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Carlos Alberto Carcagno
30/09/2006, 11:28
EL TEOREMA DE INCOMPLETITUD DE GÖDEL


En 1.931, Kurt Gödel publicó un trabajo denominado “Sobre Proposiciones Formalmente Indecidibles de Principia Mathemática y Sistemas Análogos”, obra excepcional que le valió el nombramiento de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad de Harvard. Es una obra de las que honran a la Humanidad y todo hombre culto no matemático ni lógico debería conocer al menos rudimentariamente lo que significa.

El teorema demuestra que todo sistema axiomático lo suficientemente rico como para describir la aritmética es de necesidad incompleto o incoherente.

Gödel construyó un lenguaje formal y, con él, una enunciado que –intuitivamente- se puede describir como “Esta frase entre paréntesis es indecidible”. Si asumimos que es verdadera, consiste en una frase verdadera e indemostrable, por lo que el sistema es incompleto. Si consideramos que es falsa, es un ejemplo de una frase falsa pero demostrable, con lo que el sistema axiomático se vuelve contradictorio.

Un poco de axiomática.

Podemos definir “intuitivamente” el concepto de enunciado, como toda expresión hecha en un lenguaje, de la cual tenga sentido inequívoco afirmar su verdad o su falsedad. Por ejemplo: Napoleón gobernó Francia; podemos afirmar con sentido su verdad o su falsedad. Hay una estructura más general y profunda que los lógicos llaman proposición, que atiende al significado más que a la forma de enunciación, pero no nos internaremos en semejantes honduras.

La Lógica no se ocupa del contenido efectivo de verdad de un enunciado; o sea, no se interesa en una calificación absoluta de verdad o falsedad concordante con la experiencia acumulada. Para esta ciencia, calificar a un enunciado aislado como “verdadero” tiene tanto sentido como calificarlo de “falso”. Al considerar más de un enunciado, muchas veces la suposición de un valor de verdad para uno condiciona los valores de verdad de otros. Así, por ejemplo, si suponemos verdadero un enunciado, su negación debe ser forzosamente falsa. Otros enunciados son siempre verdaderos, como “a o no a”, esto debido a su forma y no a su contenido. Cambiando el conectivo “o” por “y”, tenemos “a y no a”, que es una contradicción.

El razonamiento consiste en un encadenamiento de juicios o enunciados que termina en otro que resulta fundado en los anteriores, que es una consecuencia ineludible de los anteriores. A veces se dice que la Matemática está casi enteramente basada en el razonamiento deductivo. Una regla de oro que determina la validez de estos razonamientos es: la verdad de los antecedentes determina la verdad del consecuente. Vale decir, la conclusión se desprende de las premisas por necesidad, en virtud de ciertas características lógicas puramente formales de las mismas. En este tipo de razonamiento la conclusión se desprende lógicamente de las premisas o no lo hace; es esto último lo que la convierte en una ciencia exacta: no hay grado de probabilidad sino certeza. Supuesta la verdad de los antecedentes, se deduce la verdad del consecuente; una nada despreciable cualidad de conservar la veracidad del conocimiento; pero ningún camino lógico conduce de la verdad del consecuente a la de los antecedentes. La Lógica es ampliamente condicional.

En cuanto a la naturaleza deductiva de la Matemática, Jules Henri Poincaré se preguntaba por qué no se reducía toda esta ciencia a una tautología, a una rebuscada forma de decir “a es a”. Es claro, el razonamiento deductivo contiene a la conclusión en las premisas; o sea, no aporta conocimiento nuevo. Esta es una cuestión aún no resuelta. En la ciencia matemática, otro modo de establecer conocimientos es mediante la inducción completa; de todas formas, la manera en la que se producen las ideas creadoras es una cuestión que excede el marco de la lógica y el de la matemática.

Cuando se agrupan enunciados con el fin de crear un conjunto desde el cual deducir o construir otros conocimientos, nos encontramos con un sistema axiomático. Los enunciados que lo componen pueden ser de dos clases: axiomas o postulados. Los axiomas son enunciados de verdad evidente y los postulados no lo son; se pide al lector que asuma su verdad. En la aritmética, por ejemplo, la infinitud del proceso de cuenta es un postulado; no es evidente ni demostrable. A un sistema axiomático se le piden varias cosas:

a) Que sea consistente, coherente o compatible. Significa que ningún axioma o postulado debe ser contradictorio en sí mismo ni contradecir total o parcialmente a los demás enunciados del sistema. Si ello ocurriera, todo el sistema y sus consecuencias serían contradictorios, totalmente inservibles.
b) Que los enunciados sean lógicamente independientes entre sí. Esto quiere decir que ningún enunciado (o sus partes) debe deducirse de otro o de una combinación de otros.
c) Que sea completo. Es decir, que ninguna afirmación que se haga en base al sistema carezca de una demostración de su verdad o falsedad relativa a la verdad supuesta de los enunciados del sistema axiomático. Si aparece una afirmación imposible de demostrar a partir del sistema, estamos ante lo que los lógicos llaman un “indecidible”. Este indecidible, su negación u otra afirmación o negación lógicamente dependiente del indecidible, deben formar parte del sistema axiomático que, de otra forma, queda incompleto.


De las tres condiciones pedidas, la más indispensable es la primera y la más difícil –cuando no imposible-, la última.

Con respecto a lo mencionado en la condición “b”, el problema se resuelve cambiando el axioma en estudio por su negación. Si su negación no introduce contradicción con ninguno de los axiomas restantes o sus combinaciones, tendremos que, si el sistema no es en sí mismo contradictorio, entonces, el axioma analizado es lógicamente independiente. Ello se debe a que si fuera lógicamente dependiente se deduciría de algún axioma o de una combinación de ellos y, por supuesto, aceptada la verdad de los antecedentes, forzosamente tendría que ser verdadero. Al introducir su negación como “verdadera” (que deberá ser necesariamente falsa si ocurre lo primero), el sistema se volverá contradictorio. Este mismo proceso es el que usamos cuando demostramos un teorema por el absurdo: negamos lo que queremos demostrar (o sea, aceptamos la verdad de la negación) y, si es deducible del sistema, la negación nos llevará a una contradicción. Esta forma de demostración es “cómoda”, porque a veces es muy difícil plantear un camino “directo”; pero no todos los matemáticos admiten este tipo de argumentación. Hay una escuela que no se conforma con la no contradicción, sino que exige la construcción efectiva del concepto a demostrar.

Actualmente, toda la no contradicción de la Matemática se basa en la no contradicción de los axiomas de la Teoría de Conjuntos. Anteriormente, había sido reducida a la no contradicción de los axiomas de la Aritmética. Esto demuestra que solamente se hace retroceder el problema, ya que la no contradicción de los axiomas de la Teoría de Conjuntos debería hacerse depender de un sistema más general que sea cumplido por éstos, y así hasta el infinito.

La posible incoherencia del sistema que fundamenta la Matemática no invalida el conocimiento práctico acumulado, sino que cuestiona la validez de los métodos con que establecemos la verdad de nuestros conocimientos.

Numerarius
30/10/2006, 20:30
Un aspecto importante del razonamiento de Gödel es la numeración de Gödel. En el sistema de Gödel las proposiciones pueden codificarse como números.

Las afirmaciones lógicas pueden ser particulares o generales. Una afirmación particular es de tipo "Existe x tal que P(x)". Una afirmación general es de tipo "Para todo x P(x)".

Bien, pues una afirmación que lleva el número 12345 puede referirse a todos los números y, también, ¡ay! al número 12345.

La afirmación "No existe demostración de la proposición x" debe tener un número. Supongamos que es el número 12345. Ahora sustituyamos x por 12345 y teneemos que la proposición 12345 nos dice:

"No existe demostración de la proposición 12345".

Esta demostración es verdadera, pero no demostrable en el sistema.

Un muy buen libro de divulgación sobre el teorema de Gödel es "Gödel, Escher, Bach" de Hofstadter. Para los que ya sepan algo de lógica, aparece una demostración del teorema en "Lógica para matemáticos" de A. G. Hamilton".

Darck_mario
31/10/2006, 18:50
Numerarius ese libro de que ed. es?, el segundo?

Numerarius
01/11/2006, 21:05
"Lógica para matemáticos" es de editorial Paraninfo. Editado en Madrid en 1981. Esta edición no sé si se encontrará en Latinoamérica. Pero en Amazon, seguro que lo encuentras en inglés.

Anaximander
09/11/2006, 06:08
A un sistema axiomático se le piden varias cosas:

a) Que sea consistente, coherente o compatible. Significa que ningún axioma o postulado debe ser contradictorio en sí mismo ni contradecir total o parcialmente a los demás enunciados del sistema. Si ello ocurriera, todo el sistema y sus consecuencias serían contradictorios, totalmente inservibles.
b) Que los enunciados sean lógicamente independientes entre sí. Esto quiere decir que ningún enunciado (o sus partes) debe deducirse de otro o de una combinación de otros.
c) Que sea completo. Es decir, que ninguna afirmación que se haga en base al sistema carezca de una demostración de su verdad o falsedad relativa a la verdad supuesta de los enunciados del sistema axiomático. Si aparece una afirmación imposible de demostrar a partir del sistema, estamos ante lo que los lógicos llaman un “indecidible”. Este indecidible, su negación u otra afirmación o negación lógicamente dependiente del indecidible, deben formar parte del sistema axiomático que, de otra forma, queda incompleto.


Tomando en cuenta ese interesante tratado, hay que añadir (desde un punto de vista filosófico) que el teorema de Gödel implica la inmensurabilidad de las teorías científicas - por su falta de descripciones completas - o mejor dicho- que no existen especificaciones suficientemente completas, según los estándares dados, dentro del sistema teórico para determinar su validez.

Para comparar dos teorías se necesita una tercera teoría que sea suficientemente completa (en el sentido de ser capaz de computar y codificar todas las funciones cubiertas por la teoría o el sistema axiomático que la forma) para dejarnos llegar a una conclusión, comparando las teorías iniciales (Popper, "Normal science and its dangers", 1970).

Según Gödel, la tercera teoría también no puede ser completa suficientemente, como para darnos la justificación de asumir una respuesta verdadera, dada por esa teoría. Si bien, Popper constata, que se puede llegar a una mejor teoría para describir la realidad, mediante la falsificación de otra, encontramos aquí un denominador común entre ambas, en las que nunca se puede llegar a una certidumbre, más allá de las dudas en teorías que describen la realidad, aunque si sirven para fomentar la ciencia y logros de la realidad.

¿No le parece que aquí hallamos una cercanía de los puntos de vista de Gödel y Popper, aunque Popper nunca lo quiso reconocer?

Saludos

PD:... añado a Feyerabend, que ni si quiera la descripción de un método científico puede ser probado completo y correcto mas allá de las dudas.

Carlos Alberto Carcagno
09/11/2006, 22:32
Hola:

Muchas gracias por tan interesante aporte.

Más allá de todo tecnicismo, debo confesar que esto de hablar de un método científico siempre me ha dado un poco de escozor.

Hubo científicos de gran talla que escribieron acerca de la manera de hacer ciencia; entre ellos: Galileo, Einstein y Poincaré. Siempre tengo presente "Tú debes ser tu propio modelo, aunque ese modelo sea desastroso", de Einstein.
Pero, a la manera de algunos críticos de arte, me parece que hay epistemólogos que se ponen a escribir cómo se hace ciencia, porque no son capaces de hacer nada notable en la ciencia en sí. Esto es ingrato e injusto en general, pero seguramente hay algunos a los que le cabe el sayo.

La misma incomodidad me provoca el intento de definición de una ciencia. Cuando me preguntan qué es la Matemática, suelo responder: "lo que hacen los matemáticos" (Y a veces aclaro que no hay una persona igual a otra. Si tengo tiempo, agrego que por eso es tan difícil continuar el trabajo inconcluso de otro, porque uno no piensa como el antecesor ni sabe qué "tenía en la cabeza").

Lo que sí existe, es una manera de "demostrar" en Lógica o Matemática y la constatación experimental en las ciencias fácticas. Pero los caminos por los que fluye el pensamiento creador de cada científico en particular me recuerda el poema de Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".

Hasta muchas veces resulta misterioso de dónde surge una idea creadora. Más de una vez aparece de pronto, como de la nada. Se la sueña, se "escucha" una voz interior (y esto es peligroso, uno puede terminar como Cantor).

Todo vale. Después viene el parto para poder probar lo que se imaginó.

Cosa curiosa la razón, suele perdérsela razonando.

Saludos.

Carlos