Nekkar
15/02/2005, 04:24
Hay sueños a los que,por hermosos o por absurdos,ni siquiera la fría realidad del ¨nunca¨puede golpearlos.
Por eso a José le gusta esperar a María en las esquinas y se imagina a su lado,desnudándola despacio,despeinándola con besos la melena.
Siente que ella ha estado en él desde siempre; la reconoce,como a un dolor antiguo o una canción de la infancia.
Sabe que es ridídulo buscarla,que quizá ella nunca se asome a sus ojos,pero memoriza sus horarios,sus caminos.Cree verla en todas las mujeres.Percibe a su alrededor su olor a fruta.
Ella,por supuesto,no imagina que alguien se duerme pensándola.
La magia de este milagro es,precisamente,el secreto que lo envuelve.
No hay nada que intuir ni que hacer público.
Los muros y los gatos saben que José ha descubierto la felicidad desde que quiere a María.
Aunque éste sea y se presienta en el futuro,como un amor impar.
Un besazo
Nekkar
Por eso a José le gusta esperar a María en las esquinas y se imagina a su lado,desnudándola despacio,despeinándola con besos la melena.
Siente que ella ha estado en él desde siempre; la reconoce,como a un dolor antiguo o una canción de la infancia.
Sabe que es ridídulo buscarla,que quizá ella nunca se asome a sus ojos,pero memoriza sus horarios,sus caminos.Cree verla en todas las mujeres.Percibe a su alrededor su olor a fruta.
Ella,por supuesto,no imagina que alguien se duerme pensándola.
La magia de este milagro es,precisamente,el secreto que lo envuelve.
No hay nada que intuir ni que hacer público.
Los muros y los gatos saben que José ha descubierto la felicidad desde que quiere a María.
Aunque éste sea y se presienta en el futuro,como un amor impar.
Un besazo
Nekkar