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Ver la versión completa : Te digo adiós



karlacris
22/09/2006, 17:39
Siento que te me escapas de las manos, cuando la realidad es que nunca has estado entre ellas. Sin embargo, y a pesar del dolor que eso produce, sé que la mejor decisión para mi y para ti es dejar que te vayas porque tu decidiste silenciosamente nunca estar junto a mi.

Así que te digo adiós, un adiós que nunca pronunciarán mis labios, pero que leerás en mi mirar. Y no vayas a preguntar el porqué de ese adiós, en el fondo de tu corazón sabes que tu me dijiste adiós antes que yo a ti.

Y no verás mis lágrimas porque hoy lloraré por dentro y serán lágrimas mezcladas de tristeza y alegría: alegría porque encontré a alguien que entiende y valora mi corazón, tristeza porque no lo puedes tomar como tuyo.

Y seguiremos hablando, riendo, compartiendo, conociéndonos pero al vernos a los ojos sabremos que ambos hemos dicho adiós.

Más esta vez no perderé la esperanza de encontrar a otra persona que vea, comprenda y valore mi corazón, que se atreva a reconocerlo, que quiera ser mi compañero de viaje, el amigo de mi alma, el amante de mi ser completo. Porque tarde o temprano llegará y me volveré a enamorar, mi corazón volverá a latir, las mariposas regresarán para hacerme cosquillas nuevamente y seré feliz, tan feliz como mi corazón desea y anhela.

Pero siempre pensaré que contigo también podría haber sido feliz y sé que tu también lo creerás en lo más íntimo de tu ser, y por siempre llevarás la incógnita de saber a que saben mis labios y de sentir la fragancia de mi piel; y mis labios son dulces al paladar y embriagan como sólo lo puede hacer la ambrosia de los dioses y mi piel, mi piel está perfumada con el aroma del paraíso vedado a los mortales. Pero esto tu nunca lo sabrás porque tomaste la decisión de decir adiós y ahora yo te lo correspondo.

Siento que te me escapas de las manos... lo triste es que nunca has estado ni estarás entre ellas por lo que no puedo hacer ningún esfuerzo en retenerte aunque mi corazón se muera por querer hacerlo.

Para ti, si no es para alguien más, es para ti ¡pero aguarda! Mantén el silencio, silencio que siempre fue nuestro eterno invitado, el cómplice de siempre, haciendo de nosotros el trío perfecto: Tu, el silencio y yo.