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Cevastyan
09/02/2005, 06:03
¿Cuáles son los pasos a seguir una vez finalizada la lactancia? La respuesta suele ser la mayor preocupación de las madres. Un especialista describe algunas de las cuestiones que se deben tener presentes para que la integración del niño a la mesa familiar sea una experiencia exitosa.


La alimentación después del destete viene acompañada de preocupación y de dudas para las madres, quienes se esmeran por brindarles a sus hijos lo mejor, pero no escapan a errores involuntarios. Resulta un problema frecuente en las mesas argentinas, en que los chicos y los padres tienen mucho que aprender.
El niño acaba de cumplir los dos años y no se alimenta más a pecho. Paulatinamente, deja de ser mamífero exclusivo para convertirse en omnívoro. Pero todo cambio implica un desafío, tanto para él como para sus padres.
¿Cuáles son los pasos a seguir una vez finalizada la lactancia? Conocerlos suele ser la mayor preocupación de las madres de hoy, en un país donde las deficiencias nutricionales están poniendo en riesgo la salud de la población infantil.
El doctor Alejandro O'Donnell, jefe del departamento de Pediatría del Hospital Alemán y director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), tiene la palabra.


Aprendizaje y responsabilidad
Partiendo de la idea de que nadie nació sabiendo, padres e hijos tienen mucho que aprender. El niño precisa que la madre le enseñe a comer, pero ella requiere, a su vez, de entrenamiento.
El doctor O'Donnell detalla, a continuación, las nuevas responsabilidades que estas mujeres deben asumir para que la comida no se convierta en un conflicto.
* Asegúrese de que el niño preste atención a lo que come. Mantenga el televisor apagado, para evitar que se distraiga.
* No lo acostumbre a limpiar el plato. El decide cuánto comer. Usted es responsable de lo que le ofrece, cuándo y dónde.
* Estructúrele el tiempo de las comidas. Se recomiendan no más de 20 a 30 minutos por ingesta.
* Incorpórelo a la mesa familiar y siéntese a su lado, cada vez que le sea posible.
* No le cambie el menú, si se niega a comer. Manejar la situación es una característica común en los niños.
* No utilice la comida para resolver situaciones. No lo lleve a la cama sin cenar, pese a que haya hecho alguna travesura.
* Recuerde que alrededor de los tres años, aparecen las manías del "no me gusta".
* La inapetencia es la consulta más frecuente en un consultorio pediátrico. Lo importante es buscar las causas.
"Comer está considerado como uno de los placeres de la vida y es de suma importancia para la supervivencia del ser humano", señala el jefe de Pediatría del Hospital Alemán.
La comida es el combustible del organismo. Así entendida resulta imprescindible en todas las etapas, pero fundamentalmente durante la niñez, de modo que garantice un crecimiento y un desarrollo óptimos.
Sin embargo, durante este período es donde mayores conflictos aparecen en torno a la alimentación, en los cuales los padres tienen cierta influencia, con sus actitudes, temores y malos hábitos.


Boca cerrada
Rechazar lo nuevo, lo que los pediatras y los nutricionistas denominan neofobia, es algo característico e innato en todos los mamíferos, incluido el ser humano.
Esta negación hace al instinto natural de supervivencia, pese a que como omnívoros debiéramos comer de todo", sostiene el doctor O'Donnell.
Para el pediatra, la aceptación de los nuevos alimentos depende de diversos factores, a saber:
* Experiencia de lactancia. Muchos niños, especialmente los que han sido amamantados hasta último momento, se niegan a otro alimento que no sea la leche materna.
* El sabor. ¿Los dulces, primero?, se estarán preguntando muchas madres. Es natural que el niño se haya acostumbrado al gusto dulce de la leche humana y rechace lo salado, más aún lo ácido y lo amargo.
* Las influencias. No sólo son determinantes los condicionantes ambientales. Los niños prestan mucha atención a lo que comen sus padres, hermanos y primos.
"En la selección de las comidas reinan el sabor y las preferencias --refiere el doctor O'Donnell--. A su vez, los padres deben comprender que los chicos son neofóbicos, erráticos, tienen opinión y la hacen valer; son los responsables de cuánto comen y qué quieren comer".
Este es el camino que padres e hijos transitarán, para que la próxima comida sea un placer y no un problema.


El perfil de las mamás argentinas
El doctor O'Donnell, reparando en los errores más frecuentes que viene observando últimamente, traza el perfil de las nuevas madres argentinas:


* Vegetarianas.
-- Someten a sus hijos a dietas macrobióticas, desprovistas de los nutrientes esenciales.
* Colesterofóbicas.
-- Aterradas y obsesionadas por el colesterol, optan por una alimentación pobre en grasas, cuando en realidad no es conveniente limitarlas durante los primeros años de vida.
* Obesofóbicas.
-- Son aquellas mujeres que, por temor al sobrepeso y a la obesidad, les ponen límites a sus hijos a la hora de la comida. Si bien es notable el incremento de obesidad infantil en la Argentina, un pediatra o un nutricionista tienen la voz autorizada.
* Excesivamente controladoras.
-- "No insista cuando el niño no quiera comer más --resalta el especialista--, respete la autonomía de su hijo. Póngale un límite cuando sea necesario".
Está demostrado que los trastornos alimentarios, tales como la obesidad y la anorexia nerviosa, son producto, muchas veces, de la actitud persecutoria que adoptan los padres hacia la comida de sus hijos.
* Desordenadas.
-- El niño no diferencia las cuatro comidas diarias hasta los seis años, aproximadamente. Para él, es lo mismo el desayuno que la cena, la merienda o el almuerzo. Por lo tanto, debe fijarle un orden y establecerle un horario para comer.
* Inseguras.
-- Las madres de hoy se informan más, pero esto les genera más dudas. Al mismo tiempo, las mujeres que saben cocinar son cada vez menos, lo cual enfatiza su inseguridad.
* Neofóbicas (temor a lo nuevo). Si los padres son neofóbicos, seguramente el chico también lo será.

fuente: LNP
miércoles 9 de Febrero de 2005

Marea
12/03/2005, 23:17
Interesante estudio, los niños a veces toman la hora de la comida como un elemento de manipulación hacia los padres, ya que perciben nuestra ansiedad, quizas un buen consejo sería calmarnos nosotros y hacer de la comida un acto simple, tranquilo y de comunicación.

rapipu
13/04/2005, 05:31
Ahora entiendo porque comian mejor conmigo que con su madre, para mi era un juego y para ella cuestión de vida o muerte, cuestión que aún persiste, bueno al fin y al cabo algo positivo que sacar de la inmadurez.

felicitas
08/06/2005, 17:35
yo pienso que el maltrato esta mal porque asi no se arreglan las cosas, y que hablando se entiende la gente