Observador
23/05/2006, 11:43
¿Por qué los discípulos no sabían que era Jesús? Por dos motivos: No había mucha luz y estaba a una distancia de unos noventa metros.
“Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como la mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.” Lucas 24:13-31
¿Por qué estos dos discípulos no pudieron reconocer a Jesús? No le pudieron reconocer porque sus ojos estaban velados (V.16). Si Cristo hubiese resucitado con un cuerpo diferente ¿por qué los ojos de los discípulos estaban velados? No hubiese hecho falta que sus ojos estuviesen velados si Jesús hubiese tenido otro cuerpo.
¿Cuando reconocieron a Jesús? Sencillamente cuando sus ojos se abrieron (V.31).
¿Qué significa la expresión “carne y sangre” cuando es utilizada en el Nuevo Testamento?
Los llamados “Testigos de Jehová” dicen que “las criaturas humanas, que tienen cuerpo de carne y sangre, no pueden vivir en el cielo”, para poder afirmar la declaración que acabamos de citar se basan en 1 Corintios 15:50, veamos lo que dice:
“ . . . la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios . . .”
Antes de poder sacar conclusiones precipitadas, debemos tener en cuenta otros pasajes donde se use la expresión “carne y sangre” para saber su significado verdadero. Veamos:
“Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” Mateo 16:17
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.” Gálatas 1:15-16-17
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.” Hebreos 2:14
Como hemos podido comprobar en los versículos anteriores, cuando es usada la expresión “carne y sangre” no se refiere a la sustancia carne y al líquido sangre, sino a hombres terrenales y mortales. Una vez más nos encontramos que lo que dice la WATCHTOWER (Organización de los “Testigos de Jehová”) no es lo que la Palabra de Dios nos enseña.
La Biblia nos muestra que el espíritu de Cristo no murió en la cruz:
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi padre.” Juan 10:17-18
El espíritu de Cristo no murió, ni estuvo en un estado de inconsciencia como declaran los “testigos de Jehová”.
Después de todo lo que hemos estudiado, podemos llegar a la conclusión que los llamados “testigos de Jehová” no creen en la resurrección de Cristo conforme a las Santas Escrituras.
“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados” I Corintios 15:17
“Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como la mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.” Lucas 24:13-31
¿Por qué estos dos discípulos no pudieron reconocer a Jesús? No le pudieron reconocer porque sus ojos estaban velados (V.16). Si Cristo hubiese resucitado con un cuerpo diferente ¿por qué los ojos de los discípulos estaban velados? No hubiese hecho falta que sus ojos estuviesen velados si Jesús hubiese tenido otro cuerpo.
¿Cuando reconocieron a Jesús? Sencillamente cuando sus ojos se abrieron (V.31).
¿Qué significa la expresión “carne y sangre” cuando es utilizada en el Nuevo Testamento?
Los llamados “Testigos de Jehová” dicen que “las criaturas humanas, que tienen cuerpo de carne y sangre, no pueden vivir en el cielo”, para poder afirmar la declaración que acabamos de citar se basan en 1 Corintios 15:50, veamos lo que dice:
“ . . . la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios . . .”
Antes de poder sacar conclusiones precipitadas, debemos tener en cuenta otros pasajes donde se use la expresión “carne y sangre” para saber su significado verdadero. Veamos:
“Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” Mateo 16:17
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.” Gálatas 1:15-16-17
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.” Hebreos 2:14
Como hemos podido comprobar en los versículos anteriores, cuando es usada la expresión “carne y sangre” no se refiere a la sustancia carne y al líquido sangre, sino a hombres terrenales y mortales. Una vez más nos encontramos que lo que dice la WATCHTOWER (Organización de los “Testigos de Jehová”) no es lo que la Palabra de Dios nos enseña.
La Biblia nos muestra que el espíritu de Cristo no murió en la cruz:
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi padre.” Juan 10:17-18
El espíritu de Cristo no murió, ni estuvo en un estado de inconsciencia como declaran los “testigos de Jehová”.
Después de todo lo que hemos estudiado, podemos llegar a la conclusión que los llamados “testigos de Jehová” no creen en la resurrección de Cristo conforme a las Santas Escrituras.
“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados” I Corintios 15:17