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Ver la versión completa : HERMOSOS pasajes de LA BIBLIA que SIEMPRE me han inspirado ...



Emeric
25/03/2006, 19:30
Los foristas que me conocen mejor que otros no se extrañarán en lo absoluto por el hecho de que yo abra este epígrafe tan especial para mí.

Ya saben lo que pienso acerca de la Biblia. No necesito insistir en ello.

Pero como soy honesto conmigo mismo y, por consiguiente, también con mi prójimo, deseo compartir con todos ustedes muchos pasajes de la Biblia que siempre han sido de GRAN INSPIRACIóN en mi vida, desde que, a la edad de 4 años, aprendí a leer el español con una Biblia.

He aquí uno de mis pasajes predilectos.

Filipenses 4:11 y 12, del gran apóstol Pablo :

"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad".

Y yo digo : ¡ Amén !

Mi cordial saludo para todos.

Migdol Eder
25/03/2006, 20:20
Hermoso, Emeric.
¿Otro?

Emeric
25/03/2006, 20:50
Sí, Migdol.

Hay muchísimos más ... A borbotones ...

Como éste :

Juan 3:8, de Jesús :

"El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu".

Ese pasaje es hermosísimo y de una gran profundidad exegética, muy acorde con la pneumatología desarrollada más adelante por el propio Jesús en ese mismo evangelio, así como por Pablo en varias de sus epístolas. Siempre que camino por el campo y hace viento me viene a la mente ...

Joel Montana
25/03/2006, 23:18
Buenisima iniciativa, por fin algo constructivo y espiritual en este foro; como vereis aqui son altas horas de la madrugada y vengo de perfeccionar mi "salsa", pero mañana prometo anotar alguno de los pasajes que mas me inspiran.

Saludos!

Raquel_55
25/03/2006, 23:23
"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" (San Juan 15, 13)

Emeric
26/03/2006, 04:47
Buenisima iniciativa, por fin algo constructivo y espiritual en este foro; como vereis aqui son altas horas de la madrugada y vengo de perfeccionar mi "salsa", pero mañana prometo anotar alguno de los pasajes que mas me inspiran.

Saludos!
________

Gracias, querido Joel. Cuento contigo para que compartas aquí con nosotros tus pasajes bíblicos favoritos.

Un saludo.

Joel Montana
26/03/2006, 10:08
Para mi, Eclesiastés es un libro genial, ya que siempre me he preocupado por encontrar sentido a la vida, y Salomón aquí hace poeticamente un analisis de sus vivencias y de lo que es para el la vida. Algunos pasajes que me gustan son:

3. 1 Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos: 2 tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de desarraigar lo que se haya plantado; 3 tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de derribar y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de dar saltos; 5 tiempo de desechar piedras y tiempo de reunir piedras; tiempo de abrazar y tiempo de mantenerse alejado de los abrazos; 6 tiempo de buscar y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar y tiempo de desechar; 7 tiempo de rasgar y tiempo de unir cosiendo; tiempo de callar y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar y tiempo de odiar; tiempo para guerra y tiempo para paz.

Y tiene razón, yo siempre fui una persona muy impaciente, y pensar en este pasaje me ayudaba a tranquilizarme con respecto a mis espectativas.

4. 9 Mejores son dos que uno, porque tienen buen galardón por su duro trabajo. 10 Pues si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su socio. Pero ¿cómo le irá al que está solo y cae cuando no hay otro que lo levante?
11 Además, si dos se acuestan juntos, entonces ciertamente se calientan; pero ¿cómo puede mantenerse caliente uno solo? 12 Y si alguien pudiera subyugar a uno solo, dos juntos podrían mantenerse firmes contra él. Y una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto.

Pues eso, el valor de un buen amigo, y lo peligroso que es aislarse de la gente que te quiere.

7.10 No digas: “¿Por qué ha sucedido que los días anteriores resultaron ser mejores que estos?”, porque no se debe a sabiduría el que hayas preguntado acerca de esto.

Los peligros de vivir en el pasado, lamentandose de la situación actual. Hay que vivir el presente, aprovechando la experiencia del pasado, pero no viajando constantemente atras en el tiempo mentalmente para auto martirizarnos. A mi, siendo una persona profundamente melancólica, pensar en este texto me ayuda bastante.

Cuando tenga mas tiempo pondre algunos pasajes mas, un abrazo.

Zerubbabel
26/03/2006, 13:46
Esto va para Alien77, que está muy ofuzcado con los judíos, pero no conoce el Mesianismo. Va este pasaje en cierta forma como deseo personal mío, desde mi más profunda esencia:

" Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (De otro judío, Shaulo - Gálatas 3: 28 )

Y que haya SHALOM

Emeric
26/03/2006, 18:48
Otros versículos de mi entrañable amigo exégeta, el apóstol Pablo, versículos que también me inspiran a diario y me dan unas ganas terribles de alejarme definitivamente de la civilización para irme a meditar y terminar mi existencia en algún monasterio, son los siguientes :

"Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto".

1 Timoteo 6:7,8.

iraoruguay
27/03/2006, 09:18
Uffff! yo tengo cientos peor de a uno no sin antes dar las gracias a Zerubabel por el que él comaprtió, no lo esperaba de su parte, a veces uno se forma imagenes erroneas de los demás!...en hora buena !

Aqui va uno de los principales !:

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mt 6:21....

Por supuesto que mis predilectos están en los textos Paulinos pero todo a su tiempo además observo que Emeric tambien tiene su corazoncito Pulino aunque en oportunidades se refiera a jesupablo leido por mi en forma despectiva. Por cierto Emeric no es el tema pero, cronologicamente ¿eso es posible? :razz:

Emeric
28/03/2006, 02:30
Sobre la vida de los humanos, la cual, según la Biblia, (no según la Watch Tower), sigue después de la muerte, me gusta mucho lo que dijo Jesús en Lucas 20:37 y 38 :

"Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.

Porque Dios NO es Dios de muertos, sino de VIVOS, pues para él TODOS VIVEN".

Y es verdad que Exodo 3:1-6 muestra que el Angel de Jehová se le apareció a Moisés en una llama de fuego en medio de una zarza, y le dijo a Moisés :

"Yo SOY el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob", v.6.

Dios NO dijo : "Yo fui", sino, "Yo SOY".

Y por eso es que Jesús dijo : "Pues para él todos VIVEN", en el PRESENTE, cuando bien sabemos que en el momento en que Jesús pronunció esas palabras, los tres patriarcas aludidos habían muerto desde hacía SIGLOS ...

En otras palabras, si Abraham, Isaac y Jacob hubieran dejado de existir cuando murieron, (tal y como lo enseña antibíblicamente la Watch Tower de los Testigos de Jehová), Dios JAMáS habría usado el verbo "ser" en el presente, sino en el PASADO. Pero como "para El TODOS VIVEN", es decir, siguen viviendo DESPUéS de haber muerto, la exégesis dada por Jesús demuestra que aun muertos físicamente, los creyentes Abraham, Isaac, Jacob como también los demás creyentes, siguen VIVOS, CONSCIENTES después de la muerte.

Corroborado por Apoc. 6:9-11; 2 Cor. 5:5,10; Filip. 1:23;1 Ped. 1:13,14.

Un saludo.

iraoruguay
28/03/2006, 08:31
Obituario:

He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. 2 Tm 4,7

Zerubbabel
28/03/2006, 12:33
" Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido"

1 Corintios 13: 12, Shaulo

iraoruguay
29/03/2006, 09:03
El Alma:

Si 20,30 Sabiduría escondida y tesoro invisible, | ¿qué provecho hay en ambos?

Pr 20,27 Lámpara de Yahveh es el hálito del hombre | que explora hasta el fondo de su ser.

Sal 18,29 Tú eres, Yahveh, mi lámpara, | mi Dios que alumbra mis tinieblas;

Lc 11,33 «Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor.

2 S 22,29 Tú eres, Yahveh, mi lámpara, mi Dios que alumbra mis tinieblas.

BETTER MAN
29/03/2006, 10:16
HOLA EMERIC:
BUENO ME LLAMA MUCHO LA ATENCION QUE INICIES UN TEMA DE FORO CUANDO TU SIEMPRE COLOCABAS A LA BIBLIA COMO UN LIBRO DE FARSAS Y ERRORES, PERO AL MISMO TIEMPO DICES SER ATEO; PERO AHORA TE LEO COSAS QUE TE LLEGAN AL PENSAMIENTO SOBRE JESUS E INCLUSO HABLAS COMO SI FUESES UN CREYENTE ; SI LO CONSIDERAS UN MENTIROSO Y NO CREES EN DIOS ENTONCES TE PREGUNTO , COMO DICES LO QUE PIENSAS DE PASAJES DE INSPIRACION SI NO CREES EN ESO????.
LO QUE TE PLANTEO ES , CREO A MI PARECER, QUE ESTAS EN UNA ETAPA DE REPLANTEO.....????
YO NO CREO EN DIOS Y SIGO SIN CREER, PERO SIEMPRE DIJE QUE LA BIBLIA ES INFALIBLE Y DICE TODA LA VERDAD; TENGO UNA POSICION ABSTRACTA Y CON UNA BUENA DOSIS DE CIENCIA FICCION ; YO CREO EN TODO LO QUE DICE LA BIBLIA PERO NO CREO EN DIOS Y ESO PUEDE RESULTAR DESCONCERTANTE PARA MUCHOS Y ASI TE NOTO AHORA.

PARA MI LA BIBLIA ESTA LLENA DE MISTERIOS Y SABER ESAS COSAS NO RESULTAN NADA BELLO , MUY POR EL CONTRARIO RESULTARIA TENEBROSO E INDIGNANTE; PERO RESPONDIENDO A TU TEMA DICES LA PALABRA "HERMOSOS", QUIERE DECIR QUE EVOCA A LO BELLO Y BUENO DE ESTA EXISTENCIA MISTERIOSA Y TIRANA, PUES YO TENGO UN PASAJE A MI PARECER ALGO MUY HERMOSO , INDESCRIPTIBLE PARA EL COMUN DE LOS MORTALES:

Gn 2:23
"........Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fué tomada......."


HAY PASAJES BIBLICOS QUE ESCONDEN MUCHOS MENSAJES, DE UN VERSICULO PUEDES SACAR UN LIBRO;
DE ESTE PASAJE CREO SACAR TODA UNA BIBLIA Y ME TARDARIA MUCHO EN EXPLICARLO, ASI QUE LO VUELVO A DEJAR CON SUS PUNTOS SUSPENSIVOS Y SUS INCOGNITAS......

......................???......................... .

Zerubbabel
29/03/2006, 10:24
Shalom, Better
¿Y tú qué entiendes de ese pasaje que señalas? ¿Qué mensaje lees?
Me interesa tu opinión. No se te ve muy seguido por aquí

BETTER MAN
30/03/2006, 00:08
Shalom, Better
¿Y tú qué entiendes de ese pasaje que señalas? ¿Qué mensaje lees?
Me interesa tu opinión. No se te ve muy seguido por aquí

HOLA ZERUBABEL:
BUENO COMO DIJE, CREO QUE HAY OTRO LIBRO DENTRO DE ESTE VERSICULO, ME DESPLAYARIA MUCHO EN EXPLICAR MUCHAS COSAS ACERCA DE LO QUE PIENSO, MUCHO DE ESO ME PARECE QUE ES UN BELLO IDEALISMO; PERO LA REALIDAD DE LA VIDA TAMBIEN ME HACE SABER QUE LOS IDEALISMOS SON MASTURBACIONES MENTALES, LA VIDA ES MUY TIRANA Y CRUEL; SER IDEALISTA ES AUTODESTRUIRSE.............

......ES MASOQUISMO PURO EN UN MUNDO DE DESPIADADOS INCONCIENTES.......

EN ESTE PASAJE HABLA ACERCA DE LA MUJER Y LO QUE DICE ADAN ES ALGO MUY PROFUNDO Y COMPLETO; COMO PODIA DECIR SEMEJANTE SABIDURIA SI RECIEN ERA CREADO?????, ANTES DE ESTO SE DICE QUE FUE CREADO A SU IMAGEN Y SEMEJANZA Y LO QUE DICE ADAN ES SABIDURIA; FREUD DECIA QUE LA PASION CIEGA LA RAZON, CON ESTO ADAN LE TAPA LA BOCA Y LO DEJA SENTADO EN UN RINCON COMO NIÑO CASTIGADO PORQUE ES JUSTAMENTE LO CONTRARIO;

LUEGO PUEDO VER OTRAS COSAS MAS , TODAS MUY IDEALISTAS PERO HASTA ALLI NOMAS PARO LA MANO PORQUE SE ME CRUZA POR LA MENTE DARWIN , FREUD Y PLATON, ESTE ULTIMO OTRO MORBOSO DE LA PSIQUE, POR CULPA DE ESTE IDIOTA HAY TANTOS POETAS SUICIDAS O TANTOS SUICIDAS EN VIDA COMO YO.
QUIZA TU VEAS OTRAS COSAS, POR ALLI EMERIC MENCIONA ( OJO: NO DIGO QUE SEAS UN HIPOCRITA ,EMERIC) UNA PALABRITA FICTICIA PERO FUNCIONAL E HIPOCRITA PARA ESTA HUMANIDAD PROPIAMENTE HIPOCRITA.

PALABRITA QUE GUSTA MUCHO A TODO CIEGO QUE SE NIEGA A VER LA VERDAD, PREFIEREN LA CEGERA A LA CONCIENCIA, EN PARTE LES DOY LA RAZON,
PARADOJICAMENTE LA IGNORANCIA ME RESULTA ENVIDIABLE .......

................???.................

Zerubbabel
30/03/2006, 17:00
Sorprendente, Better Man. Te asocié con la obra de Sartre " El ser y la nada".
Te comprendo más de lo que supones. Edén es una metáfora, en cierto sentido.
Dices que la ignorancia te resulta pardójicamente envidiable....ahhhhhh..... en realidad ninguno de nosotros, ninguno, ninguno!!!!! sabe o conoce las cosas como realmente debería saberlo. Todos hacemos lo que podemos
Shalom, shalom

Emeric
06/04/2006, 06:25
"El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero".

-- Apóstol Pablo, 2 Timoteo 2:6.

Ramallo
06/04/2006, 12:16
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13

Emeric
06/04/2006, 17:11
"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos".
-- Apóstol Pablo, Gálatas 6:9.:smile:

Zerubbabel
06/04/2006, 21:50
"Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman" (Lucas 6, 31 y 32)

Ramallo
07/04/2006, 13:45
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte 2Corintios 12: 9

Emeric
07/04/2006, 16:05
"El odio despierta rencillas; pero el AMOR cubrirá todas las faltas".:smile:

--Proverbios 10:12

Jaime_utopia
08/04/2006, 01:20
"Ningun ojo ha visto, ningun oido ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman." 1 corintios 2: 9

Jaime_utopia
08/04/2006, 01:21
Me parecio bien seguir con este epigrafe

Emeric
08/04/2006, 05:11
"Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos".

-- Proverbios 27:2.

Ramallo
08/04/2006, 11:18
"Ningun ojo ha visto, ningun oido ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman." 1 corintios 2: 9


Me ganaste de mano, ese es uno de mis favoritos ;)

Emeric
08/04/2006, 19:02
"Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que DA VIDA a sus poseedores".

-- Salomón, el Predicador (Eclesiastés 6:12)

Zerubbabel
08/04/2006, 23:14
" Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"
Yirmiyahu/Jeremías 33,3

Emeric
09/04/2006, 05:21
"Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene".
Proverbio de Salomón, Proverbios 25:11.

¡ Qué bonito ! ¿Verdad?:smile:

Emeric
09/04/2006, 06:06
Otro, de Santiago apóstol :

"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta : Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo".

-- Santiago 1:27.

Yo apruebo la solidaridad con nuestros congéneres necesitados, así como la autonomía e independencia que, creo, debemos tener con respecto a muchas cosas que yo también desapruebo de este Mundo (homicidios, robos, adicción a todo tipo de drogas, alcoholismo, violencia conyugal, racismos de toda índole, deshonestidad en los negocios y en otros ámbitos del diario vivir, etc;, etc. ...)

José-1970
09/04/2006, 14:10
Otro, de Santiago apóstol :

"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta : Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo".

-- Santiago 1:27.

Yo apruebo la solidaridad con nuestros congéneres necesitados, así como la autonomía e independencia que, creo, debemos tener con respecto a muchas cosas que yo también desapruebo de este Mundo (homicidios, robos, adicción a todo tipo de drogas, alcoholismo, violencia conyugal, racismos de toda índole, deshonestidad en los negocios y en otros ámbitos del diario vivir, etc;, etc. ...)


De acuerdo. Y dice "guardarse sin mancha del mundo" también

Emeric
09/04/2006, 19:05
Ya hablé de muchas "manchas".

Pero no olvide que NO todo lo que la Biblia puede considerar como manchas son manchas.

Hacer al amor antes del matrimonio es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos los seres humanos.

Hacer el amor grupal es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos los seres humanos.

Hacer el amor con una persona del mismo sexo es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos los seres humanos.

Bailar apretados sin estar casados es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos los seres humanos.

Hasta bailar solitos con música "mundana" es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos seres humanos.

Tener fantasías sexuales es mancha para la Biblia, pero NO lo es para todos seres humanos.

Etc., etc., etc. ...

Así que hay que tener cuidado con lo que entendemos por "mancha" :smile:

Emeric
12/04/2006, 03:39
"El simple TODO lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos".
-- Proverbios 14:15.

Y eso mismo es lo que yo hago con la Biblia ... Miro bien mis pasos cuando la recorro ... Y encuentro la mar de ERRORES ...:bounce:

Ramallo
12/04/2006, 12:10
"El simple TODO lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos".
-- Proverbios 14:15.

Y eso mismo es lo que yo hago con la Biblia ... Miro bien mis pasos cuando la recorro ... Y encuentro la mar de ERRORES ...:bounce:


Yo no quisiera que te ahogues en ese mar. Te lo digo de corazón. Aunque:

"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más" Apocalipsis 21:1

Emeric
13/04/2006, 16:44
"El testigo verdadero no mentirá; mas el testigo FALSO hablará mentiras".
-- Proverbios 14:5.

Los "Testigos de Jehová" son testigos FALSOS, por cuanto propagan muchas MENTIRAS ...:dance::dance:

Raquel_55
13/04/2006, 17:35
"Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin". Juan 13,1

Los amó hasta el extremo

Emeric
21/04/2006, 19:42
"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad".

-- Proverbios 16:32

Emeric
21/04/2006, 19:56
Otro :
"Maldito el que se acostare con SU SUEGRA. Y dirá todo el pueblo : Amén".
-- Deuteronomio 27:23

Emeric
30/07/2006, 08:34
"Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de razón", Proverbios 11:22.

Lo cual me recuerda un conocido proverbio popular español que dice :

"Aunque la mona se vista de seda, mona se queda" ... :biggrin:

Emeric
30/07/2006, 08:59
"Por tanto os digo : No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿ No es la vida más qie el alimento, y el cuerpo que el vestido?"

-- Jesucristo, Mateo 6:25.

TataBarbas
01/08/2006, 00:42
Otros versículos de mi entrañable amigo exégeta, el apóstol Pablo, versículos que también me inspiran a diario y me dan unas ganas terribles de alejarme definitivamente de la civilización para irme a meditar y terminar mi existencia en algún monasterio, son los siguientes :

"Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto".

1 Timoteo 6:7,8.

[Comentario al margen: ¿Se imaginan ése monasterio con Emeric como uno de sus monjes? ¿Han considerado amor más loco que ése amor de nuestro converso (oculto, como José de Arimatea) amigo? :confused: ¡Ea! Es sólo una broma, amigo mío... :lol: :lol: ]

Inspiraciones que me inspiran:

¿Qué es, entonces, lo que nos separa? Al parecer, el que enfrentamos desentrañar la VERDAD que yace oculta en la Biblia, premunidos de diferentes lexicones, de entre los que cada uno ha adoptado aquél que más se acomoda a su forma de ser en las cosas, o forma de ver las cosas que intenta entender y dar a entender.

He releído “hermosos pasajes de la Biblia que siempre me han inspirado…” varias veces, y comparádolos con las posiciones adoptadas en el análisis de otras cuestiones que informan los epígrafes de este foro. Y me sorprende la extrema sencillez de cómo la VERDAD ilumina las mentes, inflama los corazones y hace vehementes en locos deseos que nos… ¡inspiran! (Dicho de Dios: Iluminar el entendimiento de alguien y mover su voluntad. RAE). Para mí, “inspirar-se” es llenarse del espíritu de Dios, que es el único diccionario que nos dice LA MISMA VERDAD independientemente de la pespectiva de las distintas inspiraciones (o posiciones anímicas) de los inspirados.

Realmente son muchas las instancias de inspiración hermosa que nos proponen los distintos pasajes de la Biblia, tantos, que terminará antes el webloc monografías que podamos siquiera alcanzar a transcribir los dichos en esa hermosa colección de libros de inspiración divina.

Yo deseo, sin más, aportar uno de los pasajes que me parece resume todos los anteriores ya observados por vosotros. Lo encuentro en Mateo 13,47-52: “Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha echado al mar y recoge peces de todas clases. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan, escogen los peces buenos, los echan en canastos y tiran los que no sirven. Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre os buenos y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes. […]…Cuando un maestro en religión ha sido instruido en el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.” Esto me inspira que la Biblia es esa red echada al mar de la historia del hombre. Y los pasajes inspirados son los peces buenos, los que nos importan, los que nos sirven. Los pescadores y también los ángeles, son ustedes mismos, que están separando “al final de los tiempos” (¡el que ya estamos viviendo , el omega!) lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, lo verdadero de lo falso… etc. (¿No es similar esto a lo que nos narra la parábola de la cizaña en medio del trigo?). Buenos padres de familia, que del armario de sus recuerdos sacan cosas antiguas que son revestidas de un evangelismo nuevo ("ecumenal"), para anunciarnos en palabras actuales, que tenemos un Dios de vivos y no de muertos. En resumen, como prudentes pescadores y como buenos padres de familia, estáis logrando lo único importante de toda esta búsqueda: que cada uno de vuestros hallazgos los habéis revestido de amor, de loco amor, para participar en el ágape del encuentro final: cuando todo quede otra vez sometido a Dios.

Un afectuoso saludos para todos.

Emeric
01/08/2006, 07:43
Lo anterior es un fragmento del "Evangelio según San Tatabarbas", cap. 4, versículos del 1 al 13, editorial "Me muero de la risa", 2006. :biggrin:

yodudotududas
08/10/2006, 16:05
Mic 6:8 El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?

Este me gusto cuando lei la biblia de chico.

saludos

Emeric
22/10/2006, 06:25
"Jesús lloró", Juan 11:35.

Recuerdo que cuando era niño, ése era el versículo que más citaban los niños cuando en la iglesia se nos pedía que recitáramos versículos bíblicos. Como es el versículo más corto de la Biblia, es muy fácil recordarlo.

Lástima que Juan 11:44 haya demostrado que el llanto de Jesús no fue sincero ...

Emeric
25/10/2006, 21:20
Actualizo esto para los que creen erróneamente que sólo veo lo negativo y lo destructivo de la Biblia ...

No-Nirvana
26/10/2006, 00:45
Actualizo esto para los que creen erróneamente que sólo veo lo negativo y lo destructivo de la Biblia ...


Hoy ando alucinado con un pasaje del Cantar: lo escuché cantilado; me trajeron un CD de Música Judía: Una chica canta en Inglés y en Ivrit, mezcla términos de ambos idiomas. Es el pasaje del Shir 8: 6. En la portada, están las lyrics; y entre paréntesis la traducción al Inglés de los términos hebreos.
Es bello, bello:

"Set me as a chotam (seal)
upon thine lev, as a chotam
upon thine zero'a (arm); for
ahavah is strong as mavet
(death); kinah (jealousy) as
unyielding as Sheol; the
flames thereof are flames of
eish, the flame of Hashem".


............"Ponme como un sello en tu corazón,
como un sello en tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la muerte
y arduos son los celos como el Sheol;
sus llamas son llamas de fuego,
la llama de Yah"........................

Emeric
26/10/2006, 09:42
Muy bonito, No-nir. A mí encanta escuchar música judía, por lo melodiosas que son.

Rika ZARAI nos ha brindado muchas canciones tanto en francés como en hebreo moderno, que son lindísimas. :nod:

Otro versículo que me gusta mucho de la Biblia, y que me parece muy profundo, es el que cierra el libro de Génesis :

"Y murió José a la edad de 110 años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto".

Para mí es una manera magistral de cerrar "la novela de José" (1) con broche de oro.

(1) "La novela de José" es la fórmula que usan muchos paleógrafos para referirse a Génesis cap. 37 y, luego, a los caps. del 39 al 50.

Saludos :yo:

Nicasio
26/10/2006, 09:56
Dios anuncia la paz con tal de que a su locura no retornen (Sal 85).

Nicasio
26/10/2006, 10:03
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia (Sant 3,13-18)

Migdal Eder
26/10/2006, 15:56
"Set me as a chotam (seal)
upon thine lev, as a chotam
upon thine zero'a (arm); for
ahavah is strong as mavet
(death); kinah (jealousy) as
unyielding as Sheol; the
flames thereof are flames of
eish, the flame of Hashem".




Hermosísimo,Nir, sobre todo porque "mecha" con palabras hebreas. Dime el nombre del grupo musical 8)

iraoruguay
27/10/2006, 14:30
Esta es la canción No Nirvana que solicite me tradujeras en el tema de canciones religiosas. Saludos!!!

Emeric
28/10/2006, 04:46
Otro :

"Todos los días del afligido son difíciles, mas el de corazón contento tiene un banquete continuo".

Proverbios 15:15 :yo:

Emeric
01/11/2006, 06:08
"Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador".

Eclesiastés 10:11. :smile:

No-Nirvana
01/11/2006, 09:07
"Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador".

Eclesiastés 10:11. :smile:

Aplausos, efectivamente :clap2: :clap2:

:yo:

José-1970
01/11/2006, 12:32
Es así, pero según a quién se considere encantador.
Fragmento de Proverbios 2:

1 Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,


3 Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;


4 Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,


5 Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.


6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.


7 El provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a los que caminan rectamente.


8 Es el que guarda las veredas del juicio,
Y preserva el camino de sus santos.

Van Sword
01/11/2006, 13:21
Es así, pero según a quién se considere encantador.
Fragmento de Proverbios 2:

1 Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,


3 Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;


4 Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,


5 Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.


6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.


7 El provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a los que caminan rectamente.


8 Es el que guarda las veredas del juicio,
Y preserva el camino de sus santos.

Esas palabras siempre serán hermosas por la eternidad.

Emeric
08/01/2007, 20:33
Subo este tema para que los nuevos vean que yo también sé ver lo bueno de la Biblia. :yo:

Emeric
18/01/2007, 16:38
Subo este tema para que los nuevos vean que yo también sé ver lo bueno de la Biblia. :yo:Lo vuelvo a subir, esta vez a petición de Gavo. :yo:

jesus super star
18/01/2007, 18:08
Buenisima iniciativa, por fin algo constructivo y espiritual en este foro; como vereis aqui son altas horas de la madrugada y vengo de perfeccionar mi "salsa", pero mañana prometo anotar alguno de los pasajes que mas me inspiran.

Saludos!
" QUIEN NO ES CAPAZ DE RESPETAR Y NO CONOCE ACERCA DEL RESPETO; NO PUEDE PROFUNDIZAR EN EL SABER Y MUCO MENOS EXPRESAR SABIDURIA"
MIS RESPETOS
JESUS SUPER STAR

Emeric
18/01/2007, 19:32
" QUIEN NO ES CAPAZ DE RESPETAR Y NO CONOCE ACERCA DEL RESPETO; NO PUEDE PROFUNDIZAR EN EL SABER Y MUCO MENOS EXPRESAR SABIDURIA"
MIS RESPETOS
JESUS SUPER STARProverbios 26:7 :

"Las piernas del cojo penden inútiles; así es el proverbio en la boca del necio". :caked:

Emeric
01/04/2007, 18:59
Lo vuelvo a subir, esta vez a petición de Gavo. :yo:Y Gavo, ¿ dónde estará ???? :cry:

Emeric
20/05/2007, 05:24
Traigan más versículos bíblicos que les inspiran. :yo:

Emeric
04/06/2007, 15:28
Otro : "Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón". - Proverbios 6:26

Machista, pero cierto ... :nod:

Emeric
10/06/2007, 20:31
"Las riquezas traen muchos amigos, mas el pobre es apartado de su amigo".
- Proverbios 19:4

Emeric
21/06/2007, 20:15
"La esperanza que se demora es tormento del corazón; pero árbol de vida es el deseo cumplido". - Proverbios 13:12 :yo:

Emeric
22/06/2007, 19:29
"Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es : como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo".

- Eclesiastés 3:19, 20.

Emeric
26/06/2007, 13:48
Otro : "Hacer acepción de personas NO es bueno; hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre". - Proverbios 28:21.

¡ Lástima que Dios haga acepción de personas en la Biblia ! :rolleyes:

josell
26/06/2007, 13:51
¡ Lástima que Dios haga acepción de personas en la Biblia ! :rolleyes:
¡Lástima que no seas como dios ni tengas el espiritu santo para entenderlo!

Emeric
26/06/2007, 13:52
¡Lástima que no seas como dios ni tengas el espiritu santo para entenderlo!¡ Afortunadamente NO soy como el Dios de la Biblia, el cual sí que hace acepción de personas, como con su niño mimado, David !

ararat
26/06/2007, 15:59
LLama la atención lo que dice que la Biblia acerca de que David era un hombre conforme al corazón de Dios... considerando todo lo que hizo... creo que sobra decirlo... pero también dice que se arrepintió y en ciarta forma pagó el mal que habia hecho... prueba de que siempre acarreamos la consecuencia de nuestros actos.

ESHENIA
26/06/2007, 16:02
si es lo que pasa con loshechos que no pu eden volver a tras talves nos arrepintamos pero el daño o la accion indebida que hicimos ya no puede retroceder ya sucedio :(

ararat
26/06/2007, 16:07
Claro, en ese sentido el Salmo 51 es un hermoso pasaje acerca del arrepentimiento, a mi me gusta en particular el texto: Crea en mi, Oh Dios, un corazón limpio y renueva un espiritu recto dentro de mí.

Emeric
26/06/2007, 16:59
LLama la atención lo que dice que la Biblia acerca de que David era un hombre conforme al corazón de Dios... ¡ Mujeriego y "conforme al corazón de Dios" !!!! ¡ Ja, ja, ja !!! :laugh:

josell
26/06/2007, 20:34
¡ Mujeriego y "conforme al corazón de Dios" !!!! ¡ Ja, ja, ja !!! :laugh:
Por eso tenia tantas mujeres :lol:

Emeric
01/07/2007, 03:57
Otro : "El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate". - Proverbios 15:13. :yo:

Emeric
10/07/2007, 04:53
Sin olvidar éste :

"El que labra su tierra se saciará de pan, mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza". - Proverbios 28:19.

Emeric
05/08/2011, 14:02
Si nuevos foristas desean aportar sus pasajes favoritos de la Biblia, pues, adelante.

Saludos. :wave:

LIRIO PURPURA
05/08/2011, 14:52
Otro : "Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón". - Proverbios 6:26

Machista, pero cierto ... :nod:

Y ¿a qué se refiere esto?

Emeric
05/08/2011, 15:07
Y ¿a qué se refiere esto?Pues, a las rameras.

LIRIO PURPURA
05/08/2011, 15:22
Las prostitutas existen a los hombres y mujeres que necesitan de placer por dinero, el error no es de las prostitutas es de las personas necias y tontas.

Bien disculpe que lo saque del Tema.

Aclaro que la pregunta fue para no hacer un Pre-juicio, pero me doy cuenta que se presentan sutilmente.

LIRIO PURPURA
05/08/2011, 15:32
Tambien aclaro que las "rameras" se puede referir a no necesariamente prostitutas ¿cambia algo?
no, lamentablemente no. luego pongo algun versiculo.

Emeric
06/11/2011, 10:05
Sí, Migdol.

Hay muchísimos más ... A borbotones ...

Como éste :

Juan 3:8, de Jesús :

"El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu".

Ese pasaje es hermosísimo y de una gran profundidad exegética, muy acorde con la pneumatología desarrollada más adelante por el propio Jesús en ese mismo evangelio, así como por Pablo en varias de sus epístolas. Siempre que camino por el campo y hace viento me viene a la mente ...Y cuando respiro el aire de ese viento que sopla, me pregunto si esa respiración sería la demostración de la existencia de mi espíritu, pues respirar es aspirar y expirar ...

Emeric
28/02/2012, 08:50
¿ O será una mera expresión poética, sin ningún alcance antropológico ? :noidea:

Davidmor
28/02/2012, 21:00
¡ Mujeriego y "conforme al corazón de Dios" !!!! ¡ Ja, ja, ja !!! :laugh:

La misma biblia lo dice.

Emeric
28/02/2012, 21:07
La misma biblia lo dice.Gracias por confirmarlo.

Davidmor
28/02/2012, 21:28
Le gustaban las mujeres y?....

Emeric
19/03/2012, 06:23
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el AMOR, estos tres. Pero el MAYOR de ellos es el AMOR".

1 Cor. 13:13.

Emeric
19/05/2012, 17:03
Le gustaban las mujeres y?....Hubiera sido mejor que le gustara una sola : la suya. :lol:

Emeric
05/01/2013, 10:13
Mary : Tráenos pasajes bíblicos que te gustan ... :yo:

Mary_M
05/01/2013, 13:13
Mary : Tráenos pasajes bíblicos que te gustan ... :yo: Ahhhh............ me encanta este epígrafe!!!! Todos, absolutamente todos los pasajes que fueron citados acá me encantan!!! El pasaje con el que abres el tópico es bellísimo:

Filipenses 4:11 y 12, del gran apóstol Pablo :

"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad".

--- Mensaje agregado ---

Todos, todos son bellos. Ahora uno que compartió el forista Zerubabel:
Gálatas 3: 28 (realmente conmovedor) <3

"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús." 8)

--- Mensaje agregado ---




Juan 3:8, de Jesús :

"El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu".

Ese pasaje es hermosísimo y de una gran profundidad exegética, muy acorde con la pneumatología desarrollada más adelante por el propio Jesús en ese mismo evangelio, así como por Pablo en varias de sus epístolas. Siempre que camino por el campo y hace viento me viene a la mente ... Esto es un verdadero "canto a la libertad"......... Bello, muy bello 8-)

ontaotto
07/01/2013, 23:51
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el AMOR, estos tres. Pero el MAYOR de ellos es el AMOR".1 Cor. 13:13.Este es sencillamente GENIAL, gran belleza encierra este pasaje.

--- Mensaje agregado ---

Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Apocalipsis 3:18

--- Mensaje agregado ---

A mi que me gusta la Ciencia: Por fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:3

Mary_M
08/01/2013, 10:33
Este acá, que da esperanza para quienes se esmeran por desarrollar su capacidad de amar, aun cometiendo errores quizá a mansalva (me encanta todo el pasaje, uno de mis favoritos, por cierto) :

Reina Valera Gómez (http://rvg.bibliaparalela.com/luke/7.htm) (© 2010) (http://www.reinavaleragomez.com/) LUCAS 7:47

"Por lo cual te digo que sus muchos pecados le han sido perdonados; porque amó mucho; mas a quien se le perdona poco, poco ama".......

FER_LPZ
09/02/2013, 02:57
HOLA EMERIC:
BUENO ME LLAMA MUCHO LA ATENCION QUE INICIES UN TEMA DE FORO CUANDO TU SIEMPRE COLOCABAS A LA BIBLIA COMO UN LIBRO DE FARSAS Y ERRORES, PERO AL MISMO TIEMPO DICES SER ATEO; PERO AHORA TE LEO COSAS QUE TE LLEGAN AL PENSAMIENTO SOBRE JESUS E INCLUSO HABLAS COMO SI FUESES UN CREYENTE ; SI LO CONSIDERAS UN MENTIROSO Y NO CREES EN DIOS ENTONCES TE PREGUNTO , COMO DICES LO QUE PIENSAS DE PASAJES DE INSPIRACION SI NO CREES EN ESO????.
LO QUE TE PLANTEO ES , CREO A MI PARECER, QUE ESTAS EN UNA ETAPA DE REPLANTEO.....????
YO NO CREO EN DIOS Y SIGO SIN CREER, PERO SIEMPRE DIJE QUE LA BIBLIA ES INFALIBLE Y DICE TODA LA VERDAD; TENGO UNA POSICION ABSTRACTA Y CON UNA BUENA DOSIS DE CIENCIA FICCION ; YO CREO EN TODO LO QUE DICE LA BIBLIA PERO NO CREO EN DIOS Y ESO PUEDE RESULTAR DESCONCERTANTE PARA MUCHOS Y ASI TE NOTO AHORA.

PARA MI LA BIBLIA ESTA LLENA DE MISTERIOS Y SABER ESAS COSAS NO RESULTAN NADA BELLO , MUY POR EL CONTRARIO RESULTARIA TENEBROSO E INDIGNANTE; PERO RESPONDIENDO A TU TEMA DICES LA PALABRA "HERMOSOS", QUIERE DECIR QUE EVOCA A LO BELLO Y BUENO DE ESTA EXISTENCIA MISTERIOSA Y TIRANA, PUES YO TENGO UN PASAJE A MI PARECER ALGO MUY HERMOSO , INDESCRIPTIBLE PARA EL COMUN DE LOS MORTALES:

Gn 2:23
"........Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fué tomada......."


HAY PASAJES BIBLICOS QUE ESCONDEN MUCHOS MENSAJES, DE UN VERSICULO PUEDES SACAR UN LIBRO;
DE ESTE PASAJE CREO SACAR TODA UNA BIBLIA Y ME TARDARIA MUCHO EN EXPLICARLO, ASI QUE LO VUELVO A DEJAR CON SUS PUNTOS SUSPENSIVOS Y SUS INCOGNITAS......

......................???......................... .



DISCULPA EL HUMILDE COMENTARIO AL QUE HARE REFERENCICA.
POR LA FORMA DE ESCRIBIR DEBO ALUDIR QUE ESTAS EN LA ETAPA DE LA JUVENTUD . . . . LLEGANDO A LA MADUREZ...
NO COMPRENDO EL COMO SE HACE REFERENCIA EN FORMAS OPUESTAS DE LA BIBLIA.

EL DIA QUE LLEGUES A SER UN PADRE DE FAMILIA Y COMPRENDAS EL AMOR FRATERNAL Y RESPÓNSABLE HACIA LOS HIJOS , SE COMPRENDERA MEJOR EL CONTEXTO DE LA BIBLIA .
LA FORMA DE EDUCAR A LOS HIJOS SIEMPRE DEBERA DE SER EN FORMA RESPONSABLE , DANDOLES LA LIBERTAD MAS NO EL LIBERTINAJE Y AHI ES DONDE EL SER HUMANO CONFUNDE LAS COSAS .
SE COMENTA EN LA NO EXISTENCIA DE DIOS . MAS SIN EMBARGO LA FE EN LAS PALABRAS DE CRISTO JESUS NOS DAN LA CERTEZA DE LA EXISTENCIA DE DIOS.

JUAN 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

saludos

Fernando

--- Mensaje agregado ---

juan 3:16
lo considero el pilar de mi creencia en cristo y dios
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Emeric
10/02/2013, 11:41
Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Apocalipsis 3:18
Oye : ¿ No se supone que es gratis ? :lol:

Mary_M
10/02/2013, 19:34
Calma pues jejee:

"Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente". Apocalipsis 21: 6

DANIEL777
23/06/2013, 15:48
" Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces"
Yirmiyahu/Jeremías 33,3

PARÁBOLA DE LA OVEJA PERDIDA (Lc. 15:3-7), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: ;-)

-Vuestro Padre es como un pastor solícito.
¿Qué hace un pastor bueno? Busca pastos buenos para sus ovejas, en que no haya ni cicuta ni otras plantas venenosas, sino delicados tréboles, poleo aromático, achicorias amargas pero saludables. Busca lugares donde, además del alimento, haya también un riachuelo fresco y puro, y sombra de árboles, y no reinen las áspides por entre la hierba de las glebas.

No pone especial preferencia en los pastos más pingües, porque sabe que en ellos es fácil encontrar peligrosas culebras y hierbas nocivas; elige, más bien, los pastos montanos, donde el rocío limpia y da frescura a la tierna hierba y el sol la limpia de reptiles, donde el aire se mueve y es bueno, no cargado y malsano como el de llanura.

El buen pastor observa a cada una de sus ovejas. Si e stán enfermas, las cuida; si heridas, las cura. Llama a la que es demasiado glotona y corre el peligro de enfermarse; a la que enfermaría por estar demasiado expuesta a la humedad, o demasiado al sol, le dice que vaya a otro lado; y, si una está desganada y no come, busca para ella los tallitos acídulos y aromáticos capaces de despertarle el apetito y se los ofrece con su propia mano, hablándole como a persona amiga.
Así hace el Padre bueno que está en los Cielos con sus hijos que viven errantes en la Tierra. Su amor es el cayado que los reúne; su voz, la guía; sus pastos, su Ley; su redil, el Cielo.

Pero, he aquí que una oveja lo abandona. ¡Cuánto la amaba! Era joven, pura, cándida, como nube en cielo abrileño. El pastor la miraba con mucho amor, pensando en el mucho bien que podía hacerle y en el mucho amor que de ella podía recibir. Y ella lo abandona...

Es que ha pasado, a lo largo del camino que bordea los pastos, un tentador. No lleva pellico austero, sino un indumento de mil colores. No lleva cinturón de piel de donde penden hacha y cuchillo, sino cinturón de oro del que penden cascabeles plateados, melodiosos cual canto de ruiseñor, y ampollas de esencias embriagadoras... No lleva tampoco bordón, como el pastor bueno, con que reunir y defender a las ovejas (y, si no es suficiente el bordón, las defenderá solícito con el hacha y el cuchillo, y hasta con la vida).

No, este tentador que pasa lleva en sus manos un turíbulo brillante de gemas que emana un humo que es hedor y perfume al mismo tiempo, pero que enajena; de la misma forma que los tornasoles de las joyas -¡qué falsas!- deslumbran. Pasa cantando mientras deja caer puñados de sal, de una sal que brilla en el camino oscuro...
Noventa y nueve ovejas miran, pero permanecen donde están; la oveja número cien, la más joven y estimada, da un salto y desaparece en pos del tentador.

El pastor la llama, pero no vuelve. Va más veloz que el viento para tratar de alcanzar al que ha pasado. Para mantenerse durante la carrera, gusta aquella sal. La sal le entra dentro, le produce un extraño delirio que la abrasa. Por ello, desea las aguas profundas y verdes de una espesura tenebrosa, donde, siguiendo al tentador, se hunde y penetra, sube y baja y cae... una, dos, tres veces; y una, dos, tres veces siente alrededor de su cuello el legamoso abrazo de los reptiles. Queriendo beber, bebe aguas contaminadas; queriendo nutrirse, come hierbas brillantes por las repugnantes babas que las cubren.

¿Qué hace entretanto el pastor bueno? Deja cerradas en lugar seguro a las noventa y nueve fieles y se pone en camino. No se detiene hasta que no encuentra huellas de la oveja perdida. Dado que ella no vuelve a él, a pesar de que confía al viento sus voces de reclamo, él va a ella. La ve desde lejos, ebria, atrapada entre las roscas de los reptiles, tan ebria que no siente siquiera la nostalgia del rostro que la ama; antes bien, lo injuria.

De nuevo la ve, culpable de haber entrado como ladrona en morada ajena, tan culpable que no se atreve ya a mirarlo... Y, a pesar de todo, el pastor no se cansa... y continúa... la busca, la busca, la sigue, la acosa. Llorando ante las señales que va dejando la oveja perdida (mechones de lana, pedazos de alma; huellas de sangre, delitos diversos; porquerías, pruebas de su lujuria), sigue y la alcanza.

¡Ah, te he encontrado, amada! ¡Te he alcanzado! ¡Cuánto camino he recorrido por ti, para conducirte de nuevo al redil! No agaches la frente humillada. Tu pecado está sepultado en mi corazón. Ninguno lo conocerá, excepto Yo, que te amo. Te defenderé de las críticas de los demás, te cubriré con el escudo de mi propia persona contra las piedras de tus acusadores. Ven.
¿Estás herida? ¡Enséñame tus heridas! Las conozco, pero quiero que me las muestres con la confidencia que tenías conmigo cuando eras pura y me mirabas a mí, pastor y dios tuyo, con mirada inocente... Aquí están. Todas tienen un nombre. ¡Qué profundas son! ¿Quién te ha hecho estas heridas tan profundas en el fondo del corazón? Lo sé: el Tentador.

No lleva ni bordón ni hacha, pero con su mordisco envenenado hiere más a fondo, y después de él hieren también las falsas gemas de su turíbulo, las que te han seducido con sus resplandores y que en realidad eran piedras de azufre infernales, sacadas a la luz para abrasarte el corazón. ¡Mira cuántas heridas, cuántas vedijas arrancadas, cuánta sangre! ¡Cuántas zarzas!

¡Oh, pobre, pequeña alma ilusa! Dime: ¿Si te perdono, me amarás todavía? Dime: ¡Si tiendo a ti mis brazos, vendrás?

Dime: ¿Tienes sed del amor bueno?... Pues entonces ven y renace. Vuelve a los pastos santos. Llora. Tu llanto con el mío lavarán las huellas de tu pecado.
Yo, para nutrirte -porque estás consumida por el mal que te ha abrasado-, me abro el pecho, me abro las venas, y te digo: "¡Nútrete! ¡Y vive!". Ven, te tomaré en mis brazos. Iremos más veloces a los pastos santos y seguros. Olvidarás todo lo sucedido en esta hora desesperada.
Tus noventa y nueve hermanas, las buenas, se regocijarán al verte regresar. Sí, porque te digo -oveja mía perdida que he venido a buscar desde muy lejos y he encontrado y rescatado- que hacen más fiesta los buenos por uno que, habiéndose extraviado, regresa, que no por noventa y nueve justos que jamás se han alejado del redil.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS

-----------------------:gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

--- Mensaje agregado ---


"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos".
-- Apóstol Pablo, Gálatas 6:9.:smile:

PARÁBOLA DE LA MONEDA PERDIDA (Lc. 15:8-10), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: ;-)

Una mujer tenía diez dracmas en su bolsa. Pero, con un movimiento, la bolsa cayó de su pecho, se abrió y las monedas rodaron por el suelo. Las recogió con la ayuda de las vecinas que estaban presentes; las contó: eran nueve. La décima no se encontraba. Dado que se acercaba la noche y la luz empezaba a faltar, la mujer encendió una lámpara, la puso en el suelo y, tomando una escoba, se puso a barrer atentamente para ver si había rodado lejos del lugar donde había caído.

Pero la dracma no aparecía. Las amigas, cansadas de buscar, se marcharon. La mujer corrió entonces el arquibanco, el bazar, el pesado baúl, movió las ánforas y orzas que estaban en el nicho de la pared. La dracma no aparecía. Entonces se puso a gatas y buscó en el montón de la barredura que estaba puesto contra la puerta de la casa, para ver si la dracma había rodado afuera y se había mezclado con los desperdicios de las verduras. Y por fin encontró la dracma, toda sucia, casi sepultada por los desperdicios que le habían caído encima.

Llena de alegría, la mujer cogió la dracma, la lavó, la secó. Ahora era más bonita que antes. Gritó para llamar a las vecinas de nuevo -que se habían ido después de haberla ayudado en los primeros momentos de la búsqueda- y se la enseñó diciendo: "¿Veis? Me aconsejabais que no me cansara más. Pero he insistido y he encontrado la dracma perdida. Alegraos, pues, conmigo, que no he perdido ninguno de mis bienes".

Pues vuestro Maestro, y con Él sus apóstoles, hace como la mujer de la parábola. Sabe que un movimiento puede hacer que caiga al suelo un tesoro. Toda alma es un tesoro. Y Satanás, envidioso de Dios, provoca los falsos movimientos para que caigan las pobres almas. Hay quien en la caída se queda junto a la bolsa, o sea, se aleja poco de la Ley de Dios que recoge las almas en la salvaguardia de los Mandamientos;
hay quien se aleja más, o sea, se aleja más de Dios y de su Ley; en fin, hay quien va rodando hasta caer en la barredura, en la inmundicia, en el barro... y ahí acabaría pereciendo, ardiendo en el fuego eterno, de la misma forma que la basura se quema en los lugares apropiados.

El Maestro lo sabe y busca incansable las monedas perdidas. Las busca por todas partes, con amor. Son sus tesoros. Y no se cansa ni nace ascos de nada; antes al contrario, hurga, hurga, remueve, barre... hasta que encuentra. Una vez que ha encontrado, lava con su -perdón al alma hallada, y convoca a los amigos -todo el Paraíso y todos los buenos de la tierra-, y dice: "Alegraos conmigo porque he encontrado lo que se había perdido, y es más hermoso que antes porque mi perdón lo hace nuevo".

En verdad os digo que hay gran regocijo en el Cielo y exultan los ángeles de Dios y los buenos de la Tierra por un pecador que se convierte. En verdad os digo que no hay cosa más hermosa que las lágrimas del arrepentimiento.

En verdad os digo que los únicos que ni saben ni pueden exultar por esta conversión, que es un triunfo de Dios, son los demonios. Y también os digo que el modo en que un hombre acoge la conversión de un pecador es medida de su bondad y unión con Dios.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS

-----------------------:gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
23/06/2013, 19:04
"Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente". Apocalipsis 21: 6

PARÁBOLAS DE LA RED Y LA PERLA DE GRAN PRECIO (Mt.13: 45-52)), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: ;-)

-Unos pescadores salieron a mar abierto y echaron en el mar su red. Pasado un tiempo la subieron a bordo. Trabajaban fatigosamente por orden de un patrón que les había encargado de la provisión de pescado selecto para su ciudad. Les había dicho: "De los peces malsanos o de poca calidad no os preocupéis siquiera de sacarlos a tierra. Devolvedlos al mar. Otros pescadores los pescarán, pero, al ser pescadores de otro patrón, los llevarán a su ciudad: pues allí se consumen cosas malsanas, cosas que hacen cada vez más hórrida la ciudad de mi enemigo. Pero, en la mía, bella, luminosa, santa, no debe entrar ninguna cosa malsana".

Subida, pues, a bordo la red, los pescadores empezaron su trabajo de discernimiento. Había muchos peces y de distintos aspectos, tamaños y colores. Había peces de buen aspecto, pero llenos de espinas, con mal sabor, con un grueso vientre lleno de lodo, gusanos, hierbas pútridas que hacían peor todavía el sabor, ya de por sí malo, de la carne del pez.

Había otros, por el contrario, de aspecto feo, con una cabeza que parecía la fea cara de un delincuente o de un monstruo de pesadilla; pero los pescadores sabían que su carne era exquisita. Otros, por ser insignificantes, pasaban desapercibidos. Los pescadores trabajaban y trabajaban. Ya las cestas estaban repletas de pescado exquisito. En la red quedaban los peces insignificantes. “Bueno, vale, las cestas están repletas. Vamos a tirar todo el resto al mar" dijeron muchos de los pescadores.

Pero uno, que había hablado poco mientras los otros cantaban las magnificencias, o se burlaban, de todo pez que caía en sus manos, se quedó todavía hurgando en la red, y, entre las menudencias insignificantes, descubrió todavía dos o tres peces y los puso encima de todos los otros en las cestas. "¿Pero qué haces?" preguntaron los otros. "Las cestas ya están completas y bien presentadas. Las echas a perder poniendo encima, atravesado, ese pez irrisorio. Da la impresión de que lo quieres celebrar como el mejor."

"Dejadme, respondió aquél, que conozco este tipo de peces, sus cualidades y su exquisitez.

Ésta es la parábola, que termina con la bendición del patrón al pescador paciente, experto y silencioso, que ha sabido discernir entre la masa los mejores peces.

Escuchad ahora su aplicación.

El soberano de la ciudad bella, luminosa y santa, es el Señor. La ciudad es el Reino de los Cielos. Los pescadores, mis apóstoles. Los peces de la mar, la humanidad, compuesta por todo tipo de personas. Los peces buenos, los santos.

El patrón de la ciudad hórrida es Satanás. La ciudad hórrida, el Infierno. Sus pescadores son el mundo, la carne, las
pasiones malas encarnadas en los siervos de Satanás, bien sean espirituales (demonios), o humanos (hombres corruptores de sus semejantes). Los peces malos, la humanidad no digna del Reino de los Cielos: los réprobos.

Entre los pescadores de almas para la Ciudad de Dios habrá siempre unos que emularán la capacidad paciente del pescador que sabe buscar con perseverancia, en los estratos de la humanidad, donde sus otros compañeros, más impacientes, han separado sólo los que aparecían buenos a primera vista. Y, por desgracia, habrá también pescadores que, por ser demasiado distraídos y habladores -mientras que el trabajo de discernimiento exige atención y silencio para oír las voces de las almas y las indicaciones sobrenaturales-, no verán peces buenos, y los perderán.

Y habrá otros que, por demasiada intransigencia, rechazarán a almas que si bien no son perfecta s en cuanto a su aspecto exterior son excelentes en todo lo demás. No os debe importar que uno de los peces que capturéis para mí muestre signos de pasadas luchas o presente mutilaciones producidas por muchas causas, si su espíritu no está lesionado.

No debe importaros que uno de éstos, por librarse del Enemigo, se haya herido y se presente con estas heridas, si su interior da muestras de una clara voluntad de querer ser de Dios. Almas probadas, almas seguras; más que esas otras, que son como niñitos protegidos por sus pañales, su cuna y su mamá, y que duermen saciados y tranquilos, pero que en el futuro pueden, con la razón y la edad y las vicisitudes de la vida que van viniendo, dar dolorosas sorpresas de desviaciones morales.

Os recuerdo la parábola del hijo pródigo. Oiréis otras parábolas, pues seguiré buscando la manera de infundiros recta inteligencia en vuestra manera de distinguir las conciencias y de elegir los modos con que guiar las conciencias, que son singulares, y cada una, por tanto, tiene su modo especial de escuchar y reaccionar respecto a las tentaciones y las enseñanzas.

No creáis que sea fácil discernir espíritus. Todo lo contrario. Se necesita ojo espiritual enteramente iluminado de luz divina, intelecto penetrado de divina sabiduría infusa, posesión de las virtudes en forma heroica, en primer lugar la caridad. Se necesita capacidad de concentrarse en la meditación, porque cada alma es un texto oscuro que hay que leer y meditar.

Se necesita una unión continua con Dios, olvidando todos los intereses egoístas; vivir para las almas y para Dios; superar prevenciones, resentimientos, antipatías; ser dulces como padres y férreos como guerreros (dulces para aconsejar y animar, férreos para decir: "Eso no te es lícito y no lo harás", o: "Eso se debe hacer y tú lo harás".

Porque -pensadlo bien- muchas almas serán arrojadas a los estanques infernales. Pero no serán sólo almas de pecadores. También habrá almas de pescadores evangélicos: las de aquellos que hayan faltado a su ministerio, contribuyendo a la pérdida de muchos espíritus.

Llegará el día, el último de la tierra, el primero de la Jerusalén completada y eterna, en que los ángeles, como los pescadores de la parábola, separen a los justos de los malvados, para que, tras el decreto inexorable del Juez, los buenos pasen al Cielo y los malos al fuego eterno.

Entonces será manifestada la verdad acerca de los pescadores y los pescados, caerán las hipocresías y aparecerá el pueblo de Dios como es, con sus caudillos y los salvados por los caudillos. Veremos entonces que muchos de entre los más insignificantes en su aspecto exterior, o peor tratados externamente, serán esplendor del Cielo, y que los pescadores calmos y pacientes son los que más han hecho, y emitirán resplandor de gemas por el número de sus salvados.
.......
-¿Pero entonces los otros pescadores, los de Satanás, cogen sólo los restos? - pregunta Felipe.

-Tratan de ***** los mejores, los espíritus capaces de mayor prodigio de Gracia, y se sirven para ello de los propios hombres y de las tentaciones de éstos. ¡Hay muchos en el mundo que por un plato de lentejas renuncian a su primogenitura!

-Maestro, el otro día decías que muchos son los que se dejan seducir por cosas del mundo. ¿Serían también éstos de los
que pescan para Satanás? - pregunta Santiago de Alfeo.

-Sí,... En aquella parábola, el hombre se dejó seducir por el mucho dinero, que podía proporcionar mucho placer, y perdió así todos los derechos al Tesoro del Reino.
En verdad os digo que de cien hombres sólo la tercera parte sabe resistir a la tentación del oro, o a otras seducciones, y de esta tercera parte sólo la mitad sabe hacerlo heroicamente.
El mundo muere asfixiado porque se carga voluntariamente de las ataduras del pecado. Vale más estar despojado de todo, que tener riquezas irrisorias e ilusorias. Sabed hacer como los joyeros sabios, que, habiendo tenido noticia de que en un lugar ha sido pescada una perla rarísima, no se preocupan de conservar en sus cofres muchas joyas modestas, sino que se liberan de todo para comprar aquella perla maravillosa.

-¿Pero entonces por qué Tú mismo estableces diferencias entre las misiones que das a las personas que te siguen, y dices que debemos considerar las misiones don de Dios? Deberíamos renunciar también a ellas, porque respecto al Reino de los Cielos no son tampoco más que migajas - dice Bartolomé.

-No migajas: son medios. Serían migajas, o, más aún, sucias briznas de paja, si vinieran a ser objetivo humano en la vida.
Quienes se afanan para conseguir un puesto con miras a una ganancia humana hacen de ese puesto, aunque sea santo, una brizna de paja sucia. Mas si la misión es para vosotros obediente aceptación, gozoso deber, total holocausto, haréis de ella una perla singularísima. La misión, si se cumple sin reservas, es holocausto, martirio, gloria. Chorrea lágrimas, sudor, sangre. Pero forma una corona de eterna regalidad.

-¡No hay nada a lo que no sepas responder!

-¿Pero, me habéis entendido? ¿Comprendéis lo que digo con comparaciones sacadas de las cosas cotidianas, iluminadas -eso sí- con una luz sobrenatural que las hace ilustrativas de cosas eternas?

-Sí, Maestro.

-Acordaos, pues, del método para instruir a las turbas; porque este es uno de los secretos de los escribas y rabíes: recordar. En verdad os digo que cada uno de vosotros, instruido en la sabiduría de poseer el Reino de los Cielos, es semejante a un padre de familia que saca de su tesoro aquello que necesita su familia, usando cosas viejas y nuevas (pero todas con la única finalidad de procurar el bienestar a sus propios hijos).

PARÁBOLAS ORIGINALES, FALTAN VARIOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.


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DANIEL777
24/06/2013, 20:20
Otro :

"Todos los días del afligido son difíciles, mas el de corazón contento tiene un banquete continuo".

Proverbios 15:15 :yo:

PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO (Mt.13: 44)), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: :idea:

En verdad os digo que estáis empezando a entender realmente lo que es el Reino de Dios y también cuán valioso es poseerlo y cuán dichoso pertenecer a él. De forma que cualquier tipo de esfuerzo pierde para vosotros ese valor que para otros tiene, porque el espíritu impera en vosotros y dice a la carne: "Regocíjate si te oprimo, porque lo hago por tu bienaventuranza. Cuando te reúnas conmigo, después de la resurrección final, me amarás por todo cuanto te subyugué y verás en mí a tu segundo salvador". ¿No habla así vuestro espíritu?

-¡Sí, sí que habla así!

Al presente, basáis vuestro comportamiento en la enseñanza de mis lejanas parábolas, pero ahora os voy a ofrecer otras luces para que os enamoréis, cada vez más, de este Reino de valor inconmensurable que os espera.

Escuchad: Un hombre, que había ido a un campo por casualidad a buscar mantillo para llevarlo a su huerta, al excavar
fatigosamente en la tierra dura, debajo de algún estrato, se encuentra un filón de metal precioso. ¿Qué hace entonces aquel
hombre? Vuelve a tapar con tierra lo que ha encontrado. No le importa tener que trabajar más, porque el descubrimiento compensa la fatiga. Luego va a su casa, empieza a juntar todos sus bienes en dinero y en objetos, y estos últimos los vende para sacar mucho dinero. Cuando logra juntar todo, se presenta al dueño del campo y le dice: "Me gusta tu campo. ¿Cuánto quieres por vendérmelo?".

"No, no lo vendo" responde el otro. Mas el hombre ofrece sumas cada vez más fuertes, exageradas en relación al valor del campo, y termina convenciendo al dueño, que piensa: "¡Este hombre es un loco! Bien, pues, dado que está loco, me aprovecho. Tomo la suma que me ofrece. No es engaño porque es él quien me la quiere dar. Con el dinero me compraré al menos otros tres campos, y de mayor calidad".

Y vende, convencido de haber cerrado un espléndido trato. Sin embargo, es el otro el que cierra un espléndido trato, porque se priva de objetos que puede robar el ladrón o que puede perder o que se consumirán, pero se procura un tesoro que, por ser verdadero, natural, es inagotable. Le compensa, por tanto, el haber sacrificado todo lo que tenía por esta compra; se queda durante algo de tiempo sólo con la propiedad del campo, pero en realidad posee para siempre el tesoro que allí se esconde.

Vosotros habéis entendido esto y hacéis como el hombre de la parábola. Dejáis las efímeras riquezas para poseer el Reino de los Cielos. Se las vendéis a los necios del mundo; se las cedéis y aceptáis el escarnio del mundo, que juzga estúpido vuestro modo de actuar. Actuad así, siempre así, y vuestro Padre que está en los Cielos, jubiloso, un día os dará vuestro lugar en el Reino.


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN VARIOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.

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"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos".
-- Apóstol Pablo, Gálatas 6:9.:smile:





PARÁBOLA DE LA VIUDA Y EL JUEZ INJUSTO (Lc. 18: 1-8)) EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: :idea:

.......-Escuchad esta parábola, que os expresa el valor de la oración constante.

Conocéis lo que dice (el Deuteronomio) sobre los jueces y magistrados. Deberían ser justos y misericordiosos, escuchando con ecuanimidad a quien a ellos recurriera, pensando siempre en juzgar como si el caso que deben juzgar fuera suyo personal, sin tener en cuenta donativos o amenazas, sin deferencia hacia los amigos culpables y sin dureza hacia aquellos que estuvieran enemistados con los amigos del juez. Pero, si son justas las palabras de la Ley, no son igualmente justos los hombres, ni saben obedecer a la Ley. Así, se ve que la justicia humana es frecuentemente imperfecta, porque raros son los jueces que saben conservarse puros de corrupción, misericordiosos, pacientes tanto con los ricos como con los pobres; tanto con las viudas y los huérfanos como con aquellos que no lo son.

En una ciudad había un juez muy indigno de su oficio, obtenido por medio de poderosos parentescos. Era sobremanera desigual al juzgar, propendiendo siempre a dar la razón al rico y al poderoso, o a quien tenía recomendación de ricos y poderosos; o hacia el que lo comprase con grandes donativos.

No temía a Dios y se burlaba de las quejas del pobre y del que era débil por estar sólo y carecer de fuertes defensas. Cuando no quería escuchar a quien tenía tan claras razones de victoria contra un rico, que no se le podía contradecir en manera alguna, él hacía que lo alejaran de su presencia y lo amenazaba con arrojarlo a la cárcel. La mayoría sufrían sus violencias y se retiraban vencidos, resignados a la derrota aun antes de tramitar la causa.

Pero en aquella ciudad había también una viuda cargada de hijos. Debía recibir una fuerte suma de un hombre poderoso por unos trabajos que su difunto esposo había llevado a cabo para él. Ella, movida por la necesidad y el amor materno,
había tratado de que el rico le diera esa suma que le habría permitido saciar el hambre de sus hijos y vestirlos durante el invierno que se acercaba. Pero, habiéndose hecho vanas todas las presiones y súplicas dirigidas al rico, fue al juez.

El juez era amigo del rico, el cual le había dicho: "Si me das la razón, un tercio de la suma es tuyo". Por tanto, se mostró sordo a las palabras de la viuda, que le rogaba: "Ríndeme justicia respecto a mi adversario. Tú ves que lo necesito. Todos pueden decir si tengo derecho a esa suma". Permaneció sordo y mandó a sus ayudantes que la alejaran de su presencia.

Pero la mujer volvió: una, dos, diez veces; por la mañana, a la hora sexta, a la hora nona, al atardecer... incansable. Y lo seguía por la calle gritando: "¡Hazme justicia!¡Mis hijos tienen hambre y frío y no tengo dinero para comprar harina y vestidos!". Allí estaba, en la puerta de la casa del juez cuando éste regresaba para sentarse a la mesa con sus hijos.

Y el grito de la viuda - "hazme justicia con mi adversario, que tengo hambre y frío, yo y mis criaturas"- penetraba hasta dentro de la casa, hasta el comedor, hasta el dormitorio por la noche, insistente como el grito de una abubilla: "¡Hazme justicia, si no quieres que Dios te castigue! Hazme justicia. Recuerda que la viuda y los huérfanos son sagrados para Dios, y ¡ay de quien los pisotee! Hazme justicia si no quieres un día sufrir lo que nosotros sufrimos. ¡Nuestra hambre! Nuestro frío te lo encontrarás en la otra vida, si no haces justicia. ¡Pobre de ti!".

El juez no temía a Dios ni tampoco al prójimo. Pero estaba cansado de ser molestado siempre; de ver que era objeto de risas por parte de toda la ciudad por la persecución de la viuda, y también objeto de crítica.
Por eso, un día se dijo a sí mismo: "Aunque no tema a Dios ni tema las amenazas de la mujer ni lo que piense la gente de la ciudad, a pesar de ello y para poner fin a tanta molestia, voy a escuchar a la viuda y le haré justicia obligando al rico a pagar. Me basta con que me deje de perseguir y se me quite de en medio". Y, convocado el amigo rico, dijo: "Amigo mío, no puedo seguir complaciéndote. Cumple con tu deber y paga, porque ya no soporto ser molestado por causa tuya. He dicho". Y el rico tuvo que desembolsar la suma según justicia.

Esta es la parábola. Ahora os toca a vosotros aplicarla.

Habéis oído las palabras de un hombre inicuo: "Para poner fin a tanta molestia voy a escuchar a la mujer". Y era un inicuo. ¿Y Dios, el Padre lleno de bondad, va a ser inferior al juez malo? ¿No hará justicia a aquellos hijos suyos que saben invocarle día y noche? ¿Les hará esperar tanto el don, que su alma abatida deje de orar? Os digo que prontamente les hará justicia, para que su alma no pierda la fe. Pero antes hay que saber orar, sin cansarse después de las primeras oraciones, y saber pedir cosas buenas. Y también fiarse de Dios diciendo: "Pero hágase lo que tu Sabiduría ve más útil para nosotros".

Tened fe. Sabed orar con fe en la oración y con fe en Dios vuestro Padre. Y Él os hará justicia contra lo que os oprime, sean hombres o demonios, sean enfermedades u otras desventuras. La oración perseverante abre el Cielo, y la fe salva al alma, cualquiera que sea el modo en que la oración sea escuchada y atendida favorablemente. . Vamos.

Y se encamina hacia la salida. Ya está casi fuera de la muralla cuando, alzando la cabeza para observar a los pocos que le siguen y a los muchos indiferentes u hostiles que lo miran de lejos, exclama con tristeza:
-¿Pero cuando vuelva el Hijo del Hombre encontrará en la Tierra todavía fe? - y, suspirando, se ciñe más estrechamente su manto y camina a grandes pasos hacia el arrabal de Ofel.


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN VARIOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.


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DANIEL777
24/06/2013, 21:19
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DANIEL777
24/06/2013, 21:19
Si nuevos foristas desean aportar sus pasajes favoritos de la Biblia, pues, adelante.

Saludos. :wave:


PARÁBOLA DEL SEMBRADOR (Mt. 13:1-23; Mc. 4:1-20; Lc. 8:4-15), EN SU TEXTO ORIGINAL.



...............Pedro, diligentemente, separa la barca de la orilla unos pocos metros, de modo que la voz de Jesús sea oída por todos y que haya un espacio entre el auditorio y Él............

DICE JESÚS: :idea:

Escuchad, y quizás entenderéis mejor cómo de una misma acción pueden surgir diversos frutos.

Salió un sembrador a sembrar. Sus tierras eran muchas y de distintos tipos. Algunas de ellas las había heredado de su padre; en éstas, su falta de atención había permitido la proliferación de plantas espinosas. Otras eran adquiridas; las había comprado a una persona descuidada y las había dejado como estaban.

Otras estaban atravesadas por caminos, porque el hombre era un comodón y no quería hacer mucho recorrido para ir de un lugar a otro. En fin, había algunas, las más cercanas a la casa, que había cuidado, para que el aspecto de delante de su casa fuera agradable; éstas tierras estaban bien limpias de cantos, de espinos, de malas hierbas, etc.

Pues bien, el hombre cogió su saquito de trigo de simiente, el de mejor calidad, y empezó a sembrar. La simiente cayó en el terreno bueno, esponjoso, arado, limpio, abonado, de las tierras cercanas a la casa. Cayó en las tierras cortadas por esos caminos más o menos anchos que las fragmentaban hasta la saciedad y que, además, eran fuente de despreciable polvo árido para la tierra fértil.

Otras semillas cayeron en las tierras en que la ineptitud del hombre había dejado proliferar los espinos; el arado, ahora, los había arrastrado a su paso y parecía que ya no hubiera, pero seguían estando, porque sólo el fuego, la radical destrucción de las malas plantas, les impide volver a nacer.

La última semilla cayó en los campos comprados poco antes, en esos campos que el sembrador había dejado como estaban cuando los adquirió, sin roturarlos profundamente, sin levantar todas las piedras que estaban hundidas en la tierra y que formaban un pavimento duro en que no podían prender las tiernas raíces. Una vez esparcida por los campos toda la simiente, volvió a su casa y dijo: "¡Bien!, ¡bien!, ahora no hay sino que esperar a la cosecha".

Y se regocijaba al ver con el paso de los meses, primero germinar bien espeso el trigo en las tierras que estaban delante de su casa, luego crecer - ¡oh, qué suave alfombra! - y producir espiga - ¡qué mar! - y dorarse y cantar su hosanna al sol entrechocándose las espigas. El hombre decía: "Como estas tierras serán todas las demás. Preparemos la hoz y los graneros.
¡Cuánto pan! ¡Cuánto oro!", y exultaba de gozo. Segó el trigo de las parcelas más cercanas y luego pasó a las tierras que había heredado de su padre y que había dejado abandonadas. Al verlas se quedó de piedra.

Mucho trigo había nacido, porque eran buenas parcelas, y la tierra, bonificada por su padre, era rica y fértil. Pero esta misma fertilidad había actuado en las plantas espinosas - arrastradas por el arado pero aún vivas -, que habían renacido creando un verdadero techo de híspidos ramajes de espinos, a cuyo través sólo algunas escasas espigas de trigo habían podido emerger, con lo cual casi todo había quedado ahogado.

El hombre dijo: "Con estas parcelas he sido negligente, pero en otras no había espinos; irá mejor la cosa". Y pasó a las tierras que había comprado recientemente. Su estupor pasó a ser dolor: delgadas hojas de trigo, ya resecas, yacían, como heno seco, diseminadas por todas partes.
Heno seco. "¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible!", se lamentaba el hombre. "¡Pues si aquí no hay espinos y el trigo era el mismo! Y había nacido bien compacto y hermoso: se ve por las hojas, bien formadas y numerosas. ¿Por qué, entonces, todo ha muerto sin formar espiga?".

Y, con dolor, se puso a excavar en el suelo para ver si encontraba nidos de topos u otros flagelos. No había ni insectos ni roedores. ¡Ah, pero, cuántas piedras, cuántas piedras! Estas parcelas estaban, literalmente hablando, pavimentadas con lascas de piedra; era engañosa la poca tierra que las cubría.
¡Ah, si hubiera hincado profundamente el arado a su debido tiempo! ¡Ah, si hubiera excavado antes de aceptar esas tierras y comprarlas como buenas! ¡Ah, si, al menos, una vez cometido el error de adquirir lo que se le ofrecía sin asegurarse de su calidad, lo hubiera bonificado a fuerza de brazos! Pero ya era demasiado tarde. Inútil plañirse.

El hombre se enderezó, desanimado, y fue a ver los campos cortados por los caminos que él mismo, buscando la comodidad, había trazado... Y se rasgó las vestiduras del dolor. Aquí no había nada, absolutamente nada. La tierra oscura del campo estaba cubierta por un leve estrato de polvo blanco. El hombre se desplomó gimiendo: "Pero aquí, ¿por qué? Aquí no hay ni espinos ni piedras, porque estos campos son nuestros; mi abuelo, mi padre, yo, los hemos tenido siempre y durante muchos lustros los hemos hecho producir y han sido fértiles.

Yo he abierto los caminos; habré quitado espacio a las parcelas, pero ello no puede haberlas hecho tan improductivas...". Estaba llorando cuando un nutrido conjunto de pájaros, que con frenesí se lanzaban de los senderos a la tierra de labor y de ésta a los senderos, para buscar, buscar, buscar semillas, semillas, semillas... le dieron la respuesta a su dolor: esta tierra se había convertido en una red de caminos, a cuyos bordes habían ido a parar granos de trigo, atrayendo así a muchos pájaros, los cuales primero se habían comido los granos que habían caído en el camino y luego lo que había caído dentro, hasta el último grano.

De esta forma, la simiente, igual para todas las parcelas, había producido, en unas, cien, en otras, sesenta o treinta o nada. El que tenga oídos para oír que oiga. La semilla es la Palabra, que es igual para todos; los lugares donde cae la simiente son vuestros corazones. Que cada cual lo aplique y lo comprenda. La paz sea con vosotros

------------------

(estando en casa de Pedro, le preguntan los apostoles)

...............Las parábolas sirven para hacer comprender la comparación, pero nosotros comprendemos que su espíritu supera la comparación. -¿Por qué les hablas en parábolas?

-Porque a ellos no se les concede entender más de lo que explico. A vosotros se os tiene que dar mucho más, porque vosotros, mis apóstoles, debéis conocer el misterio; por tanto, se os concede entender los misterios del Reino de los Cielos. Por esto os digo: "Preguntad, si no comprendéis el espíritu de la parábola".

Vosotros dais todo, y todo se os debe dar, para que a vuestra vez podáis dar todo. Vosotros dais todo a Dios: afectos, tiempo, intereses, libertad, vida. Y Dios os da todo, para compensaros y haceros capaces de dar todo en nombre de Dios a quienes vienen después de vosotros. De este modo, a quien ha dado le será dado, y con abundancia; pero, a quien sólo ha dado parcialmente o no ha dado en absoluto, le será incluso quitado lo que tenga.

Les hablo en parábolas para que viendo vean sólo lo que les ilumina su voluntad de seguir a Dios; para que oyendo - con la misma voluntad de adhesión - oigan y comprendan. ¡Vosotros veis! Muchos oyen mi palabra, pocos se adhieren a Dios; es incompleta la buena voluntad de sus espíritus.

En ellos se cumple la profecía de Isaías: "Oiréis con los oídos pero no comprenderéis, miraréis con los ojos pero no veréis". Porque este pueblo tiene un corazón insensible; sus oídos son duros y han cerrado los ojos para no oír y para no ver, para no comprender con el corazón y no convertirse para que los cure. ¡Pero, dichosos vosotros por vuestros ojos que ven, por vuestros oídos que oyen, por vuestra buena voluntad!

En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron y oír lo que vosotros oís pero no lo oyeron. Se consumieron en el deseo de comprender el misterio de las palabras, pero, apagada la luz de la profecía, las palabras permanecieron como carbones apagados, incluso para el santo que las había recibido.
Sólo Dios se devela a sí mismo.

Cuando su luz se retira, terminada su intención de iluminar el misterio, la incapacidad de comprender envuelve - como las vendas de una momia - la regia verdad de la palabra recibida. Por esto te he dicho esta mañana: "Un día volverás a encontrar todo lo que te he dado". Ahora no puedes retenerlo. Pero tiempo llegará en que recibirás la luz, no sólo por un instante sino en un inseparable desposorio del Espíritu eterno con el tuyo,.............

Escuchad ahora el espíritu de la parábola.

Tenemos cuatro tipos de campos: los fértiles, los espinosos, los pedregosos y los que están llenos de senderos. Tenemos también cuatro tipos de espíritus.

Por una parte, están los espíritus honestos, los espíritus de buena voluntad, preparados por esta misma buena voluntad y por la obra buena de un apóstol, de un "verdadero" apóstol. Porque hay apóstoles que tienen el nombre pero no el espíritu de apóstoles: su efecto sobre las voluntades que se están formando es más mortífero que los propios pájaros, espinos y piedras; con sus intransigencias, prisas, reprensiones y amenazas, trastocan todo, de tal forma, que alejan para siempre de Dios.

Hay otros que, al contrario, por regar continuamente benevolencia desfasada, ajan la semilla en un terreno demasiado blando. Enervan, con su enervamiento, las almas que están bajo su custodia. Mas refirámonos a los verdaderos apóstoles, es decir, a los espejos límpidos de Dios: son paternos, misericordiosos, pacientes, y, al mismo tiempo, fuertes como su Señor.

Pues bien, los espíritus preparados por éstos y por la propia voluntad se pueden comparar a los campos fértiles, exentos de piedras y zarzas, limpios de malas hierbas y cizaña; en ellos prospera la palabra de Dios; cada palabra - una semilla - produce una macolla y luego espigas maduras, y da en unos casos el cien, en otros el sesenta, en otros el treinta por ciento. ¿Entre los que me siguen hay de éstos? Sin duda. Y serán santos. Los hay de todas las castas, de todos los países, incluso gentiles hay (que darán también el cien por ciento por su buena voluntad; por ella únicamente, o también, además de por ella, por la de un apóstol o discípulo que me los prepara).

Los campos espinosos son aquellos en que la indolencia ha dejado penetrar espinosas marañas de intereses personales que ahogan la buena semilla. Es necesaria siempre una vigilancia sobre uno mismo; siempre, siempre... Nunca decir: "¡Ya estoy formado, he recibido ya la semilla, puedo estar tranquilo porque daré semilla de vida eterna!". Es necesaria siempre una vigilancia: la lucha entre el Bien y el Mal es continua.

¿Alguna vez os habéis parado a observar una colonia de hormigas que se establece en una casa? Ya se las ve junto al hogar. La mujer ya no vuelve a dejar alimentos allí sino que los pone encima de la mesa; mas el olfato de las hormigas examina el aire y asaltan la mesa.

La mujer pone los alimentos en el aparador, pero ellas pasan adentro a través de la cerradura. Entonces la mujer cuelga del techo esos alimentos, pero las hormigas recorren un largo camino por paredes y viguetas, bajan por la cuerda y comen. Entonces la mujer las quema, las envenena... y se queda tranquila creyendo que las ha destruido. ¡Ah, si no vigila, qué sorpresa! Ya salen las otras nuevas que han nacido... y vuelta a empeza r. Esto durante el tiempo que dura la vida.

Es necesario vigilarse para extirpar las plantas malas desde el primer momento en que aparecen; si no, harán un techo de zarzas y ahogarán el trigo. Los cuidados mundanos, el engaño de las riquezas, crean la maraña, ahogan la planta de la semilla de Dios y no dejan que llegue a hacerse espiga.

¿Y las tierras pedregosas?... ¡Cuántas hay en Israel!... Son las que pertenecen a los "hijos de las leyes" .....Estas tierras no tienen la piedra única del Testimonio(10 mandamientos); no, la piedra de la Ley, sino el pedregal de las pequeñas, pobres, humanas leyes creadas por los hombres(613 preceptos); muchas, tantas, que con su peso han reducido a lascas incluso la piedra de la Ley. Se trata de un deterioro que impide completamente la radicación de las semillas. La raíz no tiene ya alimento. No hay tierra, no hay sustancia.

El agua, estancándose sobre el suelo de piedras, pudre; el sol se pone al rojo en esas piedras y quema las plantas tiernas. Son los espíritus de los que en lugar de la sencilla doctrina de Dios ponen complicadas doctrinas humanas. Reciben mi palabra hasta incluso con alegría; momentáneamente se sienten impresionados y seducidos por ella; pero luego... Sería necesario tener el heroísmo de trabajar duro para limpiar el campo, el espíritu y la mente de todo el pedregal de los oradores vacíos.

Entonces la semilla echaría raíz y se haría una fuerte macolla. Sin embargo, así no es nada. Es suficiente un temor a represalias humanas, es suficiente la reflexión: "¿Y luego?, ¿qué respuesta voy a recibir de los poderosos?", para que la pobre semilla, carente de alimento, languidezca.

Es suficiente con que todo el pedregal se remueva con el sonido vano de los centenares de preceptos que han reemplazado al Precepto, para que el hombre perezca con la semilla recibida... Israel está lleno de ello. Esto explica por qué el ir a Dios está en razón inversa del poder humano.

Por último, las tierras surcadas de caminos, polvorientas, desnudas. Las de los mundanos, las de los egoístas. Su comodidad es su ley; su fin, gozar. No trabajar, sino vivir en la indolencia, reír, comer... En ellos reina el espíritu del mundo.

El polvo de la mundanidad recubre el terreno y éste se hace arenoso. Los pájaros, o sea, el producto de su molicie, se lanzan hacia esos mil senderos que han sido abiertos para hacer más fácil la vida; luego el espíritu del mundo, o sea, el Maligno, picotea y destruye todas las semillas caídas en este terreno abierto a toda sensualidad y ligereza.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.

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DANIEL777
25/06/2013, 01:08
Fragmento de Proverbios 2:

6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

7 El provee de sana sabiduría a los rectos;
Es escudo a los que caminan rectamente.

8 Es el que guarda las veredas del juicio,
Y preserva el camino de sus santos.

PARÁBOLA DEL RICO INSENSATO ( Lc. 12:13-53), EN SU TEXTO ORIGINAL.



...............(Un escriba que escuchaba a Jesús dice)
-¿Entonces debo destruir lo que tengo, despojando a los míos de lo suyo?


DICE JESÚS: :idea:

-No. Dios te ha dado unos bienes. Haz que sirvan a la Justicia y sírvete de ellos con justicia. O sea, socorre con esos bienes a tu familia: es un deber; trata con humanidad a los siervos: es caridad; favorece a los pobres; ofrece tu ayuda para aliviar las necesidades de los discípulos pobres. Obrando así, tus riquezas no te serán motivo de tropiezo; antes bien, te servirán de ayuda.

Luego, dirigiéndose a todos, dice:
-En verdad os digo que puede correr el mismo riesgo de perder el Cielo por amor a las riquezas hasta el más pobre de mis discípulos, sacerdote mío, si falta a la justicia haciendo pactos con el rico. El rico y malvado intentará muchas veces seduciros con donativos para teneros de su parte y para que consintáis su modo de vivir y su pecado. Y habrá ministros míos que cedan a la tentación de los donativos. No debe ser así.

Aprended del Bautista. Poseía, sin ser ni juez ni magistrado, la perfección de ambos indicada por el Deuteronomio: "No harás acepción de personas, no aceptarás donativos, que ciegan los ojos de los prudentes y alteran las palabras de los justos". Demasiadas veces el hombre deja embotar el filo de la espada de la justicia con el oro que un pecador extiende encima. No, no debe ser así.

Sabed ser pobres, sabed saber morir, pero no pactéis nunca con el pecado; ni siquiera con la disculpa de usar el oro en pro de los pobres. Es oro maldito, no les acarrearía ningún bien; es oro de pacto infame. Sois constituidos discípulos para ser maestros, médicos y redentores. ¿Qué seríais si os hicierais aprobadores del mal por interés? Maestros de mala ciencia, médicos que quitan la vida al enfermo, cooperadores en la ruina de los corazones, en vez de redentores.

Uno de entre la multitud se abre paso y dice:
-No soy discípulo, pero te admiro. Responde, pues, a esta pregunta: ¿puede uno retener el dinero de otro?

-No, hombre; es hurto, igual que quitarle la bolsa a un viandante.

-¿También cuando es dinero de la familia?

-También. No es justo que una persona se apropie del dinero de la comunidad.

-Entonces, Maestro, ven a Abelmaín, en el camino de Damasco, manda a mi hermano que reparta conmigo la herencia de nuestro padre, muerto sin haber dejado escrita palabra alguna. Se ha quedado con toda. Considera, además, que somos gemelos, nacidos de un primer y único parto. Tengo, pues, los mismos derechos que él.

Jesús lo mira y dice:
-Es una triste situación. Está claro que tu hermano no se está comportando bien. De todas formas, lo único que puedo hacer es orar por ti, y, más aún, por él, para que se convierta: y puedo ir a tu ciudad a evangelizar y así tocar su corazón. No me pesa el camino, si puedo poner paz entre vosotros.

El hombre salta encolerizado:
-¿Y para qué me sirven tus palabras? ¡Mucho más que palabras hace falta en este caso!

-Pero no me has dicho que le ordene a tu hermano que...

-Mandar no es evangelizar. La orden siempre va unida a una amenaza. Amenázalo con hacerle algún mal a su físico, si no me da lo mío. Puedes hacerlo. De la misma forma que devuelves la salud, puedes inducir la enfermedad.

-Hombre, he venido a convertir, no a herir. Si tienes fe en mis palabras hallarás paz.

-¿Qué palabras?

-Te he dicho que oraré por ti y por tu hermano, para consuelo tuyo y conversión suya.

-¡Cuentos! ¡Cuentos! No soy tan simplón como para creer en ellos. Ven y ordena.

Jesús, cuya actitud era mansa y paciente, adquiere un aspecto majestuoso y severo. Se yergue -antes estaba un poco curvado hacia este hombre bajo y corpulento y encendido de ira- y dice:

-¿Hombre, ¿quién me ha constituido juez y árbitro entre vosotros? Ninguno. De todas formas, para zanjar una división entre dos hermanos, había aceptado ir para ejercer mi misión de pacificador y redentor. Si hubieras creído en mis palabras, al regreso a Abelmaín habrías encontrado ya convertido a tu hermano. No sabes creer, y no se te dará el milagro.

Si hubieras podido ser el primero en hacerte con el tesoro, te habrías quedado con él y le habrías dejado sin nada a tu hermano; porque, en verdad, de la misma forma que habéis nacido gemelos, tenéis gemelas las pasiones, y tanto tú como tu hermano tenéis un solo amor: el oro, una sola fe: el oro. Quédate, pues, con tu fe. Adiós.

El hombre se marcha maldiciendo a Jesús, con escándalo de todos, que querrían darle un escarmiento.
Pero El se opone. Dice:
-Dejad que se marche. ¿Por qué queréis mancharos las manos pegando a un hombre brutal? Yo perdono porque está poseído por el demonio del oro que lo pervierte. Perdonad también vosotros. Oremos, más bien, por este infeliz, para que vuelva a ser un hombre de alma adornada de libertad.

-Es cierto. Su avaricia le ha puesto incluso una cara horrenda. ¿Has visto? - se preguntan unos a otros los discípulos y la gente que estaba cerca del avaro.

-¡Es verdad! ¡Es verdad! No parecía el mismo de antes.
-Sí. Y luego, cuando ha rechazado al Maestro -y que casi le ha pegado mientras lo maldecía-, su cara era de demonio.

-Un demonio tentador. Estaba tentando al Maestro a la maldad.

-Escuchad - dice Jesús - Verdaderamente las alteraciones del alma se reflejan en la cara. Es como si el demonio aflorase a la superficie de la persona poseída. Pocos son los que son demonios y no dejan ver eso que en realidad son, o con hechos o con el aspecto. Y estos pocos son los perfectos en el mal, los perfectamente poseídos.

Por el contrario, el rostro del justo es siempre hermoso, aunque físicamente sea deforme, por una belleza sobrenatural que se expande de dentro afuera; siendo así que -y no es una forma de hablar, sino cosas reales- observamos en quien está incontaminado de vicios una frescura incluso en su carne. El alma está en nosotros y nos abraza por completo.
Y el hedor de un alma corrompida corrompe también el cuerpo, mientras que el perfume de un alma pura preserva. El alma corrompida impulsa a la carne a pecados obscenos, y éstos aviejan y deforman; el alma pura impulsa a la carne a una vida pura, y ello conserva la lozanía y comunica majestuosidad.

Haced que en vosotros permanezca la juventud pura del espíritu, o que resucite si la perdisteis, y estad atentos a guardaros de todo apetito desenfrenado, tanto de sensualidad como de poder. La vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posee; ni ésta ni mucho menos la otra, la eterna.

Depende de su forma de vivir. Y, con la vida, la felicidad en esta tierra y en el Cielo. Porque el vicioso no se siente nunca feliz, realmente feliz; pero el virtuoso siempre, con una felicidad celeste, aunque sea pobre y esté solo. Ni siquiera la muerte impresiona al virtuoso, porque no siente culpas ni remordimientos que le hagan temer el encuentro con Dios, ni añoranzas de lo que deja en esta tierra
. Él sabe que en el Cielo está su tesoro, de forma que, como quien va a recibir la herencia que le corresponde -herencia santa además-, se encamina dichoso y diligente al encuentro de la muerte, que le abre las puertas de aquel Reino en que está su tesoro.

Empezad inmediatamente a acumular vuestro tesoro. Ya desde la juventud los que sois jóvenes. Trabajad incansablemente, vosotros ancianos, que por la edad tenéis más cercana la muerte; y, puesto que la muerte es plazo ignorado, y frecuentemente sucede que fallece antes el niño que el anciano, no aplacéis el trabajo de haceros un tesoro de virtudes y buenas obras en la otra vida, para que no os llegue la muerte sin que hayáis acumulado un tesoro de méritos en el Cielo. Hay muchos que dicen: "¡Soy joven y fuerte! Por ahora gozaré en la tierra. Más adelante me convertiré". ¡Gran error!

Escuchad esta parábola.
Un hombre rico había obtenido mucho fruto de sus campos. Verdaderamente una cosecha portentosa. Entonces se puso a contemplar, dichoso, toda esta exuberancia que se acumulaba en sus campos y en sus eras y que no cabía en los graneros; tanto que ocupaba improvisados cobertizos y hasta habitaciones de la casa. Y dijo: "He trabajado como un esclavo, pero la tierra no me ha defraudado. He trabajado por diez cosechas. Ahora quiero descansar otros tantos años.

¿Cómo haré para dejar bien acondicionada toda esta recolección? No quiero vender una parte, porque me autoobligaría a trabajar para cosechar otra vez el año que viene. Ya sé: voy a derruir mis graneros y voy a hacer otros más grandes, de forma que quepa todo lo cosechado y todos mis bienes; luego diré a mi alma: “¡Oh, alma mía, tienes acumulados bienes para muchos años. Descansa, pues. Come, bebe, goza"'.

Éste, como muchos, confundía el cuerpo con el alma, mezclaba lo sagrado con lo profano; porque la verdad es que en las comilonas y el ocio el alma no goza antes bien, languidece. Éste también, como muchos tras la primera buena cosecha en los campos del bien, se paraba, pareciéndole que había hecho todo.

¿No sabéis que cuando se pone la mano en el arado es necesario perseverar, uno, diez, cien años, todo lo que dure la vida, porque detenerse es delito hacia uno mismo? Efectivamente, uno se niega una gloria mayor. ¿Y no sabéis que es retroceder? En efecto, quien se para, generalmente, no sólo no sigue adelante, sino que se vuelve para atrás.

El tesoro del Cielo tiene que aumentar año tras año para ser bueno; porque, si es cierto que la Misericordia será benigna con quien tuvo pocos años para atesorar, cierto es también que no será cómplice de los perezosos que, disponiendo de larga vida, hacen poco. Es un tesoro en continuo aumento. Si no, deja de ser fructífero para hacerse pasivo, y ello va en detrimento de una inmediata paz del Cielo.

Dios dijo al necio: "Hombre necio, que confundes el cuerpo y los bienes de la tierra con lo que es espíritu y de una gracia de Dios te procuras un daño: has de saber que esta misma noche se te pedirá el alma y te será arrebatada, y el cuerpo yacerá inerte. ¿De quién va a ser cuanto has preparado? ¿Podrás llevártelo contigo? No. Dejarás la tierra y vendrás a mi presencia desnudo de terrenas recolecciones y de obras espirituales, y serás pobre en la otra vida.

Mejor hubiera sido para ti hacer con tus cosechas obras de misericordia para el prójimo y para ti mismo, pues siendo misericordioso con los demás lo hubieras sido también con tu alma; y, en vez de nutrir pensamientos ociosos, cultivar actividades que te hubieran acarreado un honesto provecho para tu cuerpo y grandes méritos para tu alma, hasta que Yo te hubiera llamado". Y el hombre murió durante la noche y fue severamente juzgado. En verdad os digo que esto es lo que le sucede a quien atesora para sí y no se enriquece ante los ojos de Dios.

Ahora marchaos, y haced tesoro con la doctrina que se os da. La paz sea con vosotros.

Jesús bendice y se retira con apóstoles y discípulos a una espesura del bosque para comer y descansar. Mientras comen, continúa la lección de antes, repitiendo un tema del que ya ha hablado en varias ocasiones a los apóstoles, ....

-Creed – dice - que sólo hay que preocuparse de este enriquecimiento en virtud. Estad atentos, además, a que vuestra preocupación no sea nunca ansiosa, inquieta. El bien es enemigo de las inquietudes, de los miedos, de las prisas; todas estas cosas denotan demasiado todavía la avaricia, la rivalidad, la humana desconfianza.

Que vuestro trabajo sea constante, esperanzado, pacífico; sin arranques bruscos ni bruscas detenciones, como hacen los asnos silvestres (que ninguno que esté en su sano juicio los usa para recorrer seguro camino). Pacíficos en las victorias, pacíficos en las derrotas.

El dolor por un error cometido, que os entristece porque con él habéis contrariado a Dios, debe ser también pacífico, debe sentir el alivio de la humildad y la confianza. El abatimiento, el odio hacia uno mismo es siempre síntoma de soberbia y de falta de confianza.

El humilde sabe que es un pobre hombre sujeto a las miserias de la carne, que algunas veces triunfa; el humilde tiene confianza no tanto en sí mismo cuanto en Dios, y mantiene la calma incluso en las graves derrotas, diciendo: "Perdóname, Padre. Sé que conoces mi debilidad que a veces me domina. Sientes compasión de mí, lo creo. Confío firmemente en que me vas a ayudar, incluso más que antes, en el futuro, a pesar de que te satisfaga tan poco". No os mostréis apáticos ni avaros respecto a los bienes de Dios. Dad la sabiduría y virtud que tengáis. Sed laboriosos en el espíritu, como los hombres lo son para las cosas de la carne.

Y, respecto a la carne, no imitéis a los del mundo que siempre tiemblan por su futuro, por el miedo de que les falte lo superfluo, de que les venga una enfermedad o la muerte, de que los enemigos los puedan perjudicar, etc. Dios sabe de qué tenéis necesidad. No temáis, por tanto, por vuestro mañana. Vivid libres de los miedos, que pesan más que las cadenas de los galeotes.

(CONTINÚA):gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
25/06/2013, 01:09
(CONTINUACIÓN)

No os afanéis por vuestra vida, ni por la comida, la bebida o el vestido. La vida del espíritu vale más que la del cuerpo, y el cuerpo más que el vestido, porque vivís con el cuerpo, no con el vestido; y con la mortificación del cuerpo ayudáis al espíritu a conseguir la vida eterna. Dios sabe hasta cuándo dejaros el alma en el cuerpo; hasta esa hora os dará lo necesario.

Si se lo da a los cuervos, animales impuros que se alimentan de cadáveres y que tienen su razón de existir precisamente en esta función suya de eliminar sustancias en putrefacción, ¿no os lo va a da a vosotros? Ellos no tienen despensas ni graneros, y Dios los nutre igualmente. Vosotros sois hombres, no cuervos.

Además, los presentes sois la flor y nata de los hombres, porque sois los discípulos del Maestro, los evangelizadores del mundo, los siervos de Dios. ¿Vais a pensar que Dios, que cuida el muguete, cuyo único trabajo es el de perfumar, adorando, y lo hace crecer y lo viste con vestidura tan hermosa como jamás tuviera Salomón, puede descuidaros, incluso en lo relativo a vuestro vestido? Vosotros sí que no podéis añadir ni un diente a las bocas desdentadas, ni alargar una pulgada a una pierna contraída, ni volver aguda la pupila empañada.

No siendo capaces de estas cosas, ¿vais a pensar que podéis repeler miseria y enfermedad, hacer brotar del polvo frutos? No podéis. Pero no seáis gente de poca fe. Tendréis siempre lo necesario. No os entristezcáis como la gente del mundo, que se desvive por conseguir cosas de que gozar. Vosotros tenéis a vuestro Padre, que conoce vuestras necesidades. Debéis sólo buscar el Reino de Dios y su justicia. Sea éste vuestro primer interés. Todo lo demás se os dará por añadidura.

No temáis, vosotros de mi pequeño rebaño. Mi Padre se ha complacido en llamaros al Reino para que poseáis este Reino. Podéis, por tanto, aspirar a él y ayudar al Padre con vuestra buena voluntad y santa laboriosidad. Vended vuestros bienes, distribuidlos en limosna, si estáis solos. Dejad a los vuestros la provisión para el viaje de vuestro abandono de la casa por seguirme a mí, porque justo es no dejar sin pan a los hijos o esposas.

Y si no podéis, por este motivo, sacrificar las riquez as pecuniarias, sacrificad las riquezas de afecto, que son también monedas, valoradas por Dios por lo que son: oro más puro que ningún otro, perlas más preciosas que las que se arrebatan a los mares, rubíes más singulares que los de las entrañas de la tierra.

Porque renunciar a la familia por mí es caridad más perfecta que oro sin un solo átomo impuro, es perla hecha de llanto, rubí hecho de sangre que rezuma por la herida del corazón, desgarrado por la separación del padre y de la madre, de la esposa y de los hijos. Estas bolsas no merman, este tesoro no se devalúa jamás. Los ladrones no se introducen en el Cielo, la carcoma no come lo que en él se deposita.

Tened el Cielo en el corazón y el corazón en el Cielo junto a vuestro tesoro. Porque el corazón, en el bueno y en el malo, está donde lo que consideráis amado tesoro vuestro. Por tanto, de la misma forma que el corazón está donde el tesoro (en el Cielo), el tesoro está donde el corazón (es decir, en vosotros); es más, el tesoro está en el corazón, y, con el tesoro de los santos, está, en el corazón, el Cielo de los santos.

Estad siempre preparados, como quien va a emprender un viaje o espera a su amo. Vosotros sois siervos del Amo-Dios. En cualquier momento os puede llamar a su presencia, o venir a vosotros. Estad, pues, siempre preparados para ir, o a rendirle honor, ceñida la cintura con cinturón de viaje y de trabajo, con las lámparas encendidas en vuestras manos.
Al salir de una fiesta nupcial con uno que os haya precedido en los Cielos y en la consagración a Dios en la tierra, El puede recordarse de vosotros, que estáis esperando; y puede decir: "Vamos donde Esteban, o donde Juan, o Santiago y Pedro". Y Dios es rápido para venir, o para decir: "Ven". Por tanto, estad preparados para abrirle la puerta cuando llegue; o para salir, si os llama.

Bienaventurados los siervos a quienes encuentre en vela el Amo cuando llegue. En verdad os digo que, para recompensarlos por la fiel espera, se ceñirá el vestido, los sentará a la mesa y se pondrá a servirlos. Puede llegar a la primera vigilia, o a la segunda, o a la tercera… no lo sabéis. Por tanto, estad siempre vigilantes. ¡Dichosos vosotros, si estáis así y así os encuentra el Amo! No os engañéis diciendo: "¡Hay tiempo! Esta noche no viene". Sería un mal para vosotros No sabéis.

Si uno supiera cuándo viene el ladrón, no dejaría sin guardia la casa para que el malhechor pudiera forzar la puerta y las arcas. Estad preparados también vosotros, porque, cuando menos os lo penséis, vendrá el Hijo del hombre y dirá: "Es la hora"».

Pedro, que incluso se ha olvidado de terminar su comida por escuchar al Señor, viendo que Jesús calla, pregunta:
-¿Esto que dices es para nosotros o para todos?

-Para vosotros y para todos; pero más para vosotros, porque vosotros sois como administradores puestos por el Amo al frente de los siervos, y tenéis doble obligación de estar preparados: por vosotros como administradores y por vosotros como simples fieles. ¿Cómo debe ser el administrador al que el amo ha colocado al frente de sus domésticos para dar a cada uno, a su tiempo, la debida porción? Debe ser avisado y fiel. Para cumplir su propio deber, para hacer cumplir a los subordinados el deber que ellos tienen. Si no, saldrían perjudicados los intereses del amo, que paga para que el administrador actúe haciendo las veces de él y vele por sus intereses en su ausencia.

Dichoso el siervo al que el amo, al volver a su casa, encuentre obrando con fidelidad, diligencia y justicia. En verdad os digo que lo hará administrador de otras propiedades, de todas sus propiedades, descansando y exultando en su corazón por la seguridad que ese siervo le da. Mas si ese siervo dice: "¡Ah! ¡Bien! El amo está muy lejos y me ha escrito que tardará en volver.
Por tanto, puedo hacer lo que me parezca, y luego, cuando calcule que esté próximo a regresar, tomaré las medidas oportunas". Y empieza a comer y a beber hasta emborracharse, y a dar órdenes de borracho, y -ante la oposición a cumplirlas, por no perjudicar al amo, por parte de los siervos buenos subordinados a él- empieza a pegar a los siervos y a las siervas hasta hacerlos enfermar y languidecer.

Y se siente feliz y dice: "Por fin saboreo lo que significa ser jefe y ser temido por todos". ¿Qué le sucederá? Le sucederá que llegará el amo cuando menos se lo espere, quizás incluso sorprendiéndolo en el momento en que está robando dinero o sobornando a alguno de los siervos más débiles; entonces, os digo que el amo lo quitará del puesto de administrador, y lo cancelará incluso de las filas de sus siervos, porque no es lícito mantener a los infieles y traidores entre los honestos; y tanto mayor será su castigo cuanto más lo quiso y lo instruyó su amo.

Porque el que conoce más la voluntad y el pensamiento de su amo más obligado está a cumplirlo con exactitud. Si no hace como su amo le ha dicho (ampliamente, como a ningún otro), recibirá muchos bastonazos. Sin embargo, el que, como siervo menor, sabe poco, y yerra creyendo actuar correctamente, recibirá un castigo menor.

A quien mucho se le dio mucho le será pedido. Mucho tendrá que restituir aquel a quien mucho se le confió. Porque hasta del alma de un niño de una hora se pedirá cuenta a mis administradores.

Mi elección no es fresco reposo en un soto florido. He venido a traer fuego a la tierra; ¿qué puedo desear, sino que arda? Por eso me fatigo, como quiero que os fatiguéis vosotros hasta la muerte y hasta que la tierra toda sea una hoguera de celeste fuego. Debo ser bautizado con un bautismo. ¡Cuán angustiado viviré hasta que se cumpla! ¿No os preguntáis por qué? Porque por él os podré hacer portadores del Fuego, fermento activo en todas y contra todas las capas sociales, para fundirlas en una única cosa: el rebaño de Cristo.

¿Creéis que he venido a poner paz en la tierra?, ¿según los modos de ver de la tierra? No. Todo lo contrario: discordia y separación. Porque, de ahora en adelante, mientras toda la tierra no sea un único rebaño, de cinco que haya en una casa, dos estarán contra tres, y el padre estará contra el hijo y el hijo contra el padre, y la madre contra las hijas, y éstas contra aquélla, y las suegras y nueras tendrán un motivo más para no entenderse, porque habrá labios que hablen un lenguaje nuevo, y será
como una Babel; porque una profunda agitación estremecerá el reino de los afectos humanos y sobrehumanos.

Mas luego vendrá la hora en que todo se unificará en una lengua nueva que hablarán todos los salvados por el Nazareno, y se depurarán las aguas de los sentimientos, irán al fondo las escorias y brillarán en la superficie las límpidas ondas de los lagos celestes.

Verdaderamente, servirme no es descansar, según el significado que el hombre da a esta palabra; es necesario ser héroes, infatigables. Mas os digo que al final será Jesús, siempre Jesús, el que se ceñirá el vestido para serviros, y luego se sentará con vosotros a un banquete eterno, y todo cansancio y dolor serán olvidados.
Ahora, dado que ninguno nos ha vuelto a buscar, vamos al lago. ..........


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

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DANIEL777
25/06/2013, 01:21
Tráenos pasajes bíblicos que te gustan ... :yo:



PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO (Lc. 15.11) EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:


Escuchad. Se trata de una hermosa parábola que os guiará con su luz en muchos casos.

Un hombre tenía dos hijos. El mayor era serio, trabajador, inclinado al afecto, obediente. El segundo era más inteligente que el mayor - el cual realmente era un poco tardo y se dejaba guiar para no tener que esforzarse en decidir por sí -, si bien era rebelde, distraído, amante del lujo y el placer, gastador, ocioso.

La inteligencia es un gran don de Dios, pero debe ser usado con sabiduría; si no, es como ciertas medicinas, que, si se usan mal, en vez de curar matan. Su padre - estaba en su derecho y cumplía su deber - le instaba para que viviera con más sensatez. Mas no obtenía ningún resultado, aparte del de recibir contestaciones y de que el hijo se solidificara más en sus torcidas ideas.

Finalmente, un día, tras una discusión más acalorada que las precedentes, el hijo menor dijo: "Dame la parte de los bienes que me corresponde; así ya no tendré que oír ni tus reprensiones ni las quejas de mi hermano; a cada uno lo suyo y se acabó".

"Piensa - respondió el padre - que dentro de poco te quedarás sin nada; ¿qué harás entonces? Ten en cuenta que no me voy a comportar con injusticia para favorecerte y que no voy a ***** ni un céntimo de la parte de tu hermano para dártelo a ti".

-No te pediré nada, puedes estar seguro; dame mi parte.

El padre encargó la valoración de las tierras y de los objetos preciosos, y, viendo que dinero y joyas sumaban lo que las tierras, dio al mayor los campos y las viñas, hatos de ganado y olivos, y al menor el dinero y las joyas.

El más joven lo vendió inmediatamente, transformando así todo en dinero. Hecho esto, pasados pocos días, se marchó a un país lejano. Allí vivió como un gran señor, despilfarrando todo lo que tenía en todo tipo de juergas, haciéndose pasar por el hijo de un rey (pues se avergonzaba de decir: "soy un aldeano"), con lo cual renegaba de su padre.
Festines, amigos y amigas, vestidos, vino, juego... vida disoluta... Pronto vio mermar sus fondos y aproximársele la pobreza; además, para agravar la pobreza, se abatió sobre la región una gran carestía, con lo cual se agotaron los pocos fondos que le quedaban.

Habría podido volver con su padre, pero, como era soberbio, no quiso. Se dirigió entonces a un hombre rico de la región, que había sido amigo suyo en los buenos tiempos, y le suplicó: `Acuérdate de cuando gozaste de mi riqueza, acógeme como siervo tuyo".
¡Daos cuenta de lo necio que es el hombre!: prefiere someterse al látigo de un patrón antes que decir a un padre: "¡Perdón, reconozco mi error!"

Aquel joven había aprendido muchas cosas inútiles con su despierta inteligencia, pero no había querido aprender lo que dice el Libro del Eclesiástico: "Qué infame es el que abandona a su padre!, ¡cuánto maldice Dios a quien angustia el corazón de su madre!". Era inteligente, pero no sabio.

Aquel hombre a quien se había dirigido, como paga de lo mucho que había recibido del joven necio, lo puso a cuidar los cerdos (estaban en una región pagana y había muchos cerdos); le encargó de llevar las piaras a sus pastos. El joven, todo sucio, andrajoso, maloliente, hambriento - la comida escaseaba para todos los siervos y especialmente para los ínfimos (él, porquerizo, extranjero, escarnecido estaba entre los ínfimos) -, veía que los cerdos se saciaban de bellotas, y suspiraba: "¡Si al menos pudiera llenar mi estómago de estos frutos! ¡Pero son demasiado amargos! Ni siquiera el hambre me los hace apetecer!".

Y lloraba al pensar en los ricos festines de sátrapa, que poco tiempo antes celebraba entre risas, canciones, bailes... y también en la honrada y bien provista mesa de su casa, ahora lejana y en cómo su padre dividía para todos imparcialmente, reservándose para sí siempre la parte menor, contento de ver en sus hijos un sano apetito... y pensaba también en la parte que aquel hombre justo reservaba para los siervos; y suspiraba: "Los peones que trabajan para mi padre, incluso los ínfimos, tienen pan en abundancia.., y yo aquí me estoy muriendo de hambre...". Siguió un largo y trabajoso proceso de reflexión, un largo combate para estrangular a la soberbia...

Por fin llegó el día en que, renacido en humildad y sabiduría, se alzó y dijo: "¡Iré donde mi padre! Es una necedad este orgullo que me tiene apresado. ¿Orgullo por qué? ¿Por qué ha de seguir sufriendo mi cuerpo, y más aún mi corazón, pudiendo obtener perdón y consuelo? Iré donde mi padre. Ya está decidido. ¿Que qué le voy a decir? ¡Pues lo que me ha nacido aquí dentro, en esta abyección, entre esta inmundicia, por las dentelladas del hambre!

Le diré: “Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame, pues, como al último de tus peones... pero déjame estar bajo tu techo. Que yo te vea pasar...” No podré decirle: “...porque te quiero”. No lo creería. Se lo dirá mi vida. Él lo comprenderá, y antes de morir me volverá a bendecir... ¡Sí, lo espero, porque mi padre me quiere!".

Habiendo decidido esto, cuando regresó al atardecer al pueblo, se despidió del patrón y se puso en camino hacia su casa, mendigando... Ya ve los campos paternos, ya la casa... y a su padre, dirigiendo el trabajo de los hombres... ¡Oh, está más viejo y más delgado, por el dolor, pero sigue emanando bondad!... ¡Ah, el transgresor, al ver el deterioro que había causado, se detuvo atemorizado!

Pero el padre, volviendo la mirada, lo vio... ¡Ah, fue corriendo a su encuentro, pues todavía estaba lejos; se llegó a él, le echó los brazos al cuello, lo besó! El padre fue el único que lo reconoció, que vio en ese mendigo abatido a su hijo, y fue el único que tuvo hacia él un movimiento de amor.

El hijo, abarcado por esos brazos, con la cabeza apoyada en el hombro paterno, susurró sollozando: "Padre, deja que me postre a tus pies". "¡No, hijo mío, a mis pies no; reclina tu cabeza en este pecho mío que tanto ha sufrido por tu ausencia y necesita revivir sintiendo tu calor!".

El hijo, llorando más fuerte, dijo: "¡Padre mío, he pecado contra el Cielo y contra ti, ya no soy digno de que me llames hijo; permíteme vivir con tus siervos, bajo tu techo; que pueda verte y comer tu pan y servirte y aspirar tu respiro: con cada uno de los bocados de tu pan, con cada movimiento de tu respiración, mi corazón, harto corrompido ahora, se reformará, y yo me haré honesto...!".

Pero el padre, sin dejar de abrazarlo, lo condujo a donde estaban los siervos, que se habían arremolinado a distancia a observar lo que sucedía, y les dijo: "Rápido , traed el vestido mejor, palanganas con agua perfumada; lavadlo, perfumadlo, vestidlo, ponedle calzado nuevo y un anillo en el dedo. Luego, tomad un ternero cebado, matadlo, y preparad un banquete. Porque este hijo mío había muerto y ahora ha resucitado, lo había perdido y ha sido hallado.

Quiero que encuentre de nuevo su sencillo amor de cuando era niño; mi amor y la fiesta de la casa por su regreso se lo deben dar. Debe comprender que sigue siendo para mí el amado hijo último en nacer, como era en su ya lejana infancia, cuando caminaba a mi lado alegrándome con su sonrisa y con sus balbuceos". Y así lo hicieron los siervos.

El hijo mayor estaba en el campo. No supo nada de lo sucedido hasta su regreso. Al anochecer, de vuelta al hogar, vio que la casa estaba radiante de luces, y oyó que de ella provenían música y rumor de danzas. Llamó a uno de la servidumbre, que corría atareado, y le dijo: "¿Qué sucede?". El siervo respondió: "Ha vuelto tu hermano”. Tu padre ha mandado matar el ternero cebado porque ha recuperad a su hijo, y sano, curado de su grave mal. Y ha ordenado celebrar un banquete. Sólo faltas tú para que empiece la fiesta".

Mas el hijo primogénito montó en cólera, porque le parecía una injusticia el que se hiciera tanta fiesta por el menor, el cual, además de ser el menor, había sido malo; y no quiso entrar; no sólo eso, sino que quería alejarse de la casa.

Advirtieron al padre de lo que estaba sucediendo. Se apresuró a salir, siguió al hijo y le dio alcance. Trató de convencerlo y le rogó que no amargase su gozo. Pero el primogénito respondió a su padre "¿Cómo quieres que no me altere? Estás actuando injustamente con tu primogénito, lo estás despreciando. Desde que he podido empezar a trabajar, hace ya muchos años, te he servido. No he transgredido nunca ninguna disposición tuya, no he contrariado tan siquiera un deseo tuyo; he estado siempre a tu lado, y te he amado por dos para que sanara la llaga que te había producido mi hermano... Y no me has dado ni siquiera un cabritillo para que lo disfrutara con mis amigos. Sin embargo, a este que te ha ofendido, que te ha abandonado, haragán y gastador, y que vuelve ahora traído por el hambre, haces los honores y matas para él el mejor ternero.
¿Vale la pena, entonces, ser trabajador y abstenerse de los vicios? ¡No has actuado correctamente conmigo!".

Entonces dijo el padre, estrechándolo contra su pecho: "¡Oh, hijo mío, ¿cómo puedes creer que no te quiero, por el hecho de que no haya extendido sobre tus obras un velo de fiesta? Tus obras son de por sí santas. Por tus obras te alaba el mundo. Sin embargo, este hermano tuyo necesita que su imagen, ante el mundo y ante sí mismo, sea restaurada.

¿Acaso crees que no te quiero por el hecho de que no te recompense visiblemente? Durante todo el día, en cada movimiento de mi respiración, en cada pensamiento, te tengo presente en mi corazón; cada instante que pasa yo te bendigo. Tienes el premio continuo de estar siempre conmigo. Todo lo mío es tuyo... Era justo hacer un banquete, celebrar una fiesta, por este hermano tuyo que había muerto y ha resucitado para el Bien; que se había extraviado y ha sido restituido a nuestro amor". Y el primogénito cedió.

Lo mismo, amigos míos, sucede en la Casa del Padre. Todo aquel que se vea como el hijo menor de la parábola piense igualmente que si le imita en su retorno al Padre, el Padre le dirá: "No te arrojes a mis pies. Reclina tu cabeza sobre este corazón mío que ha sufrido por tu ausencia y que ahora goza con tu regreso". El que esté en la condición del hijo primogénito, sin culpa ante el Padre, que no se muestre celoso de la alegría paterna; antes bien, se una a ella amando a su hermano redimido. He dicho.


TEXTO ORIGINAL, ALGUNOS VERSÍCULOS FALTAN EN EL EVANGELIO DE LUCAS

------------------------:gossip::grouphug::thumb: (Dn. 12.10)

DANIEL777
25/06/2013, 18:37
PARÁBOLA DEL MAYORDOMO INFIEL ( Lc. 16:1-18), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESUS: :wink:

.................¿Cómo salvarse entonces? ¿Cómo hacer que sirva todo para la salvación, incluso lo que proviene de la Corrupción, que ha mostrado los metales y las gemas como instrumentos de riqueza, que ha encendido ansias de poder y apetitos carnales? ¿No podrá entonces el hombre - que, por muy pobre que sea, siempre puede pecar deseando inmoderadamente el oro, los cargos, la mujer, haciéndose a veces ladrón de estas cosas para poseer lo que el rico tenía -, no podrá entonces el hombre, sea pobre o sea rico, salvarse nunca? Sí puede. ¿Cómo? Aprovechando la abundancia para el Bien, aprovechando la miseria para el Bien.

El pobre que no envidia, que no impreca ni atenta contra lo que a otros pertenece, sino que se conforma con lo que tiene, ése, aprovecha su humilde condición para obtener de ella santidad futura. En verdad, la mayoría de los pobres lo sabe hacer. Menos lo saben hacer los ricos, para los cuales la riqueza es una continua trampa de Satanás, de la ternaria concupiscencia.

Mas oíd una parábola, y veréis que también los ricos pueden salvarse a pesar de ser ricos, o reparar sus pasados errores con un buen uso de las riquezas, aunque hayan sido adquiridas mal. Porque Dios, el Bonísimo, deja siempre muchos medios a sus hijos para que se salven.

Había, pues, un rico que tenía un administrador. Algunos, enemigos de éste porque envidiaban el buen puesto que tenía, o muy amigos del rico y por tanto, celosos de su bienestar, acusaron al administrador ante su jefe. "Disipa tus bienes. Se queda con una parte. No se preocupa de que produzcan. ¡Ten cuidado! ¡Defiéndete!".

El rico, oídas estas repetidas acusaciones, ordenó al administrador que compareciera ante él. Y le dijo: "Me han dicho de ti esto y aquello. ¿Cómo es que has actuado así? Ríndeme cuentas de tu administración porque ya no te permito que sigas llevándola. No puedo fiarme de ti ni puedo dar un ejemplo de injusticia y de excesiva condescendencia que induciría a los consiervos a actuar como tú has obrado. Ve y regresa mañana con todas las escrituras, para que las examine y vea cuál es la situación de mis bienes, antes de confiarlos a un nuevo administrador".

Y despidió al administrador, que se marchó pensativo diciendo para sí: "¿Y ahora? ¿Cómo me las voy a arreglar ahora que el amo me quita la administración? No tengo ahorros porque, convencido como estaba que no me iban a pillar, dilapidaba en mis placeres todo lo que distraía. Entrar como labrador, y además subordinado, no me hace ninguna gracia, porque ya no tengo costumbre de trabajar y siento el peso de las juergas. Pedir limosna me hace menos gracia todavía. ¡Demasiada humillación!
¿Qué voy a hacer?".

Pensando y pensando, encontró la manera de salir de la penosa situación. Dijo: "¡Ya sé! Con el mismo medio con que me he asegurado una buena vida hasta ahora, en el futuro me voy a asegurar amigos que me reciban, por agradecimiento, cuando ya no tenga la administración. Quien hace favores tiene siempre amigos. Vamos, pues, a hacer favores para recibirlos; inmediatamente además, antes de que la noticia se difunda y sea demasiado tarde".

Y fue a casa de los distintos deudores de su amo. Dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi jefe, por la suma que te prestó en la primavera de hace tres años?".

El interlocutor respondió: "Cien barriles de aceite por la suma y los intereses".

"¡Vaya, hombre, pobrecillo! ¡Tú que estás tan cargado de prole, afligido por enfermedades de tus hijos, tener que dar tanto!... ¿Pero no te dio por un valor de treinta barriles?".

"Sí. Pero tenía urgente necesidad, y me dijo: "Yo te lo doy. Pero con la condición de que me devuelvas todo lo que esta suma te produzca en tres años". Ha producido por un valor de cien barriles. Tengo que entregarlos''.

« ¡Pero hombre, es usura! No, no. Él es rico, y a ti poco te falta para pasar hambre. El tiene poca familia; tú, mucha. Escribe que te ha producido por valor de cincuenta barriles y despreocúpate ya de ello. Yo juraré que es verdad, y tú tendrás bienestar".

« ¿No me traicionarás, no? ¿Si viene a saberlo?".

« ¡Pero hombre!... Yo soy el administrador, y lo que juro es sagrado. Haz lo que te digo y vive feliz".

El hombre escribió, entregó y dijo: "¡Bendito seas, amigo y salvador mío! ¿Cómo pagarte esto?".

"¡Con nada! Esto significa que si por ti sufriera algún daño y me echaran, me recibirías por agradecimiento". "¡Hombre claro! ¡Claro! Puedes contar con ello".

El administrador fue a casa de otro deudor, y mantuvo más o menos la misma conversación. Éste tenía que devolver cien fanegas de trigo porque durante tres años la sequía había destruido sus cereales y había tenido que pedir al rico para dar de comer a la familia.

"¡No hombre, no te preocupes de doblar lo que te dio! ¡Negar el trigo! ¡Exigir el doble a uno que tiene hambre e hijos, mientras que su trigo se agorgoja en los graneros por sobreabundancia! Escribe ochenta fanegas".

"¿Pero si se acuerda de que me dio veinte, y veinte y luego diez?". "¿Cómo se va a acordar? Te las di yo, y yo no quiero acordarme. Hazlo así. Haz como te digo y arregla tu situación. ¡Hace falta justicia entre pobres y ricos! Por mi parte, si fuera yo el patrón, hubiera pedido sólo las cincuenta, y quizás las perdonase incluso".

"Tú eres bueno. ¡Si fueran todos como tú! Recuerda que ésta es una casa amiga para ti".

El administrador fue a ver a otros, usando el mismo método, manifestándose dispuesto a sufrir para subsanar las cosas con justicia. Y le llovieron bendiciones y ofertas de ayuda.

Despreocupado ya respecto al futuro, fue tranquilo a ver a su jefe, el cual, por su parte, había estado siguiendo los pasos del administrador y había descubierto su juego. Y, no obstante, lo alabó diciendo: "Tu acción no es buena. No te alabo por ella. Pero debo alabarte por tu sagacidad. En verdad, en verdad los hijos del siglo son más astutos que los hijos de la luz".

Y Yo os digo también lo que dijo el rico: "El fraude no es una cosa bonita y nunca alabaré por él a ninguno. Pero os exhorto a ser, al menos en cuanto hijos del siglo, astutos con los medios del siglo, para darles un uso como monedas para entrar en el Reino de la Luz". O sea, con las riquezas terrenas, medios injustos en la repartición y usados para alcanzar un bienestar transitorio que no tiene valor en el Reino eterno, haceos amigos que os abran las puertas de él.

Haced el bien con los medios de que disponéis, restituid lo que vosotros, u otros de vuestra familia, hayáis tomado sin derecho, separaos del apego enfermo y culpable hacia las riquezas. Y todas estas cosas serán como amigos que, en la hora de la muerte, os abrirán las puertas eternas y os recibirán en las moradas bienaventuradas.

¿Cómo podéis exigir que Dios os dé sus bienes paradisíacos, si veis que no sabéis hacer buen uso ni siquiera de los bienes terrenos? ¿Pretendéis que, suponiendo un imposible, admita en la Jerusalén celeste elementos disipadores? No, nunca. Allá arriba se vivirá con caridad y con generosidad y justicia. Todos para Uno y todos para todos. La comunión de los santos es sociedad activa y honesta, es sociedad santa. Y ninguno que haya mostrado ser injusto e infiel puede entrar en ella.

No digáis: "Pero allá arriba seremos fieles y justos, porque tendremos todo sin sujeción a temor alguno". No. El que es infiel en lo poco sería infiel aunque poseyera el Todo, y quien es injusto en lo poco es injusto en lo mucho. Dios no confía las verdaderas riquezas al que en la prueba terrena muestra que no sabe hacer uso de las riquezas terrenas. ¿Cómo podrá Dios confiaros un día en el Cielo la misión de ser espíritus auxiliadores de vuestros hermanos de la Tierra, cuando habéis mostrado que arrebatar y robar, o conservar con avidez, es vuestra prerrogativa? Por eso os negará vuestro tesoro, el que había conservado para vosotros; y se lo dará a aquellos que supieron ser astutos en la Tierra usando incluso lo injusto y malsano en obras que lo hacían justo y sano.


Ningún siervo puede servir a dos señores. Porque será de uno de los dos u odiará a uno de los dos. Los dos señores que el hombre puede elegir son Dios o la Ganancia, Pero, si quiere ser del primero no puede ponerse los distintivos, seguir las voces, usar los medios del segundo».

Una voz se alza del grupo de los esenios:
-El hombre no es libre para elegir. Está obligado a seguir un destino. Y no se diga que éste está distribuido sin sabiduría. Es lo contrario: la Mente perfecta ha establecido, como propio designio perfecto, el número de los que serán dignos de los Cielos. Los otros inútilmente se esfuerzan en serlo. Así es. No puede ser de otra forma. De la misma manera que uno, saliendo de casa, puede encontrar la muerte a causa de una piedra desprendida de la cornisa, y otro, en el corazón de una batalla, se puede salvar hasta de la más pequeña herida, igualmente el que quiere salvarse, pero no está escrito que se haya de salvar, lo único que hará será pecar incluso sin saberlo, porque su condenación está ya designada.

-No, hombre. No es así. Y cambia de idea. Pensando así haces una grave injuria al Señor.

-¿Por qué? Demuéstramelo y me enmendaré.

-Porque tú, diciendo esto, admites mentalmente que Dios es injusto hacia sus criaturas. Él las ha creado de igual modo y con un mismo amor. Él es un Padre. Perfecto en su paternidad, como en todas las cosas. ¿Cómo puede entonces hacer distinciones y maldecir a un hombre cuando es concebido y es un inocente embrión, maldecirlo desde cuando es incapaz de pecar?

-Para resarcirse de la ofensa recibida del hombre.

-No. ¡Dios no se resarce así! No se conformaría con un mísero sacrificio como éste, de un injusto y forzado sacrificio. La culpa contra Dios sólo la puede quitar el Dios hecho Hombre. Él será el Expiador. No éste o aquel hombre. ¡Ojalá hubiera sido posible que Yo tuviera que quitar sólo la culpa original! ¡Que la Tierra no hubiera tenido ningún Caín, ningún Lámek, ningún pervertido sodomita, ningún homicida, ladrón, fornicador, adúltero, blasfemo, ninguno sin amor a sus padres, ningún perjuro, y así sucesivamente! Mas, de cada uno de estos pecados el pecador, y no Dios, es culpable y autor. Dios ha dejado libertad a sus hijos de elegir el Bien o el Mal.

-¡No hizo bien! - grita un escriba - ¡Nos ha tentado sobremodo!. Sabiendo que éramos débiles, ignorantes, gente corrompida, nos puso en la tentación. Ello es o imprudencia o maldad. Tú que eres justo deberás convenir en que digo una verdad.

-Dices una mentira para tentarme. Dios había dado a Adán y Eva todos los consejos. ¿Y de qué sirvió?

-Hizo mal también entonces. No debía haber puesto el árbol, la tentación, en el Jardín.

-¿Y entonces dónde está el mérito del hombre?

-Hubiera prescindido del mérito. Hubiera vivido sin mérito propio, sólo por mérito de Dios.

-Te quieren tentar, Maestro. Deja a esas serpientes. Escúchanos a nosotros, que vivimos en continencia y meditación - grita de nuevo el esenio.

-Sí, vivís así. Pero malamente. ¿Por qué no vivir así santamente?

El esenio no responde a esta pregunta, sino que pregunta:
-De la misma forma que me has dado una razón convincente sobre el libre arbitrio, y la voy a meditar sin animosidad, esperando poder aceptarla, dime ahora: ¿Crees realmente en una resurrección de la carne y en una vida de los espíritus completados por ella?

-¿Tú crees que Dios va poner fin así, sin más, a la vida del hombre?

-Pero el alma... Dado que el premio la hace dichosa, ¿para qué sirve hacer resucitar la materia? ¿Va a aumentar eso el gozo de los santos?

-Nada aumentará el gozo que un santo tendrá cuando posea a Dios. 0 sea, sólo una cosa lo aumentará en el último Día:
el saber que el pecado ya no existe. ¿Y no te parece justo que, de la misma forma que durante este día carne y alma estuvieron unidas en la lucha por poseer el Cielo, en el Día eterno carne y alma estén unidas para gozar del premio? ¿No estás convencido de esto? ¿Y entonces por qué vives en continencia y meditación?

-Para... para ser más plenamente hombre, señor por encima de los otros animales, que obedecen a los instintos sin freno; y para ser superior a la mayor parte de los hombres, que están embadurnados de animalidad, a pesar de ostentar filacterias y fimbrias, y fórmulas, y amplias vestiduras, y se llaman "los apartados".

-¡Anatema! Los fariseos, recibido de lleno el flechazo, que hace murmurar aprobadora a la multitud, se retuercen y gritan como endemoniados.
-¡Nos está insultando, Maestro! Tú conoces nuestra santidad. Defiéndenos - gritan gesticulando.

Jesús responde:
-También él conoce vuestra hipocresía. Las vestiduras no corresponden a la santidad. Mereced las alabanzas y entonces podré hablar. Pero a ti, esenio, te respondo que te sacrificas por demasiado poco. ¿Por qué? ¿Por quién? ¿Por cuánto? Por una alabanza humana. Por un cuerpo mortal. Por un tiempo rápido como vuelo de halcón. Eleva tu sacrificio. Cree en el Dios verdadero, en la bienaventurada resurrección, en la voluntad libre del hombre. Vive como asceta. Pero por estas razones sobrenaturales. Y con la carne resucitada gozarás de la eterna alegría.

-¡Es tarde! ¡Soy viejo! Quizás he malgastado mi vida estando en una secta de error... ¡Ya nada!...

-No. ¡Nunca es demasiado tarde para quien quiere el bien! Oíd, vosotros pecadores, vosotros que estáis en errores, vosotros, cualquiera que sea vuestro pasado. Arrepentíos. Venid a la Misericordia. Os abre los brazos. Os indica el camino. Yo soy fuente pura, fuente vital. Alejad de vosotros las cosas que os han descarriado hasta este momento.
(CONTINÚA):gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
25/06/2013, 18:38
(CONTINUACIÓN)
Venid desnudos al lavacro. Revestíos de luz. Renaced. ¿Habéis robado como salteadores de caminos, o elegante y astutamente en las transacciones y administraciones? Venid. ¿Habéis tenido vicios o pasiones impuras? Venid. ¿Habéis sido opresores? Venid. Venid. Arrepentíos. Venid al amor y a la paz. Dejad que el amor de Dios pueda derramarse sobre vosotros. Consolad este amor acongojado por vuestra resistencia, por vuestro miedo, por vuestra vacilación. Os lo ruego en nombre del Padre mío y vuestro. Venid a la Vida y a la Verdad, y tendréis la vida eterna.

Un hombre de la muchedumbre grita:
-¡Yo soy rico y pecador! ¿Qué debo hacer para ir?

-Renuncia a todo por amor a Dios y por amor a tu alma.
Los fariseos murmuran y satirizan a Jesús como «vendedor de cosas ilusorias y de herejías», como «pecador que pasa por santo», y le advierten que los herejes son siempre herejes, y que eso son los esenios. Dicen que las conversiones repentinas no son sino exaltaciones momentáneas y que el impuro seguirá siéndolo siempre, el ladrón ladrón, el homicida homicida, para terminar diciendo que sólo ellos, que viven en santidad perfecta, tienen el derecho al Cielo y a la predicación.

-Era un día feliz. Una siembra de santidad caía en los corazones. Mi amor, nutrido por el beso de Dios, daba a las semillas vida. El Hijo del hombre se sentía feliz de santificar... Vosotros me amargáis el día. Pero no importa. Yo os digo - y si no soy dulce la culpa es vuestra -, Yo os digo que sois de esos que se muestran justos, o tratan de hacerlo, a los ojos de los hombres, pero que no lo son. Dios conoce vuestros corazones. Lo que es grande a los ojos de los hombres es abominable ante la inmensidad y perfección de Dios.

Vosotros citáis la Ley antigua. ¿Por qué, entonces, no la vivís? Modificáis para ventaja vuestra la Ley, cargándola con pesos que os producen una ventaja. ¿Por qué, entonces, no dejáis que Yo la modifique en favor de estos pequeños, quitándole todas las fórmulas y sutilezas cargosas, inútiles, de los preceptos que habéis establecido vosotros, tales y tantos que la Ley esencial desaparece bajo ellos y muere ahogada? Yo siento compasión de estas turbas, de estas almas que buscan respiro en la Religión y encuentran un nudo corredizo; que buscan el amor y encuentran el terror...

No. ¡Venid, pequeños de Israel! ¡La Ley es amor! ¡Dios es amor! Esto digo a los que vosotros atemorizáis. La Ley severa y los profetas amenazadores que me han anunciado sin lograr mantener distanciado el pecado, a pesar de los gritos de su profetismo angustioso, llegan hasta Juan. De Juan en adelante viene el Reino de Dios, el Reino del amor.

Y digo a los humildes: "Entrad en él. Es para vosotros". Y todos los que tienen buena voluntad se esfuerzan en entrar. Pero, para los que no quieren agachar la cabeza, golpearse el pecho, decir: "He pecado", no habrá Reino. Está escrito: "Circuncidad vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz".

Esta tierra vio el prodigio de Eliseo, que hizo dulces las aguas amargas echando en ellas la sal. ¿Y Yo no echo la sal de la Sabiduría en vuestros corazones? ¿Y entonces por qué sois inferiores al agua y no cambiáis vuestro espíritu? Añadid a vuestras fórmulas mi sal y tendrán un nuevo sabor, porque volverán a dar a la Ley la primitiva fuerza. En vosotros, los más necesitados, antes que en ningún otro.

¿Decís que cambio la Ley? No. No mintáis. Devuelvo a la Ley su primitiva forma, que vosotros habéis alterado. Porque es una Ley que durará cuanto dure la Tierra, y antes desaparecerán el cielo y la tierra que uno solo de sus elementos constitutivos o de sus consejos.

Y si la cambiáis, por satisfacer vuestro gusto, y entráis en sutilezas buscando escapatorias a vuestras culpas, sabed que ello no es beneficioso. ¡No es beneficioso, Samuel! ¡No es beneficioso, Isaías! Permanentemente está escrito: "No cometas adulterio", y Yo completo: "Quien despide a su esposa para tomar otra es adúltero, y quien se casa con una mujer repudiada por su marido es adúltero, porque sólo la muerte puede dividir lo que Dios ha unido".

Pero las palabras duras son para los pecadores impenitentes. Los que han pecado pero se afligen desconsoladamente por haberlo hecho, sepan, crean que Dios es Bondad, y se acerquen a Aquel que absuelve, perdona y admite a la Vida. Salid de aquí con esta certeza. Esparcidla en los corazones. Predicad la misericordia que os da la paz bendiciéndoos en el nombre del Señor.

La gente empieza a marcharse del lugar, lentamente (bien porque el sendero es estrecho, bien porque Jesús los atrae), pero dejan el lugar...
Se quedan con Jesús los apóstoles. A su vez se ponen en marcha, y van hablando. Buscan sombra caminando al lado de un pequeño bosquecillo de tamarices de desordenadas frondas. Pero dentro hay un esenio. El que ha hablado con Jesús. Se está quitando sus vestiduras blancas.

Pedro, que va delante de todos, lleno de estupor al ver que el hombre se queda sólo con el calzón corto, se echa a correr hacia el grupo diciendo:
-¡Maestro! ¡Un loco! El que hablaba contigo, el esenio. Se ha desnudado y llora y suspira. No podemos ir allí.

Pero el hombre, delgado, con poblada barba, su cuerpo completamente desnudo a excepción del calzón corto y las sandalias, ya sale de la espesura del bosquete y viene hacia Jesús llorando y golpeándose el pecho. Se arrodilla:

-Yo soy el curado milagrosamente en el corazón. Me has curado el espíritu. Obedezco tu palabra. Tomo nuevo vestido, de luz, dejando todo pensamiento que fuera para mí vestido de error. Me separo para meditar sobre el Dios verdadero, para obtener vida y resurrección. ¿Es suficiente? Dame el nuevo nombre y un lugar donde vivir de ti y de tus palabras.

-¡Está loco! ¡No sabemos hacerlo nosotros que oímos tantas! Y él... por un solo discurso... - comentan entre sí los apóstoles.

Pero el hombre, que lo oye, dice:
-¿Queréis poner límites a Dios? Él me ha quebrantado el corazón para darme un espíritu libre. ¡Señor!... - suplica con los brazos extendidos hacia Jesús.

-Sí. Llámate Elías y sé fuego. Aquel monte está lleno de cavernas. Ve a él, y cuando sientas temblar la tierra por un tremendo terremoto, sal y busca a los siervos del Señor para unirte a ellos. Habrás nacido de nuevo, para ser siervo tú también. Ve.

El hombre le besa los pies, se alza y se pone en camino.

-¿Pero va así desnudo? - preguntan asombrados.
-Dadle un manto, un cuchillo, yesca y eslabón, y un pan. Caminará hoy y mañana, y luego se retirará en oración al lugar donde estuvimos nosotros. El Padre se ocupará de su hijo.

Andrés y Juan se echan a correr y le dan alcance cuando ya está para desaparecer tras un recodo. Vuelven diciendo:
-Lo ha cogido. Le hemos indicado también el lugar donde estábamos. ¡Qué conquista tan inesperada, Señor!

-Dios hace germinar flores hasta en las rocas. También en los desiertos de los corazones hace surgir espíritus de voluntad para consuelo mío. Ahora vamos hacia Jericó. Nos alojaremos en alguna casa del campo.



PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

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PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO ( Lc. 10:25-37), EN SU TEXTO ORIGINAL.


.........un doctor de la Ley, que estaba sentado escuchando seriamente bajo el pórtico, se alza y se le pone delante para preguntarle:
-Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Has respondido a los otros, respóndeme también a mí.


-¿Por qué quieres tentarme? ¿Por qué quieres mentir? ¿Esperas que diga algo disconforme con la Ley por el hecho de que añado a la Ley conceptos más luminosos y perfectos? ¿Qué está escrito en la Ley? ¡Responde! ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?

-Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu inteligencia. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

-Bueno, has respondido bien; haz eso y obtendrás la vida eterna.

-¿Y quién es mi prójimo? El mundo está lleno de gente buena y mala, conocida y desconocida, amiga y enemiga de Israel. ¿Cuál es mi prójimo?

-Un hombre, bajando de Jerusalén a Jericó, en uno de los pasos estrechos de las montañas, se topó con unos ladrones. Éstos lo hirieron cruelmente, lo despojaron de todo cuanto llevaba, incluso de sus vestidos, y lo dejaron más muerto que vivo en el borde del camino.

Pasó por ese mismo camino un sacerdote que había terminado su turno en el Templo. ¡Todavía perfumado de los inciensos del Santo! ¡Debería haber tenido también el alma perfumada de bondad sobrenatural y de amor, pues que había estado en la Casa de Dios, casi en contacto con el Altísimo!

Este sacerdote tenía prisa de volver a su casa. Miró, pues, hacia el herido y no se detuvo. Pasó ligero de largo y dejó al desdichado en la cuneta.
Luego, un levita. ¿Contaminarse, teniendo que servir en el Templo? ¡De ninguna manera! Recogió su vestido para que no se manchase de sangre, lanzó una mirada huidiza hacia el hombre que gemía en medio de su sangre y aceleró el paso en dirección a Jerusalén, hacia el Templo.

El tercero que pasó, viniendo de Samaria, en dirección al vado, fue un samaritano. Vio la sangre, se detuvo, descubrió la presencia del herido en el crepúsculo que ya se iba espesando; se apeó del burro, se acercó al herido, lo confortó con un trago de vino generoso, desgarró su manto para hacer vendas, le lavó las heridas con vinagre, se las ungió con aceite, se las vendó con amor; luego cargó al herido sobre su jumento, guió con cautela al animal, sujetando al mismo tiempo al herido y confortándolo con buenas palabras, sin preocuparse del cansancio, sin enfado por el hecho de que el herido fuera de nacionalidad judía. Cuando llegó a la ciudad, lo llevó a una posada y lo veló toda la noche. Al alba, viéndolo mejorado, lo dejó en manos del posadero, a quien pagó con antelación unos denarios y dijo: "Cuídalo como si se tratara de mí mismo. A mi regreso te daré lo que hayas gastado de más, y con medida generosa, si haces bien las cosas". Y se marchó.


Doctor de la Ley, respóndeme: ¿Quién de estos tres fue "prójimo" del que se topó con los ladrones? ¿Acaso el sacerdote? ¿Acaso el levita? ¿No lo fue, más bien, el samaritano, que no se preguntó quién era el herido, porque estaba herido, o si hacía mal en socorrerlo perdiendo tiempo y dinero y arriesgándose a ser acusado de haberlo herido él?

El doctor de la Ley respondió:
-Fue "prójimo" éste, porque tuvo misericordia.
-Haz tú lo mismo, y amarás al prójimo y a Dios en el prójimo y merecerás la vida eterna.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

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DANIEL777
25/06/2013, 18:39
PARÁBOLA DEL FARISEO Y EL PUBLICANO ( Lc. 18:9-14), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: ;)

Oíd esta parábola para que comprendáis cuáles son las cosas que tienen valor ante los ojos de Dios. La parábola os enseñará a corregir en vosotros un pensamiento no bueno que hay en muchos corazones. La mayoría de los hombres se juzgan por sí mismos, y, dado que sólo uno de cada mil es verdaderamente humilde, sucede que el hombre se juzga perfecto, sólo él perfecto, mientras que en el prójimo nota multitud de pecados.

Un día dos hombres que habían ido a Jerusalén para unos asuntos subieron al Templo, como es conforme a todo buen israelita cada vez que pone pie en la Ciudad Santa. Uno era un fariseo; el otro, un publicano. El primero había venido para cobrar el arriendo de algunos almacenes y para hacer las cuentas con sus administradores, que vivían en las cercanías de la ciudad.

El otro, para imponer los impuestos recaudados y para invocar piedad en nombre de una viuda que no podía pagar lo que había sido tasado por la barca y las redes, porque la pesca -pescaba el hijo mayor- le era apenas suficiente para dar de comer a sus muchos otros hijos.

El fariseo, antes de subir al Templo, había ido a ver a los arrendatarios de los almacenes. Habiendo dado una ojeada a éstos y habiendo visto que estaban llenos de productos y de compradores, se había complacido en sí mismo y luego había llamado a uno de los arrendatarios de un lugar y le había dicho:

-Veo que tus compraventas van bien.

-Sí, por gracia de Dios. Estoy contento de mi trabajo. He podido aumentar las mercancías y espero aumentarlas aún más. He mejorado el lugar, y el año que viene no tendré los gastos de mostradores y estanterías y por tanto, ganaré más".

-¡Bien! ¡Bien! ¡Me alegro! ¿Cuánto pagas tú por este lugar?

-Cien didracmas al mes. Es caro, pero la ubicación es buena...

-Tú lo has dicho. La ubicación es buena. Por tanto, te doblo el arriendo.

-¡Pero señor! - exclamó el comerciante - ¡De esta manera me quitas todas las ganancias!

-Es justo. ¿Acaso tengo que enriquecerte a ti? ¿Con lo mío? Enseguida. O me das dos mil cuatrocientos didracmas, inmediatamente, o te echo y me quedo con la mercancía. El lugar es mío y hago de él lo que quiero.
Esto hizo con el primero, y lo mismo con el segundo y el tercero de sus arrendatarios, doblando a cada uno de ellos el precio, sordo a todas las súplicas. Y porque el tercero, cargado de hijos, quiso oponer resistencia, llamó a la guardia, hizo poner los sigilos de incautación y echó afuera al desdichado.

Luego, en su palacio, examinó los registros de los administradores y encontró el modo de castigarlos por negligentes y se incautó de la parte con la que, con derecho, se habían quedado.

Uno tenía un hijo moribundo y por la gran cantidad de gastos había vendido una parte de su aceite para pagar las medicinas. No tenía, pues, qué dar al detestable amo. -Ten piedad de mí, señor. Mi pobre hijo está para morir. Luego haré trabajos extraordinarios para resarcirte de lo que te parece justo. Pero ahora, tú mismo puedes comprenderlo, no puedo.

-¿Que no puedes? Te voy a mostrar si puedes o no puedes.
-Y, yendo con el pobre administrador a la almazara, lo privó incluso del resto de aceite que el hombre se había reservado para la mísera comida y para alimentar la lámpara que le permitía velar a su hijo durante la noche.

El publicano, por su parte, habiendo ido a su superior y habiendo entregado los impuestos recaudados, recibió esta respuesta:

-¡Pero aquí faltan trescientos setenta ases! ¿Cómo es eso?

-Bien, ahora te lo explico. En la ciudad hay una viuda con siete hijos. Sólo el primero está en edad de trabajar. Pero no puede alejarse de la orilla con la barca, porque sus brazos son débiles todavía para el remo y la vela, y no puede pagar a un mozo de barca. Estando cerca de la orilla, pesca poco, y el pescado apenas es suficiente para matar el hambre de aquellas ocho infelices personas. No he tenido corazón para exigir el impuesto.

-Comprendo. Pero la ley es ley. ¡Ay si se viniera a saber que la ley es compasiva! Todos encontrarían razones para no pagar. Que el jovencito cambie de oficio y venda la barca, si no pueden pagar.

-Es su pan futuro... y es el recuerdo del padre.

-Comprendo. Pero no se puede transigir.

-De acuerdo, pero yo no puedo quitar a ocho infelices su único bien. Yo te pago los trescientos setenta ases.

Hechas estas cosas, los dos subieron al Templo. Pasando junto al gazofilacio, el fariseo, ostentosamente, sacó de su pecho una voluminosa bolsa y la sacudió en el Tesoro, hasta la última moneda. En esa bolsa estaban las monedas tomadas de más a los comerciantes y lo que había sacado del aceite arrebatado al administrador y vendido inmediatamente a un mercader.

El publicano, por el contrario, separó lo que necesitaba para regresar a su lugar y echó un puñadito de monedas. El uno y el otro dieron, por tanto, cuanto tenían. Es más, aparentemente, el más generoso fue el fariseo, porque dio hasta la ultima moneda que llevaba consigo. Pero hay que pensar que en su palacio tenía otras monedas y créditos abiertos con ricos cambistas.

Luego fueron ante el Señor. El fariseo, delante del todo, junto al límite del atrio de los hebreos, hacia el Santo; el publicano se quedó en el fondo, casi debajo de la bóveda que llevaba al patio de las Mujeres, y tenía agachada la cabeza, aplastado por el pensamiento de su miseria respecto a la Perfección divina. Y oraban los dos.

El fariseo, bien erguido, casi insolente, como si fuera el amo del lugar y fuera él el que se dignara agasajar a un visitante,
decía:

-Ve que he venido a venerarte en esta Casa que es nuestra gloria. He venido a pesar de sentir que estás en mí, porque soy justo. Sé que lo soy. De todas formas, y aun sabiendo que lo soy sólo por mérito mío, te doy las gracias, como está estipulado por la ley, por lo que soy. Yo no soy codicioso, injusto, adúltero, pecador como ese publicano que ha echado al mismo tiempo que yo un puñadito de monedas en el Tesoro.

Yo, Tú lo has visto, te he dado todo lo que llevaba conmigo. Ese avaro, sin embargo, ha hecho dos partes y a ti te ha dado la menor. La otra, seguro, la guardará para juergas y mujeres. Pero yo soy puro. Yo no me contamino. Yo soy puro y justo, ayuno dos veces a la semana, pago los diezmos de cuanto poseo. Sí, soy un hombre puro, justo y bendito, porque soy santo. Recuerda esto, Señor.

El publicano, desde su lejano rincón, sin atreverse a levantar la mirada hacia las preciosas puertas del hecol y, dándose golpes de pecho, oraba así:

-Señor, no soy digno de estar en este lugar. Pero Tú eres justo y santo, y me lo concedes una vez más porque sabes que el hombre es pecador y que si no se acerca a ti se transforma en un demonio. ¡Oh, mi Señor! Yo quisiera honrarte noche y día y tengo que ser esclavo de mi trabajo durante muchas horas, un trabajo rudo que me deprime, porque produce dolor a mi prójimo, que es más infeliz que yo.

Pero tengo que obedecer a mis superiores, porque es mi pan. Haz, Dios mío, que sepa dulcificar el deber hacia mis superiores con la caridad hacia mis pobres hermanos, para que en mi trabajo no encuentre mi condena. Todos los trabajos son santos, si se ejercen con caridad. Ten tu caridad siempre presente en mi corazón para que yo, miserable como soy, sepa compadecerme de los que están sujetos a mí, como Tú te compadeces de mí, gran pecador.

Habría querido honrarte más, Señor. Tú lo sabes. Pero he pensado que apartar el dinero destinado al Templo para aliviar ocho corazones infelices fuera mejor que echarlo en el gazofilacio y luego hacer verter lágrimas de desolación a ocho inocentes infelices. Pero, si me he equivocado, házmelo comprender, oh Señor, y yo te daré hasta la última moneda, y volveré al pueblo a pie mendigando un pan. Hazme comprender tu justicia. Ten piedad de mí, Señor, porque soy un gran pecador.

Ésta es la parábola. En verdad, en verdad os digo que mientras que el fariseo salió del Templo con un nuevo pecado, añadido a los que había cometido antes de subir al Moria, el publicano salió de allí justificado, y la bendición de Dios lo acompañó a su casa y en ella permaneció.

Porque él había sido humilde y misericordioso, y sus acciones habían sido aún más santas que sus palabras. Por el contrario, el fariseo sólo de palabra y externamente era bueno, mientras que en su interior era como un diablo y hacía obras de diablo por soberbia y dureza de corazón, y Dios, por eso, lo aborrecía.

Quien se ensalza será, siempre, antes o después, humillado; si no aquí, en la otra vida. Y quien se humilla será ensalzado, especialmente arriba, en el Cielo, donde se ven las acciones de los hombres en su verdadera verdad.



PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

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DANIEL777
26/06/2013, 19:28
PARÁBOLA DE LOS DOS DEUDORES ( Mt. 18:23-35), EN SU TEXTO ORIGINAL.



DICE JESÚS: :idea:

Un rey quiso hacer cuentas con sus súbditos. Los llamó, pues, uno a uno, empezando por los que estaban más arriba. Vino uno que le debía diez mil talentos. Pero este súbdito no tenía con qué pagar el anticipo que el rey le había prestado para que se construyera la casa y adquiriese todo tipo de cosas que necesitara, porque verdaderamente no había administrado -por muchos motivos, más o menos justos- solícitamente la suma que había recibido para estas cosas.

El rey-amo, indignado por la holgazanería de su súbdito y por la falta a su palabra, ordenó que fueran vendidos él, su mujer, sus hijos y cuanto poseía, hasta que quedase saldada la deuda. Pero el súbdito se echó a los pies del rey, y, llorando y suplicando, le rogaba: "Déjame marcharme. Ten un poco de paciencia y te devolveré todo lo que te debo, hasta el último denario".

El rey, movido a compasión por tanto dolor -era un rey bueno-, no sólo aceptó esto, sino que, habiendo sabido que entre las causas de la poca diligencia y de no pagar había también enfermedades, llegó incluso a condonarle la deuda.

El súbdito se marchó contento. Pero, saliendo de allí, encontró en el camino a otro súbdito, un pobre súbdito al que había prestado cien denarios tomados de los diez mil talentos que había recibido del rey.
Convencido de gozar del favor regio, creyó todo lícito, así que cogió al infeliz por el cuello y le dijo: "Devuélveme inmediatamente lo que me debes".

Inútil fue que el hombre, llorando, se postrase a besarle los pies gimiendo: "Ten piedad de mí, que estoy viviendo muchas desgracias. Ten un poco de paciencia todavía, y te devolveré todo, hasta el último centavo". El súbdito, inmisericorde, llamó a los soldados e hizo que el infeliz fuera encarcelado para que se decidiera a pagar, so pena de perder la libertad o incluso la vida.

La cosa se vino a saber ampliamente entre los amigos del desdichado, los cuales, llenos de tristeza, fueron a referirlo al rey y amo. Éste, conocido el hecho, ordenó que fuera conducido a su presencia el servidor despiadado. Mirándolo severamente, dijo: "Siervo inicuo, te había ayudado para que te hicieras misericordioso, para que consiguieras incluso una riqueza; luego te he ayudado condonándote la deuda por la que tanto implorabas que tuviera paciencia.

Tú no has tenido piedad de un semejante tuyo, mientras que yo, que soy rey había tenido mucha piedad de ti. ¿Por qué no has hecho lo que yo hice contigo?". Y lo entregó, indignado, a los carceleros, para que lo retuvieran hasta que pagase todo, diciendo: "De la misma forma que no tuvo piedad de uno que le debía muy poco, cuando yo, que soy rey, había tenido mucha piedad de él, de la misma forma no halle piedad en mí".

Esto hará también mi Padre con vosotros, si sois despiadados con vuestros hermanos; si, habiendo recibido tanto de Dios, os cargáis de
culpas más que un fiel. Recordad que tenéis más obligación de evitar el pecado que ningún otro. Recordad que Dios os anticipa un gran tesoro, pero que quiere que le rindáis cuentas de él. Recordad que ninguno como vosotros debe saber practicar amor y perdón.

No seáis siervos que queráis mucho para vosotros y luego no deis nada a quien os pide. El comportamiento que tengáis será el que recibiréis. Y se os pedirá cuenta del comportamiento de los demás que hayan sido impulsados al bien o al mal por vuestro ejemplo.

¡Si sois santificadores, recibiréis verdaderamente una gloria grandísima en el Cielo! Pero, de la misma forma, si sois corruptores, o simplemente holgazanes en santificar, seréis duramente castigados.



PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.

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DANIEL777
26/06/2013, 19:29
PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES ( Mt. 25:1-13), EN SU TEXTO ORIGINAL.



DICE JESÚS: :idea:


El Reino de los cielos es la casa de las nupcias celebradas entre Dios y las almas. El momento de la entrada, es el día de los esponsales.

Ahora bien, escuchad. Entre nosotros existe la costumbre de que vírgenes acompañan al esposo que llega, para llevarlo entre lámparas y cantos a la casa nupcial junto con su hermosa esposa. Cuando el cortejo sale de la casa de la novia, que velada y emocionada se dirige a su lugar de reina, a una casa que no es suya, pero desde el momento en que con su esposo se convierte en una sola carne, se hace suya, el cortejo de vírgenes, que son generalmente amigas de ella, corre al encuentro de ambos, para rodearlos con un anillo de luces.

Sucede, pues, que en un pueblo se celebraron unos esponsales. Mientras los novios con sus padres y amigos se alegraban en la casa de la novia, fueron diez vírgenes a su lugar, al vestíbulo de la casa del novio, prontas a salir a su encuentro cuando el lejano rumor de tambores y cánticos les advirtiese que los novios habían salido de la casa de la novia para venir a la del novio. El convite en la casa de los esponsales se prolongaba, y la noche cubrió todo.

Las vírgenes, vosotros lo sabéis, tienen siempre las lámparas encendidas para no perder tiempo cuando llega el momento. Ahora bien, entre esas diez vírgenes de lámparas encendidas y que aluzaban bien, cinco eran sagaces y cinco necias. Las sagaces, llenas de buen sentido, se habían provisto de pequeños vasos llenos de aceite para poder alimentar sus lámparas por si la espera se prolongase más de lo previsto, entre tanto que las necias se habían limitado a llenar tan sólo sus lámparas.

Pasó una hora, pasó otra. Bellas conversaciones, historietas, chascarrillos animaron la espera, pero después no supieron decir otra cosa, ni hacer nada y fastidiadas o bien cansadas las diez jovencillas se sentaron cómodamente, con sus lámparas encendidas junto a ellas, y poco a poco se durmieron. Llegó la media noche, y se oyó un grito: "Llega el novio, salid a encontrarlo". Las diez jovencillas se levantaron al oírlo, tomaron sus velos y las guirnaldas, se arreglaron y corrieron a la mesa donde estaban las lámparas.

Cinco de ellas estaban ya casi apagadas... el pabilo, sin tener más aceite, echaba humo o chispazos cada vez más débiles, que se apagaría al punto con el menor soplo de aire; entre tanto que las otras cinco lámparas, a las que les habían puesto más aceite antes de dormirse las más sagaces, conservaban aún una fuerte llama, la que se encendió todavía más con el aceite que le echaron.

"¡Oh!" con voz suplicante dijeron las necias, "dadnos un poco de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se pueden apagar tan sólo con moverlas. ¡Las vuestras están muy hermosas!..." Pero las sagaces respondieron: Afuera sopla el viento nocturno y cae el rocío a gotas gruesas. Nunca es suficiente el aceite para sostener una llama fuerte que pueda resistir a los vientos y a la humedad. Si os damos, nos podrá suceder que nuestra luz se debilite. Y ¡sería muy triste el cortejo de las vírgenes sin la danza de la llama!

Id pronto al tendero más cercano. Rogad, llamad, hacedlo que se levante para que os dé aceite". Y las necias, deprisa, arrebujando el velo, manchándose los vestidos, perdiendo las guirnaldas en el chocar entre sí y en el correr, siguieron el consejo de sus compañeras.

Y mientras iban a comprar el aceite, sucedió que del fondo de la calle aparecieron el novio y la novia. Las cinco vírgenes, que tenían las lámparas encendidas, corrieron a su encuentro, y en medio de ellas los novios entraron en casa para finalizar la ceremonia, después de que las vírgenes hubiesen acompañado finalmente a la novia hasta la habitación nupcial.

Se cerró la entrada después de que hubieron pasado los novios, y quien estaba afuera se quedó allá. Y esto sucedió también a las cinco necias, que llegadas con el aceite, encontraron la puerta cerrada e inútilmente llamaron, lastimándose las manos, y con gemidos decían: "Señor, Señor, ¡ábrenos! Somos del cortejo de las bodas. Somos las vírgenes propiciatorias, escogidas para traer honra y fortuna a tu tálamo".

Pero el novio desde arriba de la casa, dejando por un momento a sus invitados íntimos, que le acompañaban, mientras la novia entraba en la habitación nupcial, les dijo: "En verdad os digo que ni os conozco. No sé quienes sois. Vuestras caras alegres no estuvieron junto a mi amada. Sois unas mentirosas. Y por esto quedaos fuera de la casa de las bodas". Y las cinco necias llorando, se fueron por las calles oscuras con sus lámparas que para nada les servían, con los vestidos arrugados, y los velos quitados, las guirnaldas deshechas o perdidas...

.Y ahora escuchad el sentido que se encierra en esta parábola. Os dije al principio que el Reino de los cielos es la casa de los esponsales celebrados entre Dios y las almas. A las nupcias celestiales son llamados todos los fieles, porque Dios ama a todos sus hijos. Quién antes, quién después se encuentra en el momento de las nupcias, tiene una gran suerte.

Pero escuchad todavía más. Sabéis cómo las doncellas tienen por honor y suerte el que las llamen para ser esclavas de la esposa. Apliquemos a nosotros los personajes y entenderemos mejor. El novio es Dios. La novia el alma de un justo que, pasado el tiempo de su noviazgo en la casa del Padre, o sea bajo la tutela de la doctrina de Dios y bajo su obediencia, viviendo según su justicia, es llevada a la casa del Esposo para las nupcias.

Las esclavas vírgenes, son almas de los fieles que, tratan de llegar a este honor por medio de la santidad, de igual manera que la novia fue escogida por el novio por sus virtudes. Su vestido es blanco, limpio, y fresco con velos blancos y coronas de flores. Tienen las lámparas encendidas en la mano. Las lámparas están bien limpias. El pabilo se alimenta con mucho aceite y del mejor para que no oliera mal..

Vestido blanco. La justicia que se practica de todo corazón proporciona un vestido cándido y pronto llegará el día en que lo será en grado incomparable, sin el recuerdo de mancha alguna; de una candidez sobrenatural, de un candor angélico.

Vestido limpio. Es necesario conservar siempre limpio el vestido con humildad, pues es muy fácil empañar la pureza del corazón. Y quien no es limpio de corazón no puede ver a Dios. La humildad es como el agua que lava. El humilde cae pronto en la cuenta, porque sus ojos no están empañados con los humos del orgullo para no ver que su vestido se ha manchado. Corre a su Señor y le dice: "He quitado la limpieza a mi corazón. Lloro por quererme limpiar, a tus pies lloro. Tú, Sol mío, ¡emblanquece con tu perdón benigno, con tu amor paternal, mi vestido!"

Vestido fresco. ¡Oh, frescura de corazón! Los niños la tienen por una gracia de Dios. Los justos la tienen por don de Dios y voluntad propia. Los santos la tienen por don de Dios, y por voluntad que llegó al heroísmo. Y los pecadores de alma hecha jirones, quemada, envenenada, manchada, ¿no podrán jamás tener un alma fresca? Sí pueden tenerla.

Empiezan desde el momento en que se miran con horror; la aumentan cuando deciden cambiar de vida, la perfeccionan cuando con la penitencia se lavan, se desintoxican, ponen en orden su pobre alma; con la ayuda de Dios, que socorre a quienes se lo piden, y con su propia voluntad, llevada al heroísmo mucho mayor, porque no tiene necesidad de defender lo que tienen, sino de reconstruir lo que han destruido.

Por esto deben trabajar, dos, tres y siete veces más. Finalmente con una penitencia que debe durar, con una penitencia que no tiene compasión por el yo que fue pecador, vuelven a dar al alma una nueva frescura infantil que es embellecida con la experiencia que los hace capaces de enseñar a los demás, pues en otro tiempo ellos fueron pecadores.

Velos blancos. ¡La humildad! Ya he dicho: "Cuando oréis o hagáis penitencia, haced de tal modo que el mundo no os vea". En los libros Sapienciales está escrito: "No está bien revelar el secreto del Rey". La humildad es el velo cándido que se pone para cubrir el bien que se hace, y el bien que Dios concede. No gloria por el amor de privilegio que Dios concede, ni gloria humana necia, el don sería quitado al punto sino un cántico interno del corazón dirigido a Dios: "Mi alma te engrandece, oh Señor... porque has vuelto tu mirada a la inutilidad de tu sierva". "

Jesús se detiene un momento y mira a su Madre que se pone roja bajo el velo y se inclina, como para componer los cabellos del niño que está sentado a sus pies, pero en realidad para ocultar el emocionante recuerdo...

"Coronada de flores. El alma debe tejerse su guirnalda diaria con actos virtuosos, porque delante del Altísimo, no deben haber cosas marchitas, ni ajadas. He dicho, diaria. Porque el alma no sabe cuándo Dios-Esposo puede aparecer y decirle "ven". Por esto es menester nunca cansarse en renovar las guirnaldas. No tengáis miedo. Las flores no se marchitan. Las flores de las coronas virtuosas no se ajan. El ángel de Dios, que cada uno tiene a su lado, recoge estas guirnaldas diarias y las lleva al cielo. Y allí servirán de trono al nuevo bienaventurado cuando entre como una novia a la casa nupcial.

Lámparas encendidas. Son para honrar al Esposo y para que sirvan de guía en el camino. ¡Cuán radiante es la fe, y qué amiga tan dulce es! Produce una llama brillante como una estrella, una llama que ríe porque tiene seguridad en su certeza, una llama que hace luminoso aún al instrumento que la lleva. Aun el cuerpo del hombre alimentado de fe, parece ya desde la tierra, que es más luminoso y espiritual, inmune de un marchitamiento tempranero.

Pues quien cree que se gobierna con las palabras y mandamientos de Dios para llegar a poseerlo, a El que es su fin, y por esto huye de cualquier corrupción, no tiene turbaciones, miedos, remordimientos, no está obligado a un esfuerzo para acordarse de sus mentiras o para esconder sus malas acciones, y se conserva bello y joven con la incorrupción de santo.

Una carne y una sangre, una inteligencia y un corazón limpio de cualquier clase de lujuria para tener consigo el aceite de la fe, para alumbrar sin humo. Una voluntad constante de alimentar siempre esta luz. La vida diaria, con sus desilusiones, experiencias, contactos, tentaciones, discrepancias, tienden a disminuir la fe. No. No debe de suceder. Id diariamente a las fuentes del oloroso aceite, del aceite de la sabiduría, del aceite de Dios.

Lámpara que tiene poco aceite, puede, apagarla el viento más débil, puede apagarla el rocío de la noche. La noche... la hora de las tinieblas, del pecado, de las tentaciones llega a todos. Es la noche para el alma. Pero si está llena y colmada de fe, el viento del mundo no puede apagar su llama, ni las tinieblas de la sensualidad.

En fin, vigilancia, vigilancia, vigilancia. Quien se confía imprudentemente y dice: "Dios me socorrerá a tiempo, mientras tengo luz en mí", quien se duerme en lugar de velar, o se duerme sin lo necesario para levantarse al punto a la primera llamada, quien espera hasta el último momento proveerse del aceite de la fe, o de un pabilo fuerte de buena voluntad, incurre en el peligro de quedarse fuera cuando llegue el esposo. Vigilad, pues, con prudencia, con constancia, con pureza, con esperanza, para estar siempre prontos a cuando llame Dios, porque en realidad no sabéis cuando llegaré a él.

Queridos discípulos míos, no quiero que tengáis miedo de Dios, sino más bien fe en su bondad. Ya sea los que os quedáis, como los que os vais, pensad que, si hiciereis lo que hicieron las vírgenes sabias, seréis llamados no sólo a hacer cortejo al Esposo, sino como la doncella Ester, que se convirtió en Reina en lugar de Vasti, seréis elegidos y escogidos para que vuestras almas tengan al Esposo que "encontró en vosotros toda gracia y favor en grado supremo". Os bendigo a quienes partís. Llevad en vosotros y llevad a vuestros compañeros estas palabras mías. La paz del Señor sea siempre con vosotros".


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.

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DANIEL777
26/06/2013, 19:30
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DANIEL777
26/06/2013, 19:33
PARÁBOLA DE LOS DOS HIJOS ( Mt. 21:28-32), EN SU TEXTO ORIGINAL.



DICE JESÚS: :idea:


-La paz sea con vosotros. Os voy a proponer, a todos vosotros que estáis alrededor de mí, una parábola. Y que cada uno coja la enseñanza y la parte que más sintonice con él. Oíd.

Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y dijo: "Hijo mío, ven a trabajar hoy en la viña de tu padre". ¡Gran signo de honor este del padre! Consideraba al hijo capaz de trabajar en donde, hasta ese momento, el padre había trabajado. Señal de que veía en su hijo buena voluntad, constancia, aptitud, experiencia y amor hacia su padre.

Pero el hijo, un poco distraído por cosas del mundo, temiendo aparecer externamente como un siervo - Satanás usa estos espejismos para alejar del Bien -, temiendo burlas y quizás incluso represalias de enemigos de su padre, que contra éste no se atrevían a levantar la mano pero que tendrían menos consideraciones con su hijo, respondió: "No voy. No tengo ganas". El padre fue entonces al otro hijo y le dijo lo mismo que había dicho al primero; y el segundo hijo respondió enseguida: "Sí, padre. Voy inmediatamente".

¿Pero qué sucedió? Pues que el primer hijo, siendo de ánimo recto, después de un primer momento de debilidad en la tentación y de rebelión, arrepentido de haber disgustado a su padre, fue a la viña sin decir nada y estuvo trabajando todo el día aprovechando hasta la anochecida; luego volvió satisfecho a su casa, con la paz en el corazón por el deber cumplido.

El segundo, por el contrario, mentiroso y débil, salió de casa, sí, pero luego se entretuvo a vagabundear por el pueblo haciendo inútiles visitas a amigos influyentes, de los cuales esperaba obtener alguna ventaja. Y decía en su corazón: "Mi padre es viejo y no sale de casa. Le diré que le he obedecido y se lo creerá...".

Pero, llegado el anochecer también para él y habiendo regresado a casa, su aspecto cansado de ocioso, los indumentos sin arrugas y el saludo inseguro a su padre, que lo observaba y lo comparaba con el primero - que había vuelto cansado, sucio, despeinado, pero jovial y con una mirada humilde y sincera, buena, que, sin querer jactarse del deber cumplido, quería decir al padre: "Te amo. Te amo de verdad. Tanto que, para complacerte, he vencido la tentación" - hablaron claramente al intelecto del padre, el cual, abrazando al hijo cansado, dijo: "¡Bendito tú, porque has comprendido el amor!".

Efectivamente, ¿qué os parece? ¿Cuál de los dos había amado? Sin duda decís: "El que había hecho la voluntad del padre suyo". ¿Y quién la había hecho? ¿El primero o el segundo hijo?

-El primero - responde la gente con unanimidad.

-El primero. Sí. También en Israel, y vosotros os quejáis de ello, no son los que dicen: “¡Señor! ¡Señor!", dándose golpes de pecho sin tener en su corazón el verdadero arrepentimiento de sus pecados - tanto es así, que cada vez se hacen más duros de corazón -, no son los que ostentan devotos ritos para que los llamen santos, y luego, privadamente, se comportan sin caridad ni justicia, no son éstos, que se rebelan en verdad contra la voluntad de Dios que me envía y la impugnan como si fuera voluntad de Satanás - y esto no será perdonado -, no son éstos los que son santos a los ojos de Dios; sino que lo son los que, reconociendo que Dios todo lo que hace lo hace bien, acogen al Enviado de Dios y escuchan su palabra para saber hacer mejor, cada vez mejor, lo que el Padre quiere; son éstos los que son santos y amados para el Altísimo.

En verdad os digo: los ignorantes, los pobres, los publicanos, las meretrices precederán a muchos que son llamados "maestros", "poderosos", "santos", y entrarán en el Reino de Dios.
Y será justo. Porque vino Juan a Israel para guiarlo por los caminos de la Justicia, y demasiado Israel no lo creyó, el Israel que a sí mismo se llama "docto y santo", mientras que los publicanos y las meretrices lo creyeron.

Y he venido Yo, y los doctos y santos no me creen, y, sin embargo, creen en mí los pobres, los ignorantes, los pecadores. Y he hecho milagros, y ni siquiera se ha creído en ellos, y tampoco viene arrepentimiento de no creer en mí; al contrario, se desata el odio contra mí y contra los que me aman.

Pues bien, digo: "Benditos los que saben creer en mí y hacer esta voluntad del Señor en que hay salud eterna". Aumentad vuestra fe y sed constantes. Poseeréis el Cielo, porque habréis sabido amar la Verdad.
Podéis marcharos. Dios esté siempre con vosotros.
Los bendice y se despide de ellos. Luego, al lado de Nicodemo, se dirige hacia la casa del discípulo para estar en ella mientras el sol abrasa...



PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.



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PARÁBOLA DEL RICO Y LAZARO(Lc.16:19-31), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:

... escuchad la parábola que pensé deciros.

Hubo un tiempo en que vivió un hombre muy rico. Los mejores vestidos eran los suyos. Por las plazas y por su casa se pavoneaba con sus vestidos de púrpura y lino. Sus conciudadanos le respetaban como al más poderoso de la región. Sus amigos le halagaban su ambición para recibir utilidades.
Sus salones estaban abiertos cada día a los espléndidos banquetes en que la multitud de invitados, todos ellos ricos, y por lo tanto no necesitados, se morían de halagar al rico Epulón. Sus banquetes eran célebres por su abundancia de alimentos y de vinos.

En la misma ciudad había un mendigo, un verdadero mendigo. Era grande en su miseria, como el otro era grande en sus riquezas. Pero bajo la costra de la miseria humana del mendigo Lázaro, se ocultaba un tesoro todavía mayor que su miseria y que las riquezas de Epulón.

La santidad de Lázaro era verdadera. Jamás había traspasado la Ley, ni siquiera bajo el pretexto del aguijón de la necesidad, y sobre todo había obedecido al precepto del amor para con Dios y el prójimo. Él, como siempre hacen los pobres, se acercaba a las puertas de los ricos para pedir limosna y no morir de hambre. Cada tarde iba a la puerta de Epulón, esperando recibir siquiera las migajas de los pomposos banquetes que se daban en las riquísimas salas.

Se tendía en la calle, cerca de la puerta, y pacientemente esperaba. Si Epulón lo veía, mandaba arrojarlo, porque aquel cuerpo cubierto de llagas, desnutrido, vestido de harapos, era un espectáculo muy desagradable para sus convidados. Esto decía Epulón, pero la realidad era que aquel espectáculo de miseria y de bondad era su continuo reproche.

Más compasivos que Epulón eran sus perros, bien alimentados, con hermosos collares. Se acercaban al pobre Lázaro y le lamían las llagas, gruñendo de alegría por sus caricias, y hasta le llevaban lo que sobraba de las ricas mesas. Gracias a estos animales Lázaro sobrevivía a la desnutrición completa, pues de parte del hombre hubiera muerto, ya que este no le permitía ni siquiera entrar en las salas después de los banquetes para poder re***** las migajas caídas de las mesas.


Un día Lázaro se murió. Nadie en la tierra cayó en la cuenta. Nadie lo lloró. Epulón por su parte, se alegró de no ver aquel día ni los siguientes aquella miseria que llamaba, "oprobio" de sus umbrales. Pero en el cielo cayeron en la cuenta los ángeles. En su último aliento, en su lecho frío y pobre, estaban presentes las cohortes celestiales que en medio de un fulgor de luces recogieron su alma, y con cantos de hosannas la llevaron al seno de Abraham.

Poco tiempo después murió Epulón. Oh, ¡qué funerales fastuosos! Toda la ciudad, que ya de antemano sabía que estaba agonizando, se arremolinaba en la plaza donde estaba su casa, para que se le tomase como amiga del grande. Y por curiosidad o por interés con los herederos, se unió al cortejo, y los alaridos llegaron hasta el cielo y con ellos las alabanzas mentirosas al "grande", al "benefactor", al "justo" que había muerto.

¿Puede la palabra del hombre cambiar el juicio de Dios? ¿Puede la apología humana borrar cuanto está escrito en el libro de la Vida? No, no puede. Lo que está juzgado, queda juzgado, y lo que está escrito, escrito queda. No obstante los funerales solemnes de Epulón, su espíritu fue sepultado en el infierno.

En aquella cárcel horrorosa, en que bebía y comía fuego y tinieblas, en que encontraba odio y tormentos por todas partes y a cada momento de esa eternidad, levantó su mirada al cielo, al cielo que había visto en un instante de fulgor, en una fracción de segundo, y cuya indecible belleza le había quedado presente para ser atormentado entre las torturas atroces.

Y vio a Abraham, lejano, pero radiante, feliz... y en su seno, radiante y feliz también estaba Lázaro, el pobre Lázaro despreciado de otro tiempo, el repulsivo, el miserable Lázaro ¿y ahora?... Y ahora bello con la luz de Dios y de su santidad, rico con el amor de Dios, a quien admiraban no los hombres sino los ángeles de Dios.

Epulón levantó el grito diciendo: "Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro a que moje la punta de su dedo en el agua y que la ponga en mi lengua, para refrescarla porque me muero en esta llama que me penetra continuamente y me quema!".

Abraham respondió: "Acuérdate, hijo, que tuviste todos los bienes durante tu vida, mientras Lázaro todos los males. El supo hacer del mal un bien, mientras tú no supiste hacer de tus bienes nada que no fuese malo. Por esto, justo es que él sea consolado y que tú sufras. Además no es posible hacerlo.
Los santos están esparcidos sobre la tierra para que los hombres se aprovechen de ellos. Pero, cuando no obstante el estar cercano, el hombre se queda tal cual es -en tu caso, un demonio- es inútil recurrir a los santos. Ahora estamos separados.

Las hierbas en el campo están mezcladas, pero una vez que se les siega, se separan las útiles de las no útiles. Así es entre vosotros y nosotros. Estuvimos juntos en la tierra. Nos arrojasteis. Nos atormentasteis por todos los modos. Entre vosotros y nosotros existe un abismo tal que los que de aquí quieren pasar, no pueden, ni vosotros, que estáis allí podéis salvar el abismo inmenso para venir a donde estamos".

Epulón en medio de un grito de dolor dijo: "Al menos, oh padre santo, manda, te lo ruego, manda a Lázaro a la casa de mi padre. Tengo cinco hermanos. Jamás conocí el amor, ni siquiera por mis parientes, pero ahora, ahora comprendo qué cosa terrible es el no ser amados. Y como aquí donde estoy, existe el odio, ahora entiendo, por el instante que mi alma vio a Dios qué cosa sea el amor.
No quiero que mis hermanos sufran mis dolores. Tengo pavor por ellos que siguen mi mismo camino. Oh, manda a Lázaro que les advierta del lugar donde estoy, y por qué estoy, y que les diga que existe el infierno, que es atroz, y que quien no ama a Dios ni al prójimo viene acá. Mándalo. Que tomen sus providencias, para que no tengan que venir aquí, a este lugar de eterno tormento".

Abraham respondió: "Tus hermanos tienen a Moisés y a los Profetas. Que los escuchen".

Con un gemido de alma torturada replicó Epulón: "¡Oh padre Abraham! Les hará más impresión un muerto... ¡Escúchame! Ten piedad ".

Abraham dijo: "Si no escuchan a Moisés ni a los Profetas, mucho menos creerán a uno que resucite por una hora de entre los muertos para decirles las palabras de Verdad. Y por otra parte no es justo que un bienaventurado deje mi seno para ir a recibir ofensas de los hijos del Enemigo.
Ya pasó el tiempo de las injurias, ahora está en paz y aquí se queda por orden de Dios que ve la inutilidad de una tentativa de conversión de los que ni siquiera creen en la palabra de Dios, ni la ponen en práctica".

Esta es la parábola, cuyo significado es tan claro, que no necesita explicación.
.....
No odiéis jamás por ningún motivo. El odio es poderoso en el mundo. Pero siempre tiene sus límites. El amor no tiene límites ni en fuerza, ni en tiempo. Por lo tanto amad, para poseéroslo como defensa y consuelo sobre la tierra y como premio en el cielo. Es mejor ser Lázaros que Epulones, creédmelo. Buscad la manera de creerlo y seréis felices.


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

-----------------------:gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
26/06/2013, 19:38
PARÁBOLA DE LAS DIEZ MINAS ( Lc. 19:11-27), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :wink:

.............Si no os sentís con valor de renunciar a todo por amor a mí, no vengáis porque no podéis ser discípulos míos.

-Bien. Lo que dices es verdad - admite un escriba que se ha mezclado en el grupo - Pero, si nos despojamos de todo, ¿con qué te servimos? La Ley tiene prescripciones que son como monedas que Dios ha dado al hombre para que, usándolas, se compre la vida eterna Dices: "Renunciad a todo", y mencionas el padre, la madre, las riquezas, los honores. Dios ha dado también estas cosas, y nos ha dicho, por boca de Moisés, que las usáramos con santidad para aparecer justos ante los ojos de Dios. Si nos quitas todo, ¿qué nos das?

-He dicho, rabí, que el verdadero amor. Os doy mi doctrina, que no quita ni una jota a la antigua Ley; antes bien, la perfecciona.

-Entonces todos somos discípulos iguales, porque todos tenemos las mismas cosas.

-Todos según la Ley mosaica, no todos según la Ley que perfecciono Yo según el Amor. Pero no todos, en ésta, alcanzan la misma suma de méritos. Entre mis propios discípulos no todos obtendrán una suma de méritos igual; y alguno de ellos, no sólo no alcanzará suma alguna, sino que perderá incluso su única moneda: su alma.

-¿Cómo? A quien más se le da, más le quedará. Tus discípulos, y más tus apóstoles, te siguen en tu misión, y conocen tu forma de actuar; han recibido muchísimo. Mucho han recibido tus discípulos efectivos; menos, los discípulos que lo son sólo de nombre. Nada han recibido los que, como yo, te oyen sólo por una contingencia. Es evidente que en el Cielo los apóstoles tendrán muchísimo; mucho, los discípulos efectivos; menos, los discípulos de nombre; nada, los que son como yo.

-Humanamente es evidente, y humanamente puede ser también un mal. Porque no todos son capaces de hacer producir los bienes recibidos................ Escucha esta parábola.

-Un hombre, antes de emprender un largo viaje y ausentarse por un largo período, llamó a todos sus siervos y les confió todos sus bienes. A uno le dio cinco talentos de plata; a otro, dos de plata; a uno, uno sólo, de oro. A cada uno según su grado y habilidad. Y luego se marchó.

Entonces, el siervo que había recibido cinco talentos de plata negoció sagazmente sus talentos, y, pasado un tiempo, le produjeron otros cinco. El que había recibido dos talentos de plata hizo lo mismo, y dobló la suma recibida. Pero el que había recibido más de su señor (un talento de oro puro), víctima del miedo a no saber negociar del miedo a los ladrones, a mil quimeras, víctima, sobre todo, de la holgazanería, cavó un profundo hoyo en el suelo y escondió el dinero de su señor.


Pasaron muchos, muchos meses. Volvió el amo. Llamó enseguida a sus súbditos para que restituyeran el dinero que habían recibid, en depósito.
Vino el que había recibido cinco talentos de plata y dijo: "Aquí tienes, mi señor. Me diste cinco talentos. Me parecía mal no hacer producir lo que me habías dado, así que me las he ingeniado para ganar otros cinco. No he podido más...".


-Bien, muy bien, siervo bueno y fiel. Has sido fiel en lo poco, te has aplicado con buena voluntad, has sido honesto. Te daré autoridad sobre muchas cosas. Entra en la alegría de tu señor.


Luego vino el otro, el de los dos talentos, y dijo:
-Me he permitido emplear tus bienes para beneficio tuyo. Aquí tienes las cuentas para que veas cómo he empleado tu dinero. ¿Ves? Eran dos talentos de plata. Ahora son cuatro. ¿Estás contento, mi señor?".
Y el amo dio a este siervo bueno la misma respuesta que había dado al primero.

Vino por último aquel que, por gozar de la máxima confianza del amo, había recibido el talento de oro. Desenrolló el paño en que lo conservaba, lo sacó y dijo:
-Me confiaste lo que tenía mayor valor, porque me juzgas prudente y fiel, de la misma forma que yo sé que eres intransigente y exigente y que no toleras pérdidas de tu dinero, sino que si te sobreviene la desgracia te resarces con quien tienes a tu lado, porque, en verdad, cosechas donde no sembraste, recoges donde no esparciste, siendo así que no perdonas un centavo ni al encargado de tus tierras ni a tu banquero, por ninguna razón. Tu dinero debe ser el que tú dices. Ahora bien, yo, temiendo disminuir este tesoro, lo he cogido y lo he escondido. No me he fiado de nadie, ni siquiera de mí mismo. Ahora lo he desenterrado y te lo devuelvo. Aquí tienes tu talento".


"¡Oh, siervo inicuo y holgazán! Verdaderamente no me has amado porque no me has conocido, ni has amado mi bienestar porque has dejado el talento improductivo. Has traicionado la estima que había depositado en ti. Te desautorizas a ti mismo. Por ti mismo te acusas y te condenas. Sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido. ¿Por qué, entonces, no has obrado de forma que pudiera cosechar y re*****? ¿Así respondes a mi confianza? ¿Así me conoces? ¿Por qué no has llevado el dinero a los banqueros, de forma que a mi regreso lo hubiera retirado con los intereses? Te había instruido para ello con especial esmero, mas tú, necio holgazán, no lo has tenido en cuenta. Te sea, pues, arrebatado el talento, y todos los demás bienes, para el que tiene diez talentos".


-Pero tiene ya diez, y éste se queda sin nada... - objetaron.

-Eso es. A quien tiene, y trabaja con eso que tiene, le será dado más, hasta que le sobre. Pero a quien no tiene, porque no quiso tener, le será arrebatado incluso lo que se le dio. Respecto al siervo parásito que ha traicionado mi confianza y ha dejado improductivos los dones recibidos, arrojadlo de mi propiedad, y que se aleje con lágrimas en los ojos y remordimiento en el corazón.

Ésta es la parábola. Ves, rabí, que le quedó menos al que más tenía, porque no supo merecer la conservación del don de Dios. No se puede afirmar que uno de esos que llamas discípulos sólo de nombre (que tienen poco con que negociar), y de los que, como dices, me escuchan sólo por una contingencia, y que tienen la única moneda de su alma, no lleguen a poseer el talento de oro -arrebatado a uno de los más beneficiados- y sus frutos correspondientes.

Las sorpresas del Señor son infinitas, porque infinitas son las reacciones del hombre. Veréis a gentiles que alcanzan la Vida eterna, a samaritanos recibiendo el Cielo, y veréis a israelitas puros y seguidores míos perder el Cielo y la eterna Vida.
Jesús calla y, como queriendo truncar toda discusión, se vuelve hacia los muros del Templo.


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE LUCAS.

-----------------------http://foros.monografias.com/images/smilies/gossip.gifhttp://foros.monografias.com/images/smilies/grouphug.gifhttp://foros.monografias.com/images/smilies/thumb.gif (Dn.12.10)

DANIEL777
26/06/2013, 19:46
PARÁBOLA DE LA FIESTA DE BODAS ( Mt. 22:1-14), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:

.......Por lo cual afirmo: en verdad, en verdad os digo que es mucho más fácil que esté en Dios un pobre que un rico, y os digo que en el Cielo del Padre mío y vuestro muchos asientos serán ocupados por aquellos que en la tierra sufrieron, cual polvo que se pisa, el desprecio, por ser los más pequeños.

Los pobres guardan en su corazón las perlas de las palabras de Dios; son su único tesoro. Quien no tiene más que un bien lo custodia; el que tiene muchos se aburre, se distrae, es soberbio y sensual. Así, este último no admira con ojos humildes y enamorados el tesoro ofrecido por Dios; lo confunde con otros tesoros - las riquezas de la tierra -, valiosos sólo en apariencia, y piensa: "¡Si escucho a éste, que es semejante a mí en cuanto a la carne, será por condescendencia!"; y hace insensible, con los sabores fuertes de la sensualidad, su capacidad de distinguir el sabor de lo sobrenatural: sabores fuertes... cargados de especias para confundir su hedor y su sabor a cosa podrida...

Escuchad, y entenderéis mejor cómo los cuidados de este mundo, las riquezas, la crápula, impiden entrar en el Reino de los Cielos.

Un rey celebraba las nupcias de su hijo. ¡Imaginaos qué fiesta habría en palacio! Era su único hijo, que, llegado a la plena edad, se casaba con su amada. El padre y rey quiso que todo fuera alegría en torno a la de su amado hijo, que por fin se casaba con su elegida. Entre las muchas celebraciones nupciales organizó un gran banquete; lo preparó con tiempo, cuidando de todos los detalles, para que resultase espléndido y digno de las bodas del hijo del rey.


Envió a los siervos, también con suficiente tiempo, para decir a los amigos, a los aliados y a los grandes del reino, que habían sido fijadas las nupcias para esa fecha, por la tarde, y que estaban invitados; que vinieran para dar un digno marco a la figura del hijo del rey. Pero... ni amigos, ni aliados, ni grandes del reino aceptaron la invitación.


Entonces el rey, dudando de que los primeros siervos hubieran referido las cosas correctamente, envió a otros siervos, para que insistieran con estas palabras: "¡Os rogamos que vengáis! Todo está preparado. La sala está aparejada, hemos traído de los más distintos lugares vinos preciados, en las cocinas están amontonados bueyes y animales cebados en espera de ser guisados, las esclavas ya están amasando la harina para hacer dulces, o machacando en los morteros las almendras para hacer finísimas gollerías enriquecidas con los más exóticos aromas. Las mejores bailarinas y los mejores músicos han sido ya contratados para la fiesta. Venid, pues, para no hacer vano tanto aparato".


Pero los amigos, los aliados y los grandes del reino o rechazaron la invitación, o dijeron: "Tenemos otros quehaceres", o fingieron aceptar la invitación pero luego fueron a sus cosas (quién al campo, quién a sus ocupaciones, quién a cosas menos nobles). Incluso hubo quien, molesto por tanta insistencia - porque el siervo del rey insistía: "No le niegues al rey esto, pues te podría causar algún mal" - mató al siervo para hacerlo callar.


Los siervos volvieron y refirieron al rey todo. El rey se encendió de cólera y mandó a su ejército para castigar a los asesinos de sus siervos y a los que habían despreciado su invitación; se reservó premiar a los que habían prometido que irían. Pero llegada la tarde de la fiesta, a la hora establecida, no vino ninguno.

El rey, indignado, llamó a los siervos y dijo: "No ha de suceder que mi hijo no tenga a nadie que le celebre en esta tarde de sus nupcias. El banquete está preparado. Los invitados no son dignos de él. A pesar de todo, el banquete nupcial de mi hijo ha de celebrarse. Id pues, a las plazas y a los caminos, colocaos en los cruces, parad a los que pasan, congregad a los que veáis ociosos; traedlos aquí; que la sala se llene de gente festiva".


Y fueron los siervos, y recorrieron los caminos, se diseminaron por las plazas, por los cruces, y reunieron a todos los que encontraron, buenos o malos, ricos o pobres, y los condujeron a la morada real (previamente les habían procurado los medios para estar en condicione dignas de entrar en la sala del banquete de bodas). Los guiaron hasta la sala, y la sala se llenó, como el rey quería, de gente festiva.


Mas he aquí que, habiendo entrado el rey en la sala, para ver si ya podía empezar la fiesta, vio a uno que, a pesar de las facilidades que le dieron los siervos de ir bien presentado, no llevaba vestido de bodas. Le preguntó: "¿Cómo es que has entrado aquí sin el vestido de bodas?". Este no supo qué responder, porque, en efecto, no tenía nada que lo pudiera disculpar. Entonces el rey llamó a los siervos y les dijo: "Tomad a éste, atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera de mi casa, a las tinieblas y al lodo helador: ahí llorará y le rechinarán los dientes, como ha merecido por su ingratitud y por la ofensa que me ha infligido - más que a mí a mi hijo - al entrar con vestido pobre y sucio en la sala del banquete, donde no debe entrar nada que no sea digno de la sala y de mi hijo".


Como podéis ver, los cuidados de este mundo, la avaricia, la sensualidad, la crueldad, provocan la ira del rey y hacen que jamás estos hijos de las preocupaciones vuelvan a entrar en la casa del Rey. Podéis también ver cómo entre los llamados, por amor al hijo, hay quien recibe castigo.
¡Cuántos, hoy día, en esta tierra a la que Dios ha enviado a su Verbo! Dios verdaderamente ha invitado, a través de sus siervos - y los seguirá invitando, cada vez más impelentemente a medida que se va acercando la hora de mi Desposorio -, a amigos, a aliados, a los grandes de su pueblo.

Mas no responderán a la invitación, porque son falsos aliados, falsos amigos, grandes sólo de nombre pues son mezquinos.
.....
Sí, son mezquinos. Ya se ve por qué no comprenden el deber y el honor que supone la adhesión a la invitación del Rey. Soberbia, dureza, lujuria crean un baluarte en torno a su corazón. Siendo malos, me odian a mí, a mí, y por eso no quieren venir a mis bodas. No quieren venir. Prefieren unirse a la sucia política, al dinero (más sucio todavía), a la sensualidad (sucísima). Prefieren el cálculo astuto, la conjura, la ratera conjura, la celada, el delito.


Yo condeno todo esto en nombre de Dios. Se odia por tanto la voz que habla y la misma fiesta, objeto de la invitación. En este pueblo han de ser identificados los que matan a los siervos de Dios (los profetas, siervos hasta este momento; mis discípulos, siervos de hoy en adelante), aquí están; y también los que, pretendiendo burlarse de Dios, dicen: "Sí. Iremos", pensando para sus adentros: "Ni soñarlo!". Todo esto es una realidad en Israel.


Y el Rey del Cielo, para que su Hijo goce de un digno aderezo de bodas, dispondrá que vayan a los cruces de caminos para congregar a todos aquellos que no son amigos o grandes o aliados sino simplemente pueblo que pasa. La convocatoria ha comenzado ya, de mi propia mano, de mi mano de Hijo y siervo de Dios. Indiscriminadamente vendrán... De hecho ya han venido. Yo los ayudo a asearse y engalanarse para la fiesta de bodas.


¡Ah, pero habrá, para desgracia propia, quien se aproveche indignamente de esta magnificencia de Dios - que le ofrece perfumes y vestiduras regias para que pueda aparecer como en realidad no es, o sea, rico y noble -, y se aproveche para seducir, para obtener una ganancia...! ¡Oh, individuo de alma torva, atrapado por el repugnante pulpo de todos los vicios...! Éste sustraerá perfumes y vestidos para obtener una ilícita ganancia, para usarlos no en las bodas del Hijo sino en sus bodas con Satanás.


Sí, esto sucederá - en efecto, muchos son los llamados, mas pocos los que, por saber perseverar en la llamada, alcanzan la elección-; pero también sucederá que estas hienas, que prefieren la carroña al alimento fresco, serán arrojados, como castigo, fuera de la sala del Banquete, a las tinieblas y al fango de un lodazal eterno en que Satanás emite su horrible risa estridente por cada triunfo sobre un alma, y en que resuena, eterno, el llanto desesperado de los mentecatos que siguieron al Delito en vez de seguir a la Bondad que los había llamado.



PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.



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DANIEL777
26/06/2013, 19:49
PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA ( Mt. 2O:1-16), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: :wink:

-Amar al prójimo como querríamos ser amados nosotros. Porque no nos agrada ser maltratados, vejados, o que nos roben o subyuguen, ni ser calumniados o que nos traten groseramente. La misma susceptibilidad, nacional o individual, tienen los demás. No nos hagamos, pues, recíprocamente, el mal que no quisiéramos recibir nosotros. Sabiduría es prestar obediencia a los diez preceptos de Dios: .........

Ésta es la Sabiduría. Quien esto hace es sabio y conquista la Vida y el Reino que no tienen fin. Desde hoy, pues, proponeos vivir según la Sabiduría, anteponiéndola a las pobres cosas de la tierra.

¿Qué decís? Hablad. ¿Decís que es tarde? No. Escuchad una parábola.

Un amo de una viña, al amanecer de un día, salió para contratar obreros para su viña, y ajustó con ellos un denario al día.
Salió de nuevo a la hora tercera, y, pensando que eran pocos los jornaleros contratados, viendo en la plaza a otros desocupados en espera de que los contratara, los tomó y dijo: "Id a mi viña, que os daré lo que he prometido a los otros". Y éstos fueron.

Habiendo salido a la hora sexta y a la hora nona, vio todavía a otros y les dijo: "¿Queréis trabajar para mí? Doy un denario al día a mis jornaleros". Aceptaron y fueron.

Salió, en fin, a la hora undécima. Vio a otros, que, ya declinando el sol, estaban inactivos: "¿Qué hacéis aquí, tan ociosos?
No os da vergüenza estar sin hacer nada todo el día?", les preguntó.

"Nadie nos ha contratado. Hubiéramos querido trabajar y ganarnos el pan. Pero nadie nos ha llamado a su viña".

"Bien, pues yo os llamo a mi viña. Id y recibiréis el salario de los demás". Eso dijo porque era un buen patrón y sentía piedad del abatimiento de su prójimo.

Llegada la noche, terminados los trabajos, el hombre llamó a su administrador, y dijo: "Llama a los jornaleros y paga su salario, según lo que he fijado, empezando por los últimos, que son los más necesitados, porque no han tenido durante el día el alimento que los otros una o varias veces han tenido, y, además, son los que, agradeciendo mi piedad, más han trabajado; los he observado; licéncialos, que vayan a su merecido descanso y gocen con su familia de los frutos de su trabajo". Y el administrador hizo como el patrón le ordenaba, y dio a cada uno un denario.

Habiendo llegado al final aquellos que llevaban trabajando desde la primera hora del día, se asombraron al recibir también un solo denario, y manifestaron sus quejas entre sí y ante el administrador, el cual dijo: "He recibido esta orden. Id a
quejaros al patrón, no vengáis a quejaros a mí".

Y fueron y dijeron: "¡No eres justo! Hemos trabajado doce horas, primero en medio del aguazo, luego bajo el sol de fuego, y luego otra vez con la humedad del anochecer, ¡y tú nos has dado lo mismo que a esos haraganes que han trabajado sólo una hora!... ¿Por qué?". Y especialmente uno de ellos levantaba la voz juzgándose traicionado y explotado indignamente.

"Amigo, ¿y en qué te he perjudicado? ¿Qué he pactado contigo al alba? Una jornada de continuo trabajo y, como salario, un denario. ¿No es verdad?".

"Sí. Es verdad. Pero tú has dado lo mismo a ésos, por mucho menos trabajo...".

"¿Has aceptado este salario porque te parecía bueno?"

"Sí. He aceptado porque los otros daban incluso menos".

"¿Te he maltratado aquí?”

"No, en conciencia no".

"Te he concedido reposo a lo largo de la jornada, y comida, ¿no es verdad? Te he dado tres comidas. Y la comida y el descanso no habían sido pactados. ¿No es verdad?".

"Sí, no estaban acordados.”

"Entonces, ¿por qué los has aceptado?”

"Hombre, pues... Tú dijiste: `Prefiero así, para evitar que os canséis volviendo a vuestras casas'. No dábamos crédito a nuestros oídos... Tu comida era buena, era un ahorro, era...".

"Era una gracia que os daba gratuitamente y que ninguno podía pretender. ¿No es verdad?".

"Es verdad."

"Por tanto, os he favorecido. ¿Por qué os quejáis entonces? Debería quejarme yo de vosotros, que, habiendo comprendido que tratabais con un patrón bueno, trabajabais perezosamente, mientras que éstos, que han llegado después de vosotros, habiendo gozado del beneficio de una sola comida - y los últimos de ninguna -, han trabajado con más ahínco, haciendo en menos tiempo el mismo trabajo que habéis hecho vosotros en doce horas. Os habría traicionado si os hubiera reducido a la mitad el salario para pagar también a éstos.

No así. Por tanto, coge lo tuyo y vete. ¿Pretendes venir a imponerme en mi casa lo que a ti te parece? Hago lo que quiero y lo que es justo. No quieras ser malo y tentarme a la injusticia. Yo soy bueno".

¡Oh, vosotros todos, que me escucháis! En verdad os digo que el Padre Dios propone a todos los hombres el mismo pacto y les promete la misma retribución. Al que con diligencia se pone a servir al Señor, Él lo tratará con justicia, aunque fuere poco su trabajo debido a la muerte cercana.

En verdad os digo que no siempre los primeros serán los primeros en el Reino de los Cielos, y que allí veremos a últimos ser primeros y a primeros ser últimos.

Allí veremos a hombres no pertenecientes a Israel más santos que muchos de Israel. He venido a llamar a todos, en nombre de Dios. Pero, si muchos son los llamados, pocos son los elegidos, porque pocos desean la Sabiduría.

No es sabio el que vive del mundo y de la carne y no de Dios. No es sabio ni para la tierra ni para el Cielo: en la tierra se crea enemigos, castigos, remordimientos, y pierde el Cielo para siempre.

Repito: sed buenos con el prójimo, quienquiera que sea. Sed obedientes, dejando a Dios la tarea de castigar a quien manda injustamente. Sed continentes sabiendo resistir a la sensualidad; honrados, sabiendo resistir al oro; coherentes, calificando de anatema a aquello que se lo merece, y no cuando os parece y luego estrecháis contactos con el objeto que antes habíais maldecido como idea. No hagáis a los demás lo que no querríais para vosotros, ........

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.


-----------------------:gossip::grouphug::thumb:(Dn.12.10)

DANIEL777
27/06/2013, 23:28
PARÁBOLA DE LOS LABRADORES MALVADOS (Mt. 21:33-46; Mc. 12:1-12; Lc. 20:9-18)), EN SU TEXTO ORIGINAL.



Entran en la ciudad y suben al Templo. Adorado el Señor, Jesús vuelve al patio donde los rabíes exponen sus lecciones.
La gente se arremolina en torno a Él. Una madre, que viene de Cintium, presenta a su hijo, al que una enfermedad ha dejado ciego. Tiene los ojos blancos, como quien tuviera una catarata grande en la pupila, o mancha blanca. Jesús lo cura tocando levemente las órbitas con sus dedos. Inmediatamente después, empieza a hablar:

-Un hombre compró un terreno y lo plantó de vides. Construyó allí la casa para los colonos, y una casa para los guardas; también bodegas y lugares para prensar las uvas. Dejó el cultivo del campo a aquellos colonos en que confiaba. Luego se marchó lejos. Cuando les llegó a las vides -ya crecidas suficientemente como para ser fructíferas - el tiempo de poder dar fruto, el amo de la viña mandó a sus servidores donde los colonos para que retirasen el beneficio de la cosecha.

Pero los colonos rodearon a los servidores del amo y a una parte de ellos los apalearon, contra otros lanzaron gruesas piedras, de modo que los hirieron mucho, a otros los mataron del todo. Los que pudieron volver vivos donde el señor contaron lo que les había sucedido. El señor los curó y consoló, y mandó a otros servidores, aún más numerosos. Los colonos trataron a éstos como habían tratado a los primeros. Entonces el amo de la viña dijo: "Les enviaré a mi hijo. Ciertamente respetarán a mi heredero".

Pero los colonos, al verlo venir y sabiendo que era el heredero, se convocaron recíprocamente diciendo: "Venid. Vamos a agruparnos para ser muchos. Lo llevamos por la fuerza afuera, a un lugar lejano, y lo matamos. Nos quedaremos con su herencia". Y, recibiéndolo con hipócritas honores, lo rodearon como festejándolo, pero luego, tras haberlo besado, lo ataron, le dieron fuertes golpes y, en medio de mil burlas, lo llevaron al lugar del suplicio y lo mataron.

Ahora decidme vosotros. Ese padre y amo, que un día verá que su hijo y heredero de los bienes no vuelve, y que descubrirá que sus siervos-colonos, aquellos a quiénes había dado la tierra feraz para que la cultivaran en su nombre, gozando de ella lo justo y dando de ella a su señor lo justo, han sido asesinos de su hijo, ¿qué hará? - y Jesús asaetea con sus zafíreos iris, encendidos como un sol, a los presentes, y especialmente a los grupos de los más influyentes judíos, fariseos y escribas que están entremezclados con la gente.

Ninguno dice nada.

-¡Hablad, pues! Al menos vosotros, rabíes de Israel. Pronunciad palabras de justicia que convenzan al pueblo en orden a la justicia. Yo podría decir palabras no buenas, según vuestro pensamiento. Hablad vosotros entonces, para que el pueblo no sea inducido a error.

Los escribas, obligados, responden así:
-Castigará a esos canallas haciéndolos morir de manera atroz, y dará la viña a otros colonos que se la vayan a cultivar con honradez y le den el fruto de la tierra recibida.

-Bien habéis respondido. Así está en la Escritura: "La piedra desechada por los constructores ha venido a ser piedra angular. Es una obra realizada por el Señor y es admirable ante nuestros ojos"
Pues porque así está escrito y vosotros lo sabéis y juzgáis justo que reciban atroz castigo los colonos asesinos del hijo heredero del amo de la viña, y que ésta sea entregada a otros colonos que honradamente la cultiven, por eso, os digo: "Os será arrebatado el Reino de Dios para ser entregado a otros que lo cultiven con fruto. Y el que caiga contra esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre el que ella cayere quedará triturado".

-Los príncipes de los sacerdotes, los fariseos y escribas, con un acto verdaderamente... heroico, no reaccionan. ¡Tanto puede la voluntad de alcanzar un objetivo! Por mucho menos, otras veces, han arremetido contra Él, y hoy, que abiertamente el Señor Jesús les dice que serán privados del poder, no empiezan a echar improperios, no ponen actos violentos, no amenazan: falsos corderos pacientes, que bajo una hipócrita apariencia de mansedumbre ocultan un inmutable corazón de lobo.

Se limitan a acercarse a Él, que ahora pasea yendo y viniendo, escuchando a unos o a otros de los muchos peregrinos que están congregados en el vasto patio (y muchos de ellos piden consejo en orden a casos de alma o de circunstancias familiares o sociales). Se acercan a Él en espera de poderle decir algo después de escuchar el juicio que da a un hombre acerca de una intrincada cuestión de herencia.

Una cuestión de herencia que ha producido división y rencor entre los distintos herederos, a causa de un hijo -adoptado luego- que su padre tuvo con una criada de la casa y al que los hijos legítimos, no queriendo tener nada que ver con el bastardo, no lo admiten a su lado, ni quieren que sea coheredero en la repartición de las casas y terrenos; y no saben cómo solucionar la cuestión, porque el padre, antes de morir, hizo jurar que, de la misma manera que él siempre había compartido el pan tanto con el ilegítimo como con los legítimos, y en igual medida ellos debían compartir la herencia con él también en igual medida.

Jesús, al que pregunta en nombre de los otros tres hermanos le dice:
-Sacrificad todos un pedazo de tierra, y vendedlo, de forma que reunáis el valor de dinero equivalente a un quinto del total, y dádselo al ilegítimo diciendo: "Ésta es tu parte. No se te despoja de lo tuyo y no se ha traicionado la voluntad de nuestro padre. Ve y que Dios te acompañe". Y dad con abundancia, incluso más del estricto valor de su parte.

Hacedlo ante testigos justos, y nadie podrá, ni en este mundo ni más allá de él, alzar voces de censura ni de escándalo. Así tendréis paz entre vosotros y en vosotros, no teniendo el remordimiento de haber desobedecido a vuestro padre y no estando a vuestro lado aquel que, verdaderamente inocente, os es causa de turbación más que si fuera un bandolero colado entre vosotros.

El hombre dice:
-En verdad, el bastardo ha robado paz a nuestra familia, un lugar no suyo y salud a nuestra madre, que murió de dolor.

-Hombre, no es él el culpable, sino el que lo engendró. Él no solicitó nacer para llevar la marca de bastardo. Fue la pasión de vuestro padre la que lo engendró para entregarlo al dolor y daros dolor. Sed pues, justos con el inocente que paga ya duramente por una culpa no suya. Y no reprobéis el espíritu de vuestro padre.

Dios lo ha juzgado No se requieren los rayos de vuestras maldiciones. Honrad a vuestro padre, siempre, aunque sea culpable, no por sí mismo sino porque representó en la Tierra a vuestro Dios, habiéndoos creado por decreto de Dios y siendo el señor de vuestra casa. Los padres vienen inmediatamente después de Dios. Recuerda el Decálogo. Y no peques. Ve en paz.

Entonces los sacerdotes y escribas se le acercan para interrogarle:
-Te hemos oído. Has hablado con ecuanimidad. Un consejo que ni Salomón lo hubiera dado más sabio. Pero ahora dinos, Tú que obras prodigios y das sentencias como sólo el rey sabio podía dar, ¿con qué autoridad haces, estas cosas? ¿De dónde te viene ese poder?».

Jesús los mira fijamente. No se muestra agresivo ni desdeñoso, sino majestuoso; mucho. Dice:

-Yo también tengo una pregunta que haceros. Si me respondéis, os diré con qué autoridad Yo, hombre sin autoridad de cargos y pobre -porque esto es lo que queréis decir-, hago estas cosas. Decid: ¿el bautismo de Juan de dónde venía?, ¿del Cielo o del hombre que lo impartía?

Respondedme. ¿Con qué autoridad Juan lo impartía como rito purificador para prepararos a la venida del Mesías, si Juan era todavía más pobre y menos versado que Yo, y carecía de todo cargo, pues que había vivido en el desierto desde su juventud temprana?

Los escribas y sacerdotes se consultan unos a otros. La gente se cierra en torno, bien abiertos sus ojos y oídos, preparada para la protesta si los escribas descalifican a Juan Bautista y ofenden al Maestro, y a la aclamación si aquéllos se ven vencidos por la pregunta del Rabí de Nazaret, divinamente sabio.
Impresiona el silencio absoluto de esta multitud que espera la respuesta. Es tan profundo, que se oyen las aspiraciones y los bisbiseos de los sacerdotes o escribas, que hablan entre sí casi sin usar la voz, mientras miran de reojo al pueblo, cuyos sentimientos, ya preparados para estallar, intuyen.

Al fin se deciden a responder. Se vuelven hacia Cristo, que está apoyado en una columna, con los brazos recogidos sobre el pecho, y que los escudriña sin perderlos un momento de vista. Dicen:

-Maestro, no sabemos por qué autoridad Juan hacía esto ni de dónde venía su bautismo. Ninguno pensó en preguntárselo a Juan el Bautista mientras vivía, y él espontáneamente nunca lo dijo.

-Y Yo tampoco os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Les vuelve las espaldas, convoca a los doce y, abriéndose paso entre la gente que aclama, sale del Templo.

Una vez afuera, pasada la Probática -han salido por esa parte- Bartolomé le dice: -Ahora son muy prudentes tus adversarios. Quizás están convirtiéndose al Señor, que te ha enviado, y empezando a reconocerte como Mesías santo.

-Es verdad. No han alegado nada ni contra tu pregunta ni contra tu respuesta... dice Mateo.
-Pues que así sea. Es hermoso que Jerusalén se convierta al Señor Dios suyo - dice Bartolomé.

-¡No os hagáis ilusiones! Esa parte de Jerusalén no se convertirá jamás. No han respondido de otra manera porque han tenido miedo de la multitud. Yo leía sus pensamientos, aunque no oía sus palabras; dichas en voz baja.

-¿Y qué decían? - pregunta Pedro.

-Decían esto. Deseo que lo sepáis para que los conozcáis a fondo y podáis dar a los que vengan una exacta descripción de los corazones de los hombres de mi tiempo. No me han respondido por conversión al Señor, sino porque entre sí han dicho: "Si contestamos: “El bautismo de Juan venía del Cielo”, el Rabí nos va a responder: `¿Y entonces por qué no habéis creído en lo que venía del Cielo e indicaba una preparación para el tiempo mesiánico?”; y si decimos: “Del hombre”, será la multitud la que se rebelará diciendo: “¿Y entonces por qué no creéis en lo que Juan, nuestro profeta, dijo de Jesús de Nazaret?'. Así que es mejor decir: “No sabemos”.

Esto decían. No por conversión hacia Dios, sino por cálculo ruin y para no tener que confesar con sus bocas que Yo soy el Cristo y hago lo que hago porque soy el Cordero de Dios del que habló el Precursor.

Y Yo tampoco he querido decir con qué autoridad hago lo que hago. Ya lo he dicho mucha veces dentro de esas murallas y en toda Palestina, y mis prodigios hablan aún más que mis palabras. Ahora ya no lo voy a decir con mis palabras. Dejaré que hablen los profetas y mi Padre, y las señales del Cielo. Porque ha llegado el tiempo en que todas las señales serán dadas.

Las que expresaron los profetas y fueron signadas por los símbolos de nuestra historia, y las que Yo he expresado: la señal de Jonás; ¿os acordáis de aquel día de Quedes? Y la señal que espera Gamaliel. Tú, Esteban, y tú, Bernabé, que has dejado a tus compañeros, hoy, para seguirme, muchas veces, sin duda, habéis oído al rabí hablar de esa señal. Pues bien: pronto será dada esa señal.

Se aleja, cuesta arriba, por los olivos del monte, seguido de los suyos y de muchos discípulos (de aquellos setenta y dos), además de otros, como José Bernabé, que lo sigue para oírlo hablar todavía.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.

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DANIEL777
28/06/2013, 21:48
PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA ( Mt. 13:24-30), EN SU TEXTO ORIGINAL.



DICE JESÚS: :idea:

Escuchad.

El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras el hombre y sus siervos dormían, vino su enemigo y esparció semilla de cizaña en los surcos, y se fue. Nadie al principio se dio cuenta de nada.

Llegó el invierno y con él las lluvias y escarchas; llegó el final de Tébet y brotó el trigo: un verde tierno de hojitas apenas despuntadas; parecían todas iguales en su inocente infancia. Llegó Sabat y luego Adar y se formaron las plantas y luego granaron las espigas. Entonces se vio que el verde no era todo de trigo, sino que también había cizaña, y bien enroscada a los tallitos del trigo con sus zarcillos finos y tenaces.

Los siervos del amo fueron a su casa y dijeron:
-Señor, ¿qué semilla has sembrado? ¿No era simiente selecta, sin semilla alguna que no fuera de trigo?

-Claro que lo era. He elegido los granos, todos de igual formación: me hubiera dado cuenta, si hubiera habido otras semillas.

-¿Y entonces, cómo es que ha nacido tanta cizaña entre tu trigo? El patrono pensó y respondió:
-Algún enemigo mío me ha hecho esto para perjudicarme.

Los siervos preguntaron entonces:
-¿Quieres que recorramos los surcos y, con paciencia, arranquemos la cizaña para liberar las espigas? Mándalo y lo haremos.

Pero el patrono respondió:
-No. Al hacerlo, podríais extirpar también el trigo y, casi seguro, dañar las espigas, que están aún tiernas. Dejad que estén juntos ambos hasta la siega; entonces diré a los segadores: “Segad todo junto.

Antes de atar las gavillas, ahora que los zarcillos de la cizaña al secarse se han hecho friables, y, por el contrario, las apretadas espigas están más fuertes y duras, separad del trigo la cizaña y haced con ella haces aparte; después los quemaréis: servirán de abono para el terreno. Pero el buen trigo llevadlo a los graneros: servirá para hacer un excelente pan, con bochorno para mi enemigo, que lo único que habrá ganado será resultar abyecto a Dios por su odio'".

Ahora reflexionad en vuestro interior acerca de lo frecuente y numerosa que es la siembra del Enemigo en vuestros corazones. Comprended, pues, cuán necesario es vigilar con paciencia y constancia para que poca cizaña se mezcle con el trigo seleccionado.

El destino de la cizaña es arder. ¿Queréis arder o llegar a ser ciudadanos del Reino? Decís que queréis ser ciudadanos del Reino. Pues sabedlo ser. El buen Dios os da la Palabra. El Enemigo vigila para transformarla en nociva, porque harina de trigo mezclada con harina de cizaña da pan amargo, nocivo para el vientre. Si tenéis cizaña en vuestra alma, sabed con vuestra buena voluntad separarla, para arrojarla fuera y no ser indignos de Dios.

-Podéis iros, hijos. La paz sea con vosotros.
La gente va despejando el lugar lentamente. Al final, en el huerto no quedan sino los ocho apóstoles,.....

-Venid aquí, en torno a mí, y escuchad. Os voy a explicar el sentido completo de esta parábola, que tiene otros dos aspectos además del que he dicho a la muchedumbre.

En el sentido universal, la parábola tiene esta aplicación: el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino de Dios, sembrados por Dios en el mundo en espera de que alcancen su máximo desarrollo y sean cortados por la Guadaña, y los lleven al Amo del mundo para que los almacene en sus graneros; la cizaña son los hijos del Maligno, esparcidos a su vez por el campo de Dios con la intención de causar dolor al Amo del mundo y de perjudicar a las espigas de Dios - el Enemigo de Dios, por un sortilegio, los ha sembrado de propósito (porque verdaderamente el Diablo desnaturaliza al hombre hasta hacer de éste una criatura suya, y siembra la cizaña para apartar de la recta vía a los que no ha podido someter de otra manera)-; la siega, o, más exactamente, la formación de las gavillas y su transporte a los graneros, es el fin del mundo, y quienes la llevan a cabo son los ángeles: a ellos les ha sido encargado reunir a las segadas criaturas, y separar el trigo de la cizaña; y, de la misma forma que ésta es arrojada a las llamas en la parábola, así serán arrojados al fuego eterno los condenados, en el Ultimo Juicio.

El Hijo del hombre ordenará eliminar de su Reino a todos los que hayan cometido escándalos y a los inicuos. Porque el Reino estará en la tierra y en el Cielo y entre los miembros del Reino de la tierra habrá, mezclados, muchos hijos del Enemigo, los cuales, como dijeron también los Profetas, alcanzarán la perfección del escándalo y de la abominación en cada uno de los ministerios de la tierra y atormentarán gravemente a los hijos del espíritu. Del Reino de Dios, de los Cielos, ya habrán sido alejados los pervertidos, porque en el Cielo no cabe corrupción.

Así pues, los ángeles del Señor, batiendo la hoz por entre las hileras de la última cosecha, segarán y luego separarán el trigo de la cizaña; ésta será arrojada al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes; los justos - el trigo selecto -, sin embargo, serán conducidos a la Jerusalén eterna, donde brillarán como soles en el Reino del Padre mío y vuestro.

Esto en el sentido universal. Pero, para vosotros, hay otro sentido más, que responde a las preguntas que en distintas ocasiones, especialmente desde ayer noche, os estáis haciendo. Vosotros os preguntáis: ¿Pero, entonces, entre la masa de los discípulos puede haber traidores?", y se estremece vuestro interior de horror y turbación. Pues bien, puede haberlos; es más, los hay.

El Sembrador esparce la buena semilla. En este caso, más que "esparcir" se podría decir: "coge", porque el maestro, sea Yo o sea Juan el Bautista, había elegido a sus discípulos. ¿Cómo es que, entonces, se han pervertido? No, no, digo mal llamando "semilla" a los discípulos; podríais entenderlo mal; diré "campo". Cada discípulo es un campo, elegido por el maestro para constituir el área del Reino de Dios, los bienes de Dios.

A ellos dedica el maestro su esfuerzo para cultivarlos y que den todo el fruto. Todos los cuidados, todos; con paciencia, amor, sabiduría, esfuerzo, constancia; ve también sus tendencias malas, sus sequedades y avideces, obcecaciones y debilidades. Y espera, siempre espera, corroborando su esperanza con la oración y la penitencia, porque quiere llevarlos a la perfección.

Pero las parcelas de terreno están abiertas; no son un jardín cerrado, amurallado, cuyo patrono sea sólo el maestro y en las cuales pueda entrar sólo él. Están abiertas. Puestas en el centro del mundo, en medio del mundo; todos se pueden acercar y entrar en ellas. Todos y todo. ¿No es la cizaña la única mala semilla sembrada! La cizaña podría ser símbolo de la ligereza amarga del espíritu del mundo. No, en estos campos nacen, arrojadas por el Enemigo, todas las otras semillas: ortigas, esteba, cuscuta, convólvulos, cicuta y otras plantas venenosas. ¿Por qué? ¿Qué son?

Las ortigas son los espíritus punzantes, indomables, que hieren por exceso de veneno y causan mucho malestar. La esteba son los parásitos, que agotan al maestro sin saber hacer cosa alguna que no sea arrastrarse y chupar, gozando del trabajo de éste y perjudicando a los que ponen su mejor voluntad, que verdaderamente sacarían mayor provecho si el maestro no se viera turbado y distraído por las atenciones que exige la esteba.

Los convólvulos ociosos que no se levantan del suelo si no es aprovechándose de los demás. Las cuscutas son tormento en el camino ya de por sí penoso del maestro, tormento también para los discípulos fieles que le siguen; son como garfios, se hincan, desgarran, arañan, introducen desconfianza y sufrimiento. Las plantas venenosas representan a los delincuentes entre los demás discípulos, aquellos que incluso traicionan o matan, como la cicuta y otras plantas tóxicas.

¿Habéis visto alguna vez qué bonitas son, con sus florecillas que se transforman en bolitas blancas, rojas, o de color cerúleo-violeta? ¿Quién puede pensar que esa corola estelar, cándida o apenas rosada, con su corazoncito de oro... quién puede pensar que esos corales multicolores, tan semejantes a otros tantos pequeños frutos - delicia de pájaros y niños -, pueden, una vez maduros, ocasionar la muerte? Nadie. Y los inocentes caen en la trampa: creen que todos son buenos como ellos, los cogen... y mueren.

¡Creen que todos son buenos como ellos! ¡Oh, qué verdad que sublima al maestro y condena a quien lo traiciona! ¿Cómo? ¿La bondad no desarma?, ¡no hace inocua a la mala voluntad? No, no la hace inocua porque el hombre que ha caído en manos del Enemigo es insensible a todo lo superior, y cualquier cosa superior, para él, cambia de aspecto: la bondad será entonces debilidad que puede ser lícitamente pisoteada, y agudiza su mala voluntad, como el olor de la sangre agudiza en una fiera el deseo de degollar. También el maestro es siempre inocente... y deja que el traidor lo envenene, porque no quiere, y no puede dejar pensar a los otros que un hombre pueda llegar a matar a un inocente.

En los campos del maestro (los discípulos) penetran los enemigos, que son muchos (el primero, Satanás; los otros, sus siervos, o sea, los hombres, las pasiones, el mundo y la carne). El discípulo más vulnerable frente a aquéllos es el que no está enteramente con su maestro, sino a caballo entre el maestro y el mundo.

No sabe, no quiere separarse enteramente de lo que constituye mundo, carne, pasiones y demonio, para ser enteramente de aquel que a Dios lo lleva. Sobre éste esparcen sus semillas el mundo y la carne, las pasiones y el demonio. Oro, poder, mujer, orgullo, miedo a un juicio negativo del mundo, espíritu de utilitarismo: "Los grandes son los más fuertes. Los sirvo para tener su amistad"... ¡Y uno se hace un delincuente, se condena, por estas míseras cosas!...

¡Por qué el maestro, viendo la imperfección de su discípulo - si bien no quiere rendirse ante el pensamiento de que será su asesino -, no le cercena inmediatamente de sus filas? Esta es la pregunta que os hacéis.

La respuesta es: "Porque hacerlo sería inútil". Haciéndolo no lo suprimiría como enemigo; antes al contrario, su enemistad se duplicaría y se haría más diligente, por la rabia de haber sido descubierto o el dolor de haber sido expulsado. Dolor, sí, porque a veces el discípulo malo no se da cuenta de que lo es; tan sutil es la obra demoníaca que no la advierte (viene a ser poseído por el demonio sin sospechar que está siendo sometido a esta operación). Rabia, sí, rabia por haber sido conocido en lo que es; esto sucede cuando no es inconsciente de la operación de Satanás y sus adeptos (los hombres que tientan al débil en sus debilidades para quitar del mundo al santo que ofende sus maldades con el contraste de su bondad).

Y entonces el santo ora y se abandona en Dios: "hágase lo que permites que se haga", dice, añadiendo sólo la cláusula: "si sirve para tu finalidad". El santo sabe que ha de llegar la hora en que serán separadas de sus espigas las malas plantas de cizaña. ¿Y quién lo hará? Dios mismo, que no permite más de cuanto es útil para la victoria de su voluntad de amor.

-Pero si admites que siempre son Satanás y sus adeptos... me parece que disminuye la responsabilidad del discípulo – dice Mateo.
.
-No lo creas. Si el Mal existe, también existe el Bien, y en el hombre existe el discernimiento y con éste la libertad.

-Dices que Dios no permite más de cuanto es útil al triunfo de su voluntad de amor. Por tanto, este error incluso es útil, si lo permite, y sirve para que triunfe la voluntad divina- dice Judas Iscariote
.
-Con lo cual arguyes, como Mateo, que ello justifica el delito del discípulo.
Dios había creado al león exento de saña y a la serpiente sin veneno; ahora el primero es feroz y la segunda venenosa. Pero Dios, por este motivo, los ha separado del hombre. Medita en esto y aplica apropiadamente. Vamos a la casa. El sol ya es intenso, demasiado; como si estuviera para venir una tormenta; ..........


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.



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DANIEL777
30/06/2013, 22:47
PARÁBOLA DEL CRECIMIENTO DE LA SEMILLA( Mc.4:26-29), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:


..... Ya lo dije hace muchos meses respecto a otra pecadora: las almas deben labrarse a sí mismas. Yo paso y esparzo la semilla. Ocultamente la semilla trabaja. Hay que respetar este trabajo del alma. Si la primera semilla no arraiga en la tierra, se siembra otra, y otra... y sólo se retira uno cuando se tienen pruebas ciertas de la inutilidad de seguir sembrando. Y se ora. La oración es como el rocío, que mantiene los tormos esponjosos y nutridos, con lo que la semilla puede germinar. ...

Escuchad ahora la parábola del trabajo de Dios en los corazones para instaurar en ellos su Reino (porque cada corazón es un pequeño Reino de Dios en la tierra: después, más allá de la muerte, todos estos pequeños reinos se congregan en uno solo, en el ilimitado, santo, eterno Reino de los Cielos).

El Sembrador divino crea el Reino de Dios en los corazones. Va a su propiedad - el hombre es de Dios y, por tanto, todos los hombres inicialmente le pertenecen - y esparce su semilla; luego va a otras propiedades, a otros corazones.

Suceden los días a las noches y las noches a los días: los días aportan sol y lluvias (en este caso, rayos de amor divino y efusión de la divina sabiduría que habla al espíritu); las noches, estrellas y silencio sosegado (en nuestro caso, destellos de Dios que reclaman nuestra atención y silencio para el espíritu, para que el alma se recoja y medite).

La semilla, con esta serie de favores imperceptibles - aunque potentes -, se hincha, se abre, echa raíces, arraiga fuertemente en el terreno, da sus primeras hojitas, y crece; y todo ello sin la ayuda del hombre.

La tierra, espontáneamente, produce de la semilla el tierno tallo, luego se fortalece el tallo para sostener a la espiga naciente, luego la espiga se eleva, engruesa, se endurece, se dora, se hace dura, perfecta en su granazón. Una vez madura, vuelve el sembrador y mete su hoz porque a esa semilla le ha llegado el tiempo de su plenitud; no podría ganar más en perfección y por ello es cortada.

Mi palabra realiza esta misma operación en los corazones. Me refiero a los corazones que acogen la simiente. Pero el proceso es lento. No hay que actuar intempestivamente, de modo que todo se estropee. ¡Cuánto le cuesta a la pequeña semilla abrirse; cuánto, hincar en la tierra sus raíces!

Pues también le es penoso al corazón duro y salvaje este proceso: debe abrirse, dejarse hurgar, a***** cosas nuevas y alimentarlas con esfuerzo, aparecer distinto al estar revestido de cosas humildes y útiles y no ya de la atractiva, pomposa e inútil exuberante floración que antes le revestía; debe conformarse con trabajar humildemente, sin atraer hacia sí la admiración, para beneficio de la Idea divina; debe exprimir todas sus capacidades para crecer y producir espiga; debe ponerse incandescente de amor para ser trigo.

Y, una vez superados respetos humanos verdaderamente muy penosos, después de haber trabajado y haber sufrido y haber tomado afecto a su nueva vestidura, entonces debe despojarse de ella con cruel tajo.

Dar todo para tener todo. Acabar despojo para ser revestido en el Cielo con la estola de los santos. Yo os digo que la vida del pecador que se hace santo es el combate más largo, heroico y glorioso.


PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN EL EVANGELIO DE MARCOS.

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PARÁBOLA DE LA SEMILLA DE MOSTAZA(Mt.13:31-32; Mc.4:30-32; Lc.13:18-19), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:

.......Lo que se hace sin honestidad jamás sale bien, porque la mentira, en palabras, acciones o religión, es siempre signo de alianza con Satanás, maestro de embustes.

No penséis que las obras apropiadas para conseguir el Reino de los Cielos son obras fragorosamente vistosas; son acciones continuas, normales, pero realizadas con un fin sobrenatural de amor. El amor es la simiente del árbol que, naciendo en vosotros, crece hasta el Cielo, y a su sombra nacen todas las demás virtudes.

Lo compararé con un minúsculo grano de mostaza. ¡Qué pequeño es! ¡Una de las más pequeñas semillas esparcidas por el hombre! . Y con todo, ved que cuando llega a su madurez, es fuerte y frondosa, da muchos frutos, no ya el cien por ciento, sino el ciento por uno! La más pequeña, pero la que trabaja más diligentemente. ¡Cuántos beneficios os proporciona!

Así es el amor. Si recogéis en vuestro seno una pequeña semilla de amor hacia nuestro santísimo Dios y vuestro prójimo, y actuáis guiados por el amor, no faltaréis contra ningún precepto del Decálogo; no mentiréis a Dios con una falsa religión (de prácticas y no de espíritu), ni al prójimo con conducta de hijos ingratos, de esposos adúlteros - o solamente demasiado exigentes -, de ladrones en las transacciones, de embusteros en la vida, de violentos hacia vuestros enemigos.

Fijaos cómo, en esta hora caliente, son muchos los pajarillos que se refugian en el follaje de este huerto. Dentro de poco, ese surco plantado de mostaza - que ahora es todavía pequeña - se verá henchido de trinos de pájaros. Todas las aves vendrán al amparo y a la sombra de estos árboles tan tupidos y cómodos, y las crías de los pájaros aprenderán a usar con seguridad sus alas precisamente en medio de esa pujanza de ramas que hará de escalera para subir, de red para no caer. Así es el amor, base del Reino de Dios.

Amad y seréis amados. Amad y seréis compasivos. Amad y no seréis crueles exigiendo más de lo lícito de quien está a vosotros subordinado. Amor y sinceridad para obtener la paz y la gloria del Cielo. Si no,... todas vuestras acciones realizadas mintiendo al amor y a la verdad se os transformarán en paja para vuestro lecho infernal.

No os digo nada más. Únicamente esto: tened presente el gran precepto del amor y sed fieles a Dios Verdad y a la verdad en cada una de vuestras palabras, acciones y sentimientos, porque la verdad es hija de Dios. Se trata de una continua obra de perfeccionamiento de vosotros mismos, de la misma forma que la semilla crece continuamente hasta alcanzar su perfección; es una obra silenciosa, humilde, paciente.

Tened por seguro que Dios ve vuestras luchas y os premia más por
venceros en un egoísmo, por retener una palabra mezquina, por no imponer una exigencia, que no si, armados, en la batalla, matarais a vuestro enemigo. Ese Reino de los Cielos que alcanzaréis si vivís como justos está construido con las pequeñas cosas de cada día; con la bondad, la morigeración, la paciencia; contentándose con lo que uno tiene; con la mutua conmiseración; con el amor, sobre todo con el amor.

Sed buenos. Vivid en paz los unos con los otros. No murmuréis. No juzguéis. Dios estará entonces con vosotros. Os doy mi paz como bendición y agradecimiento de la fe que tenéis en mí».

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.


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PARÁBOLA DE LA LEVADURA(Mt.13:33; Lc.13:20-21), EN SU TEXTO ORIGINAL.


DICE JESÚS: :idea:


.............Esta es la nueva ley, que ama el Señor: que los seguidores del Redentor rediman donde hay alguien a quien debe redimirse, para que Dios sonría al ver las almas que regresan a El, y para que no sea estéril o demasiado poco el sacrificio del Redentor.

Para hacer fermentar mucha harina, la mujer de casa toma un poco de levadura que hizo la semana anterior. ¡Todos ven que es una poca cosa para tanta masa! La echa dentro de la harina, y la protege contra cualquier cosa.

Haced lo mismo, vosotros que sois verdaderos seguidores del bien, y obrad de igual modo, vosotros que os habéis alejado del Padre y de su reino. Sed vosotros los primeros en dar una partecita de vuestro fermento para que ayude a lo poco que hay en el hermano.

Defendedlo de los vientos contrarios del Malo, conservadlo dentro del calor tibio de la caridad, según sea esta poca o grande. Levantad los muros de la casa, de la correligión, alrededor del alma extraviada para que se sienta amada de Israel, para que piense que sigue siendo hija de Sión y hermana vuestra, para que en toda buena voluntad exista el fermento de venir al reino de los cielos.

PARÁBOLA ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.

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DANIEL777
05/07/2013, 17:03
LA PREGUNTA SOBRE EL AYUNO Y LAS PARÁBOLAS DE LA TELA Y EL VINO NUEVO EN OBRES VIEJOS. (Mt. 9:14-17; Mc. 2:18-22; Lc. 5:33-39), EN SU TEXTO ORIGINAL.

....Jesús bendice y se dirige a una casa. Está casi en los umbrales cuando un grupo de ancianos lo detienen y lo saludan con respeto diciendo:

"¿Podemos hacerte alguna pregunta, Señor? Somos discípulos de Juan y como siempre habla de Ti, y porque ha llegado hasta allí la fama de tus prodigios, hemos tenido el deseo de conocerte. Ahora, al oírte, se nos ha presentado una pregunta que queremos hacerte."

"Decidla. Si sois discípulos de Juan, estaréis ya en el sendero de la justicia."

"Dijiste, al hablar de la idolatría común entre los fieles, que hay personas entre nosotros que trafican entre la Ley y entre los que están fuera de ella. Pero Tú eres su amigo. Sabemos que no desprecias a los romanos.¿Entonces?"

"No lo niego. Pero ¿podéis afirmar que lo haga por recibir alguna utilidad? ¿Podéis asegurar que los mimo para obtener protección?"

"No, Maestro. De ello estamos seguros, pero el mundo no está hecho sólo de nosotros que queremos creer solamente en el mal que vemos y no en el que se nos cuenta. Dinos, pues, a nosotros las razones por las que se puede aceptar ir con los gentiles. Lo queremos para que sean nuestra regla y tu defensa si alguno te calumniase delante de nosotros."

"Está mal tener contacto cuando se hace por un fin humano. No es mal cuando se acerca uno a ellos para llevarlos a nuestro Señor Dios. Es lo que hago. Si fueseis gentiles, podría detenerme en explicaros cómo todos los hombres vienen de un solo Dios, pero sois hebreos y discípulos de Juan, por tanto, sois la flor de los israelitas, y no hay necesidad de que os lo explique. Podéis, pues, comprender y creer que es mi deber, siendo el Verbo de Dios, llevar su palabra a todos los hombres, hijos del Padre universal."

"Pero ellos no son hijos, porque son paganos..."

"No lo son por la gracia. No lo son por la fe equivocada. Esto es verdad. Pero hasta que no os habré redimido, el hombre también el hebreo, no tendrá la gracia, porque la Mancha de Origen impide al rayo inefable de la gracia que baje a los corazones. Pero por la creación el hombre siempre es hijo. De Adán, cabeza de todo el género humano, descienden tanto los hebreos como los romanos, y Adán es hijo del Padre que le dio su semejanza espiritual."

"Es verdad. Otra pregunta, Maestro. ¿Por qué los discípulos de Juan hacen grandes ayunos y no los tuyos? No decimos que no debas comer. También el Profeta Daniel fue santo a los ojos de Dios, aun cuando se encontraba en la corte de Babilonia, y Tú eres más que él. Pero esos..."

"Lo que muchas veces no se obtiene con rigorismo se obtiene con benevolencia. Hay quienes jamás vendrían al Maestro, y el Maestro debe ir a ellos. Hay otros que vendrían al Maestro, pero se avergüenzan de andar entre la multitud. También a ellos debe ir el Maestro. Y cuando me dicen: "Ven a mi casa, para que pueda conocerte" voy, no por gozar de una mesa opulenta y de discursos, algunas veces penosos para Mí, pero siempre es por los intereses de Dios.

Y como frecuentemente por lo menos una de las almas a las que en tal forma me acerco se convierte, y cada conversión es una fiesta nupcial para mi alma, una gran fiesta en la que toman parte todos los ángeles del cielo, y la bendice el Dios eterno, también así mis discípulos, los amigos míos que soy el Esposo, gozan con Él y con el Amigo. ¿Os gustaría ver a los amigos hacer duelo mientras Yo me alegro, mientras estoy con ellos? Vendrá el tiempo en que no me tendrán más, y entonces ayunará.

Para nuevos tiempos, nuevos métodos. Hasta ayer, hasta el Bautista, era el tiempo de la penitencia. Hoy, en Mí, es el tiempo del dulce maná de la redención, de la misericordia, del amor. Esos métodos no podrían injertarse en el mío, como no podría ser usado en este tiempo el mío, porque todavía la misericordia no estaba sobre la tierra. Ahora lo está. No más el profeta, sino el Mesías, a quien Dios todo ha entregado, está sobre la tierra. A cada tiempo pertenecen sus cosas útiles.

Nadie cose un pedazo de tela nueva en un vestido viejo, porque sobre todo al lavarlo, ese se encoge y rompe la vieja, y la rotura se hace mucho más grande. De igual modo nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque de otro modo el vino rompe los odres incapaces de contener su efervescencia, y se derrama fuera de ellos al haber sido rotos.

Pero el vino viejo que ya ha fermentado, se echa en odres viejos, y el nuevo en nuevos, para que una fuerza resista a otra igual. Así también ahora. La fuerza de la nueva doctrina aconseja nuevos métodos para difundirla. Y Yo que los sé, los pongo en práctica."

"Gracias, Señor. Ahora estamos contentos. Ruega por nosotros. Somos odres viejos.
¿Podremos contener tu fuerza?"

-Sí, porque habéis sido curtidos por Juan el Bautista, y porque sus oraciones, unidas a las mías, os darán la necesaria capacidad. Marchaos con mi paz y decidle a Juan que lo bendigo.

"Pero... según Tú, ¿es mejor para nosotros estar con el Bautista que contigo?"

"Mientras haya vino viejo, hay que beber de él porque el paladar se ha acostumbrado a ello. Después... os gustará el vino nuevo, porque el agua apestosa que hay dondequiera os causará náuseas."

"¿Crees que el Bautista será de nuevo prisionero?"

"Sí. Ya le mandé un aviso. Idos, idos. Gozaos con vuestro Juan mientras podáis, y hacedlo feliz. Después me amaréis. Y os costará mucho... porque nadie que se ha acostumbrado a beber el vino viejo, desea al punto beber el nuevo. Dice: "El viejo era mejor". Y de hecho yo tendré sabores especiales que os parecerán ásperos. Pero gustaréis día tras día su vital sabor. Adiós, amigos. Dios esté con vosotros."

PARÁBOLAS ORIGINALES, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.

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ontaotto
05/07/2013, 17:32
Este es uno que siempre me ha gustado e inspirado:

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40:29-31

DANIEL777
06/07/2013, 17:27
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DANIEL777
06/07/2013, 17:27
LAS BIENAVENTURANZAS ( Mt. 5:1-12, Lc. 6:20-23), EN SU TEXTO ORIGINAL.

DICE JESÚS: :wink:


.........Dios no fuerza vuestro pensamiento, ni tampoco os fuerza a santificaros. Sois libres. Lo que hace es daros de nuevo la fuerza, devolveros la libertad respecto al dominio de Satanás. Os toca ahora a vosotros colocaros otra vez el yugo infernal o ponerle a vuestra alma alas angélicas; todo depende ahora de vosotros, conmigo como hermano para guiaros y alimentaros con alimento inmortal.

Decís: "¿Cómo se conquista a Dios y su Reino por un camino más dulce que no el severo camino del Sinaí?".(10 mandamientos).
No hay otro camino, ése es; mirémoslo, no obstante, no a través del color de la amenaza sino del del amor. No digamos: "¡Ay de mí si no hago tal cosa!", temblorosos esperando pecar, esperando no ser capaces de no pecar; digamos, por el contrario: "¡Bienaventurado seré si hago tal cosa!", y con arrebato de sobrenatural alegría, gozosos, lancémonos hacia estas bienaventuranzas nacidas de la observancia de la Ley cual corolas de rosa de una mata de espinas. Digamos:

"¡Bienaventurado seré si soy pobre de espíritu, porque será mío el Reino de los Cielos!

¡Bienaventurado seré si soy manso, porque heredaré la Tierra!

¡Bienaventurado seré si soy capaz de llorar sin rebelarme, porque seré consolado!

¡Bienaventurado seré si tengo hambre y sed de justicia, más que de pan y vino para saciar la carne: la Justicia me saciará!

¡Bienaventurado seré si soy misericordioso, porque se usará conmigo divina misericordia!

¡Bienaventurado seré si soy puro de corazón, porque Dios se inclinará hacia mi corazón puro, y lo veré!

¡Bienaventurado seré si tengo espíritu de paz, porque Dios me llamará hijo suyo, pues en la paz está el amor y Dios es Amor amante de quien se asemeja a Él!

¡Bienaventurado seré si soy perseguido por amor a la justicia, porque Dios, Padre mío, como compensación por las persecuciones terrenas, me dará el Reino de los Cielos!

¡Bienaventurado seré si, por saber ser hijo tuyo, oh Dios, me ultrajan y acusan con mentira! Ello no deberá hacerme sentir desolado, sino alegre, porque me pone al nivel de tus mejores siervos, al nivel de los Profetas, perseguidos por el mismo motivo; con ellos compartiré - lo creo firmemente - la misma recompensa, grande, eterna en ese Cielo que ya es mío!".
Veamos así el camino de la salud, a través de la alegría de los santos.

“Bienaventurado seré si soy pobre de espíritu"

¡Oh riquezas, quemazón satánica, cuántos delirios producís!... en los ricos y en los pobres: en el rico que vive para su oro (ídolo infame de su espíritu misérrimo); en el pobre que vive del odio al rico porque tiene el oro, y que, aunque no cometa materialmente un homicidio, lanza sus maldiciones contra la cabeza de los ricos, deseándoles todo tipo de males.

No basta no hacer el mal, hay que no desear hacerlo. Quien maldice, deseando tragedias y muertes, no es muy distinto de quien físicamente mata, porque dentro de sí desea la muerte de aquel a quien odia. En verdad os digo que el deseo no es sino un acto retenido; como el que ha sido concebido en un vientre: ya ha si formado pero aún permanece dentro. El deseo malvado envenena y destruye, porque persiste más que el acto violento y más profundamente que el acto mismo.

El pobre de espíritu, aunque sea rico, no peca a causa del oro; antes bien, se santifica con él porque lo convierte en amor. Amado y bendecido, es semejante a esos manantiales salvíficos de los desiertos, que se dan sin escatimar agua, felices de poderse ofrecer para alivio de los desesperados.
El pobre de espíritu, si es pobre, se siente dichoso en su pobreza; come su sabroso pan (el de la alegría de quien vive libre del febril apego al oro), duerme su sueño exento de pesadilla alguna, se levanta, habiendo descansado, para ir a su sereno trabajo, que parece siempre ligero si se realiza sin avidez ni envidia.

Las cosas que hacen rico al hombre son: materialmente, el oro; moralmente, los afectos. En el oro están comprendidos no sólo las monedas sino también casas, campos, joyas, muebles, ganado... en definitiva, todo aquello que hace, desde el punto de vista material, vivir en la abundancia; en cuanto al mundo de los afectos, los vínculos de sangre o de matrimonio, amistades, sobreabundancia intelectual, cargos públicos.

Como veis, por lo que se refiere al primer grupo de cosas, el pobre puede decir: "¡Bueno!, ¡bien!, basta con que no envidie al que posee; y además... yo no tengo ese problema, porque soy pobre y, por fuerza, no tengo ese problema"; sin embargo, por lo que respecta al segundo grupo de cosas, el pobre debe vigilarse a sí mismo, pues hasta el más mísero de los hombres puede hacerse pecaminosamente rico de espíritu: en efecto, peca quien pone su corazón desmedidamente en una cosa.

Diréis: "¿Entonces debemos odiar el bien que Dios nos ha concedido? ¿Por qué manda, entonces, amar al padre y a la madre, a la esposa y a los hijos, y dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo?".

Distinguid. Debemos amar al padre, a la madre, a la esposa, al prójimo, pero con la medida establecida por Dios ("como a nosotros mismos"). Sin embargo, a Dios ha de amársele sobre todas las cosas y con todo nuestro ser. No se ama a Dios como amamos a los más queridos de nuestros prójimos: a ésta porque nos ha amamantado, a esta otra porque duerme con su cabeza apoyada sobre nuestro pecho y procrea nuestros hijos.

No, a Dios se le ama con todo nuestro ser, o sea, con toda la capacidad de amar que hay en el hombre: amor de hijo, de esposo, de amigo, y - ¡no os escandalicéis! - amor de padre sí, debemos cuidar los intereses de Dios igual que un padre cuida a su prole, por la cual, con amor, tutela los bienes y los aumenta, y de cuyo crecimiento físico y cultural, así como de que los hijos alcancen felizmente su finalidad en el mundo, se ocupa y se preocupa.

El amor no es un mal, ni debe llegar a serlo. Las gracias que Dios nos concede tampoco son un mal o deben llegar a serlo; son amor; por amor son otorgadas. Tenemos que usar con amor estas riquezas que Dios nos concede - afectos y bienes -. Solamente quien no las eleva a ídolos, sino que las hace medios de servicio a Dios en santidad, muestra no tener apego pecaminoso a ellas; practica, pues, esa santa pobreza del espíritu que de todo se despoja para ser más libre en la conquista de Dios santo, suprema Riqueza. Y conquistar a Dios significa poseer el Reino de los Cielos.

“Bienaventurado seré si soy manso "

Los ejemplos de la vida cotidiana pudieran parecer en contraste con esta afirmación. Los no mansos parecen triunfar en las familias ciudades y naciones. Pero, ¿se trata de un verdadero triunfo? No. Lo que mantiene sometidos, aparentemente, a los hombres dominados por un tirano es el miedo; se trata en realidad sólo de un velo que cubre la efervescencia rebelde contra el dominador.

Los iracundos, los que van cometiendo atropellos, no poseen los corazones de sus familiares, conciudadanos o súbditos. Los maestros del "porque lo digo yo" no convierten ni los intelectos ni los espíritus a sus doctrinas; lo único que crean son autodidactas, personas que buscan una llave que pueda abrir las puertas cerradas de una sabiduría o ciencia que sienten que existe y que es contraria a la que se les impone.

Los sacerdotes que no van a la conquista de los espíritus con la dulzura paciente, humilde, amorosa, sino que, por el ímpetu avasallador y la gran intransigencia con que marchan contra las almas parecen guerreros armados lanzados a feroz asalto, no conducen a Dios.

¡Pobres almas! Si fueran santas, no tendrían necesidad de vosotros para alcanzar la Luz; la poseerían ya en sí. Si fueran justos, no tendrían necesidad de vosotros, jueces, para estar sujetos por el freno de la justicia, porque ya la poseerían en sí. Si estuvieran sanos, no tendrían necesidad de quien los curase. Sed, pues, mansos. No pongáis en fuga a las almas. Atraedlas con amor; porque la mansedumbre es amor, como lo es también la pobreza de espíritu.

Si sois así, heredaréis la Tierra y llevaréis a Dios este lugar (precedentemente propiedad de Satanás), porque vuestra mansedumbre, -además de amor es humildad, habrá vencido al odio y la soberbia: dando muerte en los corazones al abyecto rey de la soberbia y el odio; el mundo será vuestro (que es como decir de Dios, porque vosotros seréis justos que reconocerán a Dios como Dueño absoluto de la creación, digno de alabanza y bendición, a cuyas manos debe volver lo que le pertenece).


“Bienaventrado seré si sé llorar sin rebelarme "

Existe el dolor en la tierra, y arranca lágrimas de los ojos del hombre. Mas el dolor no existía. El hombre lo introdujo en este mundo. Pero es que, además, por depravación de su intelecto, se aplica cada vez más a aumentarlo con todos los medios a su alcance.

En efecto, a las enfermedades y desventuras producidos por rayos, tempestades, aludes, terremotos... el hombre, para sufrir - para hacer - sufrir, pues quisiéramos que fueran los demás y no nosotros los que sufrieran con los medios estudiados para tal fin - añade, como fruto de su mente, las armas mortíferas (cada vez más terribles) y la crueldad moral (cada vez más astuta). ¡Cuántas lágrimas hace brotar el hombre a sus semejantes por instigación de su secreto rey: Satanás! Pues bien, os digo que estas lágrimas no son una tara sino una perfección del hombre.

El hombre es un niño que sólo piensa en divertirse, un despreocupado superficial, una criatura a la que le falta desarrollo intelectual, hasta que el llanto lo hace adulto, reflexivo, inteligente. Sólo los que lloran - o han llorado - saben amar y comprender; amar a los hermanos, que como ellos lloran, comprender sus sufrimientos, ayudarlos con su bondad, experta en lo mucho que se sufre cuando se llora en soledad.

Y saben amar a Dios porque han comprendido que, excepto Dios, todo lo demás es dolor; porque han comprendido que el dolor se aplaca si es llorado sobre el corazón de Dios; porque han comprendido que el llanto resignado que no quebranta la fe, que no hace árida la oración, que no conoce la rebeldía, cambia de naturaleza, transformándose en consuelo.
Sí, los que lloran amando al Señor serán consolados.

(CONTINÚA):gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
06/07/2013, 17:28
(CONTINUACIÓN)

“Bienaventurado seré si tengo hambre y sed de justicia"

Desde su nacimiento hasta su muerte, el hombre tiende, ávido, a la comida. Abre la boca, cuando nace, para apresar el pezón; abre los labios, cuando le oprime la agonía, para tragar algo que lo alivie. Trabaja para nutrirse. Hace de la tierra un enorme pezón del que insaciablemente chupa, extrayendo aquello mismo por lo que muere. Pero, ¿qué es el hombre? ¿Un animal? No; es un hijo de Dios. Vive un destierro de pocos o muchos años. De todas formas, su vida no cesa al cambiar de morada.

Hay una vida en la vida, de la misma manera que en una nuez está la pulpa; la nuez no es la cáscara, la pulpa interna es la nuez: si sembráis una cáscara de nuez no nace nada, pero si sembráis la cáscara con la pulpa nace un árbol grande. Pues así es el hombre: no es la carne la que viene a ser inmortal, sino el alma, que debe ser alimentada para que llegue a la inmortalida d, adonde ella, por amor, llevará a la carne en la bienaventurada resurrección.

Alimento del alma son la Sabiduría y la Justicia, las cuales se incorporan a ella como alimento líquido o sólido y la fortalecen, y cuanto más se saborean más crece la santa avidez de poseer la Sabiduría y de conocer la Justicia.

Llegará, de todas formas, un día en que el alma, insaciable con esta santa hambre, será saciada; llegará. Dios se dará a su vástago, se lo llevará directamente a su pecho, y el nuevo vástago del Paraíso se saciará con esa Madre admirable que es el mismo Dios, y no volverá a sentir hambre jamás, sino que descansará feliz sobre el pecho divino.

Ninguna ciencia humana equivale a esta ciencia divina. La curiosidad de la mente puede ser calmada, la del espíritu no; es más, si el sabor es distinto, el espíritu siente desagrado y separa la boca del pezón amargo, prefiriendo padecer hambre antes que llenarse de un alimento que no proceda de Dios.
¡No temáis, vosotros, sedientos o hambrientos de Dios! Sed fieles y el que os ama os saciará.

"Bienaventurado seré si soy misericordioso"

¿Quién de entre los hombres puede decir: "No necesito misericordia"? Ninguno. Y si en la antigua Ley está escrito: "Ojo por ojo y diente por diente", ¿por qué no debería decirse en la nueva: " Quien haya sido misericordioso alcanzará misericordia"? Todos tienen necesidad de perdón.
Pues bien, no es la fórmula y forma de un rito - figuras externas concedidas a causa de la opacidad del pensamiento humano - lo que obtiene el perdón; lo obtiene el rito interno del amor, o sea una vez más, de la misericordia.

De hecho, si se impuso sacrificar un macho cabrío o un cordero, así como la ofrenda de algunas monedas, se hizo porque en la base de todos los males se encuentran siempre dos raíces: codicia y soberbia; la codicia queda castigada con el gasto de la compra de la víctima, la soberbia recibe su castigo en la abierta confesión del rito: "Celebro este sacrificio porque he pecado". Además el rito tenía el sentido de anticipar los tiempos y sus signos: la sangre derramada es figura de la Sangre que será vertida para borrar los pecados de los hombres.

Dichoso, pues, aquel que sabe ser misericordioso para con los hambrientos, los desnudos, los que carecen de casa, los que padecen la miseria - aún mayor - de tener un carácter malo, que hace sufrir al mismo que lo tiene y a quien con él convive. Tened misericordia. Perdonad, sed compasivos, ayudad, enseñad, apoyad. No os encerréis en una torre de cristal diciendo: "Soy puro, no desciendo a vivir con los pecadores". No digáis: "Soy rico, vivo feliz; no quiero oír hablar de las miserias de los demás".

Mirad que vuestra riqueza, salud, bienestar familiar, pueden desvanecerse en menos tiempo que un fuerte viento disipa el humo. Recordad también que el cristal hace de lente, siendo así que lo que pasaría desapercibido si os mezcláis entre la gente no podéis mantenerlo escondido si os metéis en una torre de cristal y allí estáis solos, separados, recibiendo luz de todas partes.
Misericordia para cumplir un continuo, secreto, santo sacrificio de expiación y obtener misericordia.


"Bienaventurado seré si soy puro de corazón"

Dios es Pureza. El Paraíso es Reino de Pureza. Nada impuro puede entrar en el Cielo donde está Dios. Por tanto, si sois impuros, no podréis entrar en el Reino de Dios. ¡Por el contrario, qué anticipada alegría la que el Padre concede a sus hijos!, pues quien es puro ya desde la tierra posee un principio de Cielo, porque Dios se inclina hacia el hombre puro y éste, desde la tierra, ve a su Dios; no conoce labor de amores humanos, sino que degusta, hasta extasiarse, el sabor del amor divino, y puede decir: "Yo estoy contigo y Tú estás en mí, por lo cual te poseo y conozco como esposo amabilísimo de mi alma".

Pues bien, creed que quien tiene a Dios experimenta transformaciones sustanciales, inexplicables incluso para él mismo, que le hacen santo, sabio, fuerte; en sus labios florecen palabras, y sus actos asumen capacidades, que no son de la criatura sino de Dios, que en ella vive.
¿Qué es la vida del hombre que ve a Dios?: beatitud. ¿Os privaréis de semejante don por hediondas impurezas?

"Bienaventurado seré si tengo espíritu de paz"

La paz es una de las características de Dios. Dios sólo está en la paz, porque la paz es amor, mientras que la guerra es odio. Satanás es Odio, Dios es Paz. No puede uno decirse hijo de Dios, ni puede Dios llamar hijo suyo a un hombre de espíritu irascible, siempre dispuesto a crear trifulcas. Y tampoco puede llamarse hijo de Dios aquel que, aun no siendo él el origen de estas broncas, no contribuye con su gran paz a calmar las que crean otros.

El hombre pacífico transmite la paz incluso sin palabras. Él lleva a Dios - no sólo es dueño de sí, sino que hasta diría que lo es de Dios - como una lámpara lleva su fuente de luz, como un incensario emana su perfume como un odre contiene su líquido... Se hace luz entre las brumas fumíferas de los rencores, se purifica el aire de los miasmas de los odios, se calman las embravecidas olas de las disputas con este aceite suave que es el espíritu de paz emanado por los hijos de Dios.
Haced que Dios y los hombres puedan decir esto de vosotros.

"Bienaventurado seré si padezco persecución por amor a Justicia"

El hombre en su mayor parte está tan lleno de mal, que odia el bien dondequiera que éste se encuentre, y que odia al bueno, como si el bueno lo estuviera acusando o reprendiendo, aunque de hecho no diga nada. En efecto: la bondad de una persona hace ver todavía más negra la maldad del malvado; la fe del creyente verdadero hace aparecer aún más viva la hipocresía del falso creyente; aquel que con su modo de vida está dando continuamente testimonio de la justicia no puede no ser odiado por los injustos. Y por eso se ataca a los amantes de la justicia.

Pasa lo mismo que con las guerras. El hombre progresa en el arte satánico de la persecución más que en el arte santo del amor. Pero sólo puede perseguir a lo que tiene breve vida; lo que de eterno hay en el hombre, escapa a la asechanza; es más, adquiere una vitalidad más vigorosa por la persecución.
La vida se escapa o a través de las heridas que abren las venas o a causa de las fatigas que van consumiendo al perseguido; mas la sangre teje la púrpura del rey futuro, las fatigas son los peldaños para subir a los tronos que el Padre tiene preparados para sus mártires, a quienes están reservados los regios sítiales del Reino de los Cielos.


"Bienaventurado seré si me ultrajan y calumnian"

Preocupaos sólo de que vuestro nombre pueda ser recogido en libros celestes, en los cuales no se escriben los nombres según el criterio de los embustes humanos, que alaban a quienes son menos merecedores de elogio; en aquéllos, con justicia y amor, se reflejan las obras de los buenos, para darles el premio que Dios tiene prometido a los justos.

En el pasado fueron calumniados y ultrajados los Profetas. Cuando se abran las puertas de los Cielos, cual majestuosos reyes, entrarán en la Ciudad de Dios, y recibirán el saludo reverenciador de los ángeles, cantando de alegría. Vosotros también, vosotros también, ultrajados y calumniados por haber pertenecido a Dios, recibiréis el galardón celeste, y, cumplido el tiempo, completo ya el Paraíso, amaréis cada una de las lágrimas que vertisteis, porque por ellas habréis conquistado esa gloria eterna que en nombre del Padre os prometo.

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ES UN TEXTO ORIGINAL, FALTAN ALGUNOS VERSÍCULOS EN LOS EVANGELIOS.

-----------------------:gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10)

DANIEL777
19/07/2013, 21:53
PARÁBOLA DE LOS DOS CIMIENTOS ( Mt. 7:24-27), EN SU TEXTO ORIGINAL.(Maria Valtorta).

DICE JESÚS: :idea:

.........Muchas cosas os he dicho, hijos míos. Escuchad mis palabras: quien las escucha y las pone en práctica es comparable a un hombre reflexivo que, queriendo construir una casa, eligió un lugar rocoso. Sin duda le costó construir los cimientos.

Tuvo que trabajar a base de pico y cincel, hacerse callos en las manos, cansar sus lomos. Pero luego pudo colar su argamasa en los huecos abiertos en la roca, y meter en ellos los ladrillos bien apretados, como en muralla de baluarte, y así la casa se fue alzando sólida como un monte.

Vinieron las inclemencias del tiempo, los turbiones; las lluvias desbordaron los ríos, silbaron los vientos, azotaron las olas... y la casa resistió todo. Así es el hombre que tiene una fe bien cimentada. Sin embargo, quien escucha co n superficialidad y no se esfuerza en grabar en su corazón mis palabras - porque sabe que para hacerlo debería esforzarse, padecer dolor, extirpar demasiadas cosas - es semejante a aquel hombre que por pereza y necedad edifica su casa sobre la arena.

En cuanto llegan las inclemencias, la casa, pronto construida, cae pronto, y el necio se queda mirando, desolado, sus ruinas y la quiebra de su capital. Pues bien, en nuestro caso es peor que un derrumbamiento - que se podría, no sin gastos y esfuerzos, reparar todavía-; en este caso, una vez derrumbado el edificio mal construido de un espíritu, nada queda para volver a edificarlo. En la otra vida no se construye. ¡Ay de quien se presente allí con escombros!

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TEXTO TRADUCIDO DE LOS ESCRITOS ORIGINALES DE MARIA VALTORTA, EL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO (Cap. 174 en la versión Italiana), FALTAN ALGUNOS VERSICULOS EN EL EVANGELIO DE MATEO.


----------:gossip::grouphug::thumb: (Dn.12.10; 1 Tesalonicenses 5:21)

Muriomirandolaluna
31/07/2013, 17:09
Hola Emeric, yo hago mi aporte también


Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad,
Para que no seas tú también como él. Proverbios 26;4