reymundo
03/06/2006, 00:02
Razones para no votar por Alan García No lo haré porqué no puedo renunciar a mi memoria. No puedo lobotomizarme. No quiero olvidar lo que vivimos entre 1985-1990. Esa francachela de vanidades y vulgaridades. No puedo votar por Alan García porqué así ayudaría a sentar el precedente de que en el Perú no hay castigos ni veredictos ni escarmientos.
Que los peruanos somos menos que los MONOS que, en los experimentos conductistas, aprenden a NO tropezar con el mismo error para ganarse el alimento. ¿Qué lección le daremos al mundo los peruanos? ¿La de que premiamos, al hombre que estuvo a punto de desaparecer el Estado como autoridad y a la moneda como instrumento de cambio? ¿La de que somos una turba de cándidos con taparrabos que volvemos a subyugarnos ante el encanto de unas promesas lanzadas por quien no cumplió antes NINGUNA? Si elegimos a García nos estaremos pronunciando ante el mundo como un país no sólo indescifrable, sino enfermo, SOCIALMENTE LISIADO. Porque premiaremos a quien NO ha expiado sus culpas, NO ha corregido su programa, NO ha rectificado rumbos y, encima tiene el cuajo de repetir las cantaletas de 1985, rodeado por los mismos personajes siniestramente mediocres que tomaron el Estado por ASALTO, protegieron a una industria de incompetentes, llenaron la planilla del Estado con sus sectarios, se ROBARON los certificados en dólares, nos convirtieron en parias internacionales, se ensañaron con dos millones de veces el sol hasta volverlo en Inti-piltrafa, Mie..., nada, centavo de centavo, nos empujaron al TRUEQUE, vaciaron las bodegas y los mercados de productos de importación, hicieron negocios turbios que costearon luego exilios dorados, ROBARON como Mantilla, MINTIERON como Saberbein, MEDRARON como Melgar y se cagaron en el país como lo hizo el fugitivo Víctor Polay por un túnel en los días finales de ese lustro. ¿Cómo olvidar esto? ¿En nombre de que senderización de nuestras almas puede un peruano premiar esa gestión con otra? ¿Qué clase de zarrapastrosos del ánimo somos? ¿Qué clase de esclavos chancas, prisioneros procas, fugitivos chimúes y totalitarios incas nos habita? ¿Nos ocupa un marqués virreinal, un oidor servil, una mujerzuela con miriñaque y yeso en las mejillas? ¿Largo tiempo el peruano oprimido, otra vez? De qué fustán venimos para ser el pueblo que se obstina en recompensar a quien lo esquilmó y lo decepcionó? De que parajes humillados nos viene esa capacidad para ser indignos? NO PUEDO PERMANECER CALLADO. Y sé que lo más probable es que no persuada a nadie. Allí está García otra vez bailando perreo y regalando trabajos, sueldos duplicados, tarifas abreviadas a la mitad, intereses con su rebajita, AFP para la abuelita. Otra vez la monserga laxa y demagógica para que lo aplaudan los que no tienen nada que perder. Otra vez el discurso que disuade a la honestidad, que consagra la criollada, que cobija a los sinvergüenzas y morosos y que hace de las masas los extras de una película mala y que termina mal. García no cree en el pueblo: Lo instrumentaliza. NO quiere su superación: vive de su fracaso. NO entiende de economía: cree que ésta no tiene leyes y que es, más bien, una suerte de código conspirativo de los adinerados. Es un gran candidato para un pueblo lastrado por la IGNORANCIA. García no compromete nada de sí cuando habla. Hace mucho tiempo k ha disociado el acto de la palabra. Alan García no es una opción, es un tiro en la sien de la dignidad nacional. Fuente: Diario Liberación Nota. Nos han enviado este artículo. Lo reproducimos, pero no estamos de acuerdo con la adjetivación peyorativa... razón por la cual le hemos colocado (...). El que ha de decidir el cuatro de junio será el pueblo peruano, él es el soberano Cesar Hildebrandt
Que los peruanos somos menos que los MONOS que, en los experimentos conductistas, aprenden a NO tropezar con el mismo error para ganarse el alimento. ¿Qué lección le daremos al mundo los peruanos? ¿La de que premiamos, al hombre que estuvo a punto de desaparecer el Estado como autoridad y a la moneda como instrumento de cambio? ¿La de que somos una turba de cándidos con taparrabos que volvemos a subyugarnos ante el encanto de unas promesas lanzadas por quien no cumplió antes NINGUNA? Si elegimos a García nos estaremos pronunciando ante el mundo como un país no sólo indescifrable, sino enfermo, SOCIALMENTE LISIADO. Porque premiaremos a quien NO ha expiado sus culpas, NO ha corregido su programa, NO ha rectificado rumbos y, encima tiene el cuajo de repetir las cantaletas de 1985, rodeado por los mismos personajes siniestramente mediocres que tomaron el Estado por ASALTO, protegieron a una industria de incompetentes, llenaron la planilla del Estado con sus sectarios, se ROBARON los certificados en dólares, nos convirtieron en parias internacionales, se ensañaron con dos millones de veces el sol hasta volverlo en Inti-piltrafa, Mie..., nada, centavo de centavo, nos empujaron al TRUEQUE, vaciaron las bodegas y los mercados de productos de importación, hicieron negocios turbios que costearon luego exilios dorados, ROBARON como Mantilla, MINTIERON como Saberbein, MEDRARON como Melgar y se cagaron en el país como lo hizo el fugitivo Víctor Polay por un túnel en los días finales de ese lustro. ¿Cómo olvidar esto? ¿En nombre de que senderización de nuestras almas puede un peruano premiar esa gestión con otra? ¿Qué clase de zarrapastrosos del ánimo somos? ¿Qué clase de esclavos chancas, prisioneros procas, fugitivos chimúes y totalitarios incas nos habita? ¿Nos ocupa un marqués virreinal, un oidor servil, una mujerzuela con miriñaque y yeso en las mejillas? ¿Largo tiempo el peruano oprimido, otra vez? De qué fustán venimos para ser el pueblo que se obstina en recompensar a quien lo esquilmó y lo decepcionó? De que parajes humillados nos viene esa capacidad para ser indignos? NO PUEDO PERMANECER CALLADO. Y sé que lo más probable es que no persuada a nadie. Allí está García otra vez bailando perreo y regalando trabajos, sueldos duplicados, tarifas abreviadas a la mitad, intereses con su rebajita, AFP para la abuelita. Otra vez la monserga laxa y demagógica para que lo aplaudan los que no tienen nada que perder. Otra vez el discurso que disuade a la honestidad, que consagra la criollada, que cobija a los sinvergüenzas y morosos y que hace de las masas los extras de una película mala y que termina mal. García no cree en el pueblo: Lo instrumentaliza. NO quiere su superación: vive de su fracaso. NO entiende de economía: cree que ésta no tiene leyes y que es, más bien, una suerte de código conspirativo de los adinerados. Es un gran candidato para un pueblo lastrado por la IGNORANCIA. García no compromete nada de sí cuando habla. Hace mucho tiempo k ha disociado el acto de la palabra. Alan García no es una opción, es un tiro en la sien de la dignidad nacional. Fuente: Diario Liberación Nota. Nos han enviado este artículo. Lo reproducimos, pero no estamos de acuerdo con la adjetivación peyorativa... razón por la cual le hemos colocado (...). El que ha de decidir el cuatro de junio será el pueblo peruano, él es el soberano Cesar Hildebrandt