Sirroger
22/07/2006, 14:14
Saludos
Con todo el dolor de mi alma les informo, que recibi la horrile noticia hoy en la mañana, me llamo un amigo, tambien escalador, informandome que habian encontrado el cuerpo sin vida de Jose Antonio, gran montañista, que en el 2001 logro coronar el techo del mundo, la montaña mas alta del planeta, aparte es uno de los montañista mas destacados de Latinoamerica.
Fue hallado sin vida a las 3:30am hora de Venezuela en la ruta que separa el campo IV del campo III, ya bastante cerca de éste último, aproximadamente a 7 mil 100 metros de altitud, a 400 metros de una carpa de la que se creía inicialmente era de él. Fue encontrado a la intemperie por los rescatistas de altura de la agencia Adventour Tours Pakistán.
Resistio 7 dias vivo, apenas murio ayer, y dejenme decirles que resistir 7 dias a esa altura es mas que una hazaña.
La montaña que corono Jose Antonio y que le quito la vida (bastante que le costo por cierto) es el Nanga Parbat de ocho mil cien metros, el más occidental y se eleva a 125 kilómetros al norte de Srinigar, la Cachemira, cercana a las montañas del Karakorum, el Nanga Parbat se alza sobre el río Indo que delimita el borde oeste del macizo formando el bastión occidental del Himalaya superior.
El nombre de Nanga Parbat deriva del sánscrito "Nanga Parbata" "Montaña Desnuda" en el lado de cachemira se le conoce como Damir "Rey de las montañas".
Es mas dificil coronar esta montaña que el mismo Everest.
La muerte de Jose Antonio Delgado, deberia causar el luto no solo de los venezolanos sino del mundo entero, ya que una joya de humano se ha perdido.
El espiritu de Jose Antonio forma parte de la montaña como estoy seguro a él le hubiera gustado que fuera.
Por esto quiero pedirles que lean este parrafo que si no es una oracion, para los que practicamos este deporte es tan o mas sagrada que cualquier oracion religiosa ya que describe lo que se siente y lo que se vive y en memoria de este gran ser humano, gran deportista y gran venezolano (varios etc) les pido que la lean de corazon para que sepan aunque sea en letras quien dejo de existir.
LOS MONTAÑISTAS SON LOS SERES DEL RETORNO
El sol, el viento y las tormentas los han ido curtiendo y volviendo su piel hacia el interior. Rudos por fuera, son sensitivos por dentro. Como las flores de las montañas que ellos tanto aman: delicadas y salvajes en su pequeña belleza.
No, no buscan la muerte como algunos fingen creer. Nadie como ellos para amar la vida. Son los grandes amantes porque son los grandes despreciadores. Aman la patria en la que han nacido (siempre se nace en un sitio que no se ha escogido) y, sobre todo, la que han elegido: LA MONTAÑA. Entonces para ellos todas las montañas son bellas; mas que un accidente físico, una denominación geográfica, las montañas son el reino de la luz, el camino a los nuevos amaneceres.
Si el hombre es un nómada, nadie mejor que ellos para encarnar este imperativo. Hoy están aquí, mañana lucharan por aquella cumbre. Luego serán otras y otras en los horizontes. Como los nómadas, llevan pocas cosas a cuestas y mucha riqueza interior. Dondequiera que vayan, LA MONTAÑA, su patria interior, ira con ellos. LA MONTAÑA es su modo de mirar la vida.
Su comunión con los grandes espacios abiertos ha afinado sentidos ocultos; ellos comprenden la verdad del viento, auscultan la palpitación de las rocas, dialogan con los elementos y cohabitan con los vértigos. Ellos saben del misterio de las nieblas y conocen los escondites de las águilas. Sus ojos han mirado de cerca el esplendor del cielo, cuando en las noches las estrellas han velado la víspera de una escalada largo tiempo soñada y a conciencia preparada. Su alma ha conocido la paz profunda que se establece después de grandes combates y les niega satisfacción en alegrías ya superadas.
Tanta inmensidad acumulada en sus ojos, tanto silencio apelmazado en los oídos, tanta complicidad con las fuentes secretas de la vida, han ido depositando en su ser riquezas invisibles. La amistad es su fuerte y en ella son expertos. Yo los he visto ejercer el noble rito de los amigos.
Todo puede ser simple: atacar la pared con la doble fortaleza que da la cuerda que los une y luego abrazarse en la cumbre. Un rito simple, en el que se encuentran dos mundos, en el que se reconocen dos exilados que han hallado por fin el camino de regreso. ¡Y que hermosos son los retornos! Los Montañistas son los seres del retorno: viven en camino, Parten al amanecer siempre al encuentro del sol y saben reconocerse en cada vuelta del sendero, en cada flor, en cada insecto, en cada cosa; cada cumbre del horizonte es su destino. han preferido el riesgo a la inmovilidad; el frío, el viento, la sed, el cansancio, a la seguridad de los seres establecidos. Ellos podrían lícitamente sentir compasión, pero no lo hacen; aun no han encontrado tiempo para ello y su oficio no es mirar a los demás sino avanzar hacia si mismos.
También yo quisiera ser como ellos: grandes en su pequeñez y pequeños en su grandeza. Yo quisiera levantar mi tiendo en el glaciar o sobre una terraza de rocas al lado de la suya. Yo quisiera, como ellos, alumbrar nuevos amaneceres.
(Original de Arturo Romero Palacios)
Q.E.P.D.
Con todo el dolor de mi alma les informo, que recibi la horrile noticia hoy en la mañana, me llamo un amigo, tambien escalador, informandome que habian encontrado el cuerpo sin vida de Jose Antonio, gran montañista, que en el 2001 logro coronar el techo del mundo, la montaña mas alta del planeta, aparte es uno de los montañista mas destacados de Latinoamerica.
Fue hallado sin vida a las 3:30am hora de Venezuela en la ruta que separa el campo IV del campo III, ya bastante cerca de éste último, aproximadamente a 7 mil 100 metros de altitud, a 400 metros de una carpa de la que se creía inicialmente era de él. Fue encontrado a la intemperie por los rescatistas de altura de la agencia Adventour Tours Pakistán.
Resistio 7 dias vivo, apenas murio ayer, y dejenme decirles que resistir 7 dias a esa altura es mas que una hazaña.
La montaña que corono Jose Antonio y que le quito la vida (bastante que le costo por cierto) es el Nanga Parbat de ocho mil cien metros, el más occidental y se eleva a 125 kilómetros al norte de Srinigar, la Cachemira, cercana a las montañas del Karakorum, el Nanga Parbat se alza sobre el río Indo que delimita el borde oeste del macizo formando el bastión occidental del Himalaya superior.
El nombre de Nanga Parbat deriva del sánscrito "Nanga Parbata" "Montaña Desnuda" en el lado de cachemira se le conoce como Damir "Rey de las montañas".
Es mas dificil coronar esta montaña que el mismo Everest.
La muerte de Jose Antonio Delgado, deberia causar el luto no solo de los venezolanos sino del mundo entero, ya que una joya de humano se ha perdido.
El espiritu de Jose Antonio forma parte de la montaña como estoy seguro a él le hubiera gustado que fuera.
Por esto quiero pedirles que lean este parrafo que si no es una oracion, para los que practicamos este deporte es tan o mas sagrada que cualquier oracion religiosa ya que describe lo que se siente y lo que se vive y en memoria de este gran ser humano, gran deportista y gran venezolano (varios etc) les pido que la lean de corazon para que sepan aunque sea en letras quien dejo de existir.
LOS MONTAÑISTAS SON LOS SERES DEL RETORNO
El sol, el viento y las tormentas los han ido curtiendo y volviendo su piel hacia el interior. Rudos por fuera, son sensitivos por dentro. Como las flores de las montañas que ellos tanto aman: delicadas y salvajes en su pequeña belleza.
No, no buscan la muerte como algunos fingen creer. Nadie como ellos para amar la vida. Son los grandes amantes porque son los grandes despreciadores. Aman la patria en la que han nacido (siempre se nace en un sitio que no se ha escogido) y, sobre todo, la que han elegido: LA MONTAÑA. Entonces para ellos todas las montañas son bellas; mas que un accidente físico, una denominación geográfica, las montañas son el reino de la luz, el camino a los nuevos amaneceres.
Si el hombre es un nómada, nadie mejor que ellos para encarnar este imperativo. Hoy están aquí, mañana lucharan por aquella cumbre. Luego serán otras y otras en los horizontes. Como los nómadas, llevan pocas cosas a cuestas y mucha riqueza interior. Dondequiera que vayan, LA MONTAÑA, su patria interior, ira con ellos. LA MONTAÑA es su modo de mirar la vida.
Su comunión con los grandes espacios abiertos ha afinado sentidos ocultos; ellos comprenden la verdad del viento, auscultan la palpitación de las rocas, dialogan con los elementos y cohabitan con los vértigos. Ellos saben del misterio de las nieblas y conocen los escondites de las águilas. Sus ojos han mirado de cerca el esplendor del cielo, cuando en las noches las estrellas han velado la víspera de una escalada largo tiempo soñada y a conciencia preparada. Su alma ha conocido la paz profunda que se establece después de grandes combates y les niega satisfacción en alegrías ya superadas.
Tanta inmensidad acumulada en sus ojos, tanto silencio apelmazado en los oídos, tanta complicidad con las fuentes secretas de la vida, han ido depositando en su ser riquezas invisibles. La amistad es su fuerte y en ella son expertos. Yo los he visto ejercer el noble rito de los amigos.
Todo puede ser simple: atacar la pared con la doble fortaleza que da la cuerda que los une y luego abrazarse en la cumbre. Un rito simple, en el que se encuentran dos mundos, en el que se reconocen dos exilados que han hallado por fin el camino de regreso. ¡Y que hermosos son los retornos! Los Montañistas son los seres del retorno: viven en camino, Parten al amanecer siempre al encuentro del sol y saben reconocerse en cada vuelta del sendero, en cada flor, en cada insecto, en cada cosa; cada cumbre del horizonte es su destino. han preferido el riesgo a la inmovilidad; el frío, el viento, la sed, el cansancio, a la seguridad de los seres establecidos. Ellos podrían lícitamente sentir compasión, pero no lo hacen; aun no han encontrado tiempo para ello y su oficio no es mirar a los demás sino avanzar hacia si mismos.
También yo quisiera ser como ellos: grandes en su pequeñez y pequeños en su grandeza. Yo quisiera levantar mi tiendo en el glaciar o sobre una terraza de rocas al lado de la suya. Yo quisiera, como ellos, alumbrar nuevos amaneceres.
(Original de Arturo Romero Palacios)
Q.E.P.D.