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Ver la versión completa : El Pedo de Tacho



jorgesalaz
08/05/2005, 02:33
"Tacho" era el joven más popular del pueblo. El más galante, simpático, buen deportista, con un gran futuro por delante. A sus 19 años era querido por sus amigos, admirado por la gente madura, adorado por las mujeres. Se celebraba el baile de año nuevo, el más importante del año. Nuestro héroe, diestro bailarín ejercitaba su arte del brazo de su novia Isabel, hermosa y agraciada criatura, de las mejores familias de esa comunidad. En ese momento hubiera deseado no haberse excedido a la hora de la comida, sentía una gran revoltijo en su estómago y unas ganas irrefrenables de aflojar la presión por medio de una salida a los gases que revoloteaban en su panza. Aprovechó un momento en que la música elevaba su volumen y soltó un tremendo flato que fué escuchado por toda la concurrencia, ya que para su mala suerte la orquesta calló en el preciso momento en que él dió escape a su sonora carga. ¡¡Anastasio!! ¡Qué has hecho!, gritó Isabel al tiempo que corría avergonzada y llorosa a refugiarse en los brazos de su madre. Tacho, muerto de pena, caminó cabizbajoy sonrojado entre las mesas. Los concurrentes movían la cabeza exclamando: ¡qué barbaridad, Tacho! ¡Sí que te luciste! ¡Qué lástima! ¡Es el colmo! ¿Dónde quedó tu educación, Tacho? ¡Pobre Tacho! Buscó apresurado la salida, sus lágrimas pugnaban por asomar en sus ojos, pero aguantó. Todavía, al llegar a la calle hubo de sobrellevar los comentarios de los guardias. -No, Tacho, eso no se hace. -¡Qué mal quedaste! Continuó su camino cruzando la plaza. Unos ancianos sentados en una banca, al verlo le recriminaron: ¡Tachito! ¡Si tu abuelo viviera, se hubiera muerto de pena con ésto! Siguió su camino. ¡No lo podía creer! ¡hasta unos perros se cambiaron a la otra acera para no toparse con él! Llegó a su casa y su pobre madre estaba deshecha en llanto. ¡Hijo! ¡has enlodado el honor de la familia! ¡has manchado nuestro nombre! Ante ésta situación, Tacho no lo pensó dos veces: Se fué del pueblo. Con el corazón dolorido, pero con la esperanza de rehacer su vida en una lejana ciudad, donde nadie lo conociera. ¡Y lo logró! Estudió, trabajo, conoció a una buena mujer, se casó y tuvo hijos... pero la nostalgia, el amor al terruño nunca desapareció de su corazón, de su mente. Habían pasado 30 años desde aquella noche maldita. "Iré, al cabo nadie me conoce, ha pasado tanto tiempo" -reflexionó. Llegó a su pueblo. Irreconocible. Ya era una enorme ciudad. Cuando se acercó al viejo centro de su pueblo, descendió de su auto, entró a un bar y pidió una cerveza. El cantinero le sirvió y Tacho inició la plática preguntando: Oiga mi amigo, yo soy originario de ésta ciudad y no recuerdo que estuviera en aquel tiempo éste negocio, ¿En qué año lo estableció? -¡Ah! Pues mire usted, señor - contestó el barman -Este bar lo abrí, déjeme ver, Si el 68 fué cuando el Pedo de Tacho, pues este... unos 3 años después, ¿Cómo la ve?