idem
09/03/2006, 12:44
Quizás ese corazón de madera se te astille. Quizás las astillas me destrocen las manos, y se claven bajo mis uñas cuando en uno de los latidos explote.
Y cuando los ojos te lloren, aunque sólo sea por el frío, en una de esas lágrimas, aparezca el leve recuerdo de mi nombre.
Seguramente me vuelvas piedra la próxima vez que te gires a mirarme y esa piedra tendrá más vida de la que has tenido tú nunca, puedo asegurártelo.
Alguna vez, cuando alguien te mire, descubrirá el hueco que dejé y que no habrás podido llenar, porque ese hueco quedará ahí, ocupando un espacio grande, como sólo los huecos pueden hacerlo.
Dicen que ya lo sabes, y lo único que me sale es desprecio por la boca.
Llora, sufre, arráncate la sonrisa de cuajo, piérdete y tarda en encontrarte una eternidad, siéntate en el borde de la cama y piensa que está vacía sin mí. Entretente recordando los besos que fueron y nunca mas serán, recuerda cada una de las frases que estallaron de vida en algún momento, y siéntelas muertas.
Muérete como me he muerto yo.
No podrás sentir cómo las mentiras te comen el alma, primero porque de mi lado no salieron, segundo...porque me has demostrado que no tienes alma.
Besos;
Idem
Y cuando los ojos te lloren, aunque sólo sea por el frío, en una de esas lágrimas, aparezca el leve recuerdo de mi nombre.
Seguramente me vuelvas piedra la próxima vez que te gires a mirarme y esa piedra tendrá más vida de la que has tenido tú nunca, puedo asegurártelo.
Alguna vez, cuando alguien te mire, descubrirá el hueco que dejé y que no habrás podido llenar, porque ese hueco quedará ahí, ocupando un espacio grande, como sólo los huecos pueden hacerlo.
Dicen que ya lo sabes, y lo único que me sale es desprecio por la boca.
Llora, sufre, arráncate la sonrisa de cuajo, piérdete y tarda en encontrarte una eternidad, siéntate en el borde de la cama y piensa que está vacía sin mí. Entretente recordando los besos que fueron y nunca mas serán, recuerda cada una de las frases que estallaron de vida en algún momento, y siéntelas muertas.
Muérete como me he muerto yo.
No podrás sentir cómo las mentiras te comen el alma, primero porque de mi lado no salieron, segundo...porque me has demostrado que no tienes alma.
Besos;
Idem