idem
22/04/2005, 13:22
Hoy tengo un mal día. ¿Por qué te lo escribo?...porque ya no estás, así que no puedo ***** el teléfono y encontrar tu "consuelo". Ya no funciona lo de sacudir la cabeza para que se me olviden las cosas malas que han sucedido en el día, ni lo de atusarme el pelo, y que las ideas absurdas se vayan con el viento. Ya no funciona.
No me sirve de nada pensar que te tuve, que alguna vez me quisiste...hoy eso no me sirve de nada. Porque yo no sólo te quise alguna vez, te sigo queriendo, y hoy se me hace cuesta arriba pensar que, a pesar de eso, no estás...
Ya no estás.
Ya no hay besos, ni miradas, ni juegos, ni sonrisas, ni manos que eviten la caída, ni mis rizos repartidos por tu cuerpo, ni tus huesos moldeando mi carne, ni tus manos invadiéndome de caricias, ni sábanas compartidas, ni duchas nocturnas, ni abrazos fuertes, ni flojos, ni cansancios acumulados que se pasan con risas.
Echo un vistazo a todo, saco conclusiones, y ya no encuentro nada de nada. No hay todas esas cosas, pero es más, ya no hay ni si quiera sentido. No tiene sentido sentir, no tiene sentido agujerearse el alma pensando en todo lo que tuve contigo y en lo que he dejado de tener con tu ausencia.
No tiene lógica, ni pies, ni cabeza sentirse derruida por no encontrarte, porque no estás.
Sé, observo, huelo el muro que se presenta delante de mí desde que no estás. Sé, observo, huelo que no es posible derrumbarlo a cabezazos, porque ya lo he intentado y lo único que consigo es hacerme más daño, dejarme la piel. Así que, aquí estoy plantada delante del muro que cada vez se me antoja más alto, más grueso y más gris, esperando...por si acaso.
Esperando un nada que me llene de tí, esperando que algún día decidas que necesitas algo en tu vida que lleve mi nombre...y hoy tengo un mal día, un día pesimista, gris como ese muro, así que, he decidido esperarte sentada.
Besos, Idem
No me sirve de nada pensar que te tuve, que alguna vez me quisiste...hoy eso no me sirve de nada. Porque yo no sólo te quise alguna vez, te sigo queriendo, y hoy se me hace cuesta arriba pensar que, a pesar de eso, no estás...
Ya no estás.
Ya no hay besos, ni miradas, ni juegos, ni sonrisas, ni manos que eviten la caída, ni mis rizos repartidos por tu cuerpo, ni tus huesos moldeando mi carne, ni tus manos invadiéndome de caricias, ni sábanas compartidas, ni duchas nocturnas, ni abrazos fuertes, ni flojos, ni cansancios acumulados que se pasan con risas.
Echo un vistazo a todo, saco conclusiones, y ya no encuentro nada de nada. No hay todas esas cosas, pero es más, ya no hay ni si quiera sentido. No tiene sentido sentir, no tiene sentido agujerearse el alma pensando en todo lo que tuve contigo y en lo que he dejado de tener con tu ausencia.
No tiene lógica, ni pies, ni cabeza sentirse derruida por no encontrarte, porque no estás.
Sé, observo, huelo el muro que se presenta delante de mí desde que no estás. Sé, observo, huelo que no es posible derrumbarlo a cabezazos, porque ya lo he intentado y lo único que consigo es hacerme más daño, dejarme la piel. Así que, aquí estoy plantada delante del muro que cada vez se me antoja más alto, más grueso y más gris, esperando...por si acaso.
Esperando un nada que me llene de tí, esperando que algún día decidas que necesitas algo en tu vida que lleve mi nombre...y hoy tengo un mal día, un día pesimista, gris como ese muro, así que, he decidido esperarte sentada.
Besos, Idem