¡Paz y amor! ¿Sí a la guerra?

[Séneca]

Un grupo de pacifistas protestaba frente a una base militar. Su estridencia y alboroto eran tales que se formó alrededor de la base un cordón policial. -¡Paz y amor! ¡No a la guerra!-, gritaban a coro una y otra vez. Quien más enérgica y ásperamente protestaba era su líder. La protesta había comenzado por la mañana, pero ya se acercaba la noche, y la protesta no cesaba, así que los policías y militares pensaban en algún modo de debilitar o socavar la protesta para acabarla. Pero como la prensa estaba presente, no convenía métodos ortodoxos. -¡Paz y amor! ¡No a la guerra!- aún gritaban una y otra vez... Hasta que apareció una soldado al frente del líder de la protesta. El líder se le quedó mirando e hizo silencio. E igual hicieron los demás manifestantes. La soldado se desabotonó insinuosamente su camisa miltar y la arrojó al aire. Al líder le chispearon los ojos porque la soldado mostraba su pecho escultural al aire libre. Uno de los manifestantes se volvió hacia el líder: ¡Vamos, vamos! ¡Valor! ¡Tú puedes! Luego, el manifestante se alejó esperanzado. En unos pocos segundos el líder gritó: ¡Que se coja mis pantalones la paz! ¡Al demonio el amor! Y comenzó a gritar una y otra vez con la mirada atónita de los demás manifestantes: ¡Guerra! ¡Guerra! ¡Guerra! ¡Guerra!