Sibila Vane
30/12/2005, 02:32
Un susurro casi inaudible,
A ojos puramente cerrados,
Diciendo con tono de imploración mí nombre,
Con un grito de desesperación ahogado,
No opongo resistencia,
Posesión de muñecas
Ahora inmovilizadas mis manos,
Cierro mis puños
Y espero no acabar con la paciencia.
Acerca con cautela su cuerpo al mío,
Viene a mí el recuerdo de lo prohibido,
Me recorre el cuerpo un escalofrío,
Propiedad se pide para el acto seguido.
Aplicando fuerza a mis brazos,
No puedo dar una concreta explicación,
Corre por mí una gélida excitación,
Solo atino a cerrar los ojos y poner atención.
Plantea a media voz que nada ha cambiado,
Gran decepción es ésta,
Pensé que ya se había desafanado
De sus absurdas propuestas,
Obteniendo un claro y frió –No- por respuesta,
Careciendo palabras de resignación,
Persiste en él la misma actitud,
Patentada por un –Ya veremos...
Hecho entre olfateadas a mi pelo.
Hace contacto su boca con mi cuello;
Seguido de sus manos en mi cadera,
Pasando rápidamente a mi cintura,
Movimiento súbitamente detenido
Por mis ya libradas manos
Que nerviosas se alejan de tal ensimismado delirio,
Tomo mis cosas y corro hacia afuera.
Me mira por entre la gente,
Con sus ojos rojos e hirientes,
Con tu pelo entrecano,
Apretando furiosamente las manos.
A ojos puramente cerrados,
Diciendo con tono de imploración mí nombre,
Con un grito de desesperación ahogado,
No opongo resistencia,
Posesión de muñecas
Ahora inmovilizadas mis manos,
Cierro mis puños
Y espero no acabar con la paciencia.
Acerca con cautela su cuerpo al mío,
Viene a mí el recuerdo de lo prohibido,
Me recorre el cuerpo un escalofrío,
Propiedad se pide para el acto seguido.
Aplicando fuerza a mis brazos,
No puedo dar una concreta explicación,
Corre por mí una gélida excitación,
Solo atino a cerrar los ojos y poner atención.
Plantea a media voz que nada ha cambiado,
Gran decepción es ésta,
Pensé que ya se había desafanado
De sus absurdas propuestas,
Obteniendo un claro y frió –No- por respuesta,
Careciendo palabras de resignación,
Persiste en él la misma actitud,
Patentada por un –Ya veremos...
Hecho entre olfateadas a mi pelo.
Hace contacto su boca con mi cuello;
Seguido de sus manos en mi cadera,
Pasando rápidamente a mi cintura,
Movimiento súbitamente detenido
Por mis ya libradas manos
Que nerviosas se alejan de tal ensimismado delirio,
Tomo mis cosas y corro hacia afuera.
Me mira por entre la gente,
Con sus ojos rojos e hirientes,
Con tu pelo entrecano,
Apretando furiosamente las manos.