Agatha Christie
30/01/2001, 13:18
La lluvia en mi
La lluvia afuera cayendo está,
en un lento y constante repiquetear,
parece que el cielo tiene deseos de llorar;
yo también quiero mis penas desahogar,
pero las lagrimas no quieren brotar,
mis ojos secos, vacíos y sin vida están ya.
Los relámpagos la noche iluminan,
mas mi alma esta sumida en la oscuridad,
me siento rodeada de una horrenda soledad,
nunca creí poder sufrir con tanta intensidad,
ahora mi compañera es la fatalidad,
que me acompañará hasta el día de mi final.
Los rayos y truenos cruzan el cielo
acabando con la paz de la noche oscura,
al igual que los recuerdos son tortura
que parten en dos mi anima en desventura
llenándome de una desoladora y triste locura,
sin llegar a termino mi angustia y desconsuelo.
La bóveda celeste ya no llora más.
Amanece, el cielo esta alegre y brillante
en paradoja con mi espíritu infeliz y decaído
como árbol que fue cortado y esta caído,
fue echo lecha que se consume lentamente,
y que no florecerá, ni vivirá nunca jamás.
La lluvia afuera cayendo está,
en un lento y constante repiquetear,
parece que el cielo tiene deseos de llorar;
yo también quiero mis penas desahogar,
pero las lagrimas no quieren brotar,
mis ojos secos, vacíos y sin vida están ya.
Los relámpagos la noche iluminan,
mas mi alma esta sumida en la oscuridad,
me siento rodeada de una horrenda soledad,
nunca creí poder sufrir con tanta intensidad,
ahora mi compañera es la fatalidad,
que me acompañará hasta el día de mi final.
Los rayos y truenos cruzan el cielo
acabando con la paz de la noche oscura,
al igual que los recuerdos son tortura
que parten en dos mi anima en desventura
llenándome de una desoladora y triste locura,
sin llegar a termino mi angustia y desconsuelo.
La bóveda celeste ya no llora más.
Amanece, el cielo esta alegre y brillante
en paradoja con mi espíritu infeliz y decaído
como árbol que fue cortado y esta caído,
fue echo lecha que se consume lentamente,
y que no florecerá, ni vivirá nunca jamás.