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Ver la versión completa : Finalidad y Nihilismo



Pompilio Zigrino
25/08/2006, 17:33
Una de las diferencias esenciales que existe entre la vida inteligente y las restantes formas de vida, radica en la búsqueda, en el primer caso, de una finalidad, o de un sentido, para cada una de nuestras acciones. Decimos que alguien muestra un comportamiento normal cuando sus actos responden a una finalidad aparente (siempre que contemple los criterios éticos aceptados). Pierre Teilhard de Chardin escribió; “El hombre es el único animal en la escala zoológica que tiene que trazar su destino”.

Una vez que elegimos una meta, ensayamos mentalmente las distintas alternativas que posibilitarán su realización. La posterior intensidad de nuestro esfuerzo dependerá de cuánto de importante sea para nosotros lograr dicha meta. Benjamín Disraeli escribió: “No siempre la acción tiene felicidad, pero no hay felicidad sin acción”.

Hay quienes tratan de ser deportistas exitosos, otros tratan de destacarse en la ciencia, o en el arte, o en el comercio, etc. De ahí surge el interrogante acerca de la posible existencia de objetivos comunes que orienten y reúnan nuestras acciones individuales. Es conveniente buscar una finalidad que no dependa de cada uno de nosotros, sino del propio orden natural. Nuestros intentos por lograr una plena adaptación al mismo, mediante la cultura y el conocimiento, llevan implícito cierto objetivo común a todos los hombres.

Así como algunos suponen la existencia de una finalidad para nuestra vida, impuesta por el orden natural (fe positiva), otros niegan que la vida admita finalidad alguna (fe negativa). Esta última postura que, en cierta forma, reduce la vida inteligente a la vida natural, se la denomina “nihilismo”, que proviene de la palabra “nada”. Se ha escrito al respecto: “El nihilismo, fenómeno intelectual y afectivo, es un estado de incredulidad generalizada que lleva a la inacción” (De “La filosofía” de André Noiray y otros).

El fatalismo implica una finalidad particular impuesta exteriormente. Se supone que nuestra vida viene determinada desde nuestro nacimiento y que poco podremos hacer para cambiar el destino asignado. Esta creencia tiende a anular las características propias de la vida inteligente. Gustave Le Bon escribió: “El hombre es el verdadero creador de su destino. Cuando no está convencido de ello, no es nada en la vida”.

Existen filosofías y religiones que adhieren a estas tendencias del pensamiento, pero, finalmente, deberán surgir opiniones desde la ciencia experimental, ya que el conocimiento adquirido nos brinda una visión del mundo que puede orientarnos en estos aspectos. La humanidad irá hacia donde el pensamiento la dirija. El destino de la vida inteligente dependerá de sus propias conclusiones.

Todo lo que existe está regido por leyes naturales. La ciencia, al describirlas, nos sugiere una forma de observar al universo. Varios opinan, sin embargo, que no podrá servirnos de mucho. Se supone que, tanto la sociología como la psicología, nunca podrán orientarnos en la vida. El nihilismo epistemológico afirma que si existe una finalidad, nunca podremos describirla, y si la podemos describir, nunca la podremos expresar. Se apuesta al fracaso y se llega a coincidir con el nihilismo filosófico.

Muchos suponen la existencia de un Creador que actúa decidiendo los detalles de la vida cotidiana. Si así fuese, deberíamos admitir su voluntad de decidir la existencia de microorganismos que producen enfermedades y que, en el pasado, diezmaron poblaciones enteras; o también por no cambiar una imperceptible causa que producirá un efecto trágico en la vida de algunos seres humanos. Albert Einstein expresó: “Creo en el Dios de Spinoza que se manifiesta en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se ocupa de las acciones humanas”.

Desde la religión revelada se acepta la existencia de una finalidad explícita (en los Libros Sagrados), mientras que, desde la religión natural, se supone la existencia de una finalidad implícita (en el propio orden natural). Los planteos filosóficos no sólo se centran en estas dos alternativas, sino también en el nihilismo. La diferencia esencial entre “creyente” (en un Dios personal o en un orden natural invariable) y “ateo”, radica en que el primero admite la existencia de una finalidad objetiva de la vida y del universo, mientras que el segundo rechaza esa posibilidad.

Esta última postura favorece la existencia de tendencias totalitarias, en las cuales el Estado decide aún los aspectos individuales y cotidianos. Cierta vez, un habitante de Camboya, reconoció, con arrepentimiento, haberse sumado a otros, a pedir la pena de muerte de una pareja de novios cuyo grave delito consistió en haber iniciado su vínculo afectivo sin haber recibido la autorización de los dirigentes del Partido Comunista, gobernante en esos momentos. Así como el nazismo nunca será aceptado ni perdonado por los judíos, el marxismo-leninismo nunca será aceptado ni perdonado por los cristianos (al menos por los que no olvidan las millones de víctimas del comunismo soviético y de otros países).

El pensamiento nihilista surge, a veces, como una reacción a las contradicciones lógicas asociadas a la religión revelada. Luego, al suponer inexistente una finalidad del hombre, descartan la idea del Bien y del Mal, como aspectos objetivos de la realidad. Desconocen todo tipo de obligación moral y es el derecho positivo, desvinculado de la ley natural, la única legalidad aceptada.

Varios pensadores, principalmente el psicólogo Víctor Frankl, asocian la mayoría de los problemas del hombre a la carencia de un sentido de la vida (vacío existencial). La desorientación individual y colectiva estarían vinculadas a esa ausencia. De ahí que, si no existiese un sentido objetivo de la vida, deberíamos resignarnos a vivir conflictuados por siempre.

El individuo dedicado al consumo, va en busca de la satisfacción de los deseos inmediatos, lo que conduce, tarde o temprano, al aburrimiento y al tedio. Incluso podrá llegar al vicio y la adicción. Se busca la diversión como una finalidad en sí misma, tratando de llenar una vida carente de significado. Alexander Pope escribió: “Las diversiones son la felicidad de la gente que no sabe pensar”.

Para las religiones que aceptan y proponen una finalidad objetiva, quien desconoce esa meta atenta contra la ética propuesta, ya que la ética no es otra cosa que el conjunto de reglas de conducta que favorece la acción orientada por tal finalidad.

El sufrimiento derivado de la carencia de una finalidad, proviene del desconocimiento de normas éticas. Esta falencia provoca el deterioro del orden social. Como este orden es la reproducción parcial del orden natural, puede interpretarse al sufrimiento como un efecto de la desadaptación del hombre respecto del orden natural.

La vida surge del azar, pero es moldeada por el proceso de prueba y error. Seguimos hablando simbólicamente de un Creador ya que se extraen similares conclusiones ya sea que consideremos un universo eterno o bien una creación localizada en el tiempo. En ambos casos podemos seguir hablando de la existencia de cierta finalidad.

La postura nihilista, por el contrario, se sustenta en la variación aleatoria de las mutaciones genéticas sin considerar la selección posterior que sufren tales variaciones. El inconveniente que deriva de esta postura es el rechazo a un camino de adaptación óptimo, dando lugar a una moral subjetiva o relativismo moral.

Cuando predomina el relativismo moral, cada uno hace lo que le viene en ganas, por cuanto todo es discutible o negociable, ya que nada sería absoluto u objetivo, sino que sólo dependería de la opinión de los hombres.

Las religiones y filosofías nihilistas conducen, generalmente, al inactivo autoperfeccionamiento; algo diferente al perfeccionamiento activo propuesto por el cristianismo. Esa es una de las diferencias que surgen a partir de haber considerado una finalidad objetiva o bien la ausencia de ella. Henri Bergson escribió: “La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad”.

Algunas posturas nihilistas, si bien no buscan el camino hacia el cumplimiento de cierta finalidad, buscan soluciones para la vida cotidiana. Albert Camus escribió: “Nosotros no creemos que sea posible realizar el contentamiento y felicidad universal, pero creemos que es posible aminorar los sufrimientos de los hombres. Precisamente porque el mundo es sustancialmente miserable, estamos obligados a proporcionarle alguna felicidad. Precisamente porque este mundo es injusto, debemos trabajar por la justicia, y porque el mundo es en el fondo absurdo tanto más hemos de hacerlo razonable” (De “Diccionario de máximas” de P.I. Vargas Rojas).

La autodisciplina consiste en orientar todas y cada una de nuestras acciones en un mismo sentido. Es el método que permite que cada acción individual se agregue constructivamente a las propias acciones del pasado tanto como a las de los demás. Finalidad y disciplina actuarían como causa y efecto. Gotthold E. Lessing escribió: “El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va siempre más veloz que el que vaga sin perseguir un punto fijo”.

Pompilio Zigrino
25/08/2006, 17:35
La disciplina no implica solamente un método que nos permite construir algo tangible o material, sino, sobre todo, ha de consistir en un método que permitirá construirnos a nosotros mismos. Para ello es necesario disponer de un ideal que ha de provenir de las exigencias que nos impone el propio orden natural.

La actitud nihilista descarta la posibilidad de una vida posterior a nuestra muerte. El abuelo del biólogo Francois Jacob le dijo antes de morir: “No hay nada. Nada. El vacío. Así que mi única esperanza eres tú. Tú y los hijos que tendrás” (Citado en “Los científicos, la ciencia y la humanidad” de Max Perutz).

El individualismo ha de ser la característica imperante en las sociedades desprovistas de objetivos comunes. Victoria Camps escribió: “..en la acepción más simple, pero más corriente, (individualismo) es sinónimo de falta de ética. No puede ser moral quien vive ignorando a los demás y sólo pendiente de sus deseos, intereses y apetencias. Quien sólo atiende a la perpetuación de su propio y exclusivo ser, quien no se fía sino de lo conocido y aprendido y se niega a cualquier clase de apertura” (De “Paradojas del individualismo”).

Para obtener la felicidad, el orden natural nos impone un requisito básico. Tal requerimiento implica compartir las penas y las alegrías de nuestros semejantes. Será por ello que podemos encontrar rostros radiantes de felicidad en las seguidoras de la Madre Teresa de Calcuta, mientras que encontramos personas al “borde del abismo” en aquellos que pudieron lograr lo que la mayoría ambiciona: dinero, lujo, fama y poder. Esto resulta como un cartel que nos indica que vamos por un “camino sin salida” y que estamos obligados a cambiar de rumbo. Herbert Spencer escribió: “Nadie puede ser perfectamente feliz mientras los demás no sean felices”.

El conocimiento de la finalidad de la vida inteligente no es algo que deba satisfacer sólo a la curiosidad del filósofo o a la del científico, sino que deberá constituirse en la idea orientadora de la vida de todo ser humano.

Emeric
17/12/2006, 04:34
Para los que se interesen por el tema de la finalidad, les informo que abrí un epígrafe dedicado a la teleología (o finalidad) en el Foro de Teología. :yo:

Santiago bolso
18/12/2006, 14:02
Es muy largo el tema y habla de muchas cosas. Algunas puntualizaciones. En un momento pareces afirmar que las sociedades nihilistas suelen caer en manos de gobiernos absolutistas, contraponiéndolas con las sociedades creyentes en dios. Recordemos que las monarquías absolutistas, por poner un ejemplo nada más, basaban su control social en mantener en su pueblo las creencias religiosas y el rey justificaba su poder porque había "sido elegido por Dios".

Luego insistís Pompilio con que el hombre para alcanzar la felicidad debe adaptarse a las leyes naturales ("leyes de Dios"), sin embargo es más complejo que eso, si te fijás bien el hombre está luchando constantemente contra la naturaleza, y trasgrede algunas de sus leyes valiéndose de otras, así podemos volar, ir por el fondo del mar, comunicarnos con alguien que está al otro lado del mundo sin necesidad de gritar, almacenar alimento para satisfacer nuestras necesidades futuras, no solo las presentes, y un largo etc.

Con el tema de la finalidad, no entiendo muy bien, a veces proponés que hay que buscarla en la naturaleza, y luego ponés el ejemplo de la madre Teresa, que en su particular manera de entender la ayuda a los demás sacrificó su propia salud y su posible vida amorosa. Eso será considerado como una gran virtud por la mayoría, pero no puede ser considerado como vivir de acuerdo a su naturaleza, nada más artificial, como artificiales son las "caras sonrientes de alegría" de las seguidoras de esta santa como la de los hare krishna o los budistas, uno ve que se ríen pero no sabe de qué, muchas veces ríen como también ríen los que se fuman un porrito, y una persona inteligente sabe que para ser feliz no es necesario estar siempre con una sonrisa en los labios.

La afirmación de que la vida no tiene una finalidad común a todos los hombres o trascendente, no nos lleva a la inacción necesariamente, puede llevarnos a constatar que somos libres y no solo podemos, sino que necesitamos inventarnos nuestras propias finalidades. De ese modo, y solo de ese modo, adquirimos la responsabilidad verdadera que nos lleva a hacernos cargo de nuestra actitud y responsables de nuestras propias metas y la conducta que nos lleve a ella. El nihilismo visto desde esta perspectiva, es "hacerse mayor", madurar, como el adolescente que se da cuenta que ya no es un niño y que su padre ya no le va a decir qué tiene que estudiar, le toca a él decidirlo, con la cuota de libertad y responsabilidad que ello conlleva. Es decir, a mi entender, el afán de que papá Dios o papá Naturaleza nos digan "el sentido de la vida", denota una resistencia a madurar, un anhelo de volver a estar bajo el cuidado de nuestros padres, miedo a crecer.

Chau.

Pompilio Zigrino
20/12/2006, 18:31
El hombre, junto a los demás seres biológicos, han surgido de una evolución biológica destinada a una mejor adaptación a las leyes naturales que rigen su ambiente.

El hombre, como ser inteligente, debe adaptarse al orden natural a través de la adaptación cultural al medio.

Nuestra mente y nuestro cuerpo vienen diseñados, o moldeados, por la evolución, y debemos adaptarnos al mundo real. Para ello debemos tenerlo en cuenta.

En esto viene implícita una finalidad del ser humano.

Si nos orientamos a una desadaptación, vamos en camino al sufrimiento.

Todo esto en el marco de la biología

Aqua
20/12/2006, 20:52
Nadie que defienda la corriente evolucionista podria estar en contra de lo que mencionas; pero debemos tener en cuenta que hay otras corrientes que no asumen una evolucion de los seres para adaptarse a su medio ambiente. Los creacionistas consideran que Dios creo al mundo y sus seres en seis dias y mas recientemente hay quienes especulan que somos una especie de experimento de seres superiores extraterrestres.

Santiago menciono algo que me parece rescatable

Luego insistís Pompilio con que el hombre para alcanzar la felicidad debe adaptarse a las leyes naturales ("leyes de Dios"), sin embargo es más complejo que eso, si te fijás bien el hombre está luchando constantemente contra la naturaleza, y trasgrede algunas de sus leyes valiéndose de otras, así podemos volar, ir por el fondo del mar, comunicarnos con alguien que está al otro lado del mundo sin necesidad de gritar, almacenar alimento para satisfacer nuestras necesidades futuras, no solo las presentes, y un largo etc.

Nosotros no debemos adaptarnos al mundo, desde mi punto de vista comparto tu opinion de que llegamos con ciertas adaptaciones que nos son transmitidas geneticamente. Por ello considero que son las generaciones futuras las que vienen adaptadas (Evolucion) y son ellas las que propondran y realizaran nuevos cambios en el entorno. De esta manea se construye un lazo cerrado que sustentaria la corriente evolucionista.


Benjamín Disraeli escribió: “No siempre la acción tiene felicidad, pero no hay felicidad sin acción”.
Esto es cierto si estamos convencidos que la felicidad es una consecuencia o condicion externa al individuo. Comparto que El entorno condiciona nuestro estado de animo; pero la felicidad es una desicion del individuo. Puedo ser feliz solo por el hecho de estar vivo. Habra quienes no se conformen con eso y consideraran infelices a un indigente (solo por dar un ejemplo). Un indigente puede ser el ser mas feliz del mundo (Si el lo asi lo decide) y podria ser una tarea muy complicada el tratar de convencerlo de lo contrario.

la busqueda de un significado, finalidad o sentido a todo lo que hacemos (desde los inicios de la historia), ha provocado que nos perdamos en una cantidad de conceptos que en ocasiones pierden vigencia cuando el entorno o los individuos han evolucionan.

Saludos

Santiago bolso
21/12/2006, 13:32
A mi me parece que ya no estamos hablando de nihilismo, pero bueno. El ser humano se adapta al medio, como que no, y además adapta al medio a sí mismo, es un mecanismo de ida y vuelta.

Quizá donde podríamos encontrar una ideología concreta que se ocupe en un todo de la adaptación más adecuada del ser humano al medio, venga de los partidos ecológicos, que buscan que el ser humano se adapte y adapte la naturaleza de una manera sustentable, es decir, que se recicle para que las generaciones posteriores puedan hacer uso de ella para seguir viviendo.

No veo que incompatibilidad puede haber entre nihilismo, que explora el aspecto trascendente del ser humano y se posiciona en ese análisis, y ecología, que explora el aspecto práctico del ser humano, y estudia la mejor manera de vivir sin contaminar.

Lo de la felicidad, es algo subjetivo, para cada quien diferente, pero un ser vivo, cualquiera sea, que se lo hace actuar en contra de su naturaleza, acá estoy de acuerdo con Pompilio, va a experimentar un malestar general que le va a impedir ser feliz. Ahora, el nihilismo no nos lleva a actuar contra nuestra naturaleza, simplemente niega un sentido trascendente de la vida.

Chau.

Pompilio Zigrino
21/12/2006, 19:29
Eso de que el hombre lucha contra la naturaleza, por medio de la teconología, no lo veo bien. Para mí es al revés.

Un anteojo, un microscopio, un telescopio, son elementos de mayor adaptación de nuestra vista. En lugar de seguir evolucionando y lograr una mejor visión, la tecnología acelera el proceso evolutivo.

La tecnología se basa en la ciencia (que describe leyes naturales), de ahí que nunca logrará nada contradiciendo las leyes, sino adaptándonos a ellas.

Si volamos en un avión, uno podrá decir que "luchamos contra la gravedad". Bueno, es una forma de decir. También podemos decir que, en vez de esperar que la evolución nos dé alas, la tecnología acelera el proceso.

Respecto de los creacionistas, que no aceptan la realidad, no creo que tenga sentido discutir. Si uno niega la realidad (evolución) no puede llegar a ninguna conclusión valedera.

Pompilio Zigrino
21/12/2006, 19:33
Hablando de nihilismo.......Teilhard de Chardin decía que la oposición mayor que tiene el proceso de adaptación cultural es precisamente el auge de las filosofías nihilistas (existencialismos y cosas parecidas).

sedanini
03/01/2007, 06:23
"Si uno niega la realidad (evolución) no puede llegar a ninguna conclusión valedera." Me gustaría que replanteases la frase porque está verdaderamente mal.

sedanini
03/01/2007, 08:36
"Es conveniente buscar una finalidad que no dependa de cada uno de nosotros, sino del propio orden natural". Kant propuso eso mismo sin mencionar el orden natural, sólo la razón, aun cuando puedan parecer lo mismo. O sea la vida como suceso de probabilidad cero.
Insistes en ver las cosas blancas o negras y en el conocimiento científico como guía para la felicidad humana. Schopenhauer decía en este sentido que son zapateros metidos a filósofos.
Es curioso tu visión del cambio social o las dinámicas humanas. Tu teoría de la finalidad es lo que daba título a "Un mundo feliz" de Huxley, que el título original es "A brave New World".
Las aportaciones de la ciencia pueden ser provechosas, pero te llevan con la frase de Spinoza no sólo a describir el mundo, sino a cambiarlo, no mirando al hombre, ¡sino a la ciencia!. Condenas el orden del mundo humano en favor del científico, y pretendes exponerlo en un temas en contra del nihilismo. Afirmas un tipo de fe positiva y otro de fe negativa, burbujeante de maniqueísmo, insistes con una frase controvertida de Spinoza, y olvidas que una gran aportación de ese filósofo fue agrupar las dos en una.

Emeric
03/01/2007, 16:09
la felicidad es una desicion del individuoCorrecto, del individuo; no de Dios. :clap2:

sedanini
04/01/2007, 09:59
Dije: "Las aportaciones de la ciencia pueden ser provechosas, pero te llevan con la frase de Spinoza no sólo a describir el mundo, sino a cambiarlo, no mirando al hombre, ¡sino a la ciencia!. ". No quiero dintinguir entre individuo y hombre, y me refiero a la ciencia trascendida y subliminada, como Dios.

Pompilio Zigrino
08/01/2007, 20:10
En realidad, quien conoce lo que es la ciencia, que avanza mediante "prueba y error", no puede deificarla o algo así.

Lo que sucede, es que la ciencia, al lado de la religión tradicional y de la filosofía, es algo mucho más serio. En religión, la verdad depende de cuestiones subjetivas. En filosofía coexisten posturas opuestas y producen grandes extravíos cuando no tienen en cuenta los logros de la ciencia.

Creo que fue Einstein el que dijo algo así como que "la ciencia tiene grandes debilidades, pero es lo mejor que tenemos".

sedanini
09/01/2007, 05:45
"Lo que sucede, es que la ciencia, al lado de la religión tradicional y de la filosofía, es algo mucho más serio. En religión, la verdad depende de cuestiones subjetivas. En filosofía coexisten posturas opuestas y producen grandes extravíos cuando no tienen en cuenta los logros de la ciencia.". Creo que la seriedad es una cuestión de grado, al igual que la distinción tajante entre filosofía y ciencia. Las teorías de verdad de la filosofía (o lógica) y la propia filosofía de la ciencia han hecho grandes hallazgos. El espítiru de contradicción es un elemento necesario (lógicamente) para el avance. Pretender limitar el proceso de aplicación de las teorías a las de la ciencia es reducir lo que puedes aprender de las "conjeturas y refutacione".

Emeric
06/06/2007, 06:36
Pierre Teilhard de Chardin escribió; “El hombre es el único animal en la escala zoológica que tiene que trazar su destino”.¿ Que tiene que trazar su destino ??? No lo creo. El destino es el destino. No se puede "trazar". :loco:

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
06/06/2007, 07:07
Exactamente!. Aquí Pompilio ha caído en un abismal subjetivismo. ¿Cómo puede uno conocer su destino?. Volvemos a poner la conclusión como condición.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
06/06/2007, 08:34
He releído los aportes que surgieron sobre el tema y creo que está mal planteado. Por entonces Pompilio debía estar líado con Chardin. De hecho, a partir de un tema en el que no podía participar por carecer de fundamento decidí leer El fenómeno humano. Es un libro bastante interesante pero además de conclusiones científicas hace especulación, que llama síntesis. Es similar, en cierto modo, a algunas propuestas de Alfeón.
Hablan de evolución sin medir que su conocimiento de ella está limitado a la validez de sus ideas y su aplicación.