ajax7749
14/12/2005, 16:15
Entré a una casa desconocida, pero extrañamente familiar. Había un recinto amplio y casi vacío, en semipenumbras. Una luz muy difusa provenía de unas lamparitas fijadas en la pared contraria a la puerta de entrada. Al entrar advertí que sobre los soportes de las lamparitas había ropa colgada, a modo de perchero. La luz se filtraba a través de la ropa. La sala está impecable, su piso brilla como si recién hubiera sido lavado o encerado.
Mamá está con una escoba en la mano. La llamo:
-Mamá... mamá!
-Hola hijito!
-Mamá, ¿qué estás haciendo?
-Estoy limpiando.
La abrazo fuerte. Ella tiene el pelo recogido como lo usaba hace mucho tiempo... como envolviendo su cabeza, sujeto con invisibles. Parece no ver bien y escucha poco. Sin embargo me reconoce ubicando mi voz como lo hace los ciegos. Estoy entre sorprendido y contento. Mientras la abrazo dice:
-¿Será cierto que estoy muerta?
-Eso es imposible... los muertos no andan por ahí limpiando casas!!!
Mamá está con una escoba en la mano. La llamo:
-Mamá... mamá!
-Hola hijito!
-Mamá, ¿qué estás haciendo?
-Estoy limpiando.
La abrazo fuerte. Ella tiene el pelo recogido como lo usaba hace mucho tiempo... como envolviendo su cabeza, sujeto con invisibles. Parece no ver bien y escucha poco. Sin embargo me reconoce ubicando mi voz como lo hace los ciegos. Estoy entre sorprendido y contento. Mientras la abrazo dice:
-¿Será cierto que estoy muerta?
-Eso es imposible... los muertos no andan por ahí limpiando casas!!!