yemi
15/02/2005, 00:47
ESPERO LES GUSTE, CON TODO MI CARIÑO.
¿QUIEN MATO AL AMOR?
Hubo una vez en la historia del mundo,
un día terrible,en el que el odio
que es el rey de los malos sentimientos,
los defectos y las malas virtudes,
convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo
y los deseos mas perversos del corazón humano
llegaron a esta reunión con curiosidad
de saber cuál era el propósito.
Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo:
"Los he reunido aquí a todos
por que deseo con todas mis fuerzas
matar a alguien".
Los asistentes no se extrañaron mucho
pues era el odio el que estaba hablando
y él siempre quiere matar a alguien,
sin embargo todos se preguntaban entre sí,
quién sería tan difícil de matar
que el odio los necesitara a todos.
¡Quiero que maten al Amor! dijo.
Muchos sonreían malévolamente
pues más de uno le tenía ganas.
El primer voluntario fue el Mal Carácter,
quien dijo: "Yo iré, y les aseguro
que en un año el Amor habrá muerto,
provocaré tal discordia que no lo soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez
y al escuchar el reporte del Mal Carácter
quedaron muy decepcionados.
"Lo siento, lo intenté todo
pero cada vez que yo sembraba una discordia
el amor la superaba y salía adelante".
Fue cuando muy diligente
se ofreció la Ambición
que haciendo alarde de su poder dijo:
"En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo.
Desviaré la atención del Amor
hacia el deseo por la riqueza y por el poder,
eso nunca lo ignorará".
Y empezó la Ambición al ataque de su víctima,
quien efectivamente cayó herida,
pero después de luchar por salir adelante,
renunció a todo deseo desbordado de poder
y triunfó de nuevo.
Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición
envió a los Celos,
quienes burlones y perversos
inventaban toda clase de artimañas
y situaciones para despistar al Amor
y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.
Pero el Amor confundido lloró,
pensó que no quería morir,
y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha
enviando a sus hirientes compañeros,
envió a la Frialdad, al Egoísmo,
a la indiferencia, la Pobreza,
la Enfermedad y a muchos otros
que fracasaron siempre,
porque cuando el Amor se sentía desfallecer
tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El Odio convencido de que
el Amor era invencible les dijo a los demás:
"Nada que hacer.
El Amor ha soportado todo,
llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos".
De pronto, de un rincón del salón
se levantó un sentimiento poco conocido
y que vestía todo de negro,
llevaba un sombrero gigante que caía sobre su rostro
y no lo dejaba ver,
su aspecto era fúnebre como el de la muerte:
"Yo mataré al Amor" dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quién era ése
que pretendía hacer solo,
lo que ninguno había podido.
El Odio dijo: "Ve y hazlo".
Tan sólo había pasado algún tiempo
cuando el Odio volvió a llamar
a todos los malos sentimientos,
para comunicarles después de mucho esperar
que por fin....
EL AMOR HABIA MUERTO.
Todos estaban felices pero sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:
"Ahí les entrego al Amor,
totalmente muerto y destrozado"
y sin decir más se marchó.
"¡Espera!" dijo el Odio,
"...en tan poco tiempo lo eliminaste por completo,
lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir.
¿Quién eres?".
El sentimiento levantó por primera vez
su horrible rostro y dijo:
SOY LA RUTINA
¿QUIEN MATO AL AMOR?
Hubo una vez en la historia del mundo,
un día terrible,en el que el odio
que es el rey de los malos sentimientos,
los defectos y las malas virtudes,
convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo
y los deseos mas perversos del corazón humano
llegaron a esta reunión con curiosidad
de saber cuál era el propósito.
Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo:
"Los he reunido aquí a todos
por que deseo con todas mis fuerzas
matar a alguien".
Los asistentes no se extrañaron mucho
pues era el odio el que estaba hablando
y él siempre quiere matar a alguien,
sin embargo todos se preguntaban entre sí,
quién sería tan difícil de matar
que el odio los necesitara a todos.
¡Quiero que maten al Amor! dijo.
Muchos sonreían malévolamente
pues más de uno le tenía ganas.
El primer voluntario fue el Mal Carácter,
quien dijo: "Yo iré, y les aseguro
que en un año el Amor habrá muerto,
provocaré tal discordia que no lo soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez
y al escuchar el reporte del Mal Carácter
quedaron muy decepcionados.
"Lo siento, lo intenté todo
pero cada vez que yo sembraba una discordia
el amor la superaba y salía adelante".
Fue cuando muy diligente
se ofreció la Ambición
que haciendo alarde de su poder dijo:
"En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo.
Desviaré la atención del Amor
hacia el deseo por la riqueza y por el poder,
eso nunca lo ignorará".
Y empezó la Ambición al ataque de su víctima,
quien efectivamente cayó herida,
pero después de luchar por salir adelante,
renunció a todo deseo desbordado de poder
y triunfó de nuevo.
Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición
envió a los Celos,
quienes burlones y perversos
inventaban toda clase de artimañas
y situaciones para despistar al Amor
y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.
Pero el Amor confundido lloró,
pensó que no quería morir,
y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha
enviando a sus hirientes compañeros,
envió a la Frialdad, al Egoísmo,
a la indiferencia, la Pobreza,
la Enfermedad y a muchos otros
que fracasaron siempre,
porque cuando el Amor se sentía desfallecer
tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El Odio convencido de que
el Amor era invencible les dijo a los demás:
"Nada que hacer.
El Amor ha soportado todo,
llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos".
De pronto, de un rincón del salón
se levantó un sentimiento poco conocido
y que vestía todo de negro,
llevaba un sombrero gigante que caía sobre su rostro
y no lo dejaba ver,
su aspecto era fúnebre como el de la muerte:
"Yo mataré al Amor" dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quién era ése
que pretendía hacer solo,
lo que ninguno había podido.
El Odio dijo: "Ve y hazlo".
Tan sólo había pasado algún tiempo
cuando el Odio volvió a llamar
a todos los malos sentimientos,
para comunicarles después de mucho esperar
que por fin....
EL AMOR HABIA MUERTO.
Todos estaban felices pero sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:
"Ahí les entrego al Amor,
totalmente muerto y destrozado"
y sin decir más se marchó.
"¡Espera!" dijo el Odio,
"...en tan poco tiempo lo eliminaste por completo,
lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir.
¿Quién eres?".
El sentimiento levantó por primera vez
su horrible rostro y dijo:
SOY LA RUTINA