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Ver la versión completa : Los hunos.- Batalla de los Campos Catalaunicos



Nicasio
20/12/2005, 04:50
El nombre de este lugar hace referencia al sitio donde se piensa que tuvo lugar la batalla, en algún descampado en la margen izquierda del río Marné, cerca de la ciudad de Chalons (Francia), aunque se desconoce la ubicación exacta.

Transcurrían los últimos días del mes de junio del año 451, o 1.204 ab urbe condita (desde la fundación de la ciudad, en referencia a Roma), que es como por entonces se seguían contando los años (el recuento a partir del año 0 cristiano no se iniciaría hasta el finales del siglo VI).

El ejército de Atila había invadido las Galias con la excusa de reclamar la mitad del Imperio Romano de Occidente como dote por su pretendido matrimonio con Honoria, hermana del emperador occidental Valentiniano III. Después de arrasar todo el norte de la Galia y asediar Orléans, Atila salió al encuentro del ejército enemigo para no verse sorprendido y acorralado frente a las murallas de la ciudad, y decidió enfrentarse a los romanos y sus aliados en campo abierto. Formaban sus tropas toda suerte de pueblos germanos aliados y vasallos, desde los Urales hasta el Rin, de entre los que destacaban los ostrogodos, o godos orientales.

El ejército romano estaba comandado por el "magister militum" Flavio Aecio, apodado por los historiadores como "el último de los romanos" por sus denodados esfuerzos por defender un Imperio Occidental que se derrumbaba a pasos agigantados. Era éste un semi-bárbaro que de niño se había criado entre los hunos y otros bárbaros, y que por ello conocía bien sus costumbres y su modo de obrar. Las virtudes como diplomático y hábil negociador de Aecio no eran menos que las que tenía como militar, así que logró convencer a Teodorico, rey de los visigodos asentados en la Aquitania como foederati de la necesidad de una alianza para hacer frente a la invasión huna, que también ponía en peligro el llamado reino visigodo de Tolosa. Teodorico titubeó pero finalmente decidió aliarse con Aecio, y esto animó a otros pueblos germanos asentados en la Galia a unirse a los romanos.

Finalmente, aquel día de junio del 451 se encontraron en la llanura de Chalons los dos ejércitos. Los historiadores de la época hablan de un total que ambos bandos superaban el medio millón de hombres, pero esta cifra es seguramente exagerada y habría que reducirla a más de la mitad. En cualquier caso, prácticamente todas las naciones de Europa se enfrentaron en Chalons, en lo que fue sin duda una de las batallas más grandes e importantes de la Historia: hunos, germanos, ostrogodos, alanos, visigodos, francos, romanos... Algunos francos decidieron unirse a los romanos, mientras que otros se unieron a las huestes germanas del rey huno.

Llegado el momento del enfrentamiento, los hunos se situaron en el centro, con sus fieles aliados ostrogodos a la izquierda y los aliados germanos en el flanco derecho, de entre los que destacaban los gépidos. Los romanos, por su parte, junto con los francos, lograron situarse sobre una pequeña colina que dominaba la llanura frente al flanco derecho de Atila, y con los visigodos de Teodorico en el flanco derecho; en el centro dispusieron a los alanos, de quienes tanto Aecio como Teodorico no tenían por segura su lealtad, de modo que les resultara difícil traicionarles y abandonar el campo de batalla.

Tras arengar a sus tropas y animarles a pesar de la toma estratégica de la colina por los romanos, el ejército de Atila inició la batalla tiñendo el cielo de negro con sus flechas. Atacó entonces a los alanos en el centro, mientras que los ostrogodos embestían a los visigodos. En un principio Atila obtuvo una gran ventaja al atravesar con facilidad el centro enemigo defendido por los alanos, pero los romanos resistían en sus posiciones en la colina, y Atila dirigió a sus hunos contra los visigodos de Teodorico; éste se batía contra los enemigos en primera línea de combate, gritando sobre su caballo y arengando a sus hombres a seguir combatiendo, cuando por razones no muy claras fue muerto en combate. Al saberse esto, los visigodos de la retaguardia nombraron inmediatamente a su hermano Turismundo como nuevo rey, y éste prosiguió la batalla lanzando de nuevo a sus hombres contra los ostrogodos, que fueron finalmente rechazados.

Atila se encontraba entonces en una difícil posición, entre los visigodos de Turismundo y los romanos de Aecio; la colina defendida por los romanos había costado un gran número de vidas y a pesar de todo no había sido tomada, y ante la perspectiva de verse rodeado emprendió la huida hacia el círculo de carromatos que protegía su campamento, donde se refugió mientras los hunos no dejaban de disparar flechas desde su interior para defenderlo.

Aquí se inicia un momento que entre los historiadores ha creado no pocas especulaciones. El caso es que en lugar de asestar el golpe final a los hunos y a Atila, que ordenó incluso preparar su pira funeraria para evitar ser cogido vivo, Aecio no atacó las posiciones defensivas de Atila y este pudo, más tarde, retirarse más allá de la frontera del Rin. La opinión de Jordanes, historiador de la época que nuestros contemporáneos han hecho suya también, es que Aecio no quería romper el equilibrio de fuerzas existentes y pensó que aplastar a los hunos podría dar alas a los visigodos para expandirse por toda la Galia y amenazar la misma Roma. Pero no hay que olvidar que Jordanes era visigodo.

Es cierto que Aecio había hecho y desecho alianzas con varios pueblos germanos (y especialmente con los hunos) antes de la aparición de Atila, pero no parece claro que pudiese pensar en algún beneficio que reportase el permitir a Atila conservar su ejército (que de hecho al año siguiente invadió Italia), y tampoco podía tener muchos motivos para temer a los visigodos, que hasta entonces se habían asentado pacíficamente en la Aquitania como foederati. Sí parece más probable que Turismundo, una vez repelido el ataque huno en el que se había visto envuelto, no respetase la alianza con los romanos que su hermano fallecido había sellado (al fin y al cabo él no la había firmado, y no tenía por qué estar de acuerdo con su hermano...), y optase por regresar rápidamente a Tolosa para asegurar su puesto en el trono frente a las habituales luchas internas visigodas por el poder (como más adelante se vería en Hispania). En definitiva, los visigodos abandonaron a sus aliados en pleno campo de batalla, pero esto no podía escribirlo Jordanes. Aecio actuó de la única forma posible, reducidas sus fuerzas a sus propios hombres (una sombra de lo que fueron las legiones de Augusto y Trajano), y con el peligro de sufrir una derrota atacando a un enemigo acorralado que le dejase libres las puertas de la Galia y de toda Italia...

Aecio, Turismundo y Atila abandonaron el campo de batalla de Chalons dejando tras de sí tantos cadáveres, que según los contemporáneos las almas de los muertos siguieron luchando en el lugar durante varias noches y, durante generaciones, los campesinos de la zona siguieron desenterrando huesos y armas mientras labraban la tierra. En cualquier caso, al año siguiente Atila lo intentó de nuevo invadiendo Italia, y sólo la superstición endémica del rey huno unida a la peste y la hambruna que amenazaba su ejército lo detuvo de seguir avanzando hacia Roma (la historia del encuentro entre Atila y el Papa Leon I fue un hecho circunstancial, posteriormente magnificado por la Iglesia).

La retirada de Atila y su muerte al año siguiente supusieron sendos reveses para la imagen de que gozaba Aecio ante Valentiniano III, que sospechaba que su mejor general tenía aspiraciones al trono imperial. Aecio había apostado desde el principio de la invasión de Italia por una solución militar a pesar de lo reducido de sus fuerzas, pero Valentiniano III prefirió permanecer a la defensiva y resistir desde Roma; con la muerte de Atila en 453 d.C., el emperador occidental pensó que la habilidad negociadora y militar de Aecio ya no lo eran tan necesarias, ahora que había desaparecido el peligro de Atila... Por estas razones, y alentado por las habituales intrigas palaciegas, en el año 454 d.C. Valentiniano III lo mandó llamar a Palacio y él mismo asesinó por sorpresa a Aecio atravesándole con la espada imperial. Al año siguiente, dos antiguos oficiales de Aecio asesinaron al emperador durante un desfiie, seguramente a instancias del influyente y rico senador romano Petronio Máximo, que aspiraba al trono.


Fuente: Enciclopedia Libre (http://enciclopedia.us.es/index.php/)

Katralo
20/12/2005, 14:47
Nicasio, al leer este post tuyo me encuentro gratamente no sorprendido y confirmo lo que ya me parecia: que eres una persona que se documenta seriamente antes de mandar un post y eso en vez de sorprenderme (ya lo suponia) me alegra.
En lo personal me parecen muy asertados los comentarios que haces acerca de por que Aecio no ataco a Atila despues de la batalla. No son pocos los que opinan igual que tu...Aecio no queria cambiar el equilibrio de poderes y al dejar a Atila con vida se aseguraba que la debil alianza con los godos permaneciera y no se le echaran encima como lobos. Por otro lado, no contaba con fuerzas de reserva importantes, por lo que al atacar a Atila en su campamento perderia contingentes dificiles de reponer dados los menguados recursos humanos del Imperio en esa epoca.
Que te parecio el Arte de la Guerra? ya me contaras

Nicasio
20/12/2005, 19:41
Bueno, no todo lo que escribo es mio. Hay cosas que saco de la red, como éste post, otras las transcribo de mis libros. Sin embargo, procuro que sean elaborados e interesantes.
Por cierto, estuve en Italia hace unas semanas. Tenía intención de ir a Sanguineto que es un pueblo donde la tradición dice que se libró la batalla del Lago Trasimeno. No pudo ser. En cambio, estuve en Ravena, en San Vital ví el mosaico que representa a Justiniano. Se cree que la figura de la derecha del emperador es el general Belisario, que reconquisto Italia y la provincia de Africa, llegando, casi, a recontruir el Imperio Romano.

Bertrand
29/03/2006, 19:57
Bastante inetesante el tema, por cierto, en relacion al numero de efectivos de ambos ejercitos, ¿hay algun dato fidedegino de estas cifras?. Lo digo porque las versiones que he encontrado se contradicen constantemente en relacion al numero de hombres, y la tradicional concepcion de medio millon de hombres por parte del ejercito huno es para algmunos especialista ya no tan creible por logistica.