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Ver la versión completa : Quedamos pocos (soñador... una especie en extinción)



Stars Keeper
08/07/2006, 00:58
Alguien me dijo alguna vez
que movilizar una pluma sobre un papel significaba un alma herida
intentando esbozar sentimientos opacados por el llanto en un intento fallido de autoprotección.
Esa misma persona se atrevió a afirmar que para plasmar tu propio ser
era requisito tener el alma atorada y el corazón arrugado.
Por eso, no sé si sea consecuente gastarle tinta a la felicidad,
esa utópica sensación de plenitud,
esa momentánea calidez energética que impulsa el camino,
ese por instantes sonreír y por otros reír.
No sé si sea correcto gastarle pensamiento a la alegría en medio de tantas almas amargadas,
no sé si tenga sentido derrocharle fuerzas al espíritu en medio de tanto materialismo,
no sé si sea adecuado consumirle tiempo a la amabilidad en medio de tantos rostros fríos,
no sé si sea constructivo absorberle inspiración a la naturaleza en medio de tanta destrucción,
no sé si sea sensato abrirle visiones a la imaginación en medio de tantas mentes cerradas,
no sé si sea conveniente tomarle oportunidades a la ilusión en medio de tanta insensibilidad,
no sé si sea productivo tenerle esperanza a los sueños en medio de tantas acciones perversas,
no sé si sea justo darle paso al perdón en medio de tanto rencor,
no sé si sea suficiente agotarle recursos a la compasión en medio de tantas voluntades egoístas,
no sé si sea innocuo sentirle orgullo a las virtudes en medio de tanta envidia,
no sé si sea seguro adoptarle modelos de vida a la inocencia en medio de tantos seres corrompidos,
no sé si sea posible interpretar bien arrebatarle consuelo a las lágrimas en medio de tanto machismo,
no sé si sea corregible negarle ayuda a los semejantes en medio de tantos gestos indiferentes,
no sé si sea útil conferirle importancia a los ideales en medio de tanta vacuidad...
y a pesar de todo, ante tanta incertidumbre,
cuánto nos cuesta seguir creyendo en el amor rodeados de tantos corazones contaminados,
pero, aunque no sea fácil, siempre encontramos una razón para seguir haciéndolo...
siempre...
y seguirlo esperando no es ninguna tontería,
porque esperar el amor es ir contra la corriente,
es ir contra los que buscan y no encuentran.
Esperar el amor es el camino, lo ideal...
porque la búsqueda sin éxito causa frustración; la espera sin éxito, desesperación.
La desesperación nace de la melancolía; la frustración, de la amargura.
La amargura es ese corrosivo sufrimiento que desluce y pervierte las esencias porque se llora por lo ansiado,
la melancolía es ese dulce sufrimiento que saca a relucir lo más puro de nosotros porque se llora por lo amado.
La espera tiene más de miel que de hiel,
tiene más de entrega que de captura,
tiene más de sueños que de proyectos,
tiene más de esperanza que de optimismo,
tiene más de constancia que de veleidad.
La búsqueda es guiada por lo superficial; la espera, encaminada por lo cordial.

En conclusión...
la búsqueda es una caminata teniendo por lazarillo a la razón con destino a conocer el mundo,
la espera es una travesía teniendo por brújula al corazón con destino a descubrir el cielo...
después de todo, amor es darse por completo...
y si a veces dicen que dar resulta ridículo, para muchos quitar resulta más sencillo
o tal vez menos autodestructivo.
Cómo se podría denominar a un pedazo de planeta que se ha olvidado de que existen otros
cuando tan sólo brota de tu alma el deseo de ofrecer, el deseo de dar y compartir;
ese indescriptible don que pocos tienen y que muchos aprovechan.
Cómo se podría denominar a un entorno plagado de ironías
donde lo que no das, te lo quitan, y lo que das, jamás es bien recibido.
Dónde podremos colocar a esos seres que aún recuerdan lo maravilloso de la entrega,
y que lastimosamente seguirán haciendo parte de un mundo pequeño, pero grande para sí mismos.
Porque aquí la bondad se paga con sangre
y la maldad pasa desapercibida.
Porque aquí por herir acumulas puntos
y si haces algo bueno te tratan de raro.
Porque aquí las acciones buenas hacen parte del pasado
y sólo se le permiten a la caridad con intención de autobeneficio.
Porque aquí sonreír se volvió costumbre, pero regalar el alma
ya sólo lo hacen los soñadores
y de ésos, quedamos pocos...
muy pocos.

Sadness
10/07/2006, 14:17
Son demasiados cuestionamientos y muy bien razonados y sin embargo, la respuesta para todos ellos es, mientras exista vida y soñadores, podemos creer que el mundo puede cambiar y ser mejor. La esperanza es la que muere al último, debemos conservarle en nuestro corazón, siempre latente y esperar que siempre exista un soñador rebelde.

Gracias por sacudir la razón.