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Ver la versión completa : Nosotros...



Agatha Christie
11/01/2001, 17:58
Nosotros...

Niebla vana y caprichosa
que estas en todas partes,
pero no puedo tocarte
Eres tu para mí.

Espejismo engañoso y traicionero
pues cuando voy a tocarte desapareces
y no puedo retenerte porque te desvaneces
eres tu para mí.

Bruma del hondo valle
que al salir el sol con su calor
te esfumas sin dejar rastro en derredor
eres tu para mí.

Noche sin luna, día nublado
que no tiene belleza, ni gracia
un estorbo a tu paso, una desgracia
soy yo para tí.

No dejes de dar tu opinión.

Si te gusto mi poema, te gusta la poesía y/o Gustavo Adolfo Bécquer comunicate conmigo Verne_Christie@hotmail.com

pedrito
13/01/2001, 03:09
De veras es bellísima, un sentimiento delicado, triste, ante la cualidad evanescente del amor.
Y todo amor verdadero sufre la división, la separación, porque el alma recuerda su anterior estado de unidad perfecta con el amado, antes de encarnar... Y en este mundo de dimensiones trastrocadas, Cupido se divierte sembrando amores imposibles...
A la dulce melancolía, quizás sirvan de solaz y antídoto estas palabras

Aprendiz de lobo
Hace tiempo se apartó de la manada
y se disfrazó de árbol, de piedra, de sendero.
Miró caer la nieve, sintió frío,
pero supo resistir como buen lobo:
bajo la nieve crecían las frutillas silvestres
y germinaban semillas de ruibarbo.
Supo imaginarlas a lo lejos.
Esperó al sol del verano
para que entrara en la espesura.
Esperó, el aprendiz de lobo,
a que los días maduraran.
Algo rondaba en el aire, un aroma
de atardecer, de helecho, de humedad.
El aprendiz de lobo adivinó los pasos de la Dulce,
vio el escorzo del cuello a contraluz,
a contrasombra su cintura,
toda ella a plena cercanía.
La vio re***** la madurez de las frutillas.
Con pasos lentos se acercó
para que no la ahuyentara el sobresalto,
para no asustarla ni un suspiro.
Sobre la hojarasca alivianó sus garras,
alisó el pelaje, la respiración contuvo.
Ella estaba desnuda,
olorosa a frutillas maduras,
en la punta de la lengua un dejo,
la suave acidez que viene del ruibarbo,
la húmeda disposición de enredadera.
Ella estaba desnuda
sobre el pasto tierno,
con los ojos cerrados, sonriendo.
Se acercó el aprendiz
en la punta de los pasos
y husmeó de sus sueños la silueta,
descubrió un rastro de neblina,
una huella de antaño en la mirada,
un anuncio de fuga,
un rubor, una distancia,
un tenue temblor de gacela asustada.
Se inclinó ya vuelto un lobo,
un lobo viejo,
y desplegó su lengua, su palabra.
Te susurró, te lamió, te habló,
te cantó, te lamió de pies a cabeza,
te giró, te lamió entera, te dobló,
te volvió a susurrar, te lamió
entera, se sacó su piel de lobo
antiguo, te lamió entera,
de pies a cabeza,
y dio paso al sol
para que te iluminara.
Y brillaste así,
en medio del bosque,
con su saliva y su palabra.
Guido Eytel

Amancay
14/01/2001, 12:05
"Niebla vana y caprichosa
que estas en todas partes,
pero no puedo tocarte".
Me gustan estos tres versos solos. Son muy buenos. ¿Para qué extender algo que se entiende en tres versos solos?



Salu2,



Verónica
-una sombra cansada de la luz-

Anonymous
16/01/2001, 13:14
Me gustó tu poema, me produjo una sensación de recuerdo frente a algo vivido por mí. Si me quieres escribir hazlo a emma_nain@hotmail.com

CHARO
21/01/2001, 18:29
hola, sabes ese poema me trajo muchos recuerdos de algo que vivi, muchas veces el amor no es como quisieras que fuera pero es... a veces duele tanto.. que no sabes como reaccionar... pero me agrado, bye