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JuanC28
12/05/2005, 14:04
De la revista apócrifa y egocéntrica “como un perro”.

A propósito de la Conquista de América, del 12 de Octubre y de resistencias (de las de en serio) y entregas ( también de las de en serio).

Por Javier y Pedro (indios apócrifos q nunca rechazan una cena.. sobre todo Pedro).

Convengamos algo: los americanos estaban perdidos desde q el primer español pisó la arena dominicana el 12 de octubre de 1492. seguramente algún indio viejo y sabio, de esos q siempre hay (y debería haber) en toda comunidad, mientras se fumaba un tabaco así de grande, se la vio venir. A estos no los paramos ni aun q nos fumemos otro tabaco verdecito q tengo en el bolso, se habrá dicho el anciano. Pero de ahí a quedarse de brazos cruzados, o hacerse el ¡uy, llegó el dios barbudo, yo me rindo! Hay una distancia enorme. A continuación una selección totalmente arbitraria ( aunq cierta desde donde se la vea) de dos actitudes opuestas q, a lo largo del tiempo y del territorio americano, tomaron algunos de los antepasados q ya no están entre nosotros frente a estos barbudos analfabetos aunq blancos, eso si.

Indios estilo “como un perro”.

En 1516, en las costas uruguayas, a la altura de la actual Colonia, los indios querandíes le mostraron a Solís, q los observaba ambicioso desde su barco, unos collarcitos de oro y plata, unas canastas con bagres y unos cachos de pan. ¡Vengan, amigos, vengan...!les dirían a los españoles, q reventados de hambre y sacados por la idea de apoderarse de unas pepitas de oro, se mandaron a su encuentro. Fueron ocho los q bajaron en un lindo bajel junto a Solís. Minutos mas tarde ya flotaban dentro de unas ollas de barro muy efectivas, revolviéndose en un suculento puchero al mejor estilo querandí. Así se explica q a indios como éstos, cuando los exterminaron, no les dejaron ni las plumas, (literalmente hablando). Vaya uno a encontrar a un querandí por estos días caminando por las calles de Montevideo.

Entre 1536 y 1541, en la orilla de enfrente donde se habían cocinado a Solís & compañía, los querandíes los volvieron locos a los habitantes del fuerte de Santa María de los Buenos Aires. No hubo espejito q valga con ellos y se cansaron de tirar flechas de todas formas y colores sobre las cabezas de los españoles q terminaron comiéndose entre ellos (pregúntenle al amigo Ulrico Schmidl si no, o miren sus lindos dibujos de los españoles colgados como jamones cortados en rodajas para la comida del mediodía). ¿No era q las armas de fuego y las armaduras de metal asustaban a los nativos? Los poquitos conquistadores con vida se fueron casi nadando río arriba hasta Asunción. Allí si la pudieron hacer con sus amigos guaraníes ( ver mas adelante lo bien q la pasaron entre semejante cornudos conscientes).

Tipos q no molestaban a nadie eran los quilmes, en los Valles Calchaquíes, q tejían y hacían unas cerámicas hermosas. Cuando vinieron los españoles a querer imponerles historias raras se atrincheraron en sus cerros y fortificaciones y retrasaron la conquista durante casi 100 años en la zona. Hacia el 1665 el gobernador de Tucumán, Mercado y Villacorta, les dio tanta batalla q los resistentes quilmes no pudieron aguantar más. Vencidos y cansados os hicieron caminar en calidad de “deportados” mas de 1000 Km. hasta Buenos Aires. Para 1666 no quedaba ninguno con vida; no fuera cosa q otros los quisieran imitar ¿no? Hoy en día apenas una cerveza de popularidad insufrible, por cierto, sólo recuerda el nombre de semejante civilización tan resistente.

En el año 1876, en las praderas de Little Big Horn, en los Estados Unidos, los indios sioux se habían armado hasta los dientes. Nada de flechas y lanzas un poco chuecas: rifles Remington y Winchester iguales q los soldados del general George Custer (muy pelirrojo y con un pañuelo amarillo al cuello). Una división entera de caballería, incluido el general, quedó mirando de cara al sol, llena de plomo del bueno, a la espera de la caballería q esta vez no llegó a tiempo. Fue la última gran victoria india en esas tierras también americanas. Luego llegó Charles Ingalls con su arado y todo termino para ellos.

Indios alcahuetes golpistas y cornudos.

Hacia 1539 se fundaba la ciudad de Asunción, actual capital de Paraguay. Veamos lo q Ulrico Schmidl (viejo conocido nuestro) comenta en sus crónicas acerca de la manera en q reaccionaron los guaraníes ante la conquista: “Mas cuando vieron qno podrían sostenerlo más y temieron por sus mujeres e hijos, pues los tenían a su lado, vinieron dichos carios y pidieron perdón y q ellos harían cuanto nosotros quisiéramos. También trajeron y regalaron a nuestro capitán Juan Ayolas seis muchachitas, la mayor como de 18 años de edad (...) y regalaron a cada hombre de guerra dos mujerespara q cuidarande nosotros, cocinaran, lavaran y atendieran a cuanto más nos hiciera falta”. Quien cuenta esto es el mismo q para sobrevivir se había comido, río abajo, a parte de la expedición conquistadora q se iba muriendo a manos de los querandíes. Pero no les sirvió de nada, luego vinieron las misiones jesuíticas y todos terminaron tocando el violín y cosechando yerba mate. Años mas tarde, en la guerra del Paraguay (1865 – 1870), sus descendientes sí q demostrarían lo q es hacerle frente a una conquista.
Demasiadas líneas nos llevaría explicar lo q era la encomienda, la mita o el yanaconazco. En cualquier Manual Kapeluz lo explican. Lo q sí nos interesa hacer conocer, es q estas instituciones de sometimiento para obtener mano de obra gratuita, fueron herramientas q utilizaron los españoles para llevarse todo cuanto pudieron para la metrópoli. Paradójicamente eran instituciones creadas por los mismos americanos de la zona andina. Claro q la manera de utilizar esta mano de obra se basaba en viejos principios de reciprocidad qno fueron los q aplicaron los españoles. Para juntar trabajadores gratis y el tributo q se les iba a los habitantes andinos por alta mar, los conquistadores recurrían a los curacas, q eran jefes locales q se encargaban de reclutar a los trabajadores q en un principio el inca les pedía; luego siguieron haciéndolo para los españoles. Si hubiesen bajado los marcianos en platos voladores también los hubieran reclutado para ellos. ¿ Q Sentirían estos personajes ( q vivían muy bien bajo el amparo de los conquistadores) cuando se iban miles de trabajadores a las minas de Potosí y volvían unos pocos esqueletos caminantes luego de cumplir su turno de meses de trabajo agotador? La respuesta es: no sentían nada.

Moctezuma y Cortés (1519 – 1521). Atahualpa y Pizarro (1531 – 1533). Se les hubiera hecho difícil a los jefes conquistadores meterse en la boca del lobo americano y salir sin un rasguño si no hubiese sido por las peleas intestinas q encontraron ni bien tocaron los límites de los imperios azteca e inca. Q de adentro de un caño de metal salía impulsada por una fuerza una bolita de plomo q atravesaba los cuerpos humanos, los americanos lo entendieron enseguida ( también los españoles caían fritos como cualquier hijo de su madre). Las armas de los españoles eran tan imprecisas e ineficaces q por mas q dispararan todos a la vez no paraban ni a medio batallón de indios cuando ya los tenían encima partiendo cabezas con hachas de obsidiana y palos de este tamaño. ¿ Entonces q pasó?
Resulta ser q Cortes llegó a Tenochtitlán acompañado de unos cuantos tlaxcaltecas, q esos sí no los paraban tan fácilmente. Tenían sus razones: los aztecas les exigían tributos opresivos e insaciables reclutamientos de personas para sacrificios. Y allí fueron por ellos, tlaxcaltecas y españoles.
En los andes, Pizarro no llega a Cajamarca con mas de 200 soldados. Pero nadie en el inmenso territorio gobernado por los incas se movió para defender al compañero Atahualpa. Mucho menos su hermano Huáscar, q bastantes ganas tenía de quedarse con la corona del imperio para él solito.
Claro q en ambos territorios luego sabrían loq en realidad eran estos nuevos salvadores. Pero ya era tarde. Las enfermedades traídas de Europa, la desestabilización social y política q se originó por la caída del poder central, las nuevas ideas religiosas y demás sometimientos anexos de los españoles, terminaron por hacer el trabajo. Tipos q levantaban pirámides mejores y mas bonitas q las feas construcciones delos egipcios, q sabían predecir eclipses, q tenían escritura ( los mayas), q hacían cálculos complejos en matemáticas y cuántas cosas más, cayeron sin haber resistido la conquista como lo hicieron los indios estilo Como un Perro, algunos, q como ya vimos lo hicieron hasta dejar d existir. Seguro q ante los españoles, y ente ellos, los aztecas e incas no dudaban en partirle la cabeza a quien se le cruzara. Cómo habrán sido de opresores y exigentes los recaudadores q ningún súbdito de su imperio puso la cara por ellos.

Rosario De Luna
17/05/2005, 18:09
Me ha gustado tu post DonJuan :
Cierto y Conciso!!!!

Un beso. :D