amplia de la familia.


Se dice, por ejemplo, que "en las viviendas viven todos los miembros de una extensa familia cuyo padre ocupa la cabaña central, su primera esposa vive en la siguiente choza a la derecha, la segunda en la de la izquierda y la tercera dos chozas a la derecha. El número de esposas de un hombre depende de su riqueza en rebaños.


Se enumeran también los tipos de familia u organización social en otras culturas, también de la misma América. Se declara en el mismo cuadernillo la intencionalidad de este conocimiento: lo que se quiere es que los chicos aprendan a reconocer diferencias en la organización familiar y, mediante el debate y el intercambio de ideas, "puedan construir representaciones que pongan en cuestión las más estereotipadas y prejuiciosas que suelen estar instaladas en el discurso social". El procedimiento recuerda a un sutil operativo de lavado de cerebro.


Esta consideración de tipos extraños de familia para nosotros tiene por fin que los chicos no se aferren a un modelo de familia como si fuera la única posible o la mejor y es también eso lo que se declara en una cartilla que circula abundantemente y que ha llegado a todas la escuelas.


Se sostiene que no hay un único tipo de familia, ni una que sea la mejor, o la que todos deben tener, sino que hay muchísimos tipos de familia sin importar la forma que tenga: todas son familias. Como decía el personaje de Juan Carlos Altavista, el recordado Minguito: "se' igual". Ésta es la definición del relativismo.


Esto se pretende enseñar a los chicos de 7 años para que comiencen a ir cambiando su idea de la familia, no sea que sigan aferrados al modelo fundado en el matrimonio, unión estable entre un varón y una mujer. Uno puede sospechar que, finalmente, se querrá hacer reconocer a los niños que lo mismo da tener un papá y una mamá que tener dos papás y dos mamás, y que lo mismo valen las mezclas que hoy en día quieren proponerse como realidades aceptables en nuestra organización social.


Pero lo que más preocupación causa es que el Estado se atribuya, además de la capacidad o el poder de enseñar obligatoriamente estas cosas, también el de intervenir autoritativamente para que se cumplan.


Les confieso que estoy un poco desconcertado, porque pensaba que el debate en orden a una Ley de Educación Nacional implicaba también la posibilidad de considerar cuidadosamente cuáles serán los contenidos a trasmitir. Pero, al parecer, éstos ya están decididos por el Ministerio, y la insistencia en homogeneizar el conocimiento y hacer obligatoria la abolición de la concepción natural de la familia se asemeja peligrosamente a una imposición totalitaria. ¡Habrá que estar bien alerta!.


Monseñor Hector Aguer
Arzobispo de La Plata