PDA

Ver la versión completa : Amarga La Verdad



camus
15/03/2006, 09:06
De don Francisco de quevedo y villegas. Poeta de nuestra lengua y maestro de la verdad.



LETRILLA SATÍRICA - La pobreza. El dinero.

Pues amarga la verdad,
Quiero echarla de la boca;
Y si al alma su hiel toca,
Esconderla es necedad.
Sépase, pues libertad
Ha engendrado en mi pereza
La Pobreza.

¿Quién hace al tuerto galán
Y prudente al sin consejo?
¿Quién al avariento viejo
Le sirve de Río Jordán?
¿Quién hace de piedras pan,
Sin ser el Dios verdadero
El Dinero.

¿Quién con su fiereza espanta
El Cetro y Corona al Rey?
¿Quién, careciendo de ley,
Merece nombre de Santa?
¿Quién con la humildad levanta
A los cielos la cabeza?
La Pobreza.

¿Quién los jueces con pasión,
Sin ser ungüento, hace humanos,
Pues untándolos las manos
Los ablanda el corazón?
¿Quién gasta su opilación
Con oro y no con acero?
El Dinero.

¿Quién procura que se aleje
Del suelo la gloria vana?
¿Quién siendo toda Cristiana,
Tiene la cara de hereje?
¿Quién hace que al hombre aqueje
El desprecio y la tristeza?
La Pobreza.

¿Quién la Montaña derriba
Al Valle; la Hermosa al feo?
¿Quién podrá cuanto el deseo,
Aunque imposible, conciba?
¿Y quién lo de abajo arriba
Vuelve en el mundo ligero?
El Dinero.

rapipu
15/03/2006, 09:12
Muchos dicen mal de mí,
y yo digo mal de muchos;
mi decir es más valiente,
por ser tantos y ser uno.


Que todos digan verdad,
por imposible lo juzgo;
que yo la diga de todos,
con mi licencia lo dudo.

Por eso no los condeno,
por eso no me disculpo;
no faltará quien nos crea
a los otros y a los unos...

camus
15/03/2006, 09:55
A UN AVARIENTO

En aqueste enterramiento
Humilde, pobre y mezquino,
Yace envuelto en oro fino
Un hombre rico avariento.

Murió con cien mil dolores
Sin poderlo remediar,
Tan sólo por no gastar
Ni aun gasta malos humores

rapipu
15/03/2006, 10:02
Es una araña enorme que ya no anda;

una araña incolora, cuyo cuerpo,

una cabeza y un abdomen, sangra.

Hoy la he visto de cerca. Y con qué esfuerzo

hacia todos los flancos

sus pies innumerables alargaba.

Y he pensado en sus ojos invisibles,

los pilotos fatales de la araña.

Es una araña que temblaba fija

en un filo de piedra; .

el abdomen a un lado,

y al otro la cabeza.

Con tantos pies la pobre, y aún no puede

resolverse. Y, al verla

atónita en tal trance,

hoy me ha dado qué pena esa viajera.

Es una araña enorme, a quien impide

el abdomen seguir a la cabeza.

Y he pensado en sus ojos

y en sus pies numerosos ...

¡Y me ha dado qué pena esa viajera!