Gise
19/02/2006, 15:21
Los contagios de encefalitis en Córdoba
La erradicación del mosquito, única solución contra el virus
Aún no hay vacunas ni tratamientos específicos para combatir la enfermedad
Muchas veces no presenta síntomas o son leves, como decaimiento, dolores musculares o fiebre
Mientras en Córdoba se extreman las medidas sanitarias ante los casos de encefalitis contagiados por medio del mosquito común, especialistas consultados por LA NACION explicaron el origen de la enfermedad y dieron algunos consejos para prevenirla.
La causa del brote de encefalitis es el virus de Saint Louis, integrante de la familia de los flavivirus, junto con el dengue y la fiebre amarilla. Se origina en aves, que sirven como reservorio y agentes de reproducción del virus, que se transmite a las personas a través del mosquito común (del género Culex).
"Se trata de una infección regional americana, cuyo agente causal fue aislado en 1933 en la ciudad de Saint Louis, Estados Unidos, y que a través de la aves se propaga a diversas regiones. En 1964 llegó a la Argentina, pero recién en 2002 pudo detectarse fehacientemente el virus", explicó el médico infectólogo Cristián Biscayart, de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (Funcei).
Según el especialista, las aves -como gorriones y palomas- son reservorios y reproductores del virus de Saint Louis. "El mosquito Culex, que es el agente transmisor de la enfermedad, luego de picar al ave, pica a un huésped final, que puede ser una persona o un animal (caballo, vaca o cerdo). A partir de allí, éstos pueden desarrollar la enfermedad o no, dependiendo de las defensas y anticuerpos que tengan", agregó Biscayart, y aclaró que la virosis no se transmite de persona a persona, salvo a través de una transfusión de sangre.
"Por lo general, esta virosis no genera cuadros graves. Puede provocar decaimiento, dolores musculares o fiebre leve, y muchas veces ni siquiera da síntomas. Pero si el infectado es una persona mayor, un bebe o una persona con problemas en su sistema inmunológico, el cuadro se agrava", concluyó el especialista.
La doctora Teresa Zitto, del Centro de Infectología Dr. Horacio López, explicó que la encefalitis del virus de Saint Louis "es una enfermedad que ya existía en el país, pero que no había sido identificada como tal, ya que daba síntomas parecidos a los de la meningitis común".
La infectóloga subrayó que para hacer un diagnóstico del virus de Saint Louis primero hay que sospechar de que se está ante un paciente afectado por este mal y luego solicitar un estudio virológico especial.
"Para esta enfermedad no hay un tratamiento específico ni vacuna preventiva. Sólo se puede realizar un tratamiento de sostén del cuadro encefálico con una internación hospitalaria, medicación contra las convulsiones, si se presentaran, y bajar la fiebre", indicó Zitto, y agregó que las únicas medidas preventivas a las que se puede echar mano para prevenir este mal son erradicar al mosquito mediante fumigaciones, instalar mosquiteros en las casas y usar repelentes cuando se está al aire libre.
Por Víctor Ingrassia
De la Redacción de LA NACION
La erradicación del mosquito, única solución contra el virus
Aún no hay vacunas ni tratamientos específicos para combatir la enfermedad
Muchas veces no presenta síntomas o son leves, como decaimiento, dolores musculares o fiebre
Mientras en Córdoba se extreman las medidas sanitarias ante los casos de encefalitis contagiados por medio del mosquito común, especialistas consultados por LA NACION explicaron el origen de la enfermedad y dieron algunos consejos para prevenirla.
La causa del brote de encefalitis es el virus de Saint Louis, integrante de la familia de los flavivirus, junto con el dengue y la fiebre amarilla. Se origina en aves, que sirven como reservorio y agentes de reproducción del virus, que se transmite a las personas a través del mosquito común (del género Culex).
"Se trata de una infección regional americana, cuyo agente causal fue aislado en 1933 en la ciudad de Saint Louis, Estados Unidos, y que a través de la aves se propaga a diversas regiones. En 1964 llegó a la Argentina, pero recién en 2002 pudo detectarse fehacientemente el virus", explicó el médico infectólogo Cristián Biscayart, de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (Funcei).
Según el especialista, las aves -como gorriones y palomas- son reservorios y reproductores del virus de Saint Louis. "El mosquito Culex, que es el agente transmisor de la enfermedad, luego de picar al ave, pica a un huésped final, que puede ser una persona o un animal (caballo, vaca o cerdo). A partir de allí, éstos pueden desarrollar la enfermedad o no, dependiendo de las defensas y anticuerpos que tengan", agregó Biscayart, y aclaró que la virosis no se transmite de persona a persona, salvo a través de una transfusión de sangre.
"Por lo general, esta virosis no genera cuadros graves. Puede provocar decaimiento, dolores musculares o fiebre leve, y muchas veces ni siquiera da síntomas. Pero si el infectado es una persona mayor, un bebe o una persona con problemas en su sistema inmunológico, el cuadro se agrava", concluyó el especialista.
La doctora Teresa Zitto, del Centro de Infectología Dr. Horacio López, explicó que la encefalitis del virus de Saint Louis "es una enfermedad que ya existía en el país, pero que no había sido identificada como tal, ya que daba síntomas parecidos a los de la meningitis común".
La infectóloga subrayó que para hacer un diagnóstico del virus de Saint Louis primero hay que sospechar de que se está ante un paciente afectado por este mal y luego solicitar un estudio virológico especial.
"Para esta enfermedad no hay un tratamiento específico ni vacuna preventiva. Sólo se puede realizar un tratamiento de sostén del cuadro encefálico con una internación hospitalaria, medicación contra las convulsiones, si se presentaran, y bajar la fiebre", indicó Zitto, y agregó que las únicas medidas preventivas a las que se puede echar mano para prevenir este mal son erradicar al mosquito mediante fumigaciones, instalar mosquiteros en las casas y usar repelentes cuando se está al aire libre.
Por Víctor Ingrassia
De la Redacción de LA NACION