Xandre
27/07/2006, 00:59
Y hallé mi rinconcito afectivo del mundo,
entre tú y yo... dichoso, bello...
un rincón en mi corazón que a la vez es tuyo,
el calor de mi piel vistiendo tu cuerpo,
el lugar oscuro y claro, donde el todo es nada,
comparada a ti que eres mi todo.
Aquél cuerpecito tierno, inocente...
capaz de alegrar nuestro mundo con un gesto,
capaz de robarnos lágrimas de alegría,
capaz de lograr amarnos sin medida,
a pesar de los conflictos, a pesar de nuestros corazones.
Y completé mi pedacito de cielo,
llené mi refugio olvidado por tus caricias,
me acostumbré a decir te amo con la mirada
aprendí a leer tu mente con una sonrisa,
me enseñé a repetir tu nombre sin palabras,
y a decir te kiero con el eco del silencio.
Junté maravillas del campo para tu cabello,
intenté tocar las estrellas, intenté mecerme en ellas,
sé muy bien estremecerte toda con sólo un beso,
como nos estremece él cuando nos mira.
Y si dispongo del tiempo en que tus obras
suelen apartarme de tu tierno lecho,
procuro olvidarme del maleficio andante
que me obliga a esconderte y no tenerte.
Y acaricio con temor todavía tu cuerpo,
deshago milagros de santos por pecar tu vientre,
creo sentirme vivo mientras en tu desvelo
susurras con amor mi nombre al besar su frente...
entre tú y yo... dichoso, bello...
un rincón en mi corazón que a la vez es tuyo,
el calor de mi piel vistiendo tu cuerpo,
el lugar oscuro y claro, donde el todo es nada,
comparada a ti que eres mi todo.
Aquél cuerpecito tierno, inocente...
capaz de alegrar nuestro mundo con un gesto,
capaz de robarnos lágrimas de alegría,
capaz de lograr amarnos sin medida,
a pesar de los conflictos, a pesar de nuestros corazones.
Y completé mi pedacito de cielo,
llené mi refugio olvidado por tus caricias,
me acostumbré a decir te amo con la mirada
aprendí a leer tu mente con una sonrisa,
me enseñé a repetir tu nombre sin palabras,
y a decir te kiero con el eco del silencio.
Junté maravillas del campo para tu cabello,
intenté tocar las estrellas, intenté mecerme en ellas,
sé muy bien estremecerte toda con sólo un beso,
como nos estremece él cuando nos mira.
Y si dispongo del tiempo en que tus obras
suelen apartarme de tu tierno lecho,
procuro olvidarme del maleficio andante
que me obliga a esconderte y no tenerte.
Y acaricio con temor todavía tu cuerpo,
deshago milagros de santos por pecar tu vientre,
creo sentirme vivo mientras en tu desvelo
susurras con amor mi nombre al besar su frente...